Capítulo 10: Watashi ga kitta
*Créditos de la imagen: @ chioneone12daze en Twitter *
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Los jóvenes habían salido de la residencia Midoriya. Los seis iban con varios cuadernos de apuntes de héroes que Izuku escribió años atrás.
— Qué bonito gesto de su madre que nos prestara estos cuadernos. -Hatsume estaba impresionada de que les había salido bien esta situación-.
— Hai, pero no creí que lo haría. -Shoto tampoco estaba demasiado preparado-.
— Qué buena madre. -contestó Momo-.
— Pero... es un poco triste. -Tsuyu fue quien hizo que todos la vieran-. Cuando nos entregó los cuadernos, ella parecía que trataba de no romperse todavía más.
— Bueno, en cierta forma sería comprensible porque son recuerdos que duelen. No me imagino lo que es ser un padre, pero se ve que le importaba muchísimo su hijo. -Iida se sentía triste luego de haber salido de ese apartamento-.
— Oigan... -Ochako llamó la atención del resto-. ¿Creen que deberíamos revisarlo todos juntos?
Ellos empezaron a reflexionar sobre ello, y la verdad es que si es el deseo de Izuku donde tenían que estar sus amigos, era justo que así fuera. Así que fueron caminando a la residencia de Ochako.
— Son recuerdos que duelen... entonces ¿no debería ser mejor que no pudiera ver a Deku-kun? -pensó Ochako mientras veía que Izuku estaba desde su ventana viendo hacia el cielo-. No, pero...
Luego de unos minutos, Izuku notaría que la castaña venía a casa y bastante acompañada. Eso alegró al pecoso y comenzó a alzar el brazo.
— URARAKA-SAN, OKAIRI... VIENES CON TODOS, SUGOI.
— Solo verlo... hace que... -pensó ella pero se vería interrumpida cuando a la entrada del edificio estaba la roomie-.
— Okairi, Ochako-san. Veo que vienes con tus amigos. Watashi wa Utsushimi Kemy-desu, yorushiko onegaishimasu. -la chica de labios carnosos se inclinó para permitirles entrar al edificio-.
— Yorushiko ne. -contestaron todos y comenzaron a caminar detrás de Kemy, que los guiaría al apartamento-.
— Permítanme un momento, ya los alcanzo. -Uraraka les dijo alzando la voz mientras volvía a la calle, en donde estaba Izuku-.
Ella se fue corriendo para que el pecoso la viera, Midoriya seguía viendo al cielo y notó con el rabillo del ojo que lo estaban llamando, así que de un salto llegaría con la mochi.
— Deku-kun. -la mochi quería platicar con él tranquilamente, así que le ofreció una tranquila sonrisa-. Fui a visitar a tu madre.
Esas palabras cambiaron por completo la expresión de Izuku, él no esperaba bajo ningún concepto que le dijeran semejante cosa. Su rostro era casi de miedo más que de sorpresa.
— Ella nos permitió ver algunos de tus cuadernos de a... -cuando ella quiso hablar, Midoriya la interrumpió de golpe-.
— DEVUÉLVELOS. -el peliverde, en un arrebato, le quitó el cuaderno que ella tenía en las manos-.
— Oe...
— ¿Por qué... hiciste eso? -Izuku estaba con la cabeza agachada-.
— ¿Por qué...? -Ochako estaba confundida-. ¿Deku-kun?
— Le recordarás a oka-san sobre mí si lo haces... -la voz de él estaba rompiéndose las lágrimas empezaban a caer-. Yo estoy... haciendo que mi madre se sienta muy triste... no quiero que ella me recuerde...
— Pero... eso es imposible, Deku-kun... -casi en susurros le decía la castaña-.
— ¿Y ESO QUÉ IMPORTA? -ahora Izuku se exaltó-. Yo quiero que oka-san se olvide de mí... aunque solo sea un poco...
(Cr: @ m_hk_a)
— Mentiroso... -Ochako estaba molestándose-. ¿No habías dicho que querías que todos pensaran que rescataste sus sonrisas? Tu madre estaba feliz de saber que fuiste feliz. Pero ya es suficiente, Deku-kun. -ella le sacaría el cuaderno de las manos a él-. Siempre te preocupaste más por otros, pero nunca pensaste en ti. En que nos harías falta tenerte en nuestras vidas. Eso me molesta... que cuando estabas lastimado mantenías la sonrisa, que cuando tu vida peligraba no te importaba hacerte daño. Pero siempre llorabas por los demás...
— ¿Por qué le estoy gritando? -pensaba Uravity en sus adentros, sus manos temblaban-.
— Uraraka-san... todo estará bien. Yo estoy aquí. -Izuku estaba un poco triste de verla así, pero sintió confusión cuando sintió cómo lo apretaban-.
— PERO YA NO ESTÁS AQUÍ, DEKU-KUN... Ya no estás y me duele...
(Cr: @ m_hk_a en Twitter)
— ... -Midoriya tenía la cabeza baja, pero alzaría la mirada cuando la mochi tomaría la palabra-.
