JiMin POV

─Esto es una mierda. No podemos dejar que se salgan con la suya. ─Yejin estaba indignada mientras hacía un agujero en mi alfombra de tanto pasear por no poder sentarse. No podía culparla por saltarse el resto de su jornada escolar para estar aquí, no cuando estaba tan irritada por mí.

Diablos, había hecho que Jisoo cancelara todo en mi calendario, queriendo estar en casa cuando JungKook terminara con sus padres. Era una conversación que sabía que no saldría bien, y no podía imaginarme en qué estado estaría cuando llegara.

Yejin golpeó su teléfono en la mano, y casi pude ver las ruedas girando. ─¿Qué tal esto? Como tu eres el presidente. Los despides a ellos.

─Creo que es un par de horas demasiado tarde para eso.

─Entonces nos pondremos en contacto con tus partidarios y les obligaremos a readmitirte.

─¿Lovebug? ─Golpeé el cojín del sofá a mi lado─. Ven a sentarte.

─No puedo. Estoy enojada. ─Se detuvo de repente─. ¿Cómo es que no estás más molesto?

Suspiré y estiré mi brazo por el respaldo del sofá. Ni siquiera era mediodía y ya parecía el día más largo de la historia. ─Estoy eligiendo verlo como si me estuvieran haciendo un favor.

─¿Un favor? ¿De qué estás hablando? Están tratando de humillarte.

─¿No eres tú la que me dijo que trabajo demasiado?

─Bueno... sí...

─Parece que tendré más tiempo para pasar fuera del trabajo si no estoy constantemente en el Newcastle o tengo que ir a las reuniones en Norwesthern University.

─Pero... ─Ella buscó en mis ojos, tratando de descubrir la verdad─. ¿Estás bien con esto?

Me encogí de hombros. ─Realmente no tengo otra opción. Dejemos que alguien más se ocupe de todos los dolores de cabeza por una vez.

─No sé cómo estás tomando esto mucho mejor que yo. ¿No te molesta que estén tratando de arruinar tu reputación?

─¿En serio? ¿Crees que eres la única que vive para el drama? ─Cuando se quedó boquiabierta, sonreí─. ¿De dónde crees que lo sacas? Ahora deja de preocuparte por mí, por favor.

─Esto se siente tan retrógrado, ─dijo ella, y venía a sentarse a mi lado cuando sonó el timbre─. Yo atiendo.

Desapareció por un minuto, y cuando volvió, JungKook la seguía. Cuando entró en la sala de estar, toda la ansiedad que había estado acumulando subió de inmediato a la superficie, pero cuando sus ojos se fijaron en los míos y esa hermosa sonrisa apareció, toda la preocupación que había estado sintiendo rápidamente se disipó.

Él acudía a mí. No estaba seguro de por qué estaba tan sorprendido, le había dicho que podía. Pero una pequeña parte de mí se había preguntado si sus padres lo convencerían.

─JungKook. ─Me puse de pie, y mientras me movía hacia donde él y Yejin estaban parados, sus ojos se suavizaron.

─Me voy, ─dijo Yejin. Abrí la boca para protestar, pero ella levantó la mano─. Vosotros dos tenéis mucho de qué hablar. ─Ella se inclinó y presionó un beso primero en la mejilla de JungKook y luego en la mía─. Estoy muy feliz por los dos. Que se jodan todos los demás.

JungKook sonrió mientras yo negaba con la cabeza. ─Ese es el espíritu, ─dije.

─Exactamente. Solo están celosos. ─Salió de la habitación, despidiéndose con un adiós.

Cuando JungKook y yo quedamos solos, tomé su rostro en mis manos e hice lo que había querido hacer desde la última vez que lo había visto: lo besé.

Se fundió en mí, sus manos en mi pecho y su cuerpo acercándose, fundiéndose con el mio y todo en el mundo se enderezó. Fue dulce, conmovedor, y todo lo que nunca supe que necesitaba.

Pasé mis dedos por su mejilla. ─Has sobrevivido.

JungKook se rio y asintió. ─Apenas. Probablemente ayuda que no me quede el tiempo suficiente para que mi vida estuviera realmente en peligro.

─Bueno, no me voy a quejar de eso. ─Lo llevé al sofá, luego me senté y lo rodeé con mi brazo─. Me gustas así.

JungKook se acurrucó en mi costado, y le besé suavemente en la cabeza.

─¿Fue terrible? ─le pregunte.

─No fue genial. ─Exhaló un suspiro y levantó las piernas en el sofá─. Digamos que no estaban demasiado contentos conmigo. Pero creo que con el tiempo lo superarán. Se trataba más de imagen que de otra cosa. Mi padre quería retratar a la familia perfecta. Su hijo con una esposa perfecta y bebés y...

─¿No un hijo que está saliendo con el padre de su ex?

JungKook me miró, sus labios temblaban. ─Sí, bueno, su papá está caliente. No es mi culpa.

─¿No? ¿Solo tenías que aparecer aquí despojándote de toda tu ropa y hacerme quererte?

─Quiero decir... de nada.

Esto hacía que todo mereciera la pena. Sin tener que ocuparme de tantas otras responsabilidades, podía sentarme aquí y disfrutar del hombre con el que había elegido estar.

Así podían ser nuestras noches y fines de semana. Envueltos el uno en el otro.

─¿Qué te gustaría primero? ─Dije, acercándome para entrelazar nuestros dedos.

─Ser capaz de tomar tu mano en público será agradable. ─ Levantó nuestras manos para besarme los nudillos─. Besarte cuando quiera. Sentarme aquí contigo. La lista es interminable.

Me incliné y rocé sus labios con los míos.

Yo también quería todas esas cosas.

