Capítulo 4: Nostalgia
*Créditos de la imagen: @ ha_wotakuba en Twitter*
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Bakugou se estaba alejando de la salida de su agencia caminando, estaba cabizbajo porque discutió con Kirishima sobre Deku. El rubio se lamentaba, muy en sus adentros, no haber podido ser más empático o menos cruel con Midoriya.
Pero era diferente ahora que él ya no estaba. Le molestaba que hablaran del pecoso porque nunca imaginó que realmente ya no estaría. Es verdad que le dijo antes que se suicidara, pero en aquel entonces todo era diferente.
— Oyasumí, Bomberman. -decía una chica alegre con gogles en su cabeza-.
Lo que terminó sacando de sus pensamientos al ojirubí fue ver que salía una chica de pelo rosa en forma de tentáculos de la UA, ella lo había saludado con ese apodo tan estúpido, como él dice.
— Cállate tentáculos, no estoy de humor. ¿No deberías estar descansando como la gente normal? -preguntó Katsuki para luego ir caminando molesto-.
— Pues, eso te debería aplicar a ti también. -Hatsume no le temía a la muerte, y menos a Bakugou, aunque ella tampoco lo conocía tanto-.
— Mejor no me molestes, además todavía necesito esos ajustes a mis guanteletes. -decía mientras volteaba a ver a la inventora-.
— Sumimasen, pero se retrasaron por un inconveniente. Oye, ¿sabes de lo de Midoriya? -preguntó Mei curiosa, sin saber que era un tema áspero para el rubio-. Que parece que él resucitó en la casa de Uraraka
— ¿Ahora todos hablan de ese nerd...? Espera, ¿resucitar...? -Kacchan comenzaba a cansarse de lo mismo, pero ese verbo llamó su atención-.
— ¿Qué mierda dijiste? ¿Deku resucitó...? Pero si él está muerto. -preguntó medianamente tranquilo el rubio explosivo-.
— Pues, ella lo llamó como "una alucinación causada por el estrés". No recuerdo bien las palabras, pero dijo que Midoriya quiere cumplir un deseo y ella quiere ayudarlo. -decía ella mientras terminaba de cerrar la puerta, pero Bakugou apretó los puños mientras escuchaba eso-.
En el apartamento de Ochako al día siguiente
La mochi estaba durmiendo hasta que el sol la despertó. Ella se volteó pero al no sentirse cómoda para volver a dormir, decidió terminar de despertar.
— Ohayo, Uraraka-san... -decía una voz aguda masculina bastante conocida-.
— Deku-kun, regresaste... KYAAAAAAAAAAAAAAA. -ella al voltear a verlo ahogaría su grito-.
Él estaba con una toalla secándose el torso, solo estaba en bóxer y al notar la reacción de ella, se escondería en una esquina cerca de la entrada del baño.
— Gomen, es que tenía un poco de calor y quise refrescarme. -respondió como pudo el pecoso, que trataba de esconder su sonrojo-.
— ¿Por qué... tomarías un baño? Kemy-san está aquí también... -Ochako se ocultaba entre las sábanas-.
— Porque quiero salir más, Uraraka-san. -Izuku salió cubierto de la cintura con la toalla y con una camisa blanca puesta-. Quiero ver a los demás, quiero ver si han cambiado o si... ya no me recuerdan...
Los ojos de Izuku, por primera vez, mostraban algo de melancolía. Ochako pensaba que en algún momento pasaría, así que ella solo dispondría de mostrarle la realidad de cada quien.
Luego de una hora para prepararse y desayunar, los dos se harían camino para avanzar. Era día libre para la castaña, así que hoy pudo salir un poco más casual. Izuku notaba que ella se veía preocupada, se sentía un poco culpable todavía por lo que pasó cuando estaba vivo, pero él no le diría nada hasta más adelante.
— Creo que podemos ir a ver a Hatsume, ella me dio los guantes que ibas a usar... -Ochako se detuvo al notar que una sensación de tristeza estaba por llegar-.
— Los vi, realmente fue nostálgico volver a verlos. Ella es una inventora increíble... y también me gustó verte usándolos. -Izuku veía al cielo con una pequeña sonrisa-.
Incluso ese pequeño gesto haría pensar a la mochi, esa inseguridad que le generó ese rechazo revivía e Izuku no se daba cuenta, no por ser malo con ella, Uravity tras el deceso de él, pensaba que Midoriya no fue malo con ella adrede.
— Uraraka-san, ¿eres tú? -una voz femenina resonó a unos metros detrás de ella-.
