11-. Mikaela Rivera

A partir de aquí tendrá títulos, para hacer saber que es el día de hoy, en el presente.

Una chiquilla caminaba de regreso a casa tarareando su canción favorita, Recuérdame de Ernesto De La Cruz. Golpeaba las cosas que creaban melodías saludando a los vecinos que le daban alagos de su don, hasta ver a su pesadilla en persona

- A-Abuelita

- Mika, ¿Porque tardaste tanto?, me tenías preocupada mija-hablo abrazando a su nieta con algo de fuerza, característica única de las Alfas y eso que su abuelo era Un omega, pero no preguntaría de donde salió su padre, le traumatiza más.

- Eh, un señor quería una lustrada de último momento

- Bien, ahora entra ala casa, que la cena está lista-hablo cambiando su humos radicalmente. A veces su abuela era buena gente y en otras, era el demonio en persona.

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Mikaela se encontraba en la plaza del mariachi, puliendo sus zapatos a uno que se le había acercado, hablando del concurso que se aproximaba. Explicando que su familia se negaría a mostrar ese talento, en especial su abuela que se volvería loca.

- Muéstrame lo qué haces jovencita....-hablo entregando la guitarra a la menor, que retrocedió un poco-Tu público seré yo-hablo mientras ella tomaba la guitarra, estaba por tocar cuando.

- ¡Mikaela!-entregó de forma inmediata y se giró viendo asu abuela llegar enfadada.

- Abuelita....-hablo con cierto temor comenzando a recoger sus cosas.

- ¿Qué estas haciendo aquí?-se retiró la chancla y comenzó a golpearlo-¡DEJA EN PAZ A MI NIETA!

- Doña cálmese, sólo quería una lustrada

- Conozco sus trucos mariachi-lo amenazo con esta misma-¿Qué cosa te dijo?

- Solo quería mostrarme su guitarra-hablo la menor asustada, más preocupada por el mariachi que por el regaño que le vendría camino a la casa.

- Mi nieta es una linda, dulce, Angelita, chiquita y cielito-hablo mirándola enternecida-sin nada que ver con tu música mariachi. Así que no la vuelvas a molestar-el pobre hombre se fue corriendo aterrorizado. Se colocó la chancla con estilo y al revisar que la cachorro estaba bien, se fueron a casa, no sin recibir el regaño de que jamás debe cantar para otros, en especial en la plaza del mariachi. Un perro se les acercó de nombre Dante-....¡Sáquese de aquí!

- Es solo Dante

- No debes ponerle nombre a perros de la cale o te siguen, ahora, tráeme mi chancla-hablo con un tono de voz moderado, no podía gritarle a su nieta, después de todo es la única que aún no se le define bien que será. Esperaba que no fuese omega, nadie en su familia había nacido así, sólo Alfas.

Luego de ser regañada por toda su familia, se fue a su lugar secreto, que toda su familia conocía, así que podían estar tranquilos. Hasta que la entrada se abrió, auscultando a la morena y el perro que se puso en posición de ataque.

- Tranquilos, soy yo-hablo una morena poniendo sus manos en señal de paz, sabía que la menor le lanzaría lo primero a la mano y eso iba a ser la guitarra que estaba afinando.

- Lupita, no me asustes así

- Es divertido molestarte-hablo esquivando una lata vacía de comida para perros-....ya cambiando el tema, ¿Que haces?

- Aquí, viendo los fuegos artificiales

- Pero, si es en la noche

- A verdad que no es bonito-hablo mientras encendía la tele en una parte de la película de Ernesto De La Cruz-....voy a tocar "Recuérdame" en el show de talentos

- ¿No crees que sería mejor que tocaras algo que saliera de tu corazón?

- No lo había pensado-hablo algo apenada, tocando la melodía y sin mirar a su amiga.

Lupita la observaba tranquila, sus facciones eran muy delicadas, esperaba ser Alfa y así poder estar con ella, no le importaba si era Beta u Omega. Estaría con ella aunque a su familia no le gusta, se la llevaría a otro lado su a ninguno de ambos bandos no les gustaba.

Salió de su ensoñacion cuando Mika había terminado la melodía y apagado todo a su alrededor.

