Capítulo O2
JungKook POV
─¿Has pensado más en venir a Yeouido el próximo semestre?─ preguntó mi padre la noche siguiente mientras firmaba el cheque en el ultra exclusivo Fin.
Reprimí un suspiro mientras alcanzaba mi copa de vino y bebía el resto del maridaje final que habíamos conseguido con la cena del menú del chef. Mi padre, el senador Jeon Dongsuk, había estado haciendo la misma pregunta durante los tres años que estuve en Northwestern y, aparte de algunos viajes rápidos de fin de semana, había logrado evitar ir allí. No todo era diversión y juegos en el mundo político, y pasar los veranos en Europa o en la playa con mis amigos era mucho más entretenido.
Pronto seguiría sus pasos. No necesitaba pasar el resto de mis años universitarios desplazándome para establecer contactos con sus colegas.
La mano de Yejin encontró la mía sobre la mesa, dándome un apretón tranquilizador. Gracias a Dios tenía a alguien en mi vida que realmente me conocía lo suficientemente bien como para saber que Yeouido era el último lugar donde quería estar en este momento.
Dejé mi vaso sobre la mesa y me aclaré la garganta. ─No estoy seguro. Aún no he recibido el calendario final de mi curso y le prometí al señor Park que encabezaría un comité para los eventos de invierno y primavera en Newcastle.
Mi madre levantó la vista, con una sonrisa de satisfacción en su elegante rostro. ─Eso es maravilloso, querido.
Ella no lo creería si supiera lo que realmente quiero hacer con el Sr. Park.
─Él puede hacer ambas cosas─, dijo mi padre con brusquedad, poniéndose de pie, lo que significaba que el resto de nosotros finalmente podíamos hacer lo mismo. ─Un Jeon puede hacer malabares. Newcastle es importante, pero dirigir el país es incomparable─. Abrochándome la chaqueta del traje, asentí y mantuve la boca cerrada. Era mejor así, y mi padre pensaría que yo estaba de acuerdo con él en silencio.
─Muchas gracias por la maravillosa velada─, dijo Yejin mientras la ayudaba a ponerse su chaquetón. Cuando mi madre rodeó la mesa, Yejin la tomó suavemente de los brazos para besar ambas mejillas y luego la soltó para estrechar la mano de mi padre. El orgullo irradiaba de mis padres mientras nos sonreían a los dos. Yejin era tan perfecta en este papel, la encarnación de una pareja ideal.
─Eres más que bienvenida─. Mi padre levantó su mano izquierda para plantar un beso allí y luego me miró fijamente─. Quizás esta Navidad, JungKook te de algo grande y brillante para tu mano, ¿eh?
Mi corazón comenzó a latir con fuerza ante la idea de un compromiso, pero Yejin solo soltó una risita tímida y apartó su mano de mi padre para agarrar la mía.
─Sé que ambos están listos para tener nietos, pero a nosotros nos gustaría graduarnos primero.
Mi padre arqueó una ceja. ─Bueno, los hombres Jeon podemos hacer de todo.
Mantuve la boca cerrada como el niño bueno que era mientras nos despedíamos, y cuando mis padres subieron a su auto, nos dirigimos por la calle 51 para dar un corto paseo hasta las Torres de Lotte Hotel.
Yejin soltó mi mano tan pronto como su auto estuvo fuera de vista, entrelazando su brazo con el mío. ─Está bien, ahora puedes respirar.
Era una locura que necesitara ese recordatorio y, mientras aspiraba el aire frío de la noche, mis hombros se relajaron inmediatamente. Había sido muy bueno interpretando este papel durante tanto tiempo, pero últimamente la presión me había estado afectando, haciendo que fuera más difícil compartimentar las diferentes partes de mi vida. Incluyendo la nueva incorporación de su padre.
Miré un par de cálidos ojos marrones y sonreí, la primera sonrisa genuina qué daba en toda la noche─: Gracias.
─No las des. No puedo dejar que te desmayes en la acera. Pesas demasiado para arrastrarte.
Resoplé. ─Me refiero a toda la noche.
─Lo sé. Pero eso es lo que hacemos, ¿verdad?
─Así es─ Respirar se volvió mucho más fácil cuando pasamos junto a la multitud que se dirigía al Radio City Music Hall, apartándonos de su camino ya que todos parecían detenerse en el mismo lugar para tomar fotografías. Las vacaciones estaban en pleno apogeo ahora, lo que significaba que se necesitaba más paciencia mientras se estaba fuera con la afluencia de turistas, pero no podía negar que había algo especial en esta época del año y en la forma en que se iluminaba la ciudad.
