Dices minutos fue lo que duró el día, con la luna cuadrada levantarse por el horizonte mi sentimiento de alerta crecía también.

- Un refugio.

No debía moverme del sitio en el que estaba ya que no habían criaturas hostiles a mi alrededor. Pero el terreno plano no era bueno para tener cobertura, lo único viable que veía era hacer un hueco en el suelo. Con mis manos ensangrentadas raspé el suelo debajo mío, logrando quitar la tierra con menos dificultad que el tronco del árbol, sin embargo sentía la tierra meterse entre mis uñas las cuales empezaron a sangrar con el segundo bloque quitado.

Esto era suficiente, dos metros de alto es suficiente para ocultarse además de tener un buen espacio a mi alrededor, un metro es demasiado para cada cosa, el mismo tronco del árbol eran como tres yo de grueso, sin embargo al romperlo su tamaño disminuyó considerablemente y su peso desapareció.

-Mis manos...

La adrenalina disminuyó el dolor pero no es suficiente para las heridas que tengo.

- Joder -Mis manos temblaron- el juego sigue las mismas reglas, sin embargo mi cuerpo lo siente todo como si fuera real, tampoco puedo abrir un inventario y solo puedo tener dos ítems distintos a la vez... ¿Entonces cómo voy a crear los objetos?

Miré los ítems que tenía, un bloque de tronco, dos de tierra y una pluma. Se supone que con un tronco creo otros cuatro así que me concentré en eso.

- Dividir... partir, separar, refinar, talar -Susurré palabras intentando conseguir un cambio, sin embargo el bloque seguía sin mostrar alguna reacción- Vamos concéntrate.

- Gruuuu.

El rugido de alguna criatura erizó mi piel, estaba bajo tierra pero la parte superior estaba descubierta lo cual me dejaba vulnerable si algo caía. Agarré el bloque de tierra y lo lancé al costado del tronco, tapando así el hueco, pero ahora no tenía luz.

- Joder sí que me asustó, pero si mi cuerpo sigue todas las reglas naturales me quedaré sin oxígeno.

Con cuidado empecé a cavar un bloque al frente, fallé un par de veces por el dolor pero finalmente rompí el bloque. El aire frío de la noche ingresó a mi pequeño refugio provisional. Para suerte mía tenía un buzo completo en ese momento, cerré el cierre y tapé todo hueco que deje entrar la mínima brisa de aire.

Ahora tenía un gran hueco por el que fácilmente podría pasar pero estaba seguro que las criaturas hostiles no tenían la inteligencia suficiente para hacerlo. Volví a mirar el tronco en mi mano y recordé la sensación que tuve al colocar el bloque de tierra, simplemente queriendo hacer la acción logré colocar el bloque, no era necesario decir palabra alguna o algo más complejo.

- Solo debo concentrarme.

Y con ese pensamiento el ítem de bloque de madera se convirtió en cuatro. Una acción minúscula en este mundo, sin embargo la satisfacción era gigante.

- ¡Ahora lo siguiente!

Sin pensarlo mucho, ya que mi emoción me ganaba, una mesa de trabajo se creó de los cuatro bloques de madera. Uno de los bloques fundamentales yacía en mis manos, el dolor de mis manos se opacó con solo tenerlo entre estás.

La noche recién había empezado pero no duraría mucho, mi inicio fue muy lento por lo que aprovecharé estos minutos faltantes para planificar el siguiente día.