🔥07🔥
Aquí estoy yo,enfrente de la casa de Moonbin,el plan es simplemente pillarles, no sé sinceramente porque me he prestado a hacerlo pero no hay marcha atrás. Son las cinco y cuarto, he llegado un poco tarde porque me ha costado un pelín convencer al segurata que custodia la casa, de que soy una compañera que quiere hacer un trabajo y no una ladrona que viene a allanar su propiedad.
La casa de los embajadores italianos es grande, espaciosa y tiene un gran olor a flores (a lo mejor les gusta el tema de la botánica) y cuando me iba a acercar un poco más para inspeccionar, escuché los primeros gemidos que venían de la planta de arriba.
Dudé unos segundos sobre si realmente iba a hacerlo, aquello iba a ser muy pero que muy incómodo y luego me iba a arrepentir pero la curiosidad y en cierta parte el morbo hicieron mella en mi. Dios mío, en que momento perdí de esta manera la inocencia.
Subí poco a poco las escaleras, para no ser descubierta y cuando abrí la puerta no me encontré a Moonbin y Suyeon sino a un señor que parecía estar pasándoselo muy bien con la que parecía la criada. Ella pegó un grito tan alto que creo que cien kilómetros a la redonda la hubieran oído.
El mundo demostrándome lo desgraciada que soy...otra vez.
-¡Lo siento muchísimo ,perdón , pensaba que está era la habitación de Moonbin, lo siento! -La vergüenza que yo sentía en esos momentos era tan grande que dudo que mi cuerpo pudiera soportarla un segundo más. La vida se había vengado de mi, el universo me odio, he intentado ser mala y me ha salido el tiro por la culata.
Moonbin salió de la habitación de enfrente a toda prisa.
-¡Lo siento, lo siento, lo siento! -.Tenía puesta una camisa y unas bermudas de baño que le quedaban estupendamente bien. Su cara no era rabia, ni confusión, simplemente resignación. No parecía que hubiera estado haciendo nada sospechoso.
-El que debe disculparse soy yo, siento que hayas tenido que ver eso.
Estaba bastante confusa, no tenía ni idea de lo que acababa de ver, dos miembros del servicio acostandose no le encuentro el problema. Bueno tal vez es un poco incómodo saber que lo están haciendo a tu lado, pero en su grado de salido seguro que hasta lo disfruta.
-¿Qué he visto? Sólo son dos miembros del servicio haciéndolo en...
-Siento que hayas tenido que ver a mi padre tirarse a la criada. -Vale eso sí que no me lo esperaba.
- No sabía que tus padres estuviesen divorciados.
El sonrió en una especie de mueca triste
-Y no lo estan, mi madre no sabe nada ella piensa que los lunes a las cinco de la tarde mi padre viene a adelantar trabajo desde casa cuando en realidad viene a follarse a una chica del servicio.
Algo dentro de mí se encogió y me sentí una verdadera mierda de ser humano.
-Pero Suyeon...-dije para mis adentros o bueno creí haberlo hecho.
-Con que has venido para comprobar si estaba con Suyeon -levantó una ceja y me lanzo una media sonrisa que hizo que el corazón se me acelerara -La pobrecilla está tan desesperada por que se lo vuelva a hacer que se ha inventado que habíamos quedado hoy ¿adivino?
Es demasiado listo, es como el malo de una peli en la que haga lo que haga el protagonista él siempre gana y se adelanta sus movimientos.
Decidí armarme de valor.
-Sí. ¿De verdad habían quedado?
Parece que no se esperaba mi sinceridad pero sin perder su preciosa sonrisa se aproximó a mí.
-Nunca repito dos veces con la misma chica, nunca lo he hecho y nunca lo haré.
-Siempre hay una primera vez para todo- ¡Por que he tenido que decir eso!
Soltó una preciosa carcajada y se acercó más a mi de manera que sus labios y los míos quedaron a escasos milímetros.
-Ni si quiera tu me gustas tanto como para repetir.
Esas palabras me dolieron no se por que, tal vez fueron un puñetazo a mi orgullo pero sentí una punzada en el pecho.
-Tu no me gustas como para hacerlo una vez osea que dos imagínate.
-¿Te tengo que recordar tus gemidos del otro día?
Me da demasiada vergüenza recordar eso y sobre todo saber que estuve a muy poco de dejar que siguiera.
