Capítulo 28

JungKook POV

─Te has dejado una. ─Taehyung señaló con su Martini a la almohada solitaria que yacía en la cama desnuda de Beomgyu. Se apoyó casualmente contra la pared mientras observaba que el resto de nosotros sacábamos cajas de las pertenencias de Beomgyu de su habitación, y si alguno de nosotros tenía una mano libre, todos lo abofeteamos con ella.

Mingyu gruñó hacia Taehyung. ─Podrías levantar un puto dedo, imbécil.

Taehyung arqueó una ceja y levantó lentamente el meñique de su vaso. ─Así.

Dios mío, esto iba a ir de mal en peor si estos dos se quedaban a pocos metros el uno del otro. La tensión ya era palpable, ya que ninguno de nosotros estaba acostumbrado a hacer mucho trabajo manual, y este ya era nuestro cuarto viaje.

Con la esperanza de calmar las cosas antes de que Mingyu se volviera loco o Taehyung arrojara el resto de su Martini en su cara frunciendo el ceño, moví la pesada caja de mis brazos y me puse entre ellos. ─Taehyung, solo ponlo encima de mi pila y luego ve a supervisar a otro lugar, por favor.

Frunció los labios y resopló con arrogancia, pero se acercó a la cama y cogió la almohada entre las yemas de los dedos. ─Ya que lo has pedido tan amablemente. ─La dejó caer encima de mi caja, la cual ya estaba desbortandose por ello sostuve la almohada con la barbilla.

─¿Crees que podrás con la puerta, o eso te hará sudar un poco? ─gritó Yeonjun por encima del hombro, dirigiéndose ya hacia la sala de estar.

─Realmente sois un caso. Necesitan a alguien para que os ayude para todo─. Taehyung puso los ojos en blanco y pasó a nuestro lado. Abrió la puerta principal del condominio y se apoyó contra ella mientras todos salíamos al pasillo─. Buen trabajo, ─dijo, acariciando a Yeonjun en la cabeza mientras pasaba, y luego haciendo lo mismo con el novio de Yeonjun, Huening─. Seguid así.

─Tócame y muere, ─dijo Mingyu, sin siquiera mirar a Taehyung mientras seguía a Huening.

─Parece que alguien ya lo hizo, ─gritó Taehyung tras él, mirando fijamente los moretones negros y morados que rodeaban el ojo izquierdo de Mingyu y que misteriosamente habían aparecido ayer─. Nunca recibí una llamada para ayudarte a esconder un cuerpo, ¿así que el que hizo eso sigue cojeando por ahí?

Mingyu gruñó en respuesta, sin admitir ni negar su culpabilidad.

Me puse en la retaguardia, negando con la cabeza hacia Taehyung. ─Ser un antagonista no te hace ganar ningún favor.

─Ah, sí, tal vez debería esforzarme por ser más como tú, futuro político Jeon JungKook, ─dijo, dejando que la puerta se cerrara tras él─. Fingir que cumplo las normas y que soy el niño perfecto de papi y mami, cuando soy un auténtico friki a puerta cerrada, qué consiguió una novia de pega y besa muchos culos.

─Simplemente estás celoso de que no esté besando el tuyo. ─Yeonjun sonrió cuando las puertas del ascensor se abrieron y todos nos amontonamos dentro. Fue un ajuste apretado, pero afortunadamente solo nos quedaban un par de pisos.

─Él se lo pierde, ya que tengo un culo estupendo. ─ Taehyung se volvió hacia mí y levantó una ceja apreciativa mientras estudiaba mi cara─. Aunque tienes unos labios bonitos. Es una pena que los desperdicies con Yejin. Oh, espera, no los desperdicias. Los desperdicias con su padre.

Negué con la cabeza. ─Por el amor de Dios, Taehyung.

Su sonrisa engreída se elevó aún más a un lado. ─ Hazme saber si alguna vez cambias de opinión o quieres un tercero...

Hubo un gemido desde fuera del ascensor, y me volví para ver que las puertas se habían abierto y Yejin estaba allí de pie viéndose un poco... verde.

─Esta no es una conversación de la que quiera formar parte, ─dijo.

Taehyung se encogió de hombros. ─Todo lo que estoy diciendo es que soy muy bueno para agacharme.

─Taehyung, lo único que vas a tener si te agachas es mi pie en tu culo, ─dijo, tomando las almohadas de la caja desbordada que llevaba antes de que pudieran caer al suelo.

