06

Hace unas horas se detuvieron en un claro, los omegas charlaban animadamente mientras el alfa leía un libro de manera tranquila, parecía que ignoraba lo que sucedía a su alrededor sin embargo sus sentidos se encontraban alerta, podían tomarlo como si estuviera distraído pero en realidad estaba concentrado, aunque logro escuchar una charla interesante.

—Entonces, ¿Ocupar su forma animal les permite entablar una conexión más intimida con este?

Pregunto de manera curiosa el joven omega Matsuno, mirando con un ligero brillo a quienes le estaban dando aquella conversación.

—Se podría decir que si, deberías intentarlo

Fue la respuesta que dio el guía de la manada, su mirada tranquila se dirigió a quienes jugaban con el Sano, la beta del grupo trataba de animar al más joven para que este pudiera encontrar la forma de conectarse con su espíritu animal.

—Parece complicado

Admitió Chifuyu en un susurro suave al ver el rostro de Manjiro cambiar a un rojo profundo, no era tonto, podía notar muy bien como el Sano se esforzaba por conseguir resultados pero solo lograba que su respiración se volviera agitada debido al cansancio que le provocaba tratar de tomar su forma animal.

—Pero no lo es

El alfa de la manada se hizo presente con aquel comentario, los tres omegas le miraron extrañados, pues ninguno noto como este se acercó hasta donde ellos se encontraban, Sanzu que estaba al lado de Chifuyu sonrío ligeramente, tanto el como Naoto se hicieron a un lado, dejando que la mirada azulada del Takemichi se encontrara con la del omega, este trago saliva, sintiendo su rostro adquirir un tono rojizo.

—¿Deseas que te ayude?

Ofreció de manera generosa con una sonrisa, lo cual avergonzó de mayor manera al omega.

—Bueno, si usted desea

Fue la respuesta que le entregó, luego de eso Takemichi le ofreció su mano para ayudarle a levantarse y este algo inseguro acepto, ambos caminaron lentamente por el claro, hasta lograr alejarse un poco del grupo, Sanzu miraba todo con atención, no perdía ningún detalle por más mínimo que fuera este.

—¿Tu crees qué?

Le pregunto a su compañero omega, quien solo se levantó, parecía pensativo como si estuviera viendo millones de posibilidades que se abrían por solo una acción, sin embargo le respondió con calma.

—Es la primera vez que pasa, nunca antes lo había echo, Izana es quien
—Quien acepta al omega

Ambos se miraron entre ellos antes de mirar a Kakucho, quien sonreía de manera amigable, había sido

—Pero, quedamos en que ya no se aceptaría a ningún omega

Hablo el de pelo rosa, mirando a sus compañeros algo inseguro.

—Si, pero tal vez se haga una excepción

Esta vez fue Seishu quien se incluyo en la conversación, colocando su dedo índice sobre sus labios en un gesto de silencio, señal que los otros entendieron, cada uno de ellos tomó un rumbo diferente, Naoto y Sanzu dirigiéndose a Mikey, quien estaba quejándose por las burlas de Yuzuha, en cambio Kakucho se quedó a un lado de Inupi.

—¿Podría ese cachorro entrar?

Pregunta el de cicatriz,  esperando una respuesta de su acompañante,  quien le dio una sonrisa.

—Izana

Eso fue lo único que menciono el rubio antes de empezar a caminar en dirección de Koko, quien frunció el ceño al no encontrar su bolsa de dinero, se la escondieron como broma, algo típico que ocurría en aquella pequeña familia.

Kakucho solo puso suspirar, mirando al omega que se encontraba con el alfa, una chispa de diversión se vio aparecer en sus ojos cuando noto la sonrísa avergonzada de Chifuyu.

—Bueno, es un cachorro, aun no tiene su primer celo, pero, sera mejor que vaya alistando mis pastillas de dolor de cabeza

Menciono en un murmullo bajo antes de empezar a alejarse, mandaría a Naoto a vigilar, y no es que le guste ser tomado por chismoso ni nada, pero ver a Takemichi actuar de aquella manera con aquel cachorro Omega solo le hacía darse una idea loca de la razón de su actitud, no sabía si estaba equivocado pero igualmente le gustaría saber cada cosa que pasará.
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En una gran mansión se encontraba un omega de piel bronceada, este tomaba con delicadeza la bebida helada que había pedido con anterioridad, observo a un niño de cabello rubio blanquecino saltar a la alberca y reír alegremente, mantuvo su mirada en el el infante hasta el momento en que este fijo su atención en él.

El pequeño niño nado hasta la orilla, con dificultad subió de nueva cuenta a la orilla de la alberca, observo a su madre con respeto antes de dar una leve reverencia.

—Madre, disculpe mi impertinencia, no tenía conocimiento de su presencia

Hablo con respeto manteniendo su cabeza gacha en todo momento, el Omega solo se levantó de dónde estaba sentado, mirándolo seriamente.

—¿Dónde está Smiley? ¿no sé supone que él y Angry te cuidarían?

Pregunta en un tono brusco el mayor, ocasionando que el menor tragara saliva.

—Mis mamis vienen enseguida, solo que yo me adelante

Explica rápidamente, intentando no mostrar miedo ante la presencia de su progenitora.

—Bien

Es la única respuesta que le brinda Izana antes de tomar una bata de tela fina para cubrir su cuerpo y alejarse del niño, le había dolido escuchar al menor hablar de los gemelos como sus "mamis" y que a él solo le llamara madre, pero comprendía la razón, después de todo fue él mismo quien no dudo en hacer que Takemichi se casará con los gemelos para que estos cuiden del cachorro cuando apenas nació, así que aquel cachorro fue criado por los hermanos Kawata desde su nacimiento, era obvio a quien llamaría con cariño y dolía, pero no estuvo listo para ser la madre de aquel cachorro cuando lo tuvo, seguía sin sentirse capaz, razón por la cual rechazaba tener contacto con el menor la mayoría del tiempo.

Escucha como el menor llama a Souya apenas lo ve llegar, el Omega de cabellera azul se disculpa con la mirada e Izana solo puede darle un asentimiento, para él no es raro que el resto de omegas piensen que le tiene asco a su cachorro, razón por la cual evita hacer comentarios al respecto, pero no niega que le gustaría presumir de los logros de su primogénito e incluso festejar, pero no puede, solo los Kawata son dignos de hacer eso, él no puede celebrar los triunfos del cachorro al cual prácticamente abandono, solo espera que Takemichi regrese pronto, ya iba siendo hora de darle a conocer su deseo por pasar tiempo con su hijo, solo esperaba que el Alfa lo comprendiera.

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