«7»
Martes
POV De Emma
Me levanto por él ruido de mi alarma, la logro apagar pero toda adormilada. Camino a paso lento hacia él baño para darme una buena ducha, además para que se me quite el sueño.
Termino de bañarme y enrollo mi cuerpo en una toalla, camino hacia mi pequeño armario y elijo algo decente para poder ponerme. (Multimedia).
Después de vestirme me seco él cabello, lo dejo suelto. Observo mi cuarto, no tiene mucha decoración, esta sin vida
«Como alguna vez estuve»,pensé.
Mañana iría a la cafetería para ver si necesitan personal, espero y si, me encantaría trabajar.
Por otro lado, no he tenido noticias sobre Nicolás, tal vez, solo tal vez se canso de buscarme, pero lo veo imposible. Él nunca deja un cabo suelto, espero y nunca logre dar conmigo, no puedo ir a la policía, Nicolás se enteraría y vendria más rápido que las autoridades y me mataría, eso no lo dudo.
Por mientras seguiré con esta "vida" y la disfrutare, mientras lo que dure. Camine hacia mi cocina y prepare otro sándwich con café. Debería de comprar más despensa, tal vez después.
Después de haber desayunado me cepille bien los dientes, se escucha un claxon afuera del edificio, era Amanda.
Ella dijo que no le molestaba llevarme al instituto, pero cuando consiga un poco más de dinero ya me iría en autobús, no quería ser una carga. Así que mañana sin falta iría a esa cafetería.
Tome mi mochila con mis libros adentro, salí y cerré la puerta con llave.
(...)
Llegamos al instituto y nos bajamos del carro de Amanda. Todavía era temprano.
Nos sentamos en la entrada para platicar de cosas sin sentido, después de unos 10 minutos toco él timbre y por suerte esta vez nos toco juntas las primeras clases, algo que nos emocionó mucho.
Las primeras horas pasaron normales, aburridas pero tenia que concentrarme, si no reprobaría y no quería eso.
Estábamos a ultima hora con la maestra de Física, nos estaba explicando algo de las moléculas, algunas cosas no les entendía pero otras si.
Entre Amanda y yo nos estuvimos ayudando en los problemas para así salir temprano, lo bueno es que la maestra no sospecho nada.
Entregamos nuestros trabajos y salimos casi volando de aquel salón, pedimos nuestra comida y nos fuimos a sentar.
Nos estábamos riendo porque Amanda me dijo que en su infancia le había pegado un chicle a su "enemiga" pero mientras contaba su historia hacia caras raras y yo me reía.
Hasta que Amanda paro de reír y miro mal a alguien detrás de mi, deje de reír, y alguien toco mi hombro, con él ceño fruncido voltee hacia esa persona.
Era una chica, creo que se llamaba Karol, era la "popular" de ahí. Ya saben la típica que se acuesta con cuanta cosa se mueva. Eso y cosas peores decían algunas personas de ahí.
Pero lo que no entiendo es que quiere y más conmigo.
—¿Eres Emma, Emma Stevens? —Dijo con voz chillona, gracias dios por no dejarme sorda.
—Em...si soy yo —Dije algo tímida.
—Mira maldita perra, Se que eres nueva y que también le andas coqueteando a MI chico, alejate o si no me conocerás —Dijo de manera agresiva, abrí mis ojos como platos.¿Quien mierda se creia?.
—En primera no me llames perra, porque hablando de perras tu sales perdiendo. Segunda ¿Quien mierda te crees para venir y hablarme así? Además de que no se quien es tu estúpido novio, y yo no ando coqueteando con nadie, ni que fuera tu. —Dije molesta, creó que saque mi yo interior.
Wow me defendi, gran logro Emma.
—Pues fíjate que si lo eres, y mi novio es Cameron así que no te le acerques —Dijo cerrando los puños. ¿Cameron? ¿Su novio?.
No se porque pero sentí una punzada en mi estómago, ¿Porque me sentía así? Me sentía enferma y triste.