─¿Sabes qué? De hecho, podría disfrutarlo. ─Taehyung miró por encima de mi hombro para mirarle los pies─. ¿Cómo de grande?

─Oh, Dios mío, ni siquiera lo pienses. ─Lo empujé y seguí a Yejin hasta el condominio de Mingyu, bueno, el condominio de Mingyu y Beomgyu, lo cual todavía no podía creer que estuviera sucediendo. El más alegre de nuestro grupo nunca compartió nada, ni sus pensamientos, ni su tiempo, y ciertamente tampoco su hogar. Pero aquí estaba, de alguna manera accediendo a dejar que Beomgyu se quedara con la habitación de invitados para escapar de las muestras de amor que su hernano Seok Jin se daba con NamJoon.

Uno por uno entramos al condominio y dejamos caer las cajas en la entrada, que, por el ceño fruncido que Mingyu nos lanzó al pasar, no estaba donde él las quería.

Seok Jin, NamJoon y Yoongi estaban todos reunidos junto a la isla de la cocina con bebidas en la mano, y a juzgar por las botellas de alcohol que había en el mostrador, no había agua en esos vasos.

─Vosotros tres sois tan malos como Taehyung, ─comenté, haciendo crujir mi cuello de lado a lado y luego girando mis hombros para aliviar el dolor que había causado cargar cajas durante horas.

Yoongi parpadeó, parecía completamente aburrido. ─ Hemos terminado, ¿verdad? Era lo último.

─Uh, faltan mis muebles, por si no te has dado cuenta, ─dijo Beomgyu mientras salía de su habitación y revisaba el resto de las cosas que habíamos traído─. Necesito mi cama, ¿o esperabas que durmiera en el suelo?

Yeonjun negó con la cabeza mientras buscaba un vaso vacío y la botella de bourbon. ─No. Ahí es donde trazamos la línea.

Beomgyu lo miró. ─¿Disculpa?

─No estamos cargando tus malditos muebles, e incluso si quisiéramos, no podríamos.

Un rubor de rojo enojado se deslizó en las pálidas mejillas de Beomgyu. ─¿Por qué demonios no?

─Porque la única manera de llegar hasta aquí es a través del ascensor de servicio, ─dijo Mingyu, saliendo de la habitación de Beomgyu y pateando las cajas que quedaban en la entrada─. La dirección se ocupará de ello este fin de semana.

La forma en que la boca de Beomgyu se abrió fue cómica.

─¿Dónde esperas que duerma?

─Tal vez si se lo pides amablemente, Mingyu te deje acurrucarte con él, ─dijo Yoongi, y Seok Jin resopló.

─Creo que a Beomgyu le gustaría ver salir el sol mañana.

Nada de mentiras. La probabilidad de que alguien viviera para verlo al día siguiente después de una noche en la cama de Mingyu era... improbable. El tipo apenas toleraba a los humanos. Creo que somos los únicos con los que se molestó, y eso fue solo porque fuimos forzados a él por sus padres tratando de hacerlo más social.

Mingyu levantó una de las cajas que quedaban en sus brazos. ─Iros a la mierda.

Y claramente eso funcionó.

─¿Qué tal si le preparamos una cama a Beomgyu en el sofá? ─ Sugerí, tratando de encontrar una solución antes de que estallara una pelea.

─¿Es eso lo que solías hacer cuando pasabas la noche en casa de Yejin? ─Los labios de Taehyung se curvaron. Estaba realmente en racha esta noche─. ¿O te metías a hurtadillas en la cama de papá incluso en aquel entonces?

─¿Por qué de repente estás tan interesado en las relaciones de los demás? ─Yejin devolvió el fuego─. ¿Te sientes un poco solo allí arriba?

─Oooh. ─Sonreí, orgulloso de la forma en que siempre podía morderle el culo a Taehyung se era necesario─. Me encanta cuando te pones feroz.

Me guiñó el ojo como una cómplice, y se sintió bien tener a mi mejor amiga de regreso a mi lado. Le había dado un poco de espacio como ella pidió, pero cuando me envió un mensaje de texto queriendo pasar el rato, sentí una sensación de alivio de que pudiéramos estar de vuelta en términos familiares. Y no había nada como darle a Taehyung una buena contestación para que la vida volviera a la normalidad.

Yejin miró a Beomgyu. ─¿Tienes un juego de sábanas por ahí a la mano?

─Claro, déjame sacarlas de mi bolsillo.