- Vámonos, no quiero ser regañada por mi abuelita si tardaba mucho.

- Yo igual debo irme, me regañarán si tardo demasiado-hablo saliendo primero y ayudando a su amiga a bajar, siendo observadas por el pueblo que sabían que eso era mejor que las telenovelas, un amor prohibido.

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Mika fue regañada por haber desobedecido una orden en específico; jamás cantar a alguien.

Lupita miraba todo a un lado de la morena, que mantenía su vista gacha. Su abuela estaba enfadada, eso no era bueno. Hasta que hubo un comentario de la menor, que ocasionó algo peor

- ¡Jamás, volverás a tocar música!-rompió la guitarra frente a ella, fue cuando un dulce olor llegó a las fosas nasales de Lupita que la miró algo impactada. Ella...había llegado a lo que iba a ser, una omega. Las lágrimas en la pequeña omega comenzaron a salir, cosa que no le importó a la vieja alfa y actuó como si nada hubiera-ven a comer con tu familia

- ¡NO QUIERO SER PARTE DE SU PATÉTICA FAMILIA!-tomó la foto de manos de su padre y comenzó a correr, siendo seguida por su amiga, la menor no fue detenida por nadie

- ¡MIKA, NO, VUELVE!-gritó su padre que no logró detenerla a tiempo.

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Mika seguía corriendo sin detenerse, necesitaba una guitarra y nadie le quería dar una, por loq estuvo que llegar a una desicion muy extrema; ir a la tumba de Ernesto De La Cruz y tomar la guitarra

- ¡MIKA, ESPÉRAME!-gritó Lupita, peor no fue escuchada y la menor entró rompiendo una ventana. Lo último que pudo ver fue un destello naranja seguido de Flores de cempasúchil.

Entró luego de que el viejo ese se retirara, no estaba ella por ningún lado, es como si la tierra se la hubiera tragado.

- Mikaela....-murmuro sentándose en el piso algo preocupada por su amiga.

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Mikaela se encontraba asustada, no sabía que ocurrió ahora veía a gente muerta. Comenzó a correr gritando del Terror, hasta chocar con un hombre bajito y este se terminara desarreglando

- ¡PERDÓN, PERDÓN, SEÑOR...NO FUE MI....!

- ¿Mikaela?

- ¡¿Mikaela?!-hablaron otras mujeres esqueletos que se giraron asombradas. Los huesos del hombre regresaron a su lugar.

- ¿Estas aquí entre nosotros y puedes vernos?-su hermana choco contra el solo para ir a abrazar a su sobrina-nieta con fuerza, algo raro en una omega.

- ¡Mikaela, que gusto verte mi niña!-la abrazo hasta casi asfixiarla

- ¿Dime de donde te conozco?

- Somos tu familia-hablo emocionada, la menor se sacó y la miró mejor

- ¿Tía Rosita?

- Si....-la menor se giro a ver a su bisa-buelo que tenía ciertos problemas con su cráneo

- ¿Papá Julio?

- Jejeje....-Miró a la dama de lentes frente a ella

- ¿Tía Victoria?

- ¿No creo que este del todo muerta?

- ¿Ni del todo viva?

- Vamos con Mamá Erika y Tía Imelda, ellas sabrán que hacer

- ¡OIGAN!-un gritó se escuchó hacia ellos, se giraron y vieron a dos esqueletos, gemelos por el parecido

- ¡VENGAN RÁPIDO SON....!

- ¡MAMÁ ERIKA Y TÍA IMELDA....!

- ¡SE QUEDARON ATASCADAS EN EL OTRO LADO!

- ¿Tío Oscar, Tío Felipe?-hablo la menor confundida

- Ah~, hola Mikaela....-saludó uno como si nada, pero luego se aterraron al verla.-¡MIKAELA!-hablaron a la par ambos.

- ¿Algo me dice, que tú estás detrás de todo esto?-hablo Victoria mirando a la menor sospechosamente y la señalaba con su dedo huesudo, asustándola.

- Bueno, si Mamá Erika y Tía Imelda no vienen, nosotros vamos con ellas-hablo Julio y los demás aceptaban al unísono. Pero la menor se asustó al ver el Puente de flores.

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