DIA 7

Jirou se despierta al sonido de la alarma del teléfono. Con un gruñido, se estira en la cama y revisa la hora. Ya era hora de levantarse, pero notó que Kaminari seguía durmiendo en su futón, cubierto hasta la cabeza como si estuviera hibernando.

Jirou: ¿De verdad... otra vez durmiendo como Snorlax?

Se levanta, se estira y se dirige al baño para darse una ducha rápida.

Después de unos minutos, Jirou sale del baño ya vestida y lista para el trabajo. Kaminari sigue en el futón, en la misma posición. Frunce el ceño, un poco molesta, y se acerca para darle un suave empujón en el pie.

Jirou: ¿Qué pasa? ¿Vas a estar durmiendo todo el día o qué? ¡Levántate!

Kaminari murmura algo, pero al girarse hacia ella, su rostro muestra una expresión extraña: ojos rojos, respiración pesada, y un aspecto claramente enfermo.

Kaminari: Buenos días, Jirou...

Al verlo así, Jirou se detiene, preocupada.

Jirou: ¿Qué te pasa?

Kaminari: Nada, solo un pequeño resfriado.

Jirou: No parece nada pequeño.
-Ella le toca la frente con la mano y siente el calor casi inmediato.-

Kaminari: estoy bien de veras

Jirou: ¡Tienes fiebre, tonto! Esto no es un simple resfriado.

Kaminari: -intentando bromear- Nah, en realidad es un ‘nerf’. Mi sistema inmunológico ha sido parcheado, pero sigo operativo.

Jirou suspira. No puede creer que Kaminari siga bromeando en este estado.

Jirou: Voy a tomar tu temperatura. Quédate aquí.

Kaminari: De verdad, me doy una ducha y estaré bien.
-Al levantarse, comienza a toser y estornudar al mismo tiempo-

Jirou: ¿Ves? Estás enfermo.

Kaminari: Está bien, lo admito... estoy enfermo.

Jirou: ¿Cuándo pasó?

Kaminari: Anoche estuve estornudando un poco...

Jirou se cruza de brazos, frunciendo el ceño aún más.

Jirou: ¡Debiste decírmelo!

Kaminari: No quería preocuparte.

Jirou se sonroja ligeramente, pero mantiene su expresión firme.

Jirou: Bueno, pues ahora sí estoy preocupada, tonto.

Kaminari sonríe débilmente, algo feliz de que se preocupe por él, pero Jirou lo mira con una ceja levantada.

Jirou: ¿Y ahora qué tienes?

Kaminari: Nada... solo voy a preparar un té.

Jirou: Ni lo sueñes. Te quedas ahí mientras yo te preparo el té y te tomas la temperatura.

Kaminari: ¿En serio? ¿Vas a convertirte en una enfermera ahora?

Jirou: -con una mirada seria- Quédate en la cama. Ahora.

Sin más protestas, Kaminari se recuesta nuevamente, asustado por el tono de Jirou. Después de unos minutos, Jirou regresa con el té y el termómetro. Le quita el termómetro y revisa la temperatura.

Jirou: Tienes 38.7°C, definitivamente no vas a trabajar hoy.

Kaminari: -burlón- ¡Yupi! Qué felicidad, como cuando te sale un Shiny sin buscarlo.

Jirou: Obviamente estás feliz. No vas a hacer nada, pero no te creas que te salvas. Cuando te mejores, te tocará limpiar toda la casa. Solo.

Kaminari: A veces eres peor que una jefa final de Dark Souls.

Jirou: -con una sonrisa burlona- Sí, lo que sea.

Le da el té y lo tapa con la manta.

Jirou: Tómate el té y descansa. Cuando vuelva, te prepararé algo para comer.

Kaminari: Gracias, Jirou...

Ella se dirige a la puerta para salir al trabajo.

Jirou: -justo antes de cerrar la puerta- Cuídate, tonto. -Cierra la puerta tras de sí-

Durante el día, Jirou realiza su patrullaje habitual. Al llegar a la agencia, avisa que Kaminari está enfermo y no podrá acompañarla hoy. El equipo lo comprende, y le asignan patrullaje sola.

