Valentina

Corrí a toda velocidad para no llegar tarde al colegio. Mi corazón y la respiración ya no me daban para más. Estoy realmente agotada pero logro llegar a tiempo.
Se supone que este día, se puede venir con algo que no sea el uniforme y yo decidí usar aquél hermoso vestido que Mike me regaló pero resulta que desapareció por arte de magia. Lo estuve buscando casi por una hora, ni siquiera tomé desayuno por estar buscándolo. ¿Dónde puede estar?
Entré a mi salón y vi que todas las chavas estaban alrededor de Karol, ella se asomó al verme y no pude creer lo que estoy viendo...
¿Cómo pudo tomar algo sin permiso? Ella llevaba puesto el vestido que me había regalado Michael. ¿Por qué hizo eso?

— ¿Qué pasa? Llegas tarde — esa sonrisa parece sarcástica.

Todas las niñas me miraban, yo solo me acerco a ella, sin dejar de mostrarme seria. Merezco una explicación.

— Quiero hablar contigo — le digo y todas las chavas comenzaron a susurrar entre ellas.

Dejo la mochila en mi asiento y luego me dirijo a la azotea, Karol venía tras de mi.

— Al menos pudiste haberme dicho. Llegué tarde porque lo estaba buscando — dije calmada, no quería reclamarle nada, creo que no había necesidad de pelear.

Ella se cruzó de brazos y se me acerca.

— No me agradas — dijo y yo frunci el ceño.

— ¿Qué? — me limité a responder.

— Eso no es lo que me quieres decir — me dice con un rostro totalmente serio.

— ¿Por qué dices eso? — pregunto rápidamente.

— Esa actitud tuya, la que finges ser generosa conmigo, me da asco — ¿Esperen qué? ¿Y yo qué le hice? — Esa sonrisita tuya me aterra, así que dime la verdad — me empuja — ¡No es cierto que estas realmente molesta por esto! — ¡Claro que no! Tal vez lo hayas tomado por casualidad, pero no niego que en cierto punto me fastidiaba un poco — ¿No me digas que no quieres golpearme por haber tomado tu vestido sin que te lo haya pedido primero?

¡Golpearte jamás! Yo no soy así.

— Somos hermanas y nunca te golpearía Karol...

— ¡Nosotras no seremos hermanas nunca! — grita molesta.

— Aunque tú no lo creas, yo si te considero una hermana y no solo a ti, sino también a Agustín — ella solo rueda los ojos — no pienso discutir Karol — la miro fijamente — solo te pido un favor, ese — señalo el vestido — es un vestido especial, así que cuídalo quieres — advierto.

Giro para así volver al salón de clases.

— Tú dijiste que usara lo que quisiera — giro al escucharla — ¿Entonces, era mentira? — se acerca a mi — ¿O tal vez lo que querías decir fué que usara lo que a ti ya no te gusta? — me vuelve a empujar — pues déjame decirte, mejor me hubieses dicho eso claramente desde un principio, o que piensas tú niña — coloca sus manos en la cadera — ¿Piensas que soy tonta? ¿Que una persona humilde como yo no puede comprender tu lenguaje refinado de niña rica?

— Karol tú lo sabes — quise tomar sus manos pero no me lo permite — yo no quise decir eso.

— Mejor te lo doy — comenzó a sacarse el vestido, yo quise detenerla pero ella se aparta — para que ya no me digas nada.

— ¿Qué haces? — intento detenerla — ¡No!

— ¡Voy a devolverte tu maldito vestido!

— Lo siento por lo que te dije. ¡No lo hagas! — se detuvo.

— Está bien — se me acerca y me mira fijamente a los ojos — y no olvides que de lo que tienes, la mitad es mío.

Se arregla el vestido para luego salir de ahí, dejándome sola y confundida a la vez.

...

— Aquí tienes tu dichoso
vestido.

Tiró el vestido sobre la cama. Saca una tinta negra que tenía guardada en el bolsillo y lo deja caer sobre el vestido.

¿¡Pero qué...

— Qué lástima, se derramó la tinta.

Una rabia inundó mi cuerpo y la empujé con fuerza.

— ¡Discúlpate!

— No me da la gana.

— ¡Que lo hagas! — vuelvo a gritar.

Se acerca rápidamente y me empuja haciéndome caer en la cama.

— ¡Ya te dije que eso no lo
haré! — gritó y se colocó encima de mí, mientras me golpeaba el rostro con el vestido — ¡Eres una estúpida!

— ¡Que te disculpes!

— ¿¡Cuánto te costo!? ¡Si quieres te lo pago! ¡Te pagaré el maldito vestido! — gritaba y seguía golpeándome con el vestido.

