🔥08🔥


-¿Entonces no les pillastes? -Comenzó
Jennie y negué con la cabeza

-¿No pasó nada? Qué aburrido yo quería movida- Siguió Lisa con desilusión.

-Llegué, hicimos el trabajo y me fui. Suyeon mintió Moonbin no la había invitado a ir.

No quise decir nada de la situación
familiar de Moonbin por un poco de respeto a él y que consideraba que eran asuntos personales de su familia y nadie debía saber

El timbre sonó y cada una se marchó a
su clase. Al llegar a mi sitio y ver a Moonbin el cuál estaba hablando con JinJin no pude evitar sentir pena por su situación y remordimiento por haberlo llamado italianini cerebro fofo por comer tortelinis.

Me senté y le tendi la carpeta.

-He hecho yo el trabajo.- Acabó su conversación sobre tallas de condones y se dignó a mirarme.

-Aunque viste lo que pasa en mi familia
no quiero tu compasión, sigo siendo el
mismo que te acosa sexualmente.

- No me estoy compadeciendo de ti -puede que un poco -sólo te estoy entregando el trabajo que ayer no nos dio tiempo a terminar.

Resopló y aceptó de mala manera el
documento.

Desde luego Moonbin es la persona que más me saca de quicio de este universo y a la vez siento una inevitable atracción que hace que mi parte madura y racional me abandone en el momento en el que hay contacto físico entre nosotros.

Por desgracia la primera parte pesa más que la segunda y me es más insoportable que atractivo.

- No llegaste a responderme- Comencé
intentando sacarle respuesta a su bien
merecido zasca.

Dejó de mirar a la pizarra y noté como sus ojos intentaban descifrar la intención de la pregunta en los míos.

Cuando crei que por una vez le había
dejado sin palabras y me disponía a bailar un segundo baile de la victoria sonrió y eso no era nada bueno.

- Ya te lo he dicho, me pones mucho y
quiero hacerte mía.

No tenía ni idea de cómo responderle
y me dio la sensación de que el estaba
haciendo un baile de la victoria interior.

-Yo nunca seré tuya Moonbin que te quedé bien claro. -Soltó una pequeña carcajada

-Querida Dahiara -se aproximó más a mi
dejando su boca a escasos milímetros de mi cuello -ya eres mía, a nadie más que a mí le has dejado besarte ni tocarte de la manera que el viernes lo hice yo.

Tenía razón y eso me mataba. Era hora
de bajarle los humos y la clave me la
había dado él. Tenía que dejar enrrollarme con alguien en su
cara y para mi suerte todos los chicos del instituto se prestarían.

Así que cuando acabó la clase fui directa a por la persona más adecuada para la misión.

-¿JinJin me puedes hacer un favor?

-Por supuesto, ¿ese favor me incluye a mi entre tus piernas?

-Algo así -emboze una sonrisa y él se
relamió

La verdad es que JinJin es bastante
atractivo físicamente tiene el pelo rubio
ondulado, unos bonitos ojos marrones y
aunquea hora actúe como un depravado siempre le he tenido como un buen amigo.

-¿Puedes liarte conmigo delante de
Moonbin?

Su cara era un cuadro, se ve que no se lo
esperaba y derrepente una sonrisa lasciva fue asomándose.

-¿Me quieres usar para ponerlo celoso?

-Quiero demostrarle que él no es tan
especial cómo cree.

Se relamió como un felino observando
una presa.

-De acuerdo, a cambio de que salgas
conmigo el sábado.

No me gustaba un pelo el tono en sus
palabras pero después de una semana
junto a Moonbin creo que soy inmune a los capullos

-Acepto. Tenemos que pensar un momento estratégico por qué....

Pero no pude acabar la frase, Moonbin entró en clase y JinJin me agarró de la cadera y me empujó hacía él.

Fundió mi boca con la suya en un
apasionado beso. Ni si quiera pude ver la reacción por parte del italianini.

Introdujo su lengua poco a poco para
darme tiempo para acomodarla. Mi
lengua se unió a la suya en una danza.
Cuando me separé levemente para
respirar, bajó hasta mi cuello y comenzó a dejar pequeñas mordidas por él mientras yo soltaba pequeños jadeos que exageraba un poco para dejar claro a Moonbin que lo estaba disfrutando.

Cuando JinJin me soltó pude verle por fin.