—No ando coqueteando con Cameron, él maestro nos encargo un trabajo en equipos estúpida por eso le hablo —Dije ya harta.
—Más te vale, por lo que veo, eres una zorra, perra...—Dijo insultándole pero deje de escuchar.
Recuerdos vienen a mi mente de cuando mi padre llegaba borracho y me golpeaba e insultaba como si no hubiera mañana, también a veces decía que mi madre era una golfa y que era igual a ella, que nunca nadie me iba a querer.
Nunca quise tener esta vida, recuerdo que una vez intente suicidarme, ya no aguantaba esta vida de mierda pero algo me hizo recapacitar y cambiar de opinión. Hay veces que me arrepiento de no haberme suicidado pero cuando escape sentí una sensación de libertad, algo que no había sentido en muchos años, entonces recordé que hay que disfrutar la vida, aunque sea poco tiempo pero disfrutar cada momento.
Reaccione cuando sentí un liquido recorrer mi cabeza, parpadee varias veces, estaba Karol con un vaso de malteada en la mano pero estaba vacío, toque mi cabeza y había un liquido pegajoso, ahoge un grito.
Me fui corriendo hacia él baño para poder quitar la malteada de mi cabello, las lágrimas no tardaron él salir, me mire en él espejo.
¿Porque mi vida era una mierda? Yo no soy una mala persona, no entiendo él porque me pasa esto.
Me mire en él espejo, mis ojos estaban rojos, mi cabello manchado y pegajoso, odiaba llorar.
Con mi puño golpeé él espejo, este de inmediato se quebró y mis nudillos empezaron a sangrar.
La sangre escurría de poco a poco, pero no me importo mucho, no me dolía, ya estaba acostumbrada a los golpes.
La puerta se abrió y dejo ver a una Amanda preocupada, corrió hacia mi y me abrazo. Necesitaba un abrazo, la abraze y empecé a sollozar.
—Tranquila, todo estará bien. Ya me encargue de la estúpida de Karol —Dijo dando ligeros masajes en mi espalda, me calme un poco.
Me separe de aquel abrazo, ella miro nis nudillos preocupada.
—¿Como te hiciste eso? —Dijo con una mueca.
Me sorbi la nariz.
—Tuve un arranque. Gracias por estar aquí, en verdad lo aprecio —Dije sincera y trate de hacer una sonrisa pero parecía una mueca.
—No te preocupes, eso hacen las amigas —Dijo con una sonrisa — Vamos a que te curen.
Fuimos a la enfermería, la enferma pregunto que me había pasado, solo le dije que se me cayo él espejo y cuando intente recojerlos me corte.
Me curo y me dio una venda para mi mano, hace como media hora empezaron las clases y estaba preocupada por Amanda, se las perdería y no quería eso.
—Amanda ve a clases, te las vas a perder —Dije preocupada ella negó.
—No. Me quedare contigo —Dijo terca.
—Amanda, yo me iré a mi casa, no me siento bien. Tu ve a clases después te perderás los trabajos, no te preocupes por mi —Dije y ella hizo una mueca.
—Bien. —Dijo rendida, yo asentí.
Salimos de la enfermería y cada quien se fue por un camino diferente.
Camine a paso lento, antes pase hacia mi taquilla para poder sacar algunos libros.
Camine hacia mi casa, entre y subí por él ascensor, abri la puerta.
Coloque mi mochila en él pequeño sillón, y camine hacia él baño para darme una ducha, me quite la ropa y me quite con cuidado la venda de las manos. Era pequeña pero la herida era profunda, dolía pero no mucho, por suerte.
Me bañe bien, me heche mucho acondicionador para que se me quitara lo pegajoso de la malteada.
Termine y me puse la pijama, después me prepare algo de comer y cene, después me fui a acostar a mi cama, estaba cansada. Pero se me olvidaba ponerme de nuevo la venda así que camine por él botiquín y la desinfecte bien, él alcohol árida ocasionando que hiciera muecas. Al ultimo me puse pomada y una venda blanca.
Ahora si apague él foco y me dormí.
No quiero sufrir más...
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