14.Navidad
Corrí a abrazar a mis padres,habían sido tres meses sin verlos y sabía que cuando acabaran las navidades se tendrían que ir otra vez.
Por fin habían llegado las vacaciones y sinceramente las necesitaba para desconectar de todo. Estas últimas semanas con Marco habían sido raras por que seguía sin aclararme si lo que sentía por el era puramente sexual cómo había pensado al principio o realmente me gustaba. El siguió con sus bromas e incluso aumentó el número de provocaciones furtivas.
-Liv estás tan mayor,un día vamos a venir y no te vamos a reconocer- y lo triste es que puede que algún día eso ocurra.
-Mi niñita pequeña te hemos echado mucho de menos- siguió Mamá creo que si supiera las cosas que he hecho estos meses no me seguiría considerando su niñita pequeña.
-Ya sé que ella es vuestra favorita pero me sólo me conformo con que noteis que estoy aquí y me digáis " Aiden hola"
-No seas bobo ven aquí mi pequeñin
-Para que habré dicho nada- dijo Aiden y mis padres soltaron una carcajada.
El sonido de la alarma que había puesto para sacar las galletas del horno pitó y cómo alma que lleva el diablo fui a sacarlas.
-Parece que Gustave por fin te ha dado la receta de sus famosas galletas navideñas- comentó mi padre mientras dejaba su maleta y se sentaba en el sofá. En ese sofá en el que casi pierdo mi virginidad con Marco.
Marco.su nombre resuena con fuerza en mi mente.Oh mierda sal de mi cabeza.
-Gustave está comprando las cosas para la cena de mañana.- dije metiendome un poco de crema pastelera en la boca
-Te agradecería que cuando baje después de ducharme no te hayas comido todo-me picó Aiden- He quedado con unos amigos para ir a ver el partido al estadio así que hoy volveré tarde.
¿Irá él? A mi que me importa.
-Te informo que cuando bajes no quedará nada para ti.
-Nosotros ahora vamos a mirar vuestros regalos de navidades así que me da que vas a tener que quedar sola Liv- Papá me miró
-No os preocupéis tengo comida y Netflix no necesito más en mi vida.
Mamá río-¿ Dime hay algún chico que te guste? Aparte de Paul,claro.
-No es algo que quiera hablar con mis padres cómo entenderéis y para tu información estoy segura de que Paul me gusta mucho menos que antes.
-¡milagro divino!
Comencé a intentar batir la ganche de chocolate pero no tenía la fuerza suficiente por que la había dejado enfriar más de la cuenta.
-Liv no me has contestado a lo de Paul- y ha sido a posta hablar de esto con Aiden ya era raro con mis padres lo era el doble.
Me di la vuelta mientras luchaba con el chocolate- No quiero hablar de ello.
-¿Es que te gusta otro chico?
Ni yo misma lo sé siendo sincera pero obviamente callé. Entonces llamaron a la puerta.
-Yo abro- papá perezoso se acercó a la entrada
-¡Ah sí! ¡A mi niñita le gusta otro chico! ¡Te conozco Liv yo te he traído a este mundo y a ti te gusta otro chico y no Paul! Entiendeme Paul es un niño muy cariño y simpático pero no merecía esos años de adoración que le has tenido pero por fin ¡Me tienes que presentar al nuevo chico misterioso!
Un carraspeo- Hola señora Graham vengo a buscar a Aiden los chicos ya están abajo y yo tenía que subir a dejarle unos apuntes que me pidió el otro día- Esa voz,había escuchado todo, otra vez al borde del ataque cardíaco.
-Hola¿eres?- comenzó mi madre.
Es la persona que poco a poco está arrebatando la inocencia a tu hija.
-Marco Ricci soy hijo de los embajadores italianos, soy compañero de pupitre de Liv y amigo de Aiden.
Mamá me miró y yo intenté tapar mi cara que estaba empezando a llenarse de rubor.
Mis pintas no era muy decentes,tenía el pelo recogido en un moño medio desecho,una camiseta de One Direction y unas pantunflas de unicornio. Que el chico que estuvo apunto de desflorarte te vea así no es muy atractivo.
-Si bueno yo soy la encargada de aguantarle todos los días,una carga que intento llevar con dignidad.
Marco rió-En el fondo se lo pasa bien conmigo.
-No me cabe ninguna duda- respondió mi madre mirándome picaramente.
Deje de intentar ablandar la plasta marrón en el bol y me giré.
-Aiden se está duchando así que baja y diles a los demás que todavía tienen que esperar un poco yo le doy los apuntes si quieres.
-Oh no no George y yo ya nos íbamos tú quédate aquí que está la calefacción abajo hace un frío helador.
La lancé una mirada asesina y ella sonrió a veces mi madre parecía una adolescente.
-¿Qué es eso?-señalo la oveja verde en el cuadro.
-Cuando tenían cuatro años Olivia estaba colada por Paul y él le regaló ese dibujo así que ella nos obligó a ponerlo de cuadro de Bienvenida.