Seguramente el mismisimo diablo tiene
caras mejores por que la suya reflejaba
ira pura que se irradiaba por cada poro
de su piel. Tenía los puños tan apretados que los nudillos eran blancos y pensaba que en algún momento se tiraría a pegar a JinJin.

- ¿Sigues pensando que soy tuya?- dije con sorna.

Pero no dijo nada simplemente se fue
empujando a Eun Woo y Rocky que acababan de entrar.

-¿Moonbin que te pasa? -preguntó Eun Woo, pero él ya sabia.

-¿Qué has liado ahora pequeña Cha?-
Rocky me lanza una mirada acusatoria y yo siento que me muero.

Solo puedo sonreír cómo una tonta.

-¡Nada!¿Que por que he tenido que haber hecho algo? Puede que haya tenido un mal día.

Rocky se encogió de hombros pero Eun Woo me volvió a mirar tratando de descifrar mi mentira. Pero antes de que pueda sonsacarme algo vuelvo a mi pupitre. Pero Moonbin no volvió a la siguiente clase.

¿Tanto le había molestado? ¿El se tira a
todo lo que se mueve y sin embargo yo me tengo que mantener pura y casta para él?

En mitad de la clase pedí ir al baño,
necesitaba distraerme un rato y además
acababa de ver a Moonbin pasar por el
pasillo en dirección a los aseos en esos
cinco segundos en el que le vi no me quitó ojo de encima, pero se fue tan rápido que pensé que acababa de ver un espectro y estaba en la serie entre fantasmas.

La curiosidad y las ganas de entregárselo en la cara me incitaron y cuando abrí la puerta del baño mis aspiraciones se fueron a la mierda.

Moonbin estaba manteniendo relaciones
sexuales con Yuri.

Y me molestó tremendamente, fue una
patada a mi orgullo y sentí una punzada en el pecho, me había devuelto la jugada pero desde luego no le iba a dejar ganar.

Así que con toda la naturalidad del
mundo e ignorando los estridentes
gemidos de Yuri pasé a los lavabos.

-¡Moonbin para nos han pillado!

-No te preocupes por mí no pienso decir
nada pero como sigas gritando así se
enterarán hasta en Júpiter de que estas
teniendo sexo.

Yuri se subió la falda y con la cara más
roja que un guiri en la playa se fue
corriendo.

Volví a hacer un pequeño baile de la
victoria interior hasta que me di cuenta
de que me había quedado con Moonbin en el baño después de haberle fastidiado su polvo del día.

Tenía los pantalones bajados y de reojo
pude ver su gran erección. El calor
inundó mis mejillas y un cosquilleo
agradable recorrió mi cuerpo.

-Deberías subirte los pantalones.

Pero sin previo aviso me agarró y unió su boca en un brusco beso. Echaba de menos sus labios, aunque fuera un estupido engreído insoportable el cabrón besa maravillosamente.

Intenté apartarme levemente pero en
ese instante metió su mano debajo de mi falda y viajo hasta mis panties que apartó e introdujo dos dedos en mi humedad.

Me encantaría decir que lo aparté, le
pegué una torta y me fui pero el contacto hizo que soltara un sonoro gemido que silencio volviendome a besar.

Mis defensas fallaron y ni cien mil actimeles las levantarian.

Siguió moviendo sus dedos dentro de mi mientras con el pulgar rozaba el clítoris y yo sentía que me desmayaba del placer.

-¿Te hace JinJin esto? ¡Dímelo Dahiara!

-Moonbin...- Conseguí pronunciar entre
jadeos.

-Dímelo Dahiara, dime que eres mía -Su boca rozó mi oreja.

-Soy tuya -solté en un gemido, en ese
momento aumentó la velocidad de los
dedos. -¡Ah Moonbin!

- ¡Dilo más alto Dahiara!

No sé dónde ha aprendido a hacer eso
pero se le da maravillosamente bien.
Comenzó a besar y lamer mi cuello justo dónde JinJin había dejado la marca de las mordidas y yo sentí que iba a explotar.

-¡Soy tuya!- y en ese momento una bomba de placer estalló en mi cuerpo y un calor extenso lo recorrió de arriba a abajo.

Moonbin sacó la mano chupó sus dedos y me subió las braguitas.

-Espero que te haya quedado claro, eres
mía y sólo mía.

No sabía que decir, tenía un bloqueo
mental y simplemente se fue dejándome confusa e intentado recapacitar sobre el error que a mi juicio acababa de cometer.

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