─¿Qué hay de ti? ─preguntó JungKook, volviendo mi pregunta hacia mí─. ¿Qué es lo que esperas con más ilusión?

─Solo saber que eres mío.

Sonrió, casi tímidamente, aunque el hombre que había llegado a conocer era cualquier cosa menos el chico tímido que una vez pensé que era.

Estudió nuestras manos unidas. ─¿Jimin?

─¿Sí?

─Siento que todo esto haya estallado. Sé que es mi culpa y te puse en una mala posición.

─No hiciste tal cosa.

─Sí, lo hice. Mi padre tenía razón en una cosa. Mantener secretos sólo desencadena una reacción en cadena, y eso te ha afectado y ha causado esta tormenta de mierda.

─No le demos demasiado crédito a tu padre aquí.

¿Crees que no había pensado en todos los posibles resultados cuando decidí que te quería?

JungKook no dijo nada, sólo se mordió el labio.

Le levanté la barbilla, forzándolo a mirarme. ─No me importaba. Sobre nada de eso. Sabía que algo así probablemente sucedería, y lo hice de todos modos. Porque tú lo vales. Porque te amo.

Los ojos de JungKook se humedecieron y el amor del que acababa de hablar se arremolinó en ellos, reflejándose en mí. ─Yo también te amo. Tanto─. Se giró en el sofá y se arrodilló a mi lado, tomando mi cara entre sus manos─. No puedo creer que sea real. Simplemente... Se siente demasiado perfecto.

─¿Perfecto? ─Me reí─. Hoy me despidieron dos veces. Así que, sí, estoy bastante seguro de que es real.

Se apoyó en el respaldo del sofá, moviendo su mano hacia abajo para apoyarla sobre mi corazón.

─¿Así que Park Jimin es realmente mío?

Le cubrí la parte superior de la mano y apreté. ─Todo el tiempo que tú quieras.

Los labios de JungKook se torcieron, y la sonrisa traviesa me hizo estrechar los ojos.

─¿Qué?─ Dije.

─¿Y si te quiero para siempre?

─Entonces eso suena como un muy buen plan para mí.─Lo agarré y me apoyé en el brazo del sofá, arrastrándolo encima de mí. Cuando se acurrucó entre mis piernas, le rodeé con los brazos, disfrutando de su tacto.

─Esa es la única cosa de la que estoy absolutamente seguro, ─dijo.

─¿Qué quieres decir?

JungKook apoyó su barbilla en mi pecho, sus ojos se pusieron serios cuando encontraron el mío. ─Significa que no tengo ni idea de lo que quiero hacer en mi vida. Además de estaf contigo.

Me reí y le pasé una mano por su culo, dándole una palmada allí. ─Habla en serio.

─Lo digo en serio.

─JungKook...

─Solo quiero decir... Ahora que le he dicho a mis padres que no quiero dedicarme a la política, ¿qué demonios quiero?

Era una pregunta legítima. Toda su vida, JungKook había sido diseñado para un mundo en el que seguiría los pasos de su padre. Pero ahora tenía la oportunidad de hacer lo que quisiera. El mundo era su proverbial ostra, y a veces eso era más estresante, tratar de averiguar quién eras fuera del molde que alguien había creado para ti.

─No lo sé. ─Me incliné y le di un beso en la nariz─. Sólo tú puedes responder a eso. ¿Pero sabes qué?

─¿Qué?

─No tienes que resolverlo toda esta noche. Disfruta de la libertad recién descubierta que te acabas de conseguir. Tienes tiempo de sobra para averiguar todo eso más tarde.

─Ah, tienes razón. Quiero decir, sólo tengo veintiún años y todo...

─Oh Dios. ─Me quejé─. Realmente no tienes que recordármelo. ¿Estás seguro de que estás bien con un viejo?

─Te lo dije, no veo a ningún viejo aquí.

─Podrías si me rompiera la cadera y me llevaras por las escaleras.

─Nah, podríamos conseguir una de esas sillas que te suben. O podríamos llamar a Eunwoo. Tiene brazos del tamaño de troncos de árboles. Podría cargarte.

Me eché a reír. ─¿De verdad? ¿Me entregarías a ese tío?

─Sólo si puedo seguir participando activamente.

Mi polla se agitó y JungKook arqueó una ceja.

─Lo he sentido.

─Quizá quería que lo hicieras.

Se sentó y se puso a horcajadas sobre mi regazo, moviendo el culo sobre mi polla para provocarme. ─Bueno, parece que sólo nos queda un obstáculo por superar.

─¿Y cuál es?

Su sonrisa sólo podía describirse como descarada. ─ Tengo que presentarte oficialmente a mis amigos.

─Estoy bastante seguro de que ya saben quién soy.

─Lo hacen como el Sr. Park. Pero no como Jimin. No como solo mío.

─Tuyo, ¿eh? Podría acostumbrarme a eso.

─Más vale que lo hagas. No me iré a ninguna parte.─ JungKook se inclinó y selló nuestra promesa con un beso. Sus suaves labios se abrieron sobre los míos, su lengua jugueteó y se enredó. Se sintió exquisito en mis brazos, como si hubiera sido hecho para estar allí, y si yo me saliera con la mía, nunca lo dejaría ir.

Este fue el comienzo de nuestro para siempre. Podía sentirlo. Un nuevo comienzo, uno de los muchos cambios que estaba a punto de hacer en mi vida. JungKook había reiniciado mi corazón, recordándome que quería más de la vida que ir a través de los movimientos.

Era hora de empezar a vivir. Es hora de empezar a disfrutar de todo lo que había trabajado tan duro para lograr.

Y lo haría todo con mi precioso novio a mi lado.