(Cr: @ sainetukagura en Twitter)
— Yao... ¿Yaomomo? -preguntó Ochako con alegría-.
La azabache llegaría corriendo a paso ligero para abrazar a la mochi, que la recibía alegre y con un bonito abrazo.
— Uraraka-san, hace tiempo que no sabía de ti. Te ves bien y bastante alegre. -Yaoyorozu parecía no tener mucha idea de lo que pasaba-.
— Exageras, je je. Tú te ves divina, ¿qué tal tu viaje? -preguntó Uravity mientras comenzaba a caminar-.
— Es un fastidio haber heredado las empresas de mi familia y no ser una heroína en los viajes de negocios. -se quejaba la millonaria de la antigua clase A-.
— ¿Pero no te acompañó Todoroki-kun? -Ochako quería que Izuku tuviera contexto de todo lo que involucraba la azabache-.
— Dijo que tenía que ocuparse de la agencia porque estaba reclutando héroes en formación. Pero, les tengo una noticia sobre él y por eso quiero que me acompañes. Iba a avisarte más tarde si podías venir, porque no sabía cómo estarías de tiempo. -Momo se veía emocionada y le costaba ocultarlo-.
— Pues, hoy es mi día libre. Pero podríamos pasar el día juntas, como en la academia. -decía la castaña con un tono más animado-.
— Me encanta la idea y más porque tengo unas horas sin mucho por hacer. Aunque... me da pena decirlo porque nunca tuve la oportunidad de hacer una cosa, ni siquiera en la UA. -la azabache estaba sonrojada-.
— Dímelo Yaomomo, tenemos tiempo. -Ochako quería animarla-.
— Yo quiero ir a... -Momo juntaba los deditos con pena-. Jugar... y comprar dulces...
— ¿Es... en serio? -preguntó Uraraka toda extrañada, Izuku tenía la misma cara de sorpresa-.
— Hai... es que... no sé qué podría ofrecerte para hacer si tú... -Ochako quería ofrecer algo pero Izuku se acercaría-.
— Uraraka-san, Yaoyorozu-san no cambió nada... -le dijo Midoriya, lo cual puso pensativa a Ochako-.
— Yaomomo... -la mencionada voltearía a ver-. Sigues teniendo esa alma de niña que conocí en primer año.
— ¿A qué te refieres? -preguntó extrañada la azabache-.
— Que para muchos siempre nos pareciste alguien demasiado inalcanzable por el dinero y a veces... -Uraraka volteaba a ver apenada-. Parecía que nos restregabas tu clase social en la cara.
Cuando dijo esto, Ochako solo podía ver a Deku para no mirar a Yaoyorozu a los ojos. Pero, Izuku le dijo con la mirada que volteara, incluso él estaba sorprendido. Momo estaba haciendo una reverencia.
— Yaomomo...
— GOMENASAI, URARAKA-SAN. NO ERA MI INTENCIÓN HACERLOS SENTIR INCÓMODOS. -la azabache cerraba con fuerza los ojos-.
— No no no, descuida. Sé que no lo hacías con malas intenciones. Mejor vamos a divertirnos, conozco un lugar que podría gustarte. -Ochako hizo que la chica millonaria levantara la cabeza-.
Apenas pasaron 10 minutos cuando llegarían a un lugar bastante colorido donde estarían varios grupos de jóvenes en maquinas para jugar. Yaoyorozu estaba con los ojos brillantes al ver un montón de jueguitos.
— SUGOI.
(Cr: desconocido)
— Se sorprende casi como yo cuando veía a All Might en la televisión. -Deku se mantenía a la distancia viendo cómo se emocionaba la pudiente-.
— ¿Qué es esa cosa que parece una candelabro gigante? -preguntó Momo emocionada-.
— Un juego de fichas. -A Ochako le caía una gota de sudor de su cara-.
— ¿Y este con volante de auto? -volvió a preguntar Momo señalando al juego y dos chicos extrañados que la veían-.
— Un juego de carros. -A Ochako le caían dos gotas de sudor de su cara-.
— ¿Y por qué hay una caña de pescar aquí? -Momo veía con brillos en la cara ese juego-.
— Un juego de pesca. -A Ochako le caían tres gotas de sudor de su cara-.
— ALÉJATE DE MI JUEGO, VIEJA LOCA. -dijo un jovencito de pelo verde oscuro y planchado que le tapaba uno de sus ojos-.
— ¿Pero por qué? -Momo replicaba como niña de 10 años que le acababan de castigar-.
