Capítulo 15: ¡El baile del cavernícola!
-¿Recuerdas cuando te dije que no estaba enojada?
-Sí -dijo sonriendo, lo cual me generó más bronca.
Apreté mis labios, y con todas las fuerzas del mundo, azoté mi mano en su mejilla. Dylan giró su cabeza y se tapó la cara.
-¡¿Estás loca?!
Lo fulminé con la mirada.
-¡Hey! ¡Chicos!
Gruñí por lo bajo cuando vi a Logan venir hacia nosotros.
-Ahora no, Logan, estamos discutiendo-dije con una mano alzada hacia Dylan.
-Era solo para preguntarles si vieron a Connor, se me perdió-hizo una mueca y arrugó su nariz, mientras bebía de su vaso.
-Creo que lo vi nadando-Dylan señaló el patio-. Quise detenerlo, pero me dijo que sentía mucho calentamiento global.
Abrí mis ojos y sacudí mi cabeza. Logan le guiñó un ojo y se fue corriendo.La cara del simio Parker cambió cuando vio mi cara de gruñoncita.
-Te daré diez segundos, ¡para que saques a todo el mundo de aquí!
Dylan se sobresaltó con mi grito, pero luego negó con la cabeza.
-Uno, dos, tres...
-¿Qué me harás?
Paré de contar y lo miré incrédula.
-Te cortaré por todas partes y luego te echaré jugo de limón.
Dylan lo pensó por un segundo.
-Mi respuesta sigue siendo no.
Apreté mis puños.
-¡Tienes que hacerme caso!-chillé histérica.
-¡Tú no eres mi niñera! ¡Además, no le hago caso a mi madre, mira si a ti sí!
Apreté mis dientes.
-¡Te odio!
-No me odias, yo sé que me amas.
-¡Te odio tanto! No le deseo el mal a nadie, pero ¡ojalá te pise una aplanadora!
Justo en ese momento comenzó a sonar Saysomething, de A Big Great World.
-Eso dolió-agarró su pecho-, trata de relajarte y de disfrutar de la fiesta.Ven, vamos a bailar.
-Yo no...
No me dejó terminar la oración, porque me arrastró hasta el centro del lugar.«¡Pégale en la entrepierna!», me indicó la Eli cuerda.
-Ni se te ocurra pegarme, porque ya conozco tus movimientos.
«Mierda».
-Dylan, no quiero bailar y mucho menos contigo.
-Solo una canción y prometo que la fiesta se acaba.
Sus manos tomaron mi cintura, e instintivamente las mías fueron a sus hombros. Su nariz rozó la mía y su aliento a vodka me embriagó por completo.
-Suéltame-susurré mientras sentía que iba perdiendo el control.
-Suéltame tú.
Mis manos se habían aferrado a su cuello, no las podía desatar.Su cabeza se recostó en mi cuello y la mía en su pecho.«¡¿Qué mierda estoy haciendo?!». Todo el murmullo alrededor nuestro desapareció, solo éramos Dylan y yo bailando. ¡Dios!Parecía tan mágico que las mariposas en mi estómago me alejaban cada vez más de la realidad.
-¡El baile del cavernícola!
Todos comenzaron a gritar desesperados, lo cual hizo que me sobresaltara y me girara hacia ¿Connor?
-¡Connor, no!-Dylan salió corriendo.
Abrí mis ojos como platos cuando lo vi con una rama en fuego dando vueltas en la cocina. Logan tenía sus manos alzadas.
-Tranquilo, tú solo dame la rama.
Connor, que estaba completamente mojado, negó con la cabeza y siguió agitando la rama. Miré a Logan desesperada.
-¡¿De dónde la sacó?!
-¡No tengo ni idea, fue solo un segundo que lo dejé solo!
-¡Suelta esa rama, Connor, o moriremos en un incendio!-gritó Dylan, entre empujones de la gente que salía corriendo.
Por lo menos se estaban yendo.
-¿Incendio?-dijo Connor al mismo tiempo que arrojaba la rama al suelo.
-¡Oh, Dios! ¡Hay que apagar el fuego!
Todos, inclusive Connor, me miraron serios y alzaron sus manos.
-No, dejaremos que el fuego siga quemando la casa-rio Dylan.
Logan acompañó sus carcajadas junto con Connor.
-¡¿Pueden dejar de actuar como idiotas, solo por un momento?! ¡Hagan algo!
