🔥05🔥

La voz de Rocky viene de la persona que yo pensaba que era Moonbin, pero entonces ¿quién es....? oh no no no no el italianini no.

Por favor cualquiera menos él.

Efectivamente JinJin encendió la luz y me di cuenta de que la persona que me ha llevado hasta el mismísimo cielo es Moonbin.

La vergüenza corrió a mis mejillas y me separé corriendo.

Lo peor de todo era su cara de superioridad mientras se relamia los labios y me dedicaba una sonrisa de triunfo, sabia que me había encantado, yo también lo sabía.

—Yo...em..es muy tarde buenas noches.

Me levanté y me fui corriendo a encerrarme en mi cuarto.

Mi cerebro no reaccionaba, no podía creer lo que acababa de pasar. Soy una torpe y una idiota. ¿Cómo no he podido diferenciarlos? En mi defensa diré que ambos tienen un corte de pelo muy parecido. Pero mi fantasía infantil se rompió, siempre pensé que sabría reconocer a Rocky si lo besaba (Aunque bueno, seguramente mi yo de diez años no se esperaba que iba a acabar perseguida por él y sus amigos) que todo iba a ser como en las películas. Pero aquí estamos, no besa mal, claro que no, pero el hecho de haberle confundido me daba vueltas la cabeza.

Intenté dormir,pero recordaba esos labios, esa boca, la sensación de sus besos en mi cuello, soy consciente de que lo acaba de pasar marcará un antes y un después. No tengo que darle importancia, al final... no ha significado nada, solo un beso ¿o no? Estoy echa un lío, creí que esto iba a ser como en las pelis cuando con solo un beso reconoces al amor de tu vida y yo no he sabido distinguir a Rocky de Moonbin.... definitivamente tengo que dejar de ver la televisión.

Tras una hora en la que todo tipo de pensamientos impedían que pudiera conciliar el sueño, decidí ir a tomar el aire.

Supongo que esto para los demás no habrá supuesto absolutamente nada, un beso más pero yo no podía parar de darle vueltas. Me sentía como si hubiera sido el primero, esa sensación extraña que te queda después había vuelto y yo parecía haber retrocedido años hasta aquella primera vez.

Bajé al salón de ahí fui a salir a la terraza pero vi que ya había alguien y no precisamente a quien quería ver.

¿Me lee la mente acaso? Empiezo a planteármelo.

—¿No puedes dormir pensando en mí? — bromeó.

—No, simplemente no tengo sueño. Baja un poco tu nivel de egocentrismo, no todo gira entorno a tí.

Se giró y esos ojos verdes se abrieron paso en mi cabeza.

—Los dos sabemos que no es verdad —El corazón se me aceleró y poco a poco se acercó a mí.

—yo no puedo dormir pensando en ti —Eso me tomó completamente por sorpresa, Dios no me abandones dame fuerza para afrontar esto por qué como te vayas ahora estoy bien jodida.

—Ese no es mi problema —No sé que hacer ¿Darme a la fuga? ¿Quedarme?¿Tirarme por la ventana? Dios dame uno de esos angelitos gorditos para que salve por favor.

—Te quiero en mi cama Dahiara.

—Solo quieres acostarte conmigo porque soy virgen.

Me enseñó su preciosa sonrisa.

—Antes me has dejado tan cachondo, confieso que hacía mucho que no estaba tan excitado. —Dios por favor ayuda —Solo quiero tenerte entre mis sábanas, hacerte el amor y que tengas tanto placer que grites mi nombre hasta gastarlo. Quiero hacerte pasar una noche que no olvides nunca.

—Eh...yo.. —quien soy yo, como me llamo, donde vivo. Toda conexión firme con mi cerebro falló. Normalmente hubiera hecho alguna broma con la intensidad de sus palabras pero en este punto yo solo podía concentrarme lo suficiente como para respirar y mirarle a los ojos.

¡Dahi reacciona! Mi cerebro gritaba a todo volumen pero el sonido de mi corazón era mucho más fuerte. El asombro y la excitación invadieron mi cuerpo. Mis defensas fallaron y decidieron irse de vacaciones.

