Capítulo 8


Ruben entra y después de hablar con Julian, algo dentro de el quería