|Te amo|

-Narra Laila-

-Yo...

No sabia se contestar, o quizá si, pero no lo quería aceptar, el amor no es malo ¿O si?.
Tenia que tomar valor, no sabia de donde, pero yo sentía lo mismo por él, un sentimiento que ni con Carl ni Erick pudieron llegar a ser tan grandes.
Lo mire a los ojos, que brillaban, seguramente los míos estarían igual.

-Yo ya lo entendí-. Le sonreí a más no poder y me lance contra él para besarlo.

Rayden no se negó, y la situación se fue haciendo más intensa.

[...]

Ambos salimos un poco ¿Tímidos?, ¿Avergonzados?, pero con una gran sonrisa. Nos acomodábamos nuestras prendas de ropa, estábamos nerviosos.
Volteamos a ambos lados para ver si había alguien por el pasillo, al parecer no. Un gran alivio.

Tarde un poco en tratar de formular un palabra-¿No no-nos vemos en la tarde?, ¿En la azotea?-. Él estaba tratando de tener contacto visual, el cual yo evite.

-Si, claro. Tengo que preparar unas cosas para esta noche... ¿Por la tarde?

-Por la tarde-. Afirme. 

Cada quien se fue por dirección contraria.
¿Qué acababa de hacer?, ¿Y si quedo embarazada?, ¡Mierda!.

Abrí la puerta de mi "habitación" y la cerré con fuerza. Me recosté en la cama. ¿Estuvo bien eso?, ¿Y si me equivoque? . Seria buena idea si dejara de hacerme tantas preguntas, pero es inevitable, estaba muy inquieta.

Mañana por la madrugada debíamos salir Rayden y yo de este lugar, le contaríamos a Rick todo lo que Negan tramaba, según mi plan todo va bien, el problema es que no se como llegar, pero ya Rayden se encargara del mapa.  Llegaremos por la mañana, justo a tiempo. 
Si ____ y Carl escaparon deberían ya de estar en camino.

¿Qué será de todos nosotros después de esta guerra?, ¿Sera nuestro turno de tener un hogar estable, tener un amor y ser felices?. Pero... ¿Y si perdemos?, ¿Negan nos gobernara, o nos matara?. No quiero morir, aun no, porque no es mi momento, o al menos eso creo yo. No quiero morir a manos de Negan. Prefiero morir devorada por un caminante, que lo que destrozo mi familia y a mi acabe conmigo. Pero yo decidiré ese momento.

Podría pasarme toda la tarde pensando en el futuro o en mis acciones, pero prefiero ahorrar todo eso.
Me puse de pie y me estire, un bostezo salió de mi boca involuntariamente. Tome ropa limpia y me metí a la ducha, el agua estaba fría, pero necesitaba el baño.

Después de salir de la ducha me cambie, empaque tres botellas de agua y un dos latas de comida.

Guarde mi arma, ya que me las habían devuelto al igual que a Rayden, por buena conducta.

Por fin llego la tarde, salí a la azotea discretamente, ahí ya estaba Rayden sentado a una orilla.

-Llegaste.

-¿Por qué no habría de hacerlo?-. Pregunte extrañada y me senté a su lado, me arrepentí al ver lo lejos que estábamos del suelo.

-No lo sé- Se alzo de hombros-. ¿Por lo de hace algunas horas?

-Quizá y hace algunas horas fue el mejor momento de mi jodida vida-. Sonreí y baje la vista.

-También fue el mejor momento que he tenido- Rayden se quedo en silencio y volvió a hablar-. ¿Crees que todo este tema de la guerra termine pronto?

-Si, sólo... hay que tener paciencia, ¿No crees?

-Si, pero, si Alexandria gana, ¿Nos recibirán?

Solté una pequeña risa recordando todas las buenas personas que hay en ese lugar.-Sin duda alguna.

-Podremos ser felices en ese lugar, sin nadie presionándonos porque quiere que le den la mitad de sus cosas.

-¿Realmente crees que Alexandria gane?-. Un nudo se formo en mi estomago, todas esas ilusiones estarían más muertas que un caminante.

-Rick es un buen líder por lo que has contado ¿No?, estoy seguro de que lograra guiar bien.

-Sólo espero que tengas razón...-. Me recargue en su hombro, estaba temblando en solo pensar que con un simple empujón caería a una distancia en la que sea imposible que sobreviva.

Nos quedamos cayados mientras mirábamos como el sol se ocultaba. El aire nos daba directamente en la cara y eso era molesto. Pero a pesar de eso yo estaba cómoda.

Tal vez y él sea la persona por la que valga la pena seguir sobreviviendo. Él es a quien quiero. O tal vez no.

-Te amo.

¿Qué?

Abrí mis ojos demasiado grande. No me esperaba esa palabra, y sinceramente tenia miedo de responder. ¿Qué se supone que le tengo que responder?, ¿Qué yo también lo amo?, ¿Y si no es así? lo lastimare. No estoy tratando de negar cuanto lo quiero o quizá...

-¿Te quedaras callada?-. Reclamo con tono de decepción.

-No, pero...

-¿Pero no sientes lo mismo que yo?, ¿Es eso?.

-No estoy segura.