No me puedo creer que se lo haya contado.-¡Mamá!
-Pero bueno supongo que cómo ya le gusta mucho menos lo podremos quitar.
Me quería morir, el rojo volvió a inundar mis carrillos.
-¿Ya no te gusta Paul?- un brilló especial surgió en sus ojos.
- ¿Papá no te tenías que llevar a mamá de tiendas?-dije en un intento desesperado por que se fueran
-La verdad es que sí- papá al rescate- Vamonos Jane- arrastró a mamá hasta el ascensor
-Encantada de conocerte Marco.- gritó y tras eso cerró la puerta.
-Que encantadora es tu madre.
-Supongo que sí- concéntrate en ablandar la ganche, si no le miro y no le hablo podré sobrevivir a esto.
-¿Estas intentado hacer cobertura para galletas?- noté que se había acercado más.
-Tu has dicho "intentando" por que parece que hay que tener la fuerza de un culturista para poder batirlo.
Rió y se quitó el abrigo que dejó en el sofá.- Vamos a ver si de verdad hay que tener fuerza para moverlo o es que tú eres muy floja.
Se puso detrás de mí, con su aliento rozando mi cuello y cogió mis manos y las puso debajo de las suyas. Una la colocó sujetando el bol y la otra en la barilla. Y sin soltar mi mano comenzó a bater. El contacto era eléctrico y la calidez de su cercanía me gustaba.
Ese gesto por primera vez no fue sexual sino algo diría yo romántico que hizo que se me volvieran a encender las mejillas.
En menos de diez segundos la mezcla estaba líquida y se separó de mí.
-Ves,no era tan difícil sólo que tienes menos fuerza que un bebé de tres años.
-Por muy ofendida y atacada gratuitamente que me sienta no te voy a patear tu bonito culo por qué gracias a ti puedo decorar mis galletas.
Metí un dedo en la crema y lo chupé disfrutando del sabor del chocolate.
-¿Sabes que tienes la misma cara comiendo chocolate que cuando te di un orgasmo?-recordar aquello hace que sólo sienta vergüenza en estado puro
-No has oído lo de "¿El chocolate es el sustitutivo del sexo?"
-El sexo es la mejor sensación de este mundo y ningún tipo de comida puede cambiarlo.- ¿Ah sí? Ya veremos
Cogí un poco de la ganche con el índice y me acerqué a él.- Pruébalo.
- El chocolate es afrodisíaco ¿Quieres que me ponga cachondo?
-Tu sólo prueba- ignoré su comentario.
-Mmm no.
-Muy bien italianini tu lo has querido-y con mi dedo cubierto de chocolate apuntandolo a lo ET le perseguí por la cocina.
Corrí en circulos por la isla de la cocina intentando pillarlo. Me escondí en un lateral y cuándo se acercó me tiré a por él. Mi dedo manchado en vez de acabar en su boca rozó su mejilla manchandola.
- Además de floja,mala puntería
-¿Ah sí?- manché su otra mejilla.
-Liv una vez más y te vas a arrepentir- sin hacer caso a su advertencia manché la punta de su nariz lentamente dejando claro que no me importaban las consecuencias.
-Te he avisado- y tras decir eso me agarró. Intenté correr pero fue en vano era mucho más fuerte y rápido que yo.
-¡No,No!- intenté revolver entre risas
Cogió el bote de nata montada que había en la encimera y empezó a ponerla en mi pelo.
-¡No!¡En el pelo no!¡Te voy a matar!- cogi un huevo de la mesa- Sólo tienes una oportunidad o te juro que...
-¿Me pegaras con tus mini puñitos?- me retó riendo
Conseguí elevar el huevo por detrás y cascarselo en la cabeza. No se lo esperó por que me soltó y yo salí corriendo armada con otro huevo por si acaso. La verdad es que me lo estaba pasando estupendamente bien tanto que no me di cuenta de tendría que limpiar todo eso después.
Cuándo creía que me había librado e iba caminando de espaldas me topé por detrás con Marco que me miraba divertido.
-¿Creías que te podías escapar?
-La verdad es que sí
-Pues va a ser que no
Cogí un poquito de la crema de su mejilla con el índice- yo sólo quería que la provaras si me hubieras hecho caso los dos estaríamos limpios.
Lentamente chupo el dedo con la ganche y lo mordisqueo levemente. Divina tortura.
- Está exquisita- dijo suavemente, instintivamente pasé el brazo por detrás de su cuello acercandolo más a mí. Estábamos tan cerca que su nariz estaba manchando la mía de chocolate.
Sabía que venía un beso,ambos quisimos acabar con la distancia que separaba nuestros labios por que nos aproximamos lentamente,dentro de un segundo tendría esos divininos labios besandome....
-¡Olivia Graham que es esto!- y fue tal el susto que apreté el huevo que tenía en la mano en la nuca de Marco.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top