— Suéltala Karol, bájate ahora mismo — interrumpió la señora Sharon, quitándome de encima a su hija.

Ambas nos sentamos en nuestras respectivas camas. Sharon toma el vestido y comenzó a observarlo, parecía que entendía la situación.

— ¡Discúlpate ahora! — grita la señora Sharon a Karol.

Ella no responde.
¿Tanto le cuesta pedir disculpas?

La señora suspira y puso el vestido sobre las piernas de su hija.

— Karol, empaca tus cosas. Cuando uno toma lo que no es suyo, eso es lo que sucede — siento su mirada — yo no voy a permitir que le hagas la vida imposible a Valentina — levanto la mirada y noto su mirada de odio — volverás con tu padre...

— Tú no sabes lo que paso realmente — Karol empezó a hablar rápidamente, mientras lágrimas recorrían sus mejillas — por favor créeme mamá, solo me puse una vez porque está muy lindo y la tinta la derramé por error — ¡Que mentira! Lo hiciste a propósito — ya le pedí perdón mil veces a Valu pero ella no quiere aceptar mis disculpas — se hecho en la cama a llorar.

Yo solo me quedé mirándola, ella sabe muy bien que está mintiendo pero...¿Por qué lo hacía?

...

Karol

Todo el asunto del maldito vestido de Valentina se solucionó. Creo que soy realmente una buena actriz, fingí ser la víctima ante mi madre, yo sabía que podía hacerlo.

Ahora me encuentro en la peluquería con mi madre y la noble de Valentina.

— ¿Cómo deseas el corte? — escuché decir a la señorita.

Miré al espejo y ahí se podía ver claramente a Valentina.

— Lo quiero como el de ella — respondí.

No permitiré que me ganes rubia teñida.
¡No lo permitiré!

...

Ahora me encuentro eligiendo ropa, la tarada de Valentina se encontraba conmigo.
E

lla escogió una chamarra muy linda de color negro, busqué para ver si había otra y ¡Si! Había otra. Ella dejó en su lugar la chamarra y yo hice lo mismo. Luego tomó una sudadera color plomo, busqué y había otra igual pero la muy tonta la vuelve a dejar en su lugar.

¡Maldición decídete!

Valentina encontró un vestido igual al que le había regalado Michael. Una sonrisa se le dibujó en el rostro.

¡Que ridícula!

Busqué rápidamente para ver si había otro vestido igual y no había.

Bien, decidí quitarle el vestido de sus manos.

— ¡Oye!

— ¡Yo lo vi primero!
¡Dámelo! — grito y se lo arrebato de sus manos.

Una sonrisa maliciosa formaron mis labios.

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Los días fueron pasando y ahora me encuentro con mis padres, ya quiero ver sus caras cuando les diga que estoy en el segundo lugar de todo el colegio, de seguro Valentina está en un puesto muy inferior al mío, pues se le nota en la cara fea que tiene.

— Si, excelentes calificaciones Karol — habla papá y yo sonreí — ¡Segundo lugar! ¡Excelente! — volvió a decir sonriéndo.

— Este año Karol se ha esforzado mucho en sus estudios — ahora habla mamá.

Tenía razón, estudié mucho. Quiero ser mejor que Valentina, ya que ella en su antigua escuela fué la mejor estudiante pero ahora yo lo seré, quizás no con el primer lugar pero por lo menos estoy arriba de ella.

— No me gustaría decepcionarlos y por eso estudié duro — dije sonriendo.

— Bien hecho — mamá me abraza — ¿Y tú Valentina? — le pregunta a la rubia teñida de mi hermanastra.

Ella miró el suelo.
¡Genial! Eso significa que está abajo y yo arriba.

— Descuida hija, la próxima vez te esforzarás más y lo harás mucho mejor que ahora. Ya no quiero que te sientas triste. Quiero ver tus notas — dijo mamá y tomó la boleta de notas que tenía en sus manos.

— ¿Hermana que lugar
tienes? — pregunté fingiendo una sonrisa.

— ¡Cielos! El primero — y ahí fué que la rabia se apoderó de mí — Valentina quedó en primer lugar.

¡Maldición! ¡Me había ganado!

— Valentina si que eres buena estudiante — escuche decir a mi madre.

¡La muy maldita sonrió!

— Si es cierto, lo hicieron muy bien las dos. ¿Qué quieren? ¡Les comprare lo que quieran!

Me ganaste esta vez rubia teñida pero tenlo por seguro que la próxima vez, yo estaré arriba y te estaré pisoteando como la basura que eres.

🖤