— Cuando los héroes necesitan ayuda, ¿quién iba a salvarlos? -la castaña estaba llorando mientras abrazaba al ojiverde-. Deku-kun, no hay día que no me culpe por haberte dicho que deseaba no haberte conocido ni haberte salvado. Me arrepiento tanto haberte golpeado y haberte dicho muchas cosas feas. Yo quería poder luchar contigo, poder alcanzarte para que no hicieras nada solo. Cuando vi tu cuerpo, me sentí tan impotente de no poder alcanzarte. Pero me equivoqué al decirte lo que sentía. Yo sé que no estabas obligado a corresponder mis sentimientos pero, yo no quería que murieras... Y ahora que por mi culpa no puedes descansar en paz, no sé qué hacer...
(Cr: @ LuciLouLuce en Twitter)
La castaña estaba en un mar de lágrimas. Izuku solo asintió en abrazarla mientras él también lloraba. Los demás querían llamarla, pero habían escuchado sus gritos. Hatsume y Tsuyu le pidieron a todos que nadie dijera nada, era un momento que debía ser a solas.
— Uraraka-san, no tienes que decirlo. Yo fui egoísta porque estaba preparado para esto. Fui un patán contigo cuando no te lo merecías, pero en mi interior pensé que era lo correcto porque no habría resistido que se derramara más sangre. Si tal vez volví, fue porque quería que mi deseo fuera compensar un poco ese tiempo que no pude disfrutar al lado de ustedes. Todavía no lo tengo claro, pero... gracias por esforzarte. -Midoriya se limpiaba las lágrimas y le sonreía para también quitarle las lágrimas a la mochi-.
Y así los dos subirían hacia al apartamento de la castaña, ella se quitaría los zapatos y se sentaría en la sala. Ninguno decía nada, pero le dieron un abrazo en conjunto. No necesitaban decir nada, aun cuando era difícil de creer, creían en lo que Ochako sentía y con eso bastaba.
— Todo este tiempo que no pensé en mí mismo, Uraraka-san pensó en mí... y todos los demás piensan en ella. -Izuku veía con una sonrisa triste cómo todos estaban abrazándola-.
— Ochako-san, tengo una duda. -Momo alzó la mano luego que habían puesto los cuadernos de apuntes en la mesa de la salita-. Si puedes ver a Midoriya-san y cumples su deseo, ¿eso lo hará desaparecer?
— Yo lo he estado pensando y... -la chica de los mofletes se puso de pie ante todos-. Sería egoísta querer que se quede cuando él debería descansar en paz. Me gustaría que todos pudiéramos verlo aunque sea una vez...
— Chicos...
Al oír esas palabras, Uraraka dejó de hablar y abrió los ojos como platos. Notó que había alguien en el pasillo que venía de la puerta a la sala de estar. Era Izuku, nadie más podía verlo, solo la castaña.
— Uraraka-san... necesitas un pequeño descanso... yo me encargo...
— Deku-kun, ¿qué vas a hacer...?
— ¿Midoriya está aquí? -Shoto fue quien preguntó y los demás comenzaron a buscar algo parecido a algún fantasma-.
Izuku comenzó a caminar hacia la mesa donde estaban todos. Veía que nadie prestaba atención donde se encontraban esos apuntes, así que abrió en el número 13 y comenzó a escribir. Solo Ochako estaba atenta y ella volvía a sentir que su vista se nublaba.
Luego un pequeño ruído hizo que todos se estuvieran quietos. El más cercano era Iida, quien veía que el cuaderno había caído al suelo y estaba abierto en una página específica.
— Bitácora de héroes número 13: algunos héroes como Froppy, Shoto, Ingenium 2.0, Creati y Uravity, así como la gran inventora Mei Hatsume han tenido un crecimiento notable como personas. Los civiles detrás de sus nombres y de su trabajo fueron las personas más increíbles que pude admirar. Me siento feliz que cada quien cambió y creció. Por cierto, felicidades por su compromiso a los héroes Shoto y Creati.
Esto último que varios sintieran que caían las lágrimas de sus ojos. Especialmente Todoroki y Yaoyorozu, quienes se abrazaban con una sonrisa. Realmente Midoriya estaba entre ellos.
— Es la letra de Midoriya-san. -Yaomomo estaba viendo el cuaderno y no dejaba de soltar lágrimas-.
Todos veían a Ochako y ella estaba de pie llorando en silencio. No podía expresar si era de alegría que todos notaran que Deku estaba entre ellos o si era porque él iba a desaparecer. Aún cuando dijo que quería ayudarlo, algo le pesaba en la consciencia.
— Ochako-chan... -Tsuyu se acercó a la mochi, quien seguía sin levantar la cabeza-. ¿Aún quieres que Midoriya-chan vaya al cielo?
— ¿Por qué no querría...? -la castaña sonreía, aún entre lágrimas-. Tal vez no lo vuelva a ver, pero al menos sabré que él ya está bien. Que pudo descansar en paz...
(Cr: @ skbn48_n en Twitter)
— Hai, hai. Entonces, nosotros te ayudaremos. -Asui le sonrió y todos los demás también le daban esa sonrisa de esperanza-. Solo necesitamos saber qué deseaba Midoriya-chan.
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El próximo viernes termina esta historia y espero que logre el mismo impacto que sentí al escribirla.
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