|Buenas noches|
-Narra Carl-
La noche ya se había hecho presente, mi padre no estaba en la casa ya que estaba muy ocupado planeando el ataque hacia los salvadores.
¡Demonios! Él iba a matar a varia gente, gente inocente, iba a matar a _____, pero eso a mi padre no le importa. El solo quiere liberar las comunidades de sus garras. Pero ¿a que costo?
Tenia muchos nervios, no dejaba de moverme de lado a lado por toda la habitación de Judith.
_____ corría riesgo, Laila, Eugene. No sabia que hacer, si ir y avisar, o simplemente quedarme aquí y esperar sus muertes...
—Esperar no es una opción—. Me dije a mi mismo.
Tome un par de municiones y mis armas. Salí de Alexandria por la parte trasera. No pensaba caminar hacia el santuario. Asi que tome un auto sin ser visto. Manejé unos largos minutos hasta llegar a una distancia determinada. No pensaba llegar del todo en auto, me verian, y es lo que yo menos quería.
Todo lugar tiene un punto debil, y este no puede ser la excepción.
Pensaba mientras me acercaba lentamente.
Ya estaba lo suficiente cerca de ahí, tanto que podía ver a los supuestos sujetos que cuidaban el lugar. Vaya forma de ayudar. Los dos tipos se encontraban dormidos.
Aproveche y pude atravesar los muros del lugar, todo va bien hasta ahora, estoy en los pasillos de los dormitorios ¿Cómo? Pues ni yo mismo pude ver como entre.
El problema sera encontrar la habitación donde sea que este Laila y _____, sin ser visto.
Sentía como mi corazón latía más rápido por los nervios y miedo a ser visto.
¿Qué les diría cuando las vea?, ¿Deberia dar una disculpa?, puede que no me tenga que disculpar si aun no se lo que oculta _____. ¿Tan difícil es decirme que es lo que hizo?
Sentí como alguien me empujó poniendome contra la pared y tapandome la boca con una de sus manos. Sin saber quien era por puro acto involuntario le di un rodillazo.
—¡au!—. Se quejó en voz baja mientras trataba de no gritar. La falta de luz era tanta que no podía notar su rostro, pero si podía saber de quien era la voz.
—Laila—. Dibuje una media sonrisa sabiendo que la había encontrado, bueno en realidad ella a mi.
—Si, bien hecho idiota±. Susurraba mientras aguantaba el dolor del rodillazo.—¿Qué haces aquí?, ¿sabes qué? No importa. Ven.
Ella me tomo del brazo y me llevo hacia una habitación y la cerro después de asegurarse que nadie nos haya seguido.
±Bien, ahora, explicame, ¿Qué haces aquí?—. Hablo mientras prendía una linterna.
—Creo que un cuarto de limpieza no es el mejor lugar para hablar—. Dije mirando el lugar.
—No, pero los ruidos no salen de esta habitación, así que puedes hablar sin ser escuchado.
—De acuerdo. Regrese a Alexandria con el... El cuerpo de Enid—. Hablaba con dificultad.—Maggie esta destrozada, Enid era de las pocas cosas que le quedaban. Todos están molestos porque ____ oculta algo. Están hartos de Negan, y su traición fue lo último para que...
—No los traicionamos, no somos traidoras—. Interrumpió Laila frunciendo el ceño.
—¿Entonces por qué se fueron con Negan?
—La forma de la que le hablaste a _____ no creo que le haya dado suficiente fuerza para regresar a Alexandria ¿o sí?—. Ella me miro arqueando su ceja.
—Lo se, y se que estuvo mal, pero
—¿Pero qué?, Tú no sabes por lo que ella a pasado, lo que a tenido que hacer. Yo tuve que venir porque no sabia que haría Negan con ella, _____ me importa, por eso vine con ella. Y antes de llamarme traidora, estaba dispuesta a ayudar con la guerra contra Negan, quería destruirlo desde adentro—. Laila dijo todo de golpe alzando demasiado su voz y con algo de coraje en ella.
—Yo no se por lo que ella a pasado o lo que a hecho, pero al parecer tu si sabes ¿no?, si quieres que te entienda, que entienda a _____, explicame todo por lo que ella a pasado, ayudarme a entenderla para ayudarla, y para que regresen a Alexandria—. Trate de hacerla razonar.
—No es algo que yo te tenga que contar, habla con ella, y si ella accede a contarte, pues bien por ti. Pero que algo te quede claro, no me iré de aquí sin ver a Negan muerto. Acepta el trato, le ayudamos a Rick a darle información, sabotear a Negan y regresamos a Alexandria. Todos ganamos ¿Qué dices? —. Laila me miro con un rostro serio.
—Trato hecho—. Le estire mi mano y ella la estrechó.
—Bien, ahora salgamos de aquí, ¿iras a Alexandria no es cierto? —. Yo acenti mientras ella miraba a los lados antes de salir, para luego hacerme una señal de que era seguro salir.
Caminamos hacia la salida, pero ya había seguridad. No podía salir ¿que se supone que debía de hacer?
—Es inútil —. Laila nuevamente me tomo del brazo y me llevo hasta una habitación. Intente prender la luz.—Yo te sugiero que no hagas eso si no quieres que nos descubran
—¿Dónde estamos?—. Pregunte tratando de ver algo, pero no podía.
—En la habitación donde duermo con ____, no entran sin antes tocar, así que ponte en una esquina, o en un sillón y duermete—. Laila se acostó en una cama, no sin antes darme su lampara.
La prendi, esta parpadeaba. Las habitaciones eran cómodas y había cocina entre otras cosas. Seguía alumbrando el lugar hasta que la luz de la linterna dejo ver la cama en la que estaba _____. Su cabello cubría gran parte de su rostro.
Di una pequeña sonrisa y seguí buscando hasta hayar el sillón. Me acosté en el dejando mi sombrero a un lado.
—Buenas noches _____
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