Chae Hyungwon, era como el típico nerd del salón de clases que quieres golpear porque le recuerda al profesor que hay tareas pendientes. Algo así pero menos odioso.

Un chico inteligente, belleza escondida detrás de un montón de ropa holgada y muchos libros, y quizá lo que sus padres podrían considerar como el prototipo del hijo perfecto; obediente, leal, quizá un poco desconfiado, sobresaliente, aplicado y sobretodo perseverante.

Dicho de esa manera podría considerarse alguien con un futuro brillante, algún genio matemático o quizá el creador de una nueva teoría que marcara la ciencia para siempre. Pero lastimosamente la realidad es mucho más cruda y para una persona acostumbrada al éxito, es aún peor.

A pocos meses de acabar la universidad, Hyungwon realmente estaba en aprietos. Se había retrasado con el pago de la renta, apenas tenía comida y casi todo el dinero que ganaba en su trabajo lo tenía que invertir en sus estudios, pero aún así no era suficiente.

Cansado de los malos ratos y con demasiado orgullo como para pedir ayuda a sus padres, comenzó a buscar soluciones para una salida fácil. Pues aunque fuera considerado "un buen hijo" tampoco podría considerarse un ángel y sabía que las salidas fáciles casi siempre se trataban de sexo, así que comenzó a investigar un poco más sobre eso.

Al principio leyó algo acerca de alguna moda que mucha gente seguía, algo raro sobre un “Sugar Daddy” que mencionaban algunas de sus compañeras de universidad en uno de los tantos chismes que se pasaban entre ellas, pero al informarse un poco mejor descartó esa idea porque era demasiado orgulloso como para tomar el papel de un perrito faldero obedeciendo a las órdenes sexuales de alguien que iba a lastimarlo, solo por su dinero.

La segunda opción se presentó días después, cuando una chica le comentó acerca de un matrimonio por contrato con alguno de los excéntricos empresarios que tenían puesta la mirada en los atractivos jóvenes de aquella vistosa universidad, que al parecer tenía la fama de que sus estudiantes siguieran modas raras debido a su alto precio en las mensualidades. Sin embargo, aunque no le desagradaba la idea de casarse con un apuesto hombre millonario, esta opción también quedó descartada, ya que un matrimonio era algo demasiado sagrado para su familia y si se daban cuenta que él había concretado un matrimonio por dinero, seguramente lo odiarían el resto de sus vidas. Y precisamente eso era algo que no anhelaba en lo absoluto porque sus padres siempre lo habían apoyado en todo, no podía ser un hijo malagradecido con las personas que lo amaban.

Pero eso lo dejaba sin opciones.

Así pasaron unos días sin más soluciones, más ideas descartadas y más recibos por pagar, mientras aún se negaba a pedir ayuda.

No fue hasta que otra opción más descabellada llegó a su vida justo cuando comía un tazón de cereales. Miró en las noticias nacionales el caso extraño de una joven que se había hecho millonaria gracias a una extraña pero al parecer eficaz subasta. Entonces algo hizo click en su cabeza.

¿Qué tan mala podría ser seguir la
idea de aquella chica?

¿Cuánto pagaría el mejor postor?

Pero más importante.
¿Cuanto ganaría por vender su virginidad?

—✘—

Buenas xD
Acá les traigo esta nueva historia que será un poco loca, pero bueno.

Es en agradecimiento por los 1k seguidores🖤

Espero que les guste.