Me estaba preparando para que Rocky llegara y no sabía cómo iba a manejar aquello. En los momentos en el que lo que me quedaba de sensatez me hacía dudar, recordaba a Amandine con Moonbin y al instante esa parte volvía a ser aplastada por lo celos.

Tras maquillarme levemente de una manera sutil y natural y ponerme unos pantalones ajustados push up y una camiseta con un poco de escote llamaron a la puerta.

En el fondo le tenía un gran cariño a Rocky por todo lo que había significado para mí durante todos estos años y estaba intentado rescatar aquellos sentimientos que parecían haberse apaciguado para que volvieran a resurgir y me permitiera olvidar a Moonbin.

Inspiré profundo y abrí. Rocky estaba muy guapo, se había puesto la chaqueta del equipo, llevaba la mochila colgada en un hombro y me dedicaba una sonrisa. Le dejé pasar y su mirada se posó en un punto de la pared.

-Vaya, parece que mi dibujo sigue ahí- dios mío se me había olvidado quitarlo, normalmente cuando venía con mi hermano lo escondía debajo de mi cama pero hoy con las prisas no me había acordado.

-Ya ehh...mi madre no lo quiere mover, le recuerda a mi infancia y claro no quiere admitir que ya nos hacemos mayores.

Me miró dubitativo pero finalmente se encogió de hombros- ¿Que tal lo llevas?¿Se te siguen resistiendo las derivadas?

Vaya, parece que lo estudiar mates no iba con segundas.- Pues la verdad es que sí, ya sabes que las matemáticas no son mi punto fuerte.

-Tranquila- se acercó más a mí- para eso estoy aquí.

En un principio nada parecía fuera de lo normal nos sentamos en el sofá y sé, realmente parecía implicado en que lo entendiera.

Parecía que la cosa se quedaría en una simple clase de mates y todas mis películas mentales habían sido producto de mi imaginación.

Entonces hubo un problema que no entendí le miré a los ojos dejando ver mi incomprensión.

-Y despejas la x aquí -hizo una pausa- Si sigues mirándome así no me voy a poder controlar mucho más.

-No lo hagas- y en un segundo estaba tumbada debajo de él.

-No sabes lo mucho que llevo queriendo esto- susurró en mi oreja.

Sus labios se desplazaron por mi cuello y comenzó a mordisquearlo.

-Rocky- gemí- no pares.

Dejó mi cuello, dónde había dejado una gran marca y volvió a subir

-Antes de seguir necesito saber que no estás con Moonbin. - ¡¿Por qué todo el mundo piensa que tenemos algo?! Es bastante evidente que no es así. Pero el recuerdo de Moonbin hizo que sintiera una punzada.

Le volví a besar ignorando todos los pensamientos y sentimientos que se arremolinaban en mi interior y fue una respuesta clara.

Ahora sí con fuerza renovada atacó mis labios, unió su lengua a la mía y sus manos se posaron en mi trasero.

Se deslizó por la mandíbula y el cuello para unos segundos más tarde estar en mi escote.

Lentamente y con lujuria me quitó la camiseta, posó sus labios en el canalillo y metió sus manos por dentro de mi pantalón.

Cerré los ojos y no pude evitar morderme el labio pero una cara volvió con fuerza a mi mente: Moonbin.

Intentaba borrarlo, concentrarme en Rocky, pero estaba ahí y mí subconsciente no parecía querer olvidarle, es más, se aferraba con fuerzas a lo restos de lo que quedó de lo nuestro.

Me obligué a centrarme en Rocky que estaba apunto de trasladar su mano desde mi trasero hasta la parte de adelanté mientras besaba mi abdomen.

En ese momento en el que las dudas comenzaron a correr de un lado a otro en alerta y yo sólo intentaba autoconvencerme pensando en lo mal que Moonbin se había portado y que esto sería un modo de venganza, hasta que una voz me sacó de mis pensamientos.

-Siento cortaros el rollo pero necesito hablar con Dahi sobre... eh... un tema familiar, sí eso.- Eun Woo había entrado en el salón y permanecía cruzado de brazos mientras me hacía gestos para que fuera con él.

Me incorporé poco a poco y Rocky farfullo algo que no pude oír y se encogió de hombros.

-Ya, puede ser importante- dije mientras me dirigía a la cocina con él.- y bien ¿que pasa? - me puse de nuevo la camisa.

-Antes cuando me has dicho que debería haber velado por tí, todo este tiempo tenías razón y siento mucho lo poco que te he protegido y cómo he permitido que te trataran.

-Acepto tus disculpas y me alegra oirte decir eso pero ¿seguro que no había un momento mejor para esto?

- Estoy protegiéndote cómo he dicho anteriormente, no voy a dejar que cometas un error.

¿Un error? ¿Estar con Rocky? Desde luego que si hubiera sabido que Eun Woo se pondría tan paranoico no me hubiera puesto tan seria con él.

-No me mires así, sé de lo que hablo, Dahi tu no quieres hacerlo con Rocky, sabes perfectamente que es una excusa para intentar sustituir a Moonbin e intentar convencerte de que no te gusta.

Me había cazado al vuelvo, no es algo que tenía planeado pero sé perfectamente que en el fondo es lo que estoy haciendo.

-Yo no....

-Pues engañar a Rocky e incluso a ti misma pero ambos sabemos que lo que he dicho es verdad.

-Eun Woo, el tiene algo y me utilizó ¿Que quieres que haga? ¿Que me reserve en un voto de castidad infinito hasta que se digne a mirarme otra vez? Además ¿has visto cómo está de borde y frío conmigo?

Eun Woo asintió- Escuchame, sólo dale una oportunidad y no hagas ninguna estupidez cómo la que acabo de evitar.

Podía intentar volver a llevarme bien con Moonbin aunque iba a ser muy complicado teniendo en cuenta a cierta francesa y sus trastornos de personalidad.

-¿Y que hago con Rocky?

-De eso me encargo yo- y salió de la cocina.- Oye Rocky me ha llamado mi madre diciendo que quiere hablar con Dahi de algo importante ¿así que por qué no dejan lo que fuera que estaban haciendo para otro día?

Rocky debió de asentir- despídeme de tu hermana y dile que ya acabaremos otro día lo de hoy.

Se marchó y por fin en toda la tarde pude respirar tranquila

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