Capítulo 8: Una pequeña ayuda
Era un día más, un día menos para el evento del aniversario de la batalla que salvó Japón. Ochako Uraraka se había levantado temprano para tratar de correr un poco para ejercitarse. La tensión de estos días había cambiado un poco su rutina y tenía que mantener el ritmo.
Mientras corría, trataba de mantener la mente en blanco. Pero, eso sería diferente porque en su camino se encontraría a Mei Hatsume que estaba preparándose para ir a la academia UA. Era sábado, pero tenía que dar las clases de refuerzo para sus alumnos del departamento de apoyo.
— Ohayo, Uraraka. -decía Mei mientras salía de su edificio-.
— Ohayo... Hatsume-san... -Uravity estaba algo cansada-. ¿Vas a la UA, verdad?
— Hai... -contestó la pelirosada-.
— Te acompaño. -Ochako decidió caminar para poder recuperar el aliento-.
El camino empezó tranquilo, las dos iban platicando sobre trivialidades. Más que nada, era para evitar hablar del tema de Midoriya. Pero, era inevitable cuando atravesaron la puerta.
— Uraraka, ¿qué harás exactamente? -preguntó Hatsume solo para comprobar una teoría suya-.
— Iré a buscar al director. Necesito localizar a All Might y buscar respuestas. -Ochako estaba dispuesta a intentarlo-.
— Hai, gambere. Si logro desocuparme pronto, te acompañaré. -Hatsume estaba sorprendentemente cooperativa-.
— Arigato. -la mochi comenzaría a caminar hacia el despacho del director-.
Para ella era un camino lleno de nostalgia porque veía que habían jovencitos con el uniforme deportivo que se dirigían a alguno de los gimnasios, otros que estaban pasando el rato mientras comían y otros que iban para la piscina.
Cuando llegó a la puerta de la oficina, notó que habían varios rostros conocidos que la saludaron mientras ella se acercaba a ellos.
— Ochako-chan, te estábamos esperando. -Tsuyu llegó para darle un pequeño abrazo a su amiga-.
— Chicos, ¿qué hacen aquí? -preguntó Uraraka claramente sorprendida-.
— Shoto-san había dicho que podríamos buscar a All Might, y también sospechamos que vendrías aquí para saber dónde encontrarlo. -Momo abrazaba el brazo de su prometido-.
— Y como Midoriya-kun también es nuestro amigo, queremos ayudarte. Ya no tienes que cargar con esto tú sola, Uraraka-kun. -Iida se acercó para ofrecerle la mano-.
— Iida-kun, chicos. -la castaña sonreía mientras las lágrimas caían de sus ojos, ella se sentía conmovida por sus buenas intenciones-.
— ¿Entramos ahora? -preguntó Todoroki para tocar la puerta, la cual emitió un sonido para abrirse y permitirles la entrada-.
Ellos dieron el primer paso e ingresaron a la habitación, que se veía bastante amplia y tenía una vista bastante hermosa de la academia. El sol comenzaba a brillar y se veía que una sombra destacaba entre la luz.
Era el asiento del responsable de la dirección y administración de la academia, nada más y nada menos que...
(Cr: @ ranji_ayano en Twitter)
— ¿Aizawa-sensei? -preguntó Uraraka, los demás ya sabían sobre esto-.
— Irashai, retoños. -dijo el antiguo profesor de la clase A-.
Estaba notablemente más cansado, tenía un parche en el ojo y una pierna de metal pero no se veía al estar vestido de traje.
— ¿Cómo es que... ? -preguntó Ochako, quien no salía de su asombro-.
— Cuando todos ustedes se graduaron, Nezu consideró que era necesario que cambiara de manos esta institución. Se culpaba que esta situación con los villanos exigiera un sacrificio de varios héroes y que uno de ellos fuera un estudiante y que él no hubiera podido hacer nada. Así que consideró que yo era apto para dirigir la UA. -explicó con seriedad el ahora director-. Y bien, ¿a qué debo el honor de sus presencias?