— Porque este juego es para hombres como yo, así que vete a otro lado. -Yaoyorozu haría un puchero y se pondría en el asiento de frente del chico en el juego de pesca-.
— Una chica también puede jugar, ¿verdad Uraraka-san? -preguntó Momo pensando que le dirían que sí-.
— Etto... -ella no sabía qué responder ante esta situación inesperada e Izuku solo quería ver quién era el chico molesto-.
— Jugaremos, pero si gano no vayas a llorar. -el jovencito estaba dispuesto a humillar-.
— Sugoi, mi primer reto en un juego... -la azabache se veía extrañamente feliz-.
— VAMOS YAOYOROZU-SAN. -Midoriya quería apoyarla a ella-.
— ¿Tú también, Deku-kun? -Ochako no encontraba explicación a lo que pasaba-.
El juego iba a empezar, pero alguien jaló de la oreja al chico y esto alegraría bastante a Ochako, extrañaría a Izuku y haría que Momo hiciera otro puchero.
— Samidare, ¿qué te he dicho de intimidar a los demás? Y más si es una mujer, kero. -ese kero es bien reconocido por todos-.
— Tsuyu-chan. -Uraraka la abrazaría alegre-.
(Cr: desconocido)
— Ochako-chan, Momo-chan. Ohayo, kero. -la ranita waifu sonreía mientras Momo se acercó para darle el abrazo-.
— Qué gusto verte, Tsuyu-chan. ¿Este pequeño lo conoces? -preguntó Momo extrañada-.
— Es mi hermano menor, Samidare. Le encanta este juego, pero no le gusta compartir porque cree que es competencia. Disculpa si te ofendió. -la peliverde y su hermano agacharon la cabeza, él a regañadientes-.
— Descuida, me estaba divirtiendo. -Yaoyorozu le restó importancia-.
— Samidare, ve con Satsuki a comer y luego a casa. Me quedaré un rato con mis amigas. Cuídala, por favor. -Asui le pidió a su hermano, quien solo asintió molesto para luego irse con su hermana-.
— ¿Saben? Podemos ir a tomar algo en una cafetería que está cerca de aquí, creo que Kyouka-chan está tocando en vivo. -las palabras de Tsuyu emocionaron a los tres, aunque ninguna podía notar que Izuku estaba-.
— ¿Kyouka-san hace eventos? -Momo estaba contenta por su mejor amiga-.
— Desde hace dos años, dice que es su pasatiempo. Pero se nota que amaría vivir de su música. -contestó la ranita waifu-. Acompáñenme, se alegrará de verlas.
— Hai, vamos. -respondieron las otras dos señoritas-.
Las tres iban caminando, platicando alegremente mientras Deku se mantenía al margen e iba pensando muchas cosas.
— Creo que fue una buena decisión haber hecho esto... no me importa que no me recuerden pero ver que aún pueden sonreír significa que valió la pena. -Izuku veía con nostalgia las expresiones de ellas-.
Cuando llegaron a la cafetería, que tenía una pinta de ser temática, se veía al fondo un pequeño escenario donde estaba una reconocida chica de pelo corto, color morado, con jacks saliendo de sus orejas. Ella estaba terminando de cantar cuando todo el mundo le aplaudía.
— Uraraka-san, Yaomomo, Tsuyu-chan, kocchi-kocchi. -una chica de piel rosada, cuernos y ojos de mapache las llamaba con la mano-.
— Qué linda sorpresa verlas por aquí. -una ropa invisible se abalanzó para abrazarlas a las tres con bastante energía-.
— Toru-san, Mina-san, qué gusto. -Momo le dio un pequeño abrazo a la chica invisible y rosadita, ambas apretarían a la azabache-.
— Arigato, Toru-chan, kero. -decía Asui quien mantenía su carita inexpresiva-.
— Ohayo. -Uraraka hasta hacía puchero porque tenía la cara de la invisible sobre ella por el abrazo que recibió después de Yaoyorozu-.
— Qué lindo volver a estar reunidas luego de tanto tiempo. -decía Mina mientras bebía de su mimosa-.
— Jirou-san toca increíble. -decía Momo mientras tomaba asiento y veía que su mejor amiga tocaba la última canción del día-.
Izuku estaba parado detrás de Ochako y veía que todas estaban pasándola bien, él trataba de demostrar que se sentía alegre de que todas estaban bien. Pero, también estaba nostálgico, melancólico. Quería abandonar el lugar, pero no podía porque vería entrar a dos personas bastante conocidas para él.
— ¿Iida-kun, Todoroki-kun? -exclamó extrañado el pecoso al ver que ellos entraban-.