─Entonces─, dije cuando la entrada a las Torres apareció a la vista unos minutos más tarde─. ¿Disfrutaste la cena?
─Disfruté el vino.
Una sonrisa cruzó mis labios, porque aunque a Yejin le gustaban los mariscos, los crudos no eran de su agrado, aunque hizo un gran trabajo fingiéndolos para mis padres. ─Supongo que es bueno que haya pedido una pizza.
─¿Salchicha, pimiento morrón y queso extra?
─Por supuesto.
Apoyó su cabeza en mi hombro y me sonrió. ─Es como si leyeras mi mente.
─Más bien te conozco tan bien como me conozco a mí mismo, y tengo hambre.
Ella se rió cuando el portero de las Torres nos abrió la puerta.
─Buenas noches, señor Jeon.
─Hola, hermosa noche, ¿eh?
Él asintió mientras nos miraba, con una amplia sonrisa en su rostro. ─Es noche perfecta para un paseo romántico por la ciudad.
─¿Cierto?─ Yejin estuvo de acuerdo, volviendo casualmente al modo de novia mientras me daba palmaditas en el brazo. ─El cielo nocturno, el ambiente festivo: lo único que faltaba era la nieve.
Mientras las palabras salían casualmente de su lengua, pensé que lo único que me faltaba era cierta persona. El hermoso rostro del señor Park era una imagen que se le venía a la mente demasiado rápido. Recordé la forma en que intentó no mirarme anoche en su oficina, pero pareció no poder evitarlo cuando pensó que no me di cuenta.
Pero se suponía que no debía estar pensando en eso. Se suponía que debía centrarme en la hija, no en el padre.
─¿Vienes?─ Yejin tiró de mi codo─. ¿O planeas quedarte en la puerta toda la noche?
Dejé de lado mis pensamientos descarriados y me dirigí a través del vestíbulo hacia los ascensores. Hasta aquí lo de guardar las cosas en cajas separadas.
Fue un viaje rápido hasta mi piso, y cuando salimos al pasillo, vimos al pizzero a punto de tocar la puerta.
─Ah, momento perfecto─. Yejin cogió la caja e inhaló los deliciosos aromas que flotaban con un gemido. Me reí entre dientes, saqué un billete de veinte de mi billetera y se lo entregué al tipo.
─Gracias. No la he alimentado en una semana─. Yejin puso los ojos en blanco cuando el chico me agradeció y volvió a entrar a nuestro auto vacío.
─¿En serio? ¿Una semana?
─Por la forma en que estás actuando, tal vez dos. ¿Te gustaría un momento a solas con él?
─Eres tan gracioso─, dijo mientras le abría la puerta y luego arrojaba mi billetera sobre la mesa de la entrada. ─Oye, eres tú quien actúa como un-
─¿Huelo pizza?─ Yoongi se levantó del sofá.
Luego miró hacia donde Yejin apretaba la caja cerca de su cuerpo, como si estuviera cuidando a un bebé.
─Ni siquiera pienses en eso─, advirtió mientras él miraba su premio, y si cualquier otro chico hubiera mirado su pecho con tanta atención, podría haber saltado en su defensa. Pero a Yoongi sólo le interesaba una cosa: la pizza bien caliente que le acababan de entregar, sin coste alguno, en su puerta.
─¿Qué? ¿Ni siquiera puedes prescindir de una pieza? Eres mala.
─Yo también tengo hambre─, gruñó mientras caminaba hacia la cocina. ─Así que retrocede.
Yoongi me miró. ─¿Es esa época del mes?
─¡Escuché eso!─ Yejin gritó cuando yo comencé a reír y me acerqué para unirme a Yoongi.
─No. Cenamos con mis padres en...
─Elaine Gagnaire, y la comida era básicamente cruda e inexistente─. Yejin volvió de la cocina con un par de latas de refresco y luego abrió la tapa de la pizza. ─Así que esto─señaló un lado de la caja─. Es mío. Y ustedes dos pueden pelear por el resto.
Yoongi levantó las manos. ─Uh, creo que mejor iré a conseguir una pizza por mí mismo. Me gustan mis pelotas donde están.
─JungKook lo compartirá contigo─, dijo Yejin dando un bocado a su pizza, y yo asentí.
─En serio. Si quieres un trozo, tómalo.
─No. Parece que ustedes dos lo necesitan más que yo.
─Sí, la verdad que fue una noche interesante─. Cogí un trozo y me recosté en el sofá.
─¿Tu papá te molesta otra vez con lo de Yeouido?
─Yeouido, matrimonio...