Mi silencio le dio confianza porque se acercó a un más y comenzó a besar mi cuello. Cada contanco era eléctrico, hacía que me estremeciera y pequeñas olas de placer corrían mi cuerpo.

Entonces empezó a subcionar y me arrancó un gémido tan fuerte que seguramente habría despertado a los demás, me daba igual, quería más. Lo notó porqué me apretó más contra él, cogió una de mis manos y la puso en su entrepierna para que notara el bulto.

—Así de duro me pones Dahiara.

Ahí colapsé. Mi inocencia interior murió definitivamente y me sorprendí a mi misma cuando en vez de apartarme rápidamente me humedecí los labios y le miraba esperando más.

Sus labios entraron en contacto con los míos e introdujo su lengua sin que yo pusiera oposición alguna.

—Habitación —fue lo único que fui capaz de pronunciar, si manchaba algo que no fuera el sofá de doscientos mil dolares de mis padres, además luego tendría que dar explicaciones de las manchas.

Sonrió —Como mandes preciosa.

Me cogió y yo enrollé mis piernas alrededor de su cadera.

—Nos lo vamos a pasar muy bien, no sabes las ganas que tengo de hacerte mía.

Torpemente subimos las escaleras, en el pasillo donde se encontraban las habitaciones se paró unos segundos. Su boca bajó de mis labios a mi cuello otra vez y volvió a succionar arrancandome otro gemido. Continuamos nuestro camino y en vez de ir a mi habitación se metió a una de las de invitados que ocupaba él.

Pero antes de que abrieramos la puerta, Eun Woo salió de su cuarto y con cara de sorpresa se quedó quieto mirándonos.

—¿Dahi?¿Bin? —No quedan pensamientos racionales en mi cabeza, sólo excitación y búsqueda de placer, así que en vez de reaccionar separándome y dando explicaciones mientras suplico a mi hermano su perdón me separé levemente lo suficiente para poder decir.

—Que te jodan —y acto seguido entré arrastrando a Moonbin conmigo el cuál me depositó en la cama con delicadeza y con una pierna cerraba la puerta.

Se quitó la camiseta y yo pude admirar su trabajada musculatura.
Con suavidad me quitó los mini pantalones del pijama. Se relamió como un tigre observando su presa.Con un dedo recorrió todo el borde de mis braguitas y otro lo posó por encima de ellas. Comenzó a trazar círculos y yo cerré los ojos mientras intentaba ignorar todos mis pensamientos para centrarme solo en el placer.

—Moonbin —Me mordí el labio —No pares.

—¿Te gusta si te lo hago aquí?

Bajo un poco y siguió haciendo círculos.

—Sí —dije con la voz entrecortada.

—¿Y si hago esto? —presionó un poco y volvi a soltar otro gemido.

Mi respiración era irregular y el corazón me iba a mil pero no quería parar, me estaba volviendo loca con cada toque, cada roze y solo quería más. Con una mano comenzó a acariciar mi clitoris por encima de mis panties mientras con la otra se colaba en mi top deportivo, agarraba un seno y lo comenzaba a masajear.

—Bin...

El gemido que se me escapó fue tan fuerte que la vergüenza corrió a mi cara en forma de unas gran manchas rojas que colorearon mis carrillos.

—Una de las cosas que más me excitan es tu inocencia, es sencillamente deliciosa.

Mi cerebro no era capaz de asimilar lo que estaba pasando y mis hormonas corrían de un lado para otro nublando mi pensamiento.

Se coloco encima de mi y se quito el pantalón dejándome ver el gran bulto que había en sus calzoncillos.

Se acercó a mi oído y con una voz más sexy que la de un modelo de Calvin Klein susurró.

—Nunca intentes resistirte a Moonbin, ninguna chica tarda mucho en caer ante mis encantos.

Y ahí la cagó. Su ego causó el efecto contrario en mí. ¿Pero que he estado a punto de hacer?

Esas palabras bastaron para sacarme levemente del trance en el que estaba sumergida. ¿Dondé estaba mi dignidad? Seguramente mis hormonas la habían atado a una silla y la habían pegado un trozo de cinta americana en la boca. ¿Iba a dejar que me tratara como a una conquista más? ¿Cómo a una facilona que se usa una vez y luego se deshecha? Desde luego que no.