Rayden se levanto con enojo pero al momento tristeza, yo imite su acción.

-Para mi el hecho de que no estés segura es igual a que no sientas lo mismo-. Dio media vuelta y camino hacia la salida.

-No sabia que así reaccionabas cuando alguien te rechazaba-. Fruncí el ceño, sentía la necesidad de gritar.

-No sabia que tenia que mostrarme compresivo contra alguien que...- Su voz se fue rompiendo e hizo una leve pausa.- Contra alguien que parecía sentir lo mismo que yo y dio ilusiones, o dime ¿Cómo te sentirías tú?. Si no me querías de esa forma debiste decírmelo antes de que hiciéramos tal estupidez, ¿No crees?-. Me volteo a ver con una ceja levantada-. Hagamos algo bien al menos, salgamos de este maldito lugar. Te veo en donde quedamos.

Finalmente se fue y me limite a no llorar, me había prometido no volver a hacerlo. Pero esta vez será imposible. Porque lo acabo de lastimar, acabo de hacer sentir fatal a la única persona que me esta llegando a importar más que a nadie, incluso, me importa más que yo. ¡Estupida!

Esta vez llore, y solo después de un rato me di cuenta que ahora no es el momento, el sigue aquí, y yo lo puedo arreglar.

Corrí hacia el interior del edificio, iba limpiando mis lagrimas sin parar de correr. Había chocado con alguien, no vi con quien, en esos momentos solo tenia dos objetivos: Salir de este lugar, y Rayden.

Me acosté en la cama, esperaría a que se hiciera aun más noche, cuando todos estén y durmiendo. La idea era dormir, pero no pude, estaba decidida a dar una disculpa y a hablar con la verdad. Las ansias de saber que por fin hay una oportunidad de ver la felicidad en todo este desastre me hacia querer gritar de emoción. Esto era lo que necesitaba para sentir que algo por fin valía la pena, para sentirme completa.

Las horas pasaron, mire el reloj en la pared, ya era la una de la mañana.
Apague todas las luces de la habitación, tome las cosas y sali de puntitas. Todo estaba yendo bien, llegue a la salida con éxito, el problema era burlarse de los guardias y poder salir.

Me aleje un poco de ahí y espere a que Rayden llegara.

-¿Lista?-. Su voz me hizo sobresaltarme. Le hice una seña para que hablara más bajo.

-¿Rayden?-. Lo llame mientras íbamos hacia la salida.

-¿Qué?

-¿Podriamos hablar?-. Le pedí al ver que el no se detenía.

-¿Quieres hablar?, ¿Lo dices en serio?, creo que ese momento ya paso Laila.

-No, espera- Lo detuve jalándolo del brazo-. Lo admitiré, fui una tonta, estúpida, como tú lo quieras ver, pero...

Él puso su dedo en mis labios, y yo lo aparte de mala manera.

-Espera, ¿Oyes eso?-Se quedo congelado por un par de segundos y luego rodo los ojos al ver mi cara de no entender lo que pasaba-. Están roncando, es nuestra hora de salir de aquí.

Seguí sus mismos pasos. Abrió la puerta de reja con delicadeza y salimos, esto no era lo más difícil del mundo, pero muchos no lo hacían por el miedo que le tenían a Negan, meterse con él a veces no era buena idea.

Ya cuando nos adentramos en el bosque me dispuse a continuar.

-Para- Le pedí y el volteo enojado-. Escuchame, por favor.

-¿Para qué?, creo yo que todo ya quedo claro.

-No, no ha quedado claro, porque no sabes aún que quiero que te quedes a mi lado por todo lo que resta de nuestras vidas, te necesito a mi lado, porque me haces sentir bien, porque siento que contigo estoy a salvo- Ambos nos mirábamos a los ojos, mi corazón latía demasiado rápido-. Porque... Te amo.

Rayden cayo delante de mi mientras un sonido me había aturdido. Su sangre salpico en mi rostro.

Me tire al piso gritando, no escuchaba nada, solo un pitido.

-¡RAYDEN! ¡NO!, POR FAVOR- Comencé a moverlo pero no reaccionaba, no despertaba -. No... no me dejes.

Lo golpee, era inútil, ya todo lo era, y lo único que me quedaba era gritar, era lo único que hacia hasta que sentí que mi garganta se desgarro por completo.

-¡Joder! Falle, ¡IMBECIL!-. Me quede en silencio al escuchar que alguien se gritaba así mismo. 

Había alguien delante mío, levante la vista y me avente sobre él. No sabia lo que hacia, pero tampoco me importaba sólo tenia ese sentimiento de enojo, y venganza. No controlaba mis golpes que sólo estaba dando sin fijarme si quiera donde.

-¡ERA TU HERMANO! ¡¿CÓMO PUDISTE?!, ¡ERA TU PUTO HERMANO!, ¡JODER, Y LO ACABAS DE MATAR!, ¡ERES UNA MIERDA!

Y todo lo que hacia era seguir gritando y golpeándolo, hasta dejarlo sin vida. Pero eso no basto, eso no cura nada.

Feliz San Valentín ((: 

Penúltimo capitulo c,: rayos.

Trate de escribirlo diabético, x,D pero no pude, les falle. 

Atte-Yo v:







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