─Oye, no le hables así, ─le regañe─. Ella está tratando de ayudarte.

Beomgyu no dijo nada, sólo puso los ojos en blanco y giró sobre sus talones para regresar a la habitación que pronto sería suya. Jesús, tal vez él y Mingyu se llevarían mejor de lo que pensábamos.

En las últimas semanas, parecía que Beomgyu se había sometido a una lobotomía. Era grosero, malhumorado, y estaba de mal genio, nada como el chico tranquilo al que estábamos acostumbrados.

─Ignóralo, Yejin. ─Seok Jin dejó escapar un suspiro y miró hacia el pasillo en busca de su hermano─. Así es como estoy lidiando con él en estos momentos.

─No estoy seguro de que eso esté funcionando, ─dijo Yeonjun con toda su sabiduría.

─Sí, bueno, cada vez que le pregunto qué le pasa, no dice nada y se marcha furioso.

─Tal vez porque no es asunto tuyo, ─dijo Mingyu, destapando una botella de cerveza.

─Él es mi hermano, ─señaló Seok Jin─. Solo estoy tratando de ayudar. Pero supongo que hablará cuando esté listo.

─Bueno, hasta entonces... ─los miré a los dos─. Dile que la próxima vez que hable con Yejin de esa manera voy a hacer algo más que decirle que se calle.

─¿En serio? ─Yoongi me miró arriba y abajo─. ¿Pero no tienes miedo de que te enganche el cárdigan? Espera... ¿dónde está tu cárdigan? ¿Lo dejaste en casa de Filth?

Yejin arrugó la nariz. ─¿Filth? ¿Acaso quiero saberlo?

Empecé a negar con la cabeza, pero Yoongi abrió su bocaza.

─Significa "Padre al que me gustaría...

Le tapé la boca con una mano, pero no lo suficientemente rápido, porque Yejin gimió y dijo: ─Sí, lo entiendo. Muchas gracias por eso.

─Eres una mierda, ─le dije a Yoongi, dándole un empujón.

─¿Yo soy la mierda? Yejin, ¿cómo te sientes acerca de JungKook estos días?

Taehyung eligió ese momento para volver a insertarse en la conversación, saltando sobre la encimera y fijando su mirada en ella. ─Sí, esta es una pequeña situación bastante incestuosa que tenemos aquí. Me encantaría conocer tu opinión sobre él.

─Mi opinión es: lo que hacen en su vida privada debe permanecer exactamente así, privado, ya que no quiero saber nada en absoluto, nunca, sobre eso. Así que guarda tus preguntas calientes y chismosas para cuando yo no esté cerca.

─Espera. ─Yeonjun frunció el ceño─. Así que todavía vas a estar cerca.

─Yeonjun. Cierra la boca. Siguen siendo amigos, Jesús, ─ dijo Huening.

─Sí, pero no son follamigos.

Huening puso los ojos en blanco. ─Nunca fueron... ─Se interrumpió e hizo un gesto con la mano, demasiado educado para decir lo que había dicho su novio bocazas.

─Nada ha cambiado aquí, muchachos, ─dijo Yejin, y Yoongi se burló.

─Quiero decir, algo bastante grande ha cambiado.

─Lo digo por las apariencias, Yoongi. Hablamos de ello y decidimos que todavía estaríamos aquí el uno para el otro por el tiempo que cualquiera de nosotros quiera o necesite estar.

Taehyung dejó salir un gemido de sufrimiento. ─Todo esto es tan nauseabundamente agradable. ¿No estás al menos un poco molesta porque él prefiere la polla de tu padre sobre tu...?

Antes de que Taehyung pudiera terminar, Mingyu le dio un fuerte empujón en el hombro, haciéndole caer de la encimera.

─¿Qué mierda, Mingyu?

Mingyu descansó contra el lugar vacío. ─Estabas en mi camino.

Tomé eso como mi señal para alejar a Yejin de los imbéciles entrometidos y llevarla hacia la amplia pared de ventanas panorámicas que daban a Seúl.

─Gracias por venir y ayudar esta noche, ─dije.

─No necesitas agradecerme. En cuanto dijiste que tú y los chicos ayudarían a Beomgyu a mudarse, supe que te caería una.

Le sonreí mientras ambos decíamos "Taehyung" y nos carcajeábamos.

─Me sorprende que incluso apareciera, para ser honesto, ─dije.

─No se habría perdido la oportunidad de darnos ordenes o de ser un completo idiota.

─Eso es verdad.

