Holis amiguis 🤣
Acá las voy a dejar turulatas, perdonen!
Me estaba haciendo demasiadas bolas!
Así que para poder publicar, me inventé un salto de tiempo. Tengan paciencia ya van a saber por qué...!
Millones de gracias x seguir esta lokera!
Mi drama es mas existencial, menos TV novelas. Espero que no les guste... el dolor claro! (porque me duele) pero q al menos les parezca interesante. Gracias de nuevo x leer
💟💜🦄💜💟

Un mes después:

El joven despertó lentamente con esa sensación de plenitud que no quería abandonar, igual que quien despierta lentamente de un bello sueño luchando inconscientemente por no regresar a la realidad, algún gemido casi susurrado le volvió al mundo.
Cuando intentó acomodar su cuerpo, el peso sobre sí le hizo detenerse en seco; abrió los ojos y miró su mano entrelazada con otra, luego levantó un poco la cabeza y miró los cabellos largos y brillantes esparcidos por su pecho, un poco más abajo, las curvas de un trasero desnudo y luego sintió una pierna enredada entre las suyas y el edredón.
Quería moverse sin romper el momento, sin que el otro se despertara y corriera de nuevo. Los recuerdos empezaron a venir atropelladamente.
Con su mano libre frotó sus ojos para enfocar mejor en la media penumbra. La luz de los faros en la calle apenas entraba por la ventanilla, pero iluminaba el cuerpo sobre el suyo. Al enfocar la vista sintió su corazón estrujarse de dolor. Recorrió cada parte con los ojos y su memoria le describió lo sucedido. Moretones y raspones hinchados comenzaron a sobresalir, la mano que se aferraba era débil, casi inerte, con las muñecas en jirones amoratados y sanguinolentos...
Una lágrima recorrió su mejilla, no le gustaba lo que hacían, pero el resultado le era gratificante... se prometió a sí mismo ayudar a este chico. Y lo haría a cualquier costo.
Miró su reloj y otro pensamiento triste sobrevino como rayo.
Como si el pelilargo pudiera adivinar sus pensamientos, soltó su mano y comenzó dolorosamente a desenredar sus cuerpos pegados uno al otro.

__ Agh... Es tarde verdad...? Se va a enojar... contigo...___

__ ¡Espera! No te levantes bruscamente...__

__ Hoy fuimos muy lejos! Son casi las 5:am! __

El hombre trató de salir de la cama pero sus fuerzas le fallaron, callendo al suelo intentando en vano esconder su dolor y su vergüenza.

__ Ves? Te dije que esperaras, no hagas movimientos bruscos, yo te ayudo...__

__ Déjame idiota! No me trates como a un inválido! __

Morinaga quería levantarlo, ayudarle de alguna forma, pero al encender la lamparita del respaldar de la cama, tuvo que hacer un enorme esfuerzo para no caer a sus pies pidiendo perdón.

Era mucho peor de lo que recordaba, todo aquel hermoso cuerpo lleno de hematomas y laceraciones, incluso en el rostro se pintaban los moretones del tapabocas ajustado y sus labios rotos por el esfuerzo y la deshidratación.

__ Ven. Te ayudaré aunque no quieras...__

Lo levantó de prisa haciéndole rodear su cuello con los brazos lastimados y lo llevó de rapidamente al baño, depositandolo frente al inodoro, mientras preparaba la tina. Souichi intentaba orinar aunque el tocarse o mover sus muñecas le era demasiado doloroso. Luego se volteó para entrar en la tina, soportando aferrarse únicamente de un dedo de su amigo.

Cuando logró recostarse en el agua fría sintió un gran alivio y al fin pudo relajar su dolorido cuerpo.
Morinaga con pesar tomó la esponja e inició la labor de ayudarle a lavar las llagas y curar su piel.

__ No me gusta esto... debe haber otra manera...__

__ No te preocupes... mira, ya puedo tocar tu mano... casi no me duele!__

El pelilargo levantó la mano y la pegó a la de Morinaga suavemente por un micro instante, luego le regaló media sonrisa como si hubieran tenido éxito.

__ Igual encontraré la manera de ayudarte sin lastimarte.__

Luego depositó un beso en el hombro del herido

__ Ayy!__

Un beso más fuerte y otro casi golpeado, hasta que ya no escuchó quejas. Incluso pensó con pesar que si no fuera por el cansancio y el agua fría, el mayor ya estaría excitado otra vez.
Después de vendar su cuerpo y ayudarle a vestirse, cada uno salió del motel con rumbo a sus casas.

Souichi llegó a su casa donde Isogai recién se levantaba y tomaba el desayuno.

__ Oye, Romeo de que Motel vienes? Si no me dices con quién estabas me vas a escuchar!__

__ ¿Eh? Qué te importa donde estaba?¿ Cómo sabes que no vengo de tocar?__
Encendió un cigarrillo aparentando tranquilidad.

__ Ay amigo... jaja tengo más calle que tú! Primero:... Vienes apaleado, no cansado... Además...Sobrio! y bien peinado, oliendo a jabón... ah?? ESPERA¡ Que hiciste? __

Souichi bajó la cabeza intentando esconder su cara, pero Isogai lo tomó del brazo causándole gran dolor. El amigo no podía creer lo que veía, corrió a traer hielo, pero no se atrevió a preguntar nada más. Dejó que se fuera a descansar, aunque realmente le enojaba que viniera en ese estado.

__ ¡Souichi¡ ¡Cada vez estás peor...¡__

Morinaga también había llegado a su casa, y se disponía tomar un baño, desayunar y dormir el resto del día.

__ Tenemos sesión de fotos esta tarde, por si lo olvidaste...__

__ Cómo puedes estar tan sereno? Pasé otra noche fuera y ni te enojas?__

__ No seas ridículo, ya sé donde haz estado, o lo imagino, mientras no te vean, no importa... Al menos te comportas como la estrella que eres... Recuerda..."ojos que no ven..." Eres mío, y eso no lo va a cambiar nadie!__

El joven alto hizo una mueca infantil se acercó a su prometido y le dió un beso.
__ Oye... ten más cuidado, si? tienes sangre en el cuello. Espero que te estés protegiendo... No quisiera que nos enfermes!... Regla #1... USA CONDON!__

Ya el agua caliente aliviaba su cuerpo, pero no su alma. Hacer daño a otros le estaba causando más daño a sí mismo. Sin embargo había placer en aquella enfermiza situación.
¿Cómo llegó a esto? ...

Mientras esparcía jabón por su cuerpo, recordaba las caricias del pelilargo, la primera vez que pudo hacerlo, cómo después se dejó caer sobre su cuerpo, con sus ojos enrojecidos y sorprendido ante ese primer contacto, como un ser divino ante su primer roce con el mundo, un ángel caído que no conoce más que dolor ante su primer encuentro con el placer y la carne.
Nadie podía reprocharles ser adictos el uno al otro.
Cerró los ojos y se dejó deslizar hasta el suelo frío y mojado, el agua le caía en el cuerpo como lluvia tibia y los recuerdos se entremezclaban en su cabeza, placer y dolor, dolor y placer, hasta que las lágrimas y la lluvia se mezclaron dejando salir al niño en su pecho, con un llanto incontenible, como hacía años no lloraba, como hacía años que necesitaba llorar.

__ ¿Souichi...? ¿cómo fue que llegamos a esto? Déjame quedarme contigo... aunque mi corazón sea de Kuze __

Continuará