(Cr: desconocido)
— Vinieron los chicos. -decía Momo mientras se ponía de pie para recibirlos-.
— Ohayo. -Jirou había terminado su número-.
— Buen trabajo, Jirou-chan. -Toru le ofreció algo de tomar-.
— Arigato, gusto de verte Uraraka. -Kyouka extendió el puño y el gesto le fue correspondido con algo de pena-.
— Ohayo, qué agradable verlas. -Tenya se acercó levantando la mano para saludar y para sentarse-.
— Hola. -Shoto tan animado como siempre-.
Yaoyorozu lo abrazaba de la cintura mientras le sonreía. Todoroki también le sonreía pero menos que la chica.
— Podrías ser más expresivo, Todoroki-kun. -Mina quería fastidiar-.
— Gomen. -el chico pensaba que era un regaño, pero Ashido le puso la mano en el hombro-.
— Es broma, es bueno ver que estás más alegre. -contestó la rosadita y él asintió-.
Así empezaron a platicar entre todos, el ambiente era jovial. Parecía que recuperaban el tiempo perdido por el tiempo sin verse fuera del trabajo de héroes. Kyouka invitaría la comida y cuando todos estaban comiendo, la azabache tomó la palabra.
— Hace tiempo que no me sentía así tan a gusto con las personas que quiero. La mayoría de ustedes saben que Shoto y yo tenemos una relación desde el último año en la academia. Pero pasaron cosas entre nosotros y quiero que sean las primeras personas en saberlo. -Momo se puso de pie y tomó la mano de Shoto-.
Cuando se veía una pequeña argolla en la mano de Yaoyorozu, los ex alumnos de la clase A se alegraron mucho y empezaron a aplaudir.
– Omedetou, Todoroki-kun. -Iida le puso la mano en el hombro y estrechó la mano del ahora prometido-.
— Qué gran noticia Yaomomo, nos alegramos tanto por ti. Pido ser la madrina de la despedida de soltero -Hagakure le tomó la mano a Momo y saltaba de alegría, Mina se les unió-.
— Oe, ese trabajo es mío Toru-chan. -Mina se reía porque ya fantaseaba lo que podría hacer con su creatividad-.
— Yo ya veía venir que harían este anuncio. Omedetou, Yaomomo. -Jirou le daba un fuerte abrazo a su amiguis-.
— Yo lo sospechaba porque no nos reuníamos desde el aniversario de Midoriya-chan, kero. -Tsuyu puso su dedo en su mentón y todos pusieron una cara un poco triste-.
— Es cierto, eso me recuerda algo, Uraraka-san. -Mina volteó a ver a la castaña-. Kirishima me contó que no irás al aniversario de Midoriya.
Estas palabras incomodaron a la mochi, y un poco a los presentes. Ella estaba cabizbaja, Izuku se imaginaba que ella se podía incomodar cuando salía su nombre en la charla, pero no le molestaba porque entendía que lo que él le dijo a Ochako en su momento era doloroso, así que él prefirió abandonar el lugar.
— Deku-kun... -ella se levantó para ir a buscarlo, pero se le quedarían viendo a ella-.
Cuando Ochako se alejó para buscarlo a él, Izuku no estaba y tenía que buscarlo. Los demás se quedaron algo sorprendidos que lo llamara, especialmente por cómo ella se hizo fama en la academia cuando se mencionaba a Midoriya.
— Eso fue extraño. -Iida pensaba que Ochako no estaba bien-.
— Es natural que reaccione así. -decía Shoto y todos voltearon a verlo-.
— Ella y él tenían una relación particular, se llevaban como amigos. Pero ella parece que en su momento tuvo otros sentimientos por él. En todo este tiempo, Uraraka no podía asimilar de la misma manera el luto de su pérdida. Era su mejor amiga, así que es natural que se sintiera así. -explicó Todoroki-.
— ¿Cómo es que no fuiste detective? -Mina quiso bromear y el ambiente cambió para que fuera todo más jovial-.
En otro lado, un rubio de ojos rojos estaba en su cama, pensando sobre lo que ha escuchado en los últimos días. El resentimiento o la culpa que siente por lo que le pasó a Midoriya lo tenía constantemente en alerta.
Tras unos segundos se levantaría de su cama e iría a su armario. Al abrirlo, vería un maletín particularmente llamativo, lo sacaría de su lugar para sacar lo que contenía de ahí para inspeccionarlo con la mirada. Luego lo guardaría, era un objeto que podía ser valioso económicamente, pero que guardaba mucho significado.
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