— Sensei, queremos saber en dónde se encuentra All Might. Él podría ayudarnos para un pequeño homenaje que queremos hacer para nuestro compañero. -Iida fue quien habló de forma calmada para que no se pensara que había más importante detrás-.
— ¿Y se puede saber qué planean? Porque All Might está pasando por un proceso emocionalmente complejo ya que él aún no ha podido superar por completo lo sucedido y no quisiera que le den problemas. -Shota quería estar seguro que sería necesario-.
— No queremos hacer nada que cause problemas. Quiero simplemente poder cerrar un ciclo que aun no he podido completar. Deku-kun era importante para mí, pero no pude apoyarlo cuando más pudo necesitarlo. -Ochako apretaba su puño y lo ponía en su pecho-. Si él pudiera verlo, quiero que él sepa lo mucho que significaba para nosotros. Que no solo fue un simple compañero, que era nuestro amigo y que lo quisimos mucho.
El director Aizawa veía fijamente a Ochako, quien estaba seria pero que transmitía total seguridad en sí misma. Así también estaban los compañeros presentes, lo que llevó a una simple acción: un pequeño papel.
— Vayan a esta dirección, pero cuidado con lo que le digan a All Might o con quien los reciba. Hablar de Midoriya puede ser complicado, aún cuando ha pasado un tiempo. Si les preguntan cómo saben esa dirección, digan que se las entregué yo. Gambare y no causen demasiados problemas. -Aizawa estiró la mano y Uraraka se acercó para leer lo que decía-.
— Arigato gosaimashita. -Momo se inclinó para hacer reverencia, gesto que siguieron los demás-.
Cuando todos estaban dispuestos a irse, Aizawa vería cómo todos se veían igual a como cuando estaban en su primer año y antes de la gran batalla. Se veían bastante unidos.
— Uraraka... -llamó el director-.
— ¿Hai? -ella volteó a ver-.
— Es bueno ver que tus amigos también se preocupan por ti. Gambare. -concluyó luego de ponerse los lentes y servirse un shot de sake para luego voltear su silla hacia la ventana-.
— Arigato, sensei. -se despidió la mochi mientras cerraba la puerta-.
Cuando ella comenzó a caminar hacia donde estaban sus otros amigos, vio que se acercaban a la entrada donde estaba Hatsume esperando.
— Hatsume-san, viniste. -Ochako se alegró de verla-.
— Hai, hai. Power Loader-sensei no tuvo problemas en cubrirme. Le dije que debía atender algo importante. -Mei alzó el dedo pulgar con una sonrisa-.
— Bueno, tenemos que ir ahora que estamos motivados. -Iida quería ser quien guiara a los demás mientras hacía sus conocidos movimientos robóticos-.
Uraraka estaba revisando el papel y notó que el camino era un poco largo pero que en unos minutos a pie se podía llegar fácilmente.
— ¿Saben algo? -Ochako tomó la palabra-. A pesar de todo el tiempo que pasó, nosotros cambiamos pero a la vez seguimos siendo los mismos.
— ¿A qué te refieres, Ochako-chan? -Tsuyu estaba interesada por esa afirmación-.
— Que cada uno de nosotros vivimos nuestras propias vidas, tomamos decisiones y avanzamos. Siento que yo... -Uraraka se sentía decepcionada-.
— Pero, al final tú también creciste, maduraste a tu manera y te convertiste en una heroína como todos nosotros. -Todoroki parecía ser la voz de la sensatez-.
— Soy una heroína también. -Hatsume quería sentirse incluida y Ochako le dio una sonrisa-.
Así estuvieron caminando durante varios minutos hasta llegar a un condominio de apartamentos. Se veía bastante humilde, pero bien cuidada. Uraraka revisó la tarjeta donde estaban los datos. Subieron hasta el sexto piso y llegaron a una puerta con el apellido Midoriya.
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