"¿Tienes algunas últimas palabras?"

Miró a la multitud de espectadores, aparentemente la gente había venido de todo el mundo para dar testimonio de este evento. Al frente de la multitud, vio ojos aguamarina mirándolo enmarcados por cabello negro. Pequeñas manos descansaban sobre un vientre ligeramente redondeado mientras la única persona que nunca había vacilado ante él observaba. Estaba vestida de rojo, era su color característico después de todo y el que le otorgó la Asociación.

Sus ojos color aguamarina brillaban con lágrimas no derramadas, pero él la conocía lo suficiente como para que no llorara frente a él. Le dijo: "Adiós, Tohsaka". Luego le dedicó una sonrisa que fue respondida con una quebradiza de su amigo. Ella había intentado salvarlo, revocar la sentencia impuesta sobre su cabeza con cada gramo de poder que tenía, pero al final había sido en vano.

Había admitido todos los delitos por los que había sido condenado. Se presentó ante el juez, lo miró a los ojos y confesó plenamente su culpa. Issei había tenido razón al entregarlo; después de todo, se había convertido en una máquina en su búsqueda por defender su ideal. El monje no podía soportar ver la sangre que empapaba las manos de su mejor amigo cada vez más, más de lo que podía hacerlo el propio Shirou.

Él expiaría y luego iría a servir después de la muerte. Entonces podría lograr su sueño como guardián. Salvaría a todos, y este sacrificio final de su ejecución evitaría una guerra. Así que en realidad estaba feliz.

Salvo por esa mirada en el rostro de Tohsaka, era como un golpe paralizante cada vez que la miraba.

Mientras el verdugo bajaba la cuerda alrededor de su cuello, se sorprendió preguntándose si las cosas habrían sido diferentes si hubiera elegido de otra manera. Tal vez el niño en su útero podría haber sido suyo, en lugar de algún extraño sin nombre y sin rostro concebido por la magia y la ciencia. Podríamos haberla llamado Ilya o Arturia, pensó antes de que esos dos nombres le dieran otra punzada.

Saber había sido su primer fracaso e Ilya el más grave. Cuando Ilya se perdió, sintió como si una gran parte de sí mismo hubiera muerto. No le quedaba nada para mantenerlo en casa, por lo que se sacrificaría por los demás. Ni siquiera Luvia podía llenar ese vacío dentro de él, y finalmente se había ido de su lado.

Él estaba solo.

Siempre estaría solo.

Entonces el suelo se dobló bajo sus pies y con un fuerte crujido dejó de estar.

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Los registros interminables se extendían más allá de su comprensión. Registros de dolor, pérdida y muerte. Él era un Reaper, un Limpiador, el que borraría un evento y todos los que lo habían sobrevivido por un todo. Era una marioneta, sin nombre, sin rostro y sin sentimientos. El suyo era un infierno vacío además de apagar el sufrimiento de los demás, ya que vagos recuerdos de gritos y lágrimas lo perseguían cuando tenía un sentido de sí mismo.

Se estaba perdiendo cada vez más, su nombre olvidado para sí mismo, lo único que quedaba era un destello de la verdadera memoria. Una chica reluciente con cabello como oro hilado y ojos como esmeraldas rodeados de un halo plateado por la luz de la luna. Fue algo a lo que se aferró por un tiempo, pero luego finalmente se le escapó. El recuerdo nunca se desvaneció, pero su preciosidad había perdido todo significado para el Guardián.

Entonces escuchó una voz. Una voz que había olvidado hacía mucho tiempo, pero lo llenó de júbilo cuando la escuchó. Era la voz de una niña, aguda y exigente, y lo estaba llamando. Ella necesitaba él para luchar por ella. Entonces aceptó su llamada.

Volvió a tener pensamientos y sentimientos. Su voluntad volvía a ser suya y la razón había sido restaurada. Al principio hubo confusión, él era Archer, era de lo que había sido consciente al principio. Entonces recordó que su nombre había sido Emiya Shirou.

Había sido un idiota.

Había querido salvar a todos.

Y al final, no pudo salvar a las personas que más quería salvar.

Así que se mataría para evitar que eso sucediera.

No importa qué.

Tohsaka no lo detendría. Saber no lo detendría. Ilya no lo detendría.

