Pasar la noche sin nada que hacer más que pensar provocó que parezca eterno, pero la luz del día volvió a romper el descanso que había tomado.

— Okey, la misión armadura empieza.

Picar diagonal abajo era una opción, sin embargo para alguien que recibe el impacto del pico en sus huesos no sería nada satisfactorio al final del día. Salí del agujero y emprendí mi búsqueda de una cueva natural, ahí los minerales deberán estar expuestos, solo debo encontrarlos y picarlos.

Primero empecé a buscar a mi alrededor, el día anterior ya había dado un vistazo rápido así que otra vez fue algo rápido, bosques de árboles blancos y marrones, una montaña y un mar, está vez camine por la falda de la montaña hasta que encontré un gigantesco agujero, ya podía imaginar la gran ramificación que estaba en su interior.

— Muy bien, esta cueva será la indicada.

Con mi pico en una mano y mi baúl en la otra, dejé todos los ítems que lancé durante el trayecto y creé una base momentánea en la entrada.

Talé los árboles cercanos y puse a cocinar los troncos en el horno para cuando terminé de quemar la madera la oscuridad de la noche volvió a cubrir los alrededores. Esta vez no hubo luna que iluminara la noche, volviendo aterrador el ambiente.

— Okey, esto no me gusta.

Con el carbón vegetal quemado creé antorchas que puse en cada rincón de mi base de madera, utilicé losas para que el desnivel no se sienta tan pronunciado.

— Genial, la construcción es el fuerte de este juego —Admiré mi segunda base provisional— no seré arquitecto pero estas paredes son lo más firme que he construido en toda mi vida.

La noche ya había empezado pero estaba un poco entusiasta para empezar a minar. No soy alguien temerario así que decidí colocar antorchas en la cueva, apenas escuché un ruido di media vuelta y corrí a la entrada, todavía no estaba preparado para un combate.

— Las criaturas hostiles no son muy complejas, fácilmente puedo matarlas sin daño alguno, pero quisiera un escudo primero o un arma.

Seguí dejando las antorchas las cuales iluminaban todo de golpe apenas las colocaba en las paredes. Luego volví a mi base esperando luz solar, me asomé un rato por la puerta de madera y dejé un par de antorchas en el camino para iluminar mi alrededor.

— Solo falta una cama y realmente puedo considerar esto una base.

Aunque tenía planeado picar durante el día apenas salió la luz del sol cuadrado fui en busca de una oveja. La búsqueda no fue muy extensa y me encontré un grupo de tres ovejas, sin pensarlo mucho levanté el machete y con un salto la oveja desapareció y dejó caer un filete de su carne y dos bloques de lana. Hice lo mismo con las otras dos ovejas y volví a mi base, guardé la carne y creé una cama por fin.

Como si todo estuviera planeado la noche volvió a llenar de oscuridad todo menos mi base, la cual destacaba en todo este mundo cuadrado.

— A esto sí le puedo llamar un avance.

Me tiré en mi cama y como si fuera dominado por el sueño todo se oscureció.