Todo indicaba ser un día tranquilo en la finca de las mariposas. Donde él entrenaba como el sucesor del pilar del insecto. O donde contemplaba las mariposas que a veces volaban a su alrededor.
Sin embargo, esta vez se permitió pensar en ella. Tanko Kamado.
Aquella chica que le dijo que comenzara a hacer caso a lo que su corazón le decía, sin necesidad de usar una moneda para decidir.
¿Cuándo sería que podría volver a verla? ¿Era normal sentirse ansioso de volver a verla?
¿Era normal sentir su corazón acelerarse y mejillas arder al recordarla, pensarla y ante su sola mención?
Se llevó una mano a la cara, sintiendo su mejilla arder.
- ¡Kanou! - llamó Aoi, sobresaltándolo, provocando que su rubor incrementase.
Cohibido, volteó a verlo. Y todo rastro de pena y timidez desapareció al ver su rostro angustiado, casi con lágrimas. De pronto, un mal presentimiento lo embargó.
"- Es Tanko... Ella... Ella está muy grave."
Sin esperar ni un segundo más, e ignorando los llamados de Aoi y los demás, fue a donde ella estaba; el verla en cama, durmiendo sin molestia alguna, con vendas en su cabeza, le produjo dolor.
Tristeza, dolor, importancia.
Aunque ella no había sido la única herida ahí. También estaba Zenko e Inoko.
Con paso lento se acercó a Tanko, como si quisiera retrasar más la cosa. Terminó arrodillado a su lado, tomando con delicadeza su mano, pareciéndole frágil por un instante.
Sin importarle lo callosa y casi áspera de su mano.
Más tarde entró su maestro, contándole sobre lo que había ocurrido para que Kamado y los demás terminasen así.
Y es que, era Tanko siendo ella. Siempre dispuesta a proteger a los demás, hacer el bien. Y eso, era algo que le gustaba de ella.
Y con eso en mente, cada día esperó porque ella despertase.
Porque su sol, resurgiera con nuevas fuerzas.
Porque Kanou, quería verla sonreír. Verla siendo Tanko Kamado.
-Traumada Taisho
Son tiernos. Y como no pude hacerlos en su versión original, los hice GB xd
Igual y me quería basar en la imagen.
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