Me separé de golpe con la poca fuerza de voluntad que me quedaba por qué si me quedaba un segundo más dejando que me tocara no sería capaz de separarme.

—No

La confusión corrió a su expresión.

-¿Qué pasa?

—No quiero ser otro rollo de una noche.

—¿Y que quieres ser? —Vale, no tenía ni idea de que responder a eso así que me quedé pensativa intentando averiguar que quería ser de verdad.

—Una chica virgen que le entregue su virginidad a alguien que la valore de verdad y no sólo como un juguete sexual.

Rabia, curiosidad y excitacion, los tres sentimientos se arremolinaban en su interior y se reflejaban en su cara.

—Primero gimes mi nombre, me pides más e incluso mandas a la mierda a tu hermano para enrollarte conmigo y después me vienes con esto.

Sus ojos verdes repletos de confusión seguía mirándome con deseo por lo que decidí vestirme.

—Soy una adolescente hormonatica con cambios de humor.

Lentamente se puso la camiseta.

—¿Estás intentado torturarme?¿Hacerme creer que te quieres acostar conmigo y luego dejarme con el calentón?

—Yo también creía que quería acostarme contigo hasta hace un minuto cuando mi dignidad a vuelto a tomar las riendas de lo que sea que siento ahora.

—Esto solo va ha hacer que te desee más Dahiara.

No le respondí, no sabía cómo y esta vez me volví a dar a la fuga.

Literalmente salí corriendo, creo que ni en las clase de Educación Física he corrido tanto.

Cuando llegué a mi habitación pude respirar por fin, hasta que me di cuenta de que no estaba sola.

—¿ya han acabado? ¿Es precoz? —mi hermano estaba sentado en mi cama con su cara de "tenemos que hablar".

—No hemos hecho nada.

— Dahi no te averguences, se que la primera vez es algo confusa y...

—¡Qué te he dicho que no hemos hecho nada! ¡Me he dado a la fuga!

Esto le pilló por sorpresa.

—Espera ¿qué has hecho qué?

—Mira, estábamos a punto de... bueno tu sabes de que y entonces ha dicho algo que ha hecho que recuerde mi dignidad de persona.

Él soltó una carcajada.

—Lo que le has hecho al pobre de Moonbin es diez puntos por encima de crueldad. No puedes dejar a un chico así. Estoy seguro de que ahora se estará masturbando hasta que...

—¡Para! No se lo que va ha hacer pero me da igual, no quería ser la que le calentara la cama durante una noche.

— Dahi, si quieres que te dejen en paz, la manera no es esta, ni mucho menos, ahora sólo va ha perseguirte más.1

—Lo dudo, en una semana se habrá aburrido de que le dé calabazas. Igualmente ya le he dicho no una vez, debería entenderlo.

—Todos te tienen como un reto.

—Y yo he dicho que no varias veces, si no lo entienden es su problema. Repito se acabarán cansando.

Eun Woo sonrió —Todo lo contrario, mira ven.

Me cogió la mano y me guió hasta la puerta de la habitación de Moonbin. Con gestos dijo que me acercara para escuchar.

Dentro de la habitación se oían gemidos masculinos sin duda procedentes de Moonbin y eran el sonido más sexy que había oído en mi vida y la excitación volvió a inundar mi cuerpo. Mi respiración se volvió otra vez irregular, sentí la tentación de volver a entrar otra vez y dejarle acabar. Me mordi el labio, que yo fuera la causante de esos sonidos me hacía sentirme poderosa y sólo quería quedarme ahí toda la noche.

—Tienes la opción de entrar y acabarlo o puedes irte a la cama definitivamente prometiendome no volver a salir en toda la noche.

—¿Tú de hermano protector? —bromeé y él se encogió de hombros.

La tentación era muy grande, cada vez que escuchaba un gemido sentía el impulso de entrar pero mi cabeza sabía lo que es correcto y aquello no lo era.

—Te prometo que no voy a salir en toda la noche.

Me devolví para mi cuarto, me metí en la cama y por fin pude dormir.

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Volví, con actualizaciones más seguidas bellezas ❤❤❤❤❤

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