─Bebés...─ Yejin sonrió dulcemente, luego se enderezó y posó a mi lado como lo haría una pequeña esposa perfecta en un retrato. ─¿No crees que haríamos la pareja perfecta?
Yoongi resopló, mirándonos a los dos. ─Tal vez. Si a JK no le gustara la polla tanto como a ti. Cosa que todavía estoy tratando de procesar.
Yejin se rió. ─Gracias a Dios, alguien más finalmente lo sabe.
Sacudí la cabeza y le di un gran mordisco a mi porción. Desde que Yoongi me había descubierto con el señor Park, había tenido que confesarle todos mis secretos (bueno, no todos), y ahora él era la única persona que lo sabía todo.
No le había dicho una palabra de esa noche a Yejin, y Yoongi tampoco. Ella fácilmente se había creído la mentira de que su papá estaba algo cansado por ello demoramos un poco en regresar, y dado que Yoongi era mi compañero de cuarto, tenía sentido decirle la verdad, para hacerlo más fácil para nosotros dos.
¿Estaba orgulloso de mí mismo por ocultarle la verdad? No. ¿Estaba a punto de decirle que besé a su padre y que quería hacerlo de nuevo? Demonios, no.
Entonces todo se redujo a que había dos personas en el mundo que conocían mis preferencias, y ambas estaban en esta sala. Era el único momento en el que podía relajarme por completo, pero no era frecuente que alguno de los otros chicos no estuviera presente. ¿A alguno de ellos le importaría? Ni en un millón de años. Recibí más mierda de ellos por ser el ─Yejinsexual─ de nuestro grupo, pero cuanta más gente creyera en mi mentira, mejor. No sólo tenía que pensar en mi vida y mi futuro, sino también en el futuro de Yejin.
Yoongi desapareció en su habitación durante un par de minutos mientras estábamos sentados allí comiendo la pizza, y cuando volvió con un traje diferente, silbé.
Una sonrisa traviesa se dibujó en sus labios. Sabía que era una mierda, pero Yoongi nunca rechazó la oportunidad de pavonearse mientras le lanzaban cumplidos.
─¡Qué caliente! ─, dijo Yejin, mientras mirábamos los ajustados pantalones negros y dorados de piel de serpiente con una camisa abierta de manga larga. ─Danos una vuelta.
Hizo un gesto de poner los ojos en blanco, pero Yoongi tenía un trasero espectacular y él lo sabía, por eso lo hizo y dio una vuelta completa para nuestro beneficio.
Yejin se lamió la salsa del dedo y asintió. ─Sí, yo sí le daría a ese culo.
─Yo también, pero...─ Le sonreí y la boca de Yoongi se abrió.
─¿En serio? Entonces ya no tengo que salir.
─Sí, pero es posible que te obsesiones conmigo y no puedo permitir que me delates mirándome en público. Además, acosar a una persona a la vez debería ser suficiente para ti.
Al instante, entrecerró los ojos y yo le muestro el dedo medio. ─Disfruten de su comida chatarra y sus comedias románticas, idiotas─. Salió por la puerta segundos después, y una vez que se cerró de golpe detrás de él, Yejin y yo nos echamos a reír.
─Eso fue malo─, dijo mientras tomaba otro trozo de pizza y doblaba las piernas debajo de ella en el sofá. ─¿No te preocupa que diga algunos secretos tuyos por ser un idiota?
─No. Él tiene tantos secretos como yo. La confianza va en ambos sentidos─. Espero.
─Mmm.─ Eso fue todo lo que dijo mientras cogía un trozo de salsa caído de su regazo y se lo metía en la boca. Prácticamente podía verla pensando, y cuanto más permanecía en silencio, estudiándome, más preguntas sabía que vendrían. Tiré la corteza de mi segunda rebanada de pizza en la caja y tomé el control remoto para encender una película que le gustaría, pero apenas había comenzado a cambiar los canales cuando ella rompió el silencio.
─¿Crees que alguna vez querrás contar tus secretos?
La pregunta estaba tan fuera de lugar que casi se me cae el control remoto. ─¿A quién?
Ella levantó un hombro y miró a cualquier parte menos a mí. ─A quien sea. Tus otros amigos, para empezar. Y tal vez...─ Entrecerré los ojos.
─¿Tal vez... ?─. Le anime a continuar.
─¿Qué pasa si encuentras a alguien con quien quieras pasar tu vida?
¿De dónde diablos venía esto? ¿Se había enterado de que últimamente había estado pensando en otra persona? No, no había manera de que ella pudiera saber eso. Y no era como si estuviera pensando en una eternidad.
