- Bien, tranquila y deja que fluya todo.

- Ok, estoy lista

- ¿A si?, haber, ¿Cual vas a cantar?

- Recuérdame de Ernesto De La Cruz

- ¿Y si mejor cantas algo que salga de lo más profundo de tu corazón?-hablo confusa la omega mayor, esas palabras se le hicieron familiares, mismas que Lupita le dijo días atrás.

- No...lo había pensado.

- Tranquila, ahora, dame tu mejor grito de mariachi-pidió, la menor dudo y lo realizo. Fue tan aguado que algunas ventanas se rompieron y su Abuela tuvo que taparle la boca para que no siguiera gritando-....Ok, por favor, no des ese grito o romperás los tímpanos de todos.

La menor rio nerviosa. Erika miró bien a la pequeña, se parecía mucho a ella cuando era de su edad, pero también tenía uno que otro detalle de Ernesto en ella. A pesar de estar enfadada con el, lo ama y teme que sus sentimientos no sean correspondidos a pesar de haberlo sabido, pero ahora teme

Luego de que pasara el último integrante le tocó a Mikaela. Quien estaba aterrada al ver a tanta gente, se giró de forma disimulada y vio a su abuela apoyada en unas cajas esperando.

- Anda, enamóralos con tu voz.

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- Que el cielo no es azul
  ¡Ay mi amor! ¡Ay mi amor!
  Que es rojo dices tu
  ¡Ay mi amor! ¡Ay mi amor!
  Vez todo al revés
  ¡Ay mi amor! ¡Ay mi amor!
  Creo que piensas con los pies

- ¡Ay mi amor! ¡Ay mi amor!

Dante arrastró a Erika al centro del escenario, ella se aterró y trató de volver a salir, pero unos hombres se lo impidieron y comenzaron a bailar con ambas. En un descuido Erika suelta un gemido a lo bajo aterrada, por puro instinto, suelta un pisotón al hombre y sale del escenario.

- Tú me traes un poco loco
  Un poquititito loco
  Estoy adivinando
  Que quieres y pa' cuando
  Y así estoy celebrando
Que me he vuelto un poco loco

  Chiflado tú me vuelves
  Y eso está un poco loco
  Tu mente que despega
  Tú siempre con ideas

- Con mi cabeza juegas
  Todo es un poco loco

Erika, sin darse cuenta había comenzado a cantar, un menor esquelético se había acercado de valor y encendió el micrófono cercano a ella. Ese menor era de su época y la reconoció, pues, ¿Quien no iría a reconocer a "La Diva De Santa Cecilia"?

- Todo es un poco loco
  Con mi cabeza juegas
  Todo es un poco loco
  Con mi cabeza juegas
  Todo es un poco loco
  Con mi cabeza juegas
  Todo es un poco loco
  Con mi cabeza juegas
  Un poquitititi titi titi titi tititito loco

Todos habían comenzado a aplaudir, Erika salió al perseguir al cachorro y darle un sermón, pero fue cuando Mikaela la había tomado de la mano y la sacaba.

Al estar casi cerca de la salida, Erika se giró confusa.

- ....Se busca una menor humana, responde al nombre de Mikaela....-la matriarca se detuvo en seco y se libró del agarre.

- Espera un minuto, ¿tú habías dicho que ellos no te habían visto?-le reto la omega mayor.

- No podía decirte o me regresarías al instante.

- ¡¿En que estabas pensando?!, pensé por un minuto que ellos habían llegado a la ofrenda, Mikaela-le hablo alzando un poco su voz, asustando a Dante, que se ocultó detrás de unas cajas, pero seguía observando.

- ¡Tía Imelda jamás llegó a la ofrenda, por que quiere la foto!-hablo sacando la imagen y la mostraba.

- ¡¿Qué hiciste que cosa?!-iba a tomar la foto, pero la menor la soltó. Erika la tomó a toda prisa,hasta que apareció Imelda, quien la ayudó a levantarse-¡MIKAELA, VUELVE AQUÍ!-hablo preocupada la mujer.

- Voy por ella-llamo sus alebrige y subió a su lomo, elevándose por los cielos.

Logró alcanzarla cuando ella se dirigía a la mansión de Ernesto.

Comenzó a perseguirla hasta que llegaron aún callejón donde Pepita no podía entrar, la Beta bajo y comenzó a perseguirla.

- ¡Mikaela!-grito, no logró alcanzarla cuando la omega había logrado atravesar con todo y guitarra.

- ¡NO PIENSO VOLVER, NI SER PARTE DE UNA FAMILIA QUE NO QUIERE QUE LA ESCUCHEN!-le grito llamando la atención de "personas" que pasaban por hay. La Beta suspiro y se armó de valor, para hacer lo que hacía en vida y en Muerte, sin miradas curiosas a su alrededor.

- Solitaria camina la Bikina
Y la gente se pone a murmurar....
Dicen que tiene una pena
Dicen que tiene una pena que la hace llorar.

Eso logró hacer voltear a la menor, que estaba con la boca semi abierta. Incluso las "personas" se maravillaron al escuchar tan maravillosa voz, pero volvieron a lo suyo.

- Yo pensé, que habías puesto esa orden, para que nadie cantara....

- Tu abuela y yo adorábamos cantar, incluso el venía y nos tocaba la guitarra, para cantar para toda la plaza....

- ¿Quien es "el"?-la miró confusa.

- El padre de Coco,-soltó un suspiro y miró. A la menor-Te voy a revelar algo, pero es tu desicion si creerme o no-hablo firme la Beta.

*

*

*

Erika se mantenía sentada, pensando en donde podría ir la menor. Los integrantes de la pasaban haciendo ruido, más bien, en este orden

Óscar y Felipe hablando de cosas sin sentido, sobre que si la venía ella iba a quedarse

Risita preocupada de esa la menor no haya comido nada aún.

Victoria tratando de callar a los gemelos

Y Julio calmando a su hermana.

Cansada ya de tanto ruido, se puso de pie y se sacó el zapato, golpeando los cráneos de los gemelos y amenazaba con este a Julio y los demás a que se callaran. Volvió a colocar su arma y chasqueó los dedos, dirigiéndose a la salida.

- No me diga abuela que llamara a....-hablo Victoria, los demás integrantes temblaron de miedo.

- Si, voy a llamarlo-chiflo potentemente, cuando un rugido a la lejanía se escuchó y varias personas aterradas huyendo-....llévame con ella-pidió cuando el Alebrige había aterrizado y alzaba el vuelo a la dirección equivocada.

- Mamá Erika.....-hablo Victoria, siendo ignorada por su abuela-....Se fueron por allá.

- Tranquila, debió ir por algo-la ánimo su tía dándole palmaditas en la espalda. Julio salió de su escondite

- Conociéndola, ira a donde la menor vaya a ir.

*

*

*

- Es por eso, que no queríamos que ningún otro integrante de la familia pasara por lo mismo-terminó el relato Imelda a la pequeña omega que se había quedado petrificada, pero siguió con su camino.

La beta se alejó de los barrotes y bajo los escalones, hasta que otro alebrige apareció y de este bajaba Erika con una caja.

- ¿Donde está?

- Ya le dije todo y va tras el....

- Tarde o temprano tendría que saber-le mostró la caja-....¿Me ayudarías a ponérmelo?

- Sabes que para eso son las amigas-le dijo mientras cada una subía a sus respectivos alebrige y se retiraban del lugar.