-¿Tengo que recordarte los tuyos después de que me marchara?
-¿Estuviste escuchando como me masturbaba? -posó sus labios en mi oreja- ¿Eso te ponía? No hace falta que respondas se que si como también se que te has enterado de que Suyeon le comentó a Doyeon que dije tu nombre mientras me la tiraba.
Me quedé de hielo, no sabía que decir ¿acaso era Dios? parecera broma pero yo me empezaba a plantear esa posiblidad.
-¿Sin palabras?
Odiaba esa mirada de superioridad con toda mi alma, estaba confiado, sabía que no tenía ni la más remota idea de que decirle y eso le hacia sentirse como una especie de divinidad superior a la humanidad.
-Pues para no gustarte pasas bastante tiempo pensando en mí teniendo en cuenta que no podías sacarme de tu pequeña cabeza ya que el subconsciente te fallo y me nombraste en pleno sexo con otra chica. -¡BOOM! Responde a eso italianini, baile de la victoria interior.
Le pilló por sorpresa yo lo sabía y me hubiera encantado saber su respuesta si no fuera por el grito que retumbo por la casa
-¡Moonbin ven aquí ahora mismo!
Me miró con resignación.
-Quedate aquí.
-Si antes estaban en la habitación ¿Cómo es que ahora está en el salón?¿ No me digas que estamos en esa pelis en las que ahora me confiesas que en tu familia se teletransportan?
Soltó una pequeña carcajada y negó- La habitación tiene dos puertas y una da a las escaleras que desembocan en el salón, pero tu imaginación me encanta.
-¡Moonbin, he dicho que ya!- volvió a gritar.
-Por favor, no te muevas- susurró.
Pero en cuanto se separó de mi decidí seguirle. Bajó al salón donde su padre lo esperaba al lado de la mujer con la que le había pillado al cual le estaba dando un masaje con una mirada divertida en el rostro.
- Que te tengo dicho sobre traerte chicas a la hora en la que estoy con Hillary.
El señor Moon se parecía a Moonbin con veinte años más, mismo ojos verdes y el mismo pelo castaño.
- Lo siento no volverá a pasar.
-Cariño no te fíes, hoy casi me da una taquicardia cuando esa niña nos ha interrumpido creía que era la vieja de tu mujer.
Una mueca de dolor cruzó el rostro de Moonbin. No entiendo como consiente que llamen eso a su madre si fuera mi situación ya la habría estampanado el jarrón tan feo que había en una mesa.
-Cuando te des cuenta de que sólo eres su puta quiero estar en primera fila para ver tu cara. No tienes ni mitad de clase que mi madre tu sólo te cepillas a mi padre a cambio de un extra en tu trabajo de mierda.
-¡Basta! Moonbin entiendo que te traigas chicas a casa, nunca te he dicho nada por ello pero sabes que los lunes no puedes por lo que este fin de semana estás castigado.
Agazapada en las escaleras no pude evitar salir en su defensa, la culpa me consumía, al final yo había llegado pronto aposta, pero mala suerte para mi que al levantarme me tropecé y caí por las escaleras.
-¿Que se supone que haces? -Moonbin corrió a ayudarme a levantarme.
Le ignore
-Señor Moon soy Cha Dahiara y venía a hacer un trabajo con su hijo, Moonbin me advirtió que sólo podía a partir de las siete pero me adelanté y.... por favor no le castigue no es su culpa.
-Cállate la boca -volvió a decirme entre dientes.
- Estoy intentado salvarte el culo.
-Es un fin de semana no toda mi vida
-Pero no es culpa tuya sino mía.
El señor Moon se levantó y se aproximó a mí. Me lanzó una mirada lasciva y se mojó los labios mientras posaba su vista en mi escote.- Esa caída ha tenido que dolerte ¿puedo ofrecerte algo un té o un café?
- No gracias, sólo quería dejar claro que la culpa no ha sido de su hijo sino...
- No te preocupes querida -posó la mano en mi cadera- Moonbin, te perdono el castigo.
-Dahiara es mejor que te marches- Moonbin detrás de mi parecía estar notando las intenciones de su padre.
Asenti
-Ha sido un placer señor Moon.
-El placer es mío querida.
Y tan rápido como entre salí de aquella casa.
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