-Es cierto-Dylan se giró hacia Logan-. Trae baldes de agua.
-Sí-dijo Connor.
-¡Tú, no!-dijimos al unísono.
Alzó sus manos y se sentó en el suelo.
-Entonces me voy a dormir-se acostó en el suelo y se acurrucó.
Sacudí mi cabeza, pero luego me giré desesperada hacia la rama.
-¡Ve!-le gritó Dylan a Logan.
-¡Ya voy!-salió corriendo hacia el patio.
-¡Que el fuego no toque los sillones!-sacudí mis manos y lo miré a Dylan.
-¿Y qué quieres que haga?
Abrí mis ojos y puse mis manos en la cintura.
-¡Pues, córrela!
Dylan me sonrió.
-No pienso tocar esa rama.
Bufé, molesta, y me acerqué un poco, tratando de agarrarla de algún modo. Con mucho cuidado me incliné y, con mis dedos, la moví un poco hacia un costado.
-Te vas a quemar.
Hice de cuenta que no lo escuchaba;esta vez tomé la rama y la tiré hacia un costado de la pared.
-¿Qué dijiste?-le sonreí.
Dylan cambió su cara.
-¡Que te estás quemando!
Hice una mueca sin entender hasta que vi mi remera.«¡Oh, mierda!». Comencé a gritar como una tarada, y a correr por toda la sala (donde ya no había nadie). Justo en ese momento apareció Logan con un balde lleno de agua.
-¡Apágalo!, ¡apágalo!-agité mis manos en el aire.
-¡¿Que no ven que estoy durmiendo?!-Connor me fulminó con la mirada, y se dio vuelta para seguir durmiendo-. Eli, tu remera está en llamas.
Logan reaccionó ante mi grito y me aventó toda el agua encima.Largué un suspiro, pero luego comencé a desesperarme.
-¡Trae más agua! ¡¿No ves que la rama aún tiene fuego?!
-¡No me grites! ¡Te salvé la vida!
-¡Tú no fuiste! ¡Fue el agua!
-¡Te tendría que haber tirado el balde en la cara!
-¡¿Disculpa?!
Dylan se puso en el medio de los dos.
-¡Cálmense, ustedes dos!
-¡Yo no...
Un ruido peculiar me interrumpió y todos nos giramos alterados.
-¿Cami?-dijimos al unísono.
-Ya lo apagué-dijo con un extintor en sus manos.
-¿De dónde lo sacaste?-fui corriendo hacia ella y acaricié su mejilla.
Cami se encogió de hombros y señaló la cocina.
-Hay uno en el último cajón de la alacena.
-Cierto-Dylan golpeó su cabeza.
Tiré mi cabello, todo mojado, detrás de mí hombro y lo fulminé con la mirada.
-¡Eres un imbécil!
Logan alzó sus manos
-¿Por qué yo?
-Tú eres un imbécil también, pero estaba hablando con Dylan.
Logan asintió y se corrió a un lado, para que pudiera ver al simio Parker.
-¡Todo esto es tu culpa!
-¡¿Mí culpa?!-alzó sus cejas y dio un paso hacia atrás, riendo.
-¡Si no hubieras hecho esta ridícula fiesta, esto nunca hubiera pasado!
Cami se paró al lado mío e imitó mi postura.
-¡Le voy a decir a mamá!
-¡No!-dijimos desesperados.
-¿Por qué no?-Cami frunció su nariz y se cruzó de brazos.
-Esta fiesta va a ser un pequeño secreto entre nosotras, ¿está claro?-cerré mis ojos-. Si quieres, luego puedes jugar a maquillarme.
Cami dio unos saltitos.
-¡No diré nada!
Suspiré profundo.
-Hay que ordenar la casa-me giré hacia Logan-. Nadie toca a Connor, de ese me encargo yo.
Asintió despreocupado y fue en busca de escobas y trapos.
-¿Y Nolan?-la miré a Cami.
-Cada vez me da más miedo, por eso decidí venir aquí abajo.
Sacudí mi cabeza.
-Manos a la obra-dijo Logan cuando trajo todos los instrumentos de limpieza.
Dylan no dijo ni una palabra más, pero no me importaba mucho. En ese momento, mi pensamiento estaba puesto en Connor. Tendrá que sufrir.
«Ya te voy a dar baile del cavernícola».
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