Más que una carta
El delicioso frio de invierno no se iba, trata de abrir los ojos pero la flojera y la comodidad que sentia al dormir no lo dejaban. Mathias queria más tiempo durmiendo con su querido Lukas, era mucho pedir, su corazón caprichoso no lo queria dejar en libertad que el noruego sea suyo y el del noruego era lo que dictaba su corazón. Maldita sea la libertad, maldita sea el deseo de ser libre, maldita sea la libertad que hacia ver aun más hermoso para el al Noruego y maldita sea su mente y su corazón que querian encadenarlo a su cama para que nunca se fuera y admirar su belleza con locura
Más que un simple capricho, Más que una simple obsesión. Era un amor desenfrenado que nacio de la nada y fue llenando su corazón al punto que le doliera no poderlo amor como se es debido. Haria cualquier cosa por ese chico sin duda alguna, sus palabras se estaban coviertiendo en su ley. Su voz fria su hacia su música y su toque sus pan por el cual mendigar.
- ¿ Dime por qué, Noru? ¿ Dime por qué ando babeando por ti? ¿ Por qué no tengo otra palabra que no sea perfección cuando te describo ? ¿ Por qué quiero encadenarte a mi habitación y saborear una y otra vez tu piel, amarte en esa cama, hacerte mio hasta que se nos olvide hasta quien somos y solo importe lonque sentimos en ese momento? Y no me digas... Anko, callate y acuestate duermete. Mientras tienes tu cara toda roja que me provoque darte besos hasta dejar tus labios igual de rojos... Noru... Lukas - se dio cuenta que el noruego no le respondia y decidio abrir sus ojos, pestañando un poco para acostumbrase a la luz. Viendo que en sus manos solo habia una almohada, el noruego no estaba por la habitación-
Debian ser como las 8 de la mañana asi que decidio caminar ala cocina, debia estar allí. Penso en sorprederlo con un abrazo y tal vez si no lo golpeaba un besó, no uno corto si no uno largo, pasional de los que te hacen temblar hasta las rodillas, después desayunarian despertarian a Islandia, discutirian con una cerveza de cosas sin sentido hasta que se vallan de nuevo y lo dejen con su fiel compañera la soledad fria y triste.
Paso frente a un espejo y se acomodo su cabello lo mejor que pudo, dandose pequeños golpecitos en la cara para despertarse mejor y dejar esa cara de sueño que se le notaba dando su mejor sonrisa decidiendo que estaba listo para entrar a la cocina, para encomtrarse con una cocina desolada y solo un sándwich sobre el mesón de marmol.
Anonadado y preocupado corrio hacia la sala entontrandose con, Islandia con mitad del cuerpo fuera del sofa y dormido con Mr.Puffin aun lado como siempre
- Estos niños de hoy en dia todo lo que hace es dormir, sera que se esta alimentando mal y por eso ya no tiene tantas energías - todavia creia que era un santo, sin tener idea que habia hecho el menor -
Cargando a el menor y su ave, los llevo a la cuarto de huéspedes. Para arroparlo perfectamente y cerrar las cortinas para que no entre mucha Luz del dia que pueda despertarlos. Lo admitía a veces era muy sin vergüenza con el menor. Tal vez deberia ser más estricto con el pero quien sabe.
A punto de la habitación se fijo en la cama del Noruego y vio su ropa con un papel encima, corriendo con felicidad agarro todo para después ir a su habitación tirandonse en su cama para leer todo con más calma
" Querido - se veia como estaba tachado varias veces esos y borrones encimas pero como era escrito con bolígrafo -
Mathias, me fui sin despedirme disculpame
Nos vemos
-Noruega "
Psd: te deje tu ropa que use anoche pero me eh llevado una bufanda tuya
No podia esperarse un testamento por parte del noruego, pero al danés no le importaba por que para el solo estas palabras bastaban eran sufientes para llevarse la soledad de su corazón, era mas que una simple carta era esperanza para el para saber que el Noruego iba a volver
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