─Tú sabes mi respuesta y lo que pasaría─, dije. ─¿Pero por qué preguntas? ¿Has conocido a alguien? ¿Es eso lo que intentas decirme?
─No yo-
─Es ese tipo de Onyx, ¿no? Le vi darte su número.
─Sí, número que rápidamente tiré a la basura, y tú lo sabes.
Me giré ligeramente para mirarla, apoyando el codo en el respaldo del sofá. ─¿Qué pasa con esa chica de tu clase? ¿Cómo se llama?
─¿Naya?
─Esa es.
Yejin se encogió de hombros. ─¿Qué hay con ella?
─Dime tú.
─JungKook, no estoy tratando de salir de esto. Sólo te pregunto si todavía estás bien con este acuerdo.
─¿Por qué no lo estaría?
─Bueno, muchos de tus amigos han estado encontrando, me atrevo a decir, amor últimamente. A veces eso puede hacer que las cosas se revuelvan, y tal vez, hacer que tú mismo quieras algo así.
─¿Amar?─ Me reí. ─Estoy contento con sólo un atropello y fuga.
─Para.─ Ella me golpeó en el brazo. ─Tú sabes lo que quiero decir. He visto la forma en que miras a Seok Jin y a Namjoon. Quieres lo que ellos tienen.
─¿No es así para todos? Esos dos son como un cartel ambulante del romance, sin importar tu preferencia.
─Sí, pero tú quieres específicamente lo que ellos tienen. Ser libre y estar fuera del armario. Poder coger de la mano y tocar al hombre que te importa.
Dejé escapar un suspiro y me encogí de hombros. ─Sí, bueno, aún no ha aparecido, así que no estoy tan preocupado.
─¿Y cuando lo haga? ¿Me dirías?
Fruncí el ceño mientras intentaba ignorar la repentina oleada de calor que subía por mi nuca. Realmente odiaba mentirle. ─Por supuesto. Tal como me dirás también, ¿verdad?
─Ese era el trato.
─Lo sé. Pero no quiero que pienses que tienes que contenerte por mí─. Cogí un mechón de su cabello rubio y lo enrosqué en mi dedo, desviando la conversación lejos de mi conciencia culpable. ─Significas todo para mí y tu felicidad es tan importante para mí como la mía. Así que cuando encuentres a alguien, será mejor que me lo digas.
No se me escapó la ironía.
Una risa divertida la abandonó mientras me daba un golpe. ─Sí, señor.
─Bien. Entonces, por ahora, estamos de acuerdo en que esta situación está funcionando bien y estamos felices de dejarlo así.
─Tan feliz como puede ser─. Cogió otro trozo de pizza. ─¿Pero seguro que no quieres decírselo a tus amigos? Sería mucho más fácil escabullirte para ver a Eunwoo si supieran a qué clase de 'masaje' ibas a llegar tarde la otra vez.
─¿En serio?
─En serio. Estarían más que dispuestos a cubrirte para que puedas conseguir tu final feliz─. Cogí uno de los cojines del sofá y se lo lancé.
─Eh, estás siendo una alborotadora─. Se dejó caer en el asiento y mordió su rebanada de queso.
─Sí, pero me amas de todos modos─. Ella tenía razón. La amaba con todo mi maldito corazón. Como lo hacen los mejores amigos.
Sin embargo, no pude evitar la ola de culpa que me invadió de nuevo, cuando el recuerdo de su padre empujándome contra la pared y besándome hasta dejarme sin aliento se entrometió en mis pensamientos. No podía conciliar lo que estaba pensando y sintiendo, aunque si JiMin no le preguntaba a Yejin sobre la verdad de nuestra relación, no parecía que importara de todos modos.
Pero había sentido esa tensión entre nosotros. Había sido real. Y esa chispa de curiosidad en sus ojos cuando salí de su oficina me dijo que tal vez, sólo tal vez, tenía una oportunidad.
** Yeouido: El padre se JungKook menciona a las islas Yeouido debido a que este es el lugar en donde se sitúa la Asamblea Nacional (Gukhoe) de Corea del Sur, de la cual forma parte Jeon Dongsuk, quiere que su hijo siga sus mismos pasos como político por ello le pregunta si irá al lugar el siguiente semestre.
A tener en cuenta:
La Asamblea Nacional de Corea del Sur, también conocida como Gukhoe (국회) en hangul, está situada en la isla de Yeouido. El edificio de la Asamblea Nacional es conocido por su cúpula verde y puede ser interesante para visitar si se está en la isla. Sin embargo, en algunas ocasiones la policía no permite acercarse al recinto.
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