Hay cosas en la vida que suceden por casualidad, así fue el encuentro que tuvieron estos dos chicos en aquel acogedor café, aunque su final no fue el muy clásico, fue un final feliz.

Amybeht sentía algo por dentro raro, no sabía de lo que se trataba, lo que sí sabía era lo feliz que se sentía por conocer a alguien nuevo. Sentada en su habitación, delante de su escritorio, saco su libro y sonrió al verlo, gracias a ese libro fue conocía a Wyatt.

Abrió la primera página y se sorprendió lo que vio, ella recordó haber metido su marcador en la primera hoja, pero no recordaba que había una dedicatoria.

¿Quién la hiso? ¿Cuándo la hicieron ? ¿De quién es?. Muchas interrogantes rondaban su cabeza, así que la leyó de una vez.

Para ti, chica especial, que conocí por casualidad. Espero que seas muy feliz y veas lo raro de la vida y no escapes de tu realidad. Con mucho amor y cariño, para ti, únicamente el autor de este libro.

A ella no le cabía más emoción en su cuerpo, ahora entendía todo, abrazó el libro y reía como loca. Tuvo al escritor del libro que adoraba delante de ella, converso con ella, ella lo beso.

-Nos volveremos  a ver, no te preocupes - habló para si misma, mientras leía otra vez la dedicatoria.

Wyatt se sentía solo en su enorme casa, perdió la inspiración que tenía, ya no le venían ideas a la cabeza para su nuevo libro. Iba todas las tardes al café con la esperanza de volverla a ver. Se debatía si llamarla o no, era una pelea interna, pero el sabía que no iba a perder nada con intentarlo.

Lo intentó, pero el teléfono estaba apagado . ¿Qué habrá pasado? ¿Por qué ella no responde? ¿Ya no desea hablar conmigo?.

Y había solamente una respuesta para eso, a Amybeht se le perdió el teléfono en una fiesta que fue con sus amigos,pero uno no es adivino.

Pasó un mes ya de aquel encuentro, él no podía escribir y ella ya no podía leer. Ambos se encontraban mal y no sabían el por qué. Él la quería, quería hacerla reír como aquellas tardes, ella deseaba volverlo a ver.

Amybeht decidió ir a buscarlo, decidió volver a Alemania, que podría salir mal. Él percibía algo extraño en su pecho y de un momento a otro la inspiración volvió, así que no perdió tiempo, abrió su laptop y empezó a escribir.

Ella estaba en su vuelo, ansiosa por aterrizar y verlo otra vez, pero ahí se dio cuenta que no se sabía su número, ni sabía donde vivía, lo único que podía hacer era ir al café y con un poco de suerte encontrarlo ahí como el primer día.

Después de aterrizar y coger sus maletas, tomó un taxi directo al local, con ayuda del chófer bajo su maleta. Ella con paso inseguro camino directo a su objetivo, se sentía nerviosa y más a la hora de abrir la puerta y que sonara la campanita, extrañaba hasta ese sonido peculiar.

Miro hacia todos los lados, sus manos dudaban mientras agarraba el asa de la maleta, saludo a la dependiente con una pequeña sonrisa y camino por el local, en la última mesa, aquella mesa que ella una vez uso se encontraba una cabellera negra, era él, ella sonrió y camino a paso decidido mientra que su corazón latía rápido.

-Te encontré - exclamó ella girando al chico que estaba sentado en la mesa, el cual la miro extraño, se le borró la sonrisa del rostro.

-Creo que te encontré yo - una voz tras de ella habla, ella vuelve a sonreír y se da la vuelta tras haberse disculpado con el chico equivocado.

-Hola - dice ella tímida mientras lo mira, sus ojos están más negros que nunca, le encanta, ella estira su mano y el la toma - Es un placer conocer por fin al autor de uno de mis libros.

                       §

Hola mis amores ¿como están? Espero que muy bien, bueno quise pasarme por aquí y dejarles este extra, se que el capitulo pasado estuvo bastante explicadito todo, perooo..... Nada  quise volverlos a encontrar, ahora si se los dejo a su imaginación.

Así que no se olviden de votar y comentar acerca de que les pareció.

También quiero agradecerles a todos ustedes por votar y comentar y si eres un lector fantasma que no vota ni comenta, también te quiero agradecer por darle una oportunidad a esta pequeña historia.

Así que sin más, con mucho amor y cariño Bia