Entonces se hizo el silencio entre nosotros, y antes de que pudiera crecer y volverse raro, pregunté: ─Lo que han dicho los chicos ahí atrás... ¿Estamos... estás... bien?

Yejin sonrió. ─Estamos bien, te lo juro. Al principio fue un poco difícil de asimilarlo, pero ahora estoy bien.

─¿Estás segura? Lo entendería si...

─JungKook. Estoy segura. De hecho, quería preguntarte cómo estuvo tu... fin de semana. No todos los detalles ni nada, pero ¿cómo estuvo el Plaza?

Parpadeé, yendo todavía a la mención de nuestro retiro de fin de semana. ─Eh, ¿cómo supiste de eso?

─Una tubería en mi apartamento se rompió, y las chicas y yo nos mudamos a la casa de papá. No podía soportar más de una noche de coqueteo de Chaewon con él, así que cuando dijo que iba a conseguir una habitación en el Plaza... Bueno. Pensé que podría invitarte.

El calor quemó mis mejillas solo de pensar en lo que habíamos hecho en nuestra pequeña escapada, y miré hacia abajo a mis pies para que ella no se diera cuenta.

Pero lo hizo. Por supuesto que lo hizo.

─¿Te estás sonrojando? ─preguntó ella, maniobrando su cuerpo para bloquear la vista de los chicos de mí. ¿Qué tenían los Park que me hacían ponerme de varios tonos de rojo a su alrededor?

─Yo, eh... Estuvo bien.

─Ruborizado y tartamudeando. Si no te conociera mejor, pensaría que te estás enamoraaaando.

Mientras yo estaba allí tratando de pensar en una respuesta que tuviera algún sentido, Yejin se acercó y puso su mano en mi brazo.

─Oh, Dios mío. Te gusta. Como, realmente te gusta él.

Me tragué el repentino bulto en la garganta, no iba a mentirla ahora. No cuando finalmente no había nada más que verdad entre nosotros.

─Guau. ─Me frotó el brazo y me apretó el bíceps─. Hey, eso es genial. Los quiero a los dos. Simplemente no me di cuenta de que era tan serio.

─Yo... Bueno, él no sabe que siento algo así, mmm. Ya sabes tan intenso. Quiero decir, no creo que lo sepa.

Yejin asintió, la comprensión en sus ojos mucho más de lo que yo podría haber pedido o esperado.

─Quizás deberías decírselo. Eso es algo importante, ¿no crees? ¿Estar en la misma página?

─No puedo decirle eso. Sólo nos estamos divirtiendo. Él es Park Jimin, y yo solo...

─¿Sólo qué? Porque tengo que decir, nunca he visto a mi padre actuar de la manera que ha estado actuando últimamente.

Eso me hizo sentir algo especial, pero no significaba que hubiera un futuro para nosotros. Yo todavía estaba en el armario, por el amor de Dios, y él era un tipo consolidado y respetado que podía tener a quien quisiera. Yo... todavía estaba en la universidad. No era exactamente una buena apuesta.

─Aprecio eso, pero estamos viendo cómo va esto, ─ dije. No necesitaba señalar todos mis defectos, ella ya los conocía.

Su expresión se suavizó. ─Está bien, bueno, solo ten cuidado. Estoy aquí sí me necesitas.

─Pero no por los detalles sucios.

─Especialmente no por los detalles sucios. Para eso tienes a estos idiotas.

Una risa se me escapó de la garganta. ─Sí, los tengo.

─Hablando de tus idiotas amigos, ¿crees que les apetecerían unas copas fuera de la guarida de Mingyu? ─Arqueó una ceja y me cogió de la mano, tirando de mí hacia la multitud de la cocina.

─Mmm, déjame pensar. Si es entre quedarse aquí y ayudar a un miserable Beomgyu a desempacar o ir a un club, estoy bastante seguro de que se pueden dejar convencer.

─¿Y usted, señor Jeon? ¿Puedes estar convencido, o tienes, eh... otro lugar donde estar?

Allí se fue de nuevo, con sus ojos burlones y esa mirada de conocimiento. ─Creo que esta noche voy a pasar el rato con mi mejor amiga.

─Maldita sea, tienes razón. ─Se dio la vuelta justo cuando llegamos a la cocina y dio una mirada a los chicos que ahora la miraban─. Muy bien, chicos, ir a poneros vuestros trajes más sexis. Vamos a conseguir que Taehyung folle esta noche.

Sí, esa es Yejin.







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