Mientras patrulla, algunos ciudadanos la reconocen y, por supuesto, preguntan por Chargebolt.

Ciudadano 1: ¡Earphone Jack! ¿Dónde está Chargebolt hoy?

Jirou: Está enfermo. No pudo venir.

Ciudadano 2: Dale nuestros saludos, que se recupere pronto. Extrañamos sus bromas tontas.

Jirou: -con una sonrisa- Lo haré.

A lo largo del día, aunque intenta concentrarse en su trabajo, no puede evitar sacar su teléfono varias veces. Debatía internamente si debía llamarlo o no.

Jirou: -pensando-¿Debería llamarlo? Quizá esté dormido... no quiero molestarlo... Pero, ¿y si está peor y no puede contestar? ¿Qué tal si llego a casa y... lo encuentro muerto?

Jirou sacude la cabeza, frustrada por su propia imaginación.

Jirou -pensando- ¿Por qué me preocupo tanto por este tonto...?

Mientras tanto, Kaminari está despierto, mirando el techo. El té le alivió un poco, pero no lo suficiente para que se sienta completamente bien. Ni siquiera podía usar su teléfono sin marearse.

Kaminari: Esto es aburridísimo. ¿Cómo estará Jirou? Nah, seguro que ni siquiera piensa en mí. Aunque... anoche murmuró mi nombre... ¿Será que aún piensa en mí?

Kaminari sonríe, aunque algo cansado.

Kaminari: "Naah, imposible... Mejor trato de dormir antes de empezar a sonar como un protagonista de un shojo.

Intenta volver a dormir, pero no puede dejar de pensar en lo que Jirou dijo la noche anterior.

Al final del día, Jirou regresa al apartamento. Lo primero que hace es revisar a Kaminari, que sigue dormido. Toca su frente y siente que la fiebre ha bajado un poco, lo que le alivia.

Jirou: Al menos está mejor.

Se dirige a la cocina para preparar una sopa mientras tararea una canción que escuchó en la radio. Una vez que la sopa está lista, lleva el tazón a la habitación de Kaminari y lo despierta suavemente.

Jirou: Oye, dormilón, despierta.

Kaminari abre los ojos lentamente y ve a Jirou con un tazón en las manos.

Kaminari: ¿Qué es eso?

Jirou: Te hice sopa.

Kaminari: Wow, ¿me estás simpeando o qué?

Jirou: -molesta- Si no quieres, me la llevo.

Kaminari: -riendo- No, no. Gracias. Huele increíble.

Jirou: Siéntate y come antes de que me arrepienta.

Kaminari obedece y toma la sopa. Después del primer bocado, se detiene un momento y sonríe.

Kaminari: Está deliciosa.

Jirou: -aliviada- Me alegra que te guste.

Kaminari: Definitivamente voy a comer bien este mes. Es como tener un chef de cocina gourmet.

Jirou: No creas que esto es gratis

Kaminari se ríe un poco y asiente.

Kaminari: Cuando me recupere, limpiaré todo.

Jirou lo mira por un momento y luego suspira.

Jirou: No es necesario, podemos hacerlo juntos. Solo avísame si te sientes mal, ¿vale? No quiero verte así otra vez.

Kaminari, sorprendido por su preocupación, le agradece con una sonrisa, y Jirou, algo sonrojada, voltea la cara para que no la vea.

Kaminari: -bromeando-¿Me puedes dar de comer tú?

Jirou voltea y lo mira molesta.

Jirou: ¡Ya quisieras, tonto!"

Se levanta, recogiendo el tazón vacío.

Jirou: Tómate toda la sopa, y si te sientes mal, me avisas... o te meteré un supositorio.

Kaminari: ¿Es... es un chiste, verdad?

Ella lo mira seriamente por un segundo antes de salir del cuarto, y Kaminari suspira aliviado.

Jirou se detiene en la cocina, recordando lo que él dijo de darle de comer y se sonroja, murmurando para sí misma.

Jirou: Maldito tonto....-sonrie un poco-

Fin dia 7

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top