O eso pensaba él.

Había olvidado que esos tres siempre parecían demostrar que estaba equivocado cuando menos lo esperaba. Así que se había encontrado en un infierno completamente nuevo. Una y otra vez, un bucle que se repite con más y más registros. ¿Había hecho esto una vez antes? ¿Era esta su primera vez o la millonésima? No había forma de que pudiera decirlo, aparte del hecho de que aparentemente los Sirvientes también podían sentir un déjà vu .

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Ilya sonrió, girando ligeramente, su vestido blanco flotando a su alrededor. Ella dijo: "Tal vez puedas salvar a la primera persona a la que fallaste". Luego se fue en un destello de blanco dorado, dejándolo solo una vez más.

Archer levantó un brazo derecho de un salto con Kansho ya agarrado, mientras que el otro estaba a su lado. El sudor hacía que su ropa se pegara húmeda a su piel, su corazón latía aceleradamente y respiraba con dificultad. Sintió que algo crujía a su lado y se giró para ver unos ojos verdes y turbios que lo miraban.

Saber se sentó instantáneamente mientras soltaba a Kansho en la nada. "¿Arquero?" ella preguntó.

Se pasó una mano por el cabello húmedo y dijo: "Lo siento". Su voz era áspera incluso para sus propios oídos.

Saber apoyó la mano en su brazo y dijo: "Estabas teniendo una pesadilla".

"Ha pasado un tiempo", dijo mientras se miraba las manos antes de mirarla a ella. Teniendo en cuenta lo que había sucedido esta noche, razonó que debería haberse despertado con algo más que Ilya yendo a morir después de presenciar su propia ejecución una vez más y su propio plan estúpidamente desesperado fallar una y otra vez. Sin embargo, su mente se burló de él por lo frágil que era en realidad y en lugar de despertarse dolorosamente excitado, se despertó listo para matar algo.

Eso es genial, Emiya, pensó mientras comenzaba a moverse de la cama.

Pequeñas manos se envolvieron alrededor de su cintura, deteniendo sus movimientos. Su aliento salió de su cuerpo cuando sintió su mejilla presionando contra su espalda caliente. No había dolor por su apretado agarre, y en todo caso, no se había sentido tan maravilloso en mucho tiempo. Cada onza de él se sentía rejuvenecido y completo de nuevo, los miles de pequeños dolores y dolores de músculos tensos a los que se había acostumbrado con esta segunda vida habían desaparecido por completo. Jadeó cuando ella le dio un pequeño apretón y encontró sus manos descansando sobre las de ella.

"Ya has tenido estos antes", dijo antes de acariciar su espalda.

Asintió mientras se acomodaba en la cama, todavía erguido porque la sensación de Saber acurrucada en su espalda parecía muy correcta. Dijo: "Ha pasado un tiempo desde que tuve uno. No quise asustarte. "

"No me diste ningún motivo de alarma que no fuera tuyo", dijo antes de dejarlo ir. Él se giró para mirarla y ella estaba de rodillas, acercándola al nivel de sus ojos. Ella extendió la mano para acariciarle el cabello y dijo: "Deseo ayudarte Archer".

Se inclinó hacia su toque, suspiró y dijo: "Lo sé. Aunque no sé cómo empezar ".

"Debes haber visto cosas terribles en tu mandato como guardiana", dijo con un movimiento de cabeza.

Después de recostarse, dijo: "La puta de todo esto es que no lo recuerdo. Recibo registros que puedo leer con gran detalle, pero eso lo empeora. Quiero decir, si pudiera recordarlo. . . Podría ser mejor. En cambio, recibo estos libros pesados ​​sobre mí matando a más personas que el cáncer. Desastres y guerras, cientos de miles de personas, tal vez incluso millones. Toda esa sangre manchando mis manos y no puedo recordar ni un maldito minuto de eso ".

Archer esperó su repulsión, pero en lugar de eso, Saber envolvió sus ligeros brazos alrededor de él nuevamente. Él la miró a los ojos esmeralda y ella dijo: "Una vez me dijiste que no podía negar mi pasado ni olvidarlo, pero que debería intentar forjar mi propio futuro. Mantienes esa culpa y dejas que esos recuerdos te persigan porque no buscarás ningún consuelo para ti ".

"No sé cómo", susurró con un movimiento de cabeza.

Saber sonrió y dijo: "Yo tampoco, pero sin embargo estamos luchando juntos por esto. Y hay un entendimiento entre nosotros que nadie más puede comprender. Al menos recuerda esto, no estás solo. Como me prometiste, te lo prometo ".

"Gracias, Saber", dijo antes de darle un beso en la frente. El rosa tiñó sus mejillas pero sonrió.

Hubo una pausa antes de que ella dijera: "Creo que para que esto funcione entre nosotros, debemos trabajar juntos. No puedes simplemente asumir todas las cargas sobre ti, Archer. Ni puedo seguir revolcándome en mi propia autocompasión ".

Archer la miró a los ojos y dijo: "Tienes razón, Saber".

"Bien, ahora tienes mi juramento. Lucharé a tu lado. Juro ser tu espada cuando no quieras o no puedas tomar las armas. Prometo hacerte sonreír cuando nadie más pueda ", dijo con una voz clara y uniforme, sonando como el Saber que había sido su Sirviente cuando lo proclamó su Maestro hace tanto tiempo.

Su pecho se tensó cuando la atrajo a sus brazos, hundiendo su rostro en su cabello. Ella lo abrazó a cambio mientras él le susurraba: "Gracias, Arturia Pendragon".

"Algún día te llamaré por tu Nombre Verdadero, Archer", dijo mientras acariciaba su cabello.

Mientras la sostenía, Archer se dio cuenta de que temía y añoraba ese día.

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Saber observó el pecho de Archer mientras subía y bajaba, su respiración era pesada con un ligero silbido mientras dormía. No era un ronquido, pero el sonido le pareció entrañable. No dormiría hasta que no quedara rastro de las pesadillas que lo habían atormentado. Pesadillas que obviamente lo habían atormentado antes.

Ella misma había tenido pesadillas ocasionales, por sus acciones cuando Sakura la había corrompido, o por tener que elegir entre lo que su país pensaba que era correcto o el valor de sus mejores amigos, y luego, por supuesto, estaba Mordred. Todos estos la habían perseguido durante el sueño en algún momento, pero no hasta el punto en que se había despertado buscando una espada.

¿De dónde consiguió esa espada y dónde se había ido?Saber reflexionó mientras estiraba la mano para acariciar su suave cabello blanco. Una pequeña insinuación de una sonrisa apareció en sus labios ante la caricia y ella pasó sus dedos por los mechones nevados de nuevo. Su cabeza se inclinó hacia su mano y ella encontró sus mejillas calentándose al verlo.

Parece hambriento de contacto, pensó. Se estremeció al recordar el obvio placer que sintió al complacerla esa misma noche. Era algo que claramente había querido hacer y, como es típico de Archer, no quería nada a cambio. Saber se dio cuenta de que era algo en lo que ella tendría que trabajar, justo cuando le dijo que tenía que hacer las cosas por sí misma, él también tenía que hacer lo mismo.

Además, ver esos ojos grises oscurecidos por la necesidad. . .Saber negó con la cabeza ante el impactante pensamiento. Sin embargo, la idea de traer a Archer el mismo tipo de éxtasis que tenía por ella y verlo mientras lo hacía era deliciosa. Él tenía razón en que ella no tenía experiencia. Después de todo, no sería extraño saber si tuvo un amante en su vida o quizás una veintena de amantes. A la mayoría de las mujeres les hubiera encantado tener un hombre como él. Gruff, protector, amable, considerado y un maestro en la cocina.

Podría haberse acostado fácilmente con Rider o incluso con Rin, pero eligió una existencia solitaria. Sin embargo, quiere esto conmigo. Entonces no es un hombre que ama ociosamente, pensó. Sus acciones hablan más fuerte que sus palabras agudas. Es un hombre lleno de tantos remordimientos como yo, o quizás más. Sin embargo, lucha. No lo insultaré más.

Ella se acurrucó contra él de nuevo, con la cabeza apoyada en un hombro ancho. No era tonta al pensar que sabía exactamente qué hacer. En todo caso, tenía la sensación de que sería torpe en todo lo que se interpusiera entre ellos. Sin embargo, ella juró que lo ayudaría como él juró ayudarla a ella.