26.Carnavales

Carnavales, por fin, esa pequeña escusa para que los mayores podamos vestirnos cómo los pequeños estando aceptado y hacer un parón en los estudios para salir durante un fin de semana.

Al final habíamos decidido ir de ángeles, una ocurrencia de Hannah que ultimamente pasa mucho tiempo enganchada a Lucifer.

Además Ellie quería un disfraz en el que poder llevar purpurina blanca (Viva nuestra madurez) así que todo encajaba.

Habíamos quedado en mi casa para cambiarnos y que los chicos nos tenían que venir a buscar en escasos minutos.

-Esta noche quiero pillar cacho- murmuró Hannah mientras se colocaba el mini tutu blanco.

-Para qué, con lo bien que se está soltera- respondí

-Que estés ofuscada con el amor y la vida no quiere decir que las demás queremos esa vida de castidad, Grace 2.0.

Grace y yo la miramos con el ceño fruncido y Ellie intentó contener la risa.

-Chicas, ya están abajo- Aiden apareció en el marco de la puerta y se quedó mirando a Grace cómo si hubiera visto un Ángel caído del cielo (Nunca mejor dicho)

- Estás preciosa- se acercó a ella y rozó la punta de su nariz con la de ella.

-Tu también vas muy guapo de pirata.

-No tanto cómo tu yo....

-Oye si vais a estar así de romanticones toda la noche os juro que yo misma me encargaré de echaros de la discoteca.- dije mientras salía para ir bajando a dónde los chicos habían aparcado.

Ellie y Hannah suspiraron a mis espaldas- Grace 2.0

-¡Os he oído!

Llegamos al el coche de ocho plazas de un blanco brillante que pertenecía a Gavin.

-Os juro que cómo alguien me lo manche le pego una patada en el culo fuera ¿Entendido? Yo solo os llevo a la ida, cuando estéis borrachos perdidos y supongais un peligro para la tapicería llamáis a vuestros chofers y que os recogan ellos.

Paul y Adam se echaron a reír y luego abrieron mucho los ojos al vernos a nosotras.

-Vaya podíamos pedir a las chicas que se disfrazaran más a menudo.

-Que graciosos sois- dije irónicamente mientras me subía a la parte de atrás. Me di cuenta de que Marco no estaba lo cuál suponía un respiro.

A mi lado se sentaron Adam y Ellie en actitud más que cariñosa.

-¡Oh no no me dejéis con ellos!

-Prometemos no darnos el lote en tu presencia- me dijo inocente Ellie

-Pero....- Adam fue a protestar pero una sola mirada de Ellie fue suficiente para que se callara.

En cinco minutos ya se estaban besándose ellos y Aiden y Grace. Mientras Gavin, Hannah, Paul y yo nos mirábamos incómodos sin saber muy bien que hacer.

Llegar a la discoteca fue la salvación y los cuatro salimos del coche encuanto Gavin aparcó.

-Tengo los pases aquí,me he adelantado y no me apetecía esperar colas.

Entramos y los diez minutos y veinte chupitos después todos iban borrachos cómo cubas. Menos yo que aunque había tomado alguno no quería emborracharme (La última vez no salió bien).

Gavin se había quitado la camisa ( Espero que luego no conduzca) y hacían una especie de danza "sexy" en la columna, Paul estaba con una botella de tequila dando tragas mientras un grupo de más borrachos le coreaban, Hannah estaba seduciendo al camarero para que nos diera otra ronda gratis y a Aiden, Grace, Ellie y Adam hacía un rato que no les veía. Definitivamente necesito un poco de alcohol en sangre.

Así que me acerqué a la barra- Un Gin Tonic porfavor.

-¿Eres un ángel?¿Tan borracho voy?

Al oír esa voz mi corazón comenzó a latir a un ritmo frenético. Marco estaba a mi lado sentado en un taburete con un vaso en la mano y claramente borracho.

- ¿Qué haces aquí?- pregunté intentado calmar el temblor de mi voz

-Beber para olvidar mis penas.

-Estoy segura de que tu vida de rico, guapo y mujeriego debe ser toda una tortura- dije sarcásticamente.

-Desde luego eres tú...yo lo intento de verdad- miró al techo- pero si me la pones aquí me lo haces un poco difícil

El camarero está tardando mucho en preparar la bebida o es cosa mía.

- Estás muy borracho

-No me había dado cuenta...ponme otra- dijo a una camarera la cuál se sonrojó y le echó más whisky.

Se lo bebió todo de un trago y me volvió a mirar sin decir nada.

-Te va a dar un coma etílico

-¿Es preocupación lo que noto?

-No, solo que no quiero presenciar una muerte en directo- respondí indiferente. Maldito orgullo.

Suspiró y negó con la cabeza

El camarero me tendió la copa y me sonrió- son siete doláres pero si me das un beso te la doy gratis.

-A ver si te doy yo un puñetazo.

-No sabía que tenías novio pero mantén a raya a tu pitbull.

Marco se levantó y le agarró de la camisa dispuesto a cumplir su amenaza, pero yo le puse una mano en el brazo y eso pareció calmarlo.

-En primer lugar no tengo novio, en segundo siento las molestias- le tendi el dinero- y en tercero Marco vamos fuera ya.

Sin rechistar y apoyandose levemente en mi para no caerse me siguió. En el trayecto me encontré a Hannah que había conseguido su ronda gratis.

-Hannah me llevo fuera a Marco a que le de el aire si preguntan que lo dudo mucho por qué creo que no se acuerdan ni de su nombre di que estoy en el baño.

-Vale, a cambio de que me des tu Gin Tonic

-Todo tuyo- se lo puse en la mano y me fui.

-¡Liv recuerda usar protección!

Puse los ojos en blanco y Marco rió.

En cuanto salimos fuera vomitó todo, no quiero dar más detalles de esto por que no es una cosa muy agradable. El caso es que cuando acabó se abrió la camisa y se apoyó en la pared.

-Supongo que estamos empate, tu me has visto vomitar y yo a ti también.

¿Empate? El iba ganando, a mi me gustaba yo a él no, yo no era capaz de olvidarle mientras él ya me había susutituido por cierta francesa. Estaba enamorada sola y eso me hacía la perdedora de los dos sin lugar a dudas.

- ¿A quién tengo que llamar para que te venga a buscar?- intenté cambiar de tema

-Me ha traido Arnold mi chófer, está ahí- señaló un coche negro donde un hombre estaba fuera fumando un cigarro.

-Muy bien pues vete a casa.

Fui a volver al interior,pero me cogió suavemente del brazo

-No, espera acompañame a casa porfavor- su mirada verde casi hipnótica me ablandó en un segundo la dura coraza que había estado intentado mantener.

-De acuerdo- cedí casi sin pensar

Le ayudé a llegar hasta el coche el tal Arnold se debió de pensar que me estaba intentado aprovechar de él por qué me lanzó me miró desconfiado.

-Hola soy Olivia,está muy borracho y...

-No me tiene que dar ninguna explicación señorita, suba al coche.

-Graciad Arnold eres un tío super enrollado, pero porfavor no le digas esto a mis padres.

-Tranquilo señor Ricci sus padres no sabrán nada de su borrachera y su...acompañante.

Esta vez la que le miro mal fui yo al oír el tono con el que se refirió a mí.

El viaje fue incómodo, Marco de vez en cuando murmuraba cosas sin sentidos y Arnold me miraba muy mal hasta que en un momento:

-Liv ¿Cómo sabes cuando alguien está enamorado?

Con los nervios a flor de piel y la voz temblorosa empecé a intentar relatar la manera en la que él me hace sentir- El corazón te late a mil cada vez que escuchas su voz, cada toque es eléctrico, estás nerviosa sólo estando a su lado, cada cosa que dice le das mil vueltas, solo quieres estar cerca de él aunque a la vez eres consciente de que es la persona que más daño te puede hacer y aunque intentes olvidarlo está ahí en tu conciencia sin que te lo puedas sacar ni por un segundo.- una pequeña lágrima resbaló por mi mejilla y maldije al pensar que había expuesto demasiado.

Se hizo el silencio hasta que hasta que articuló tres palabras.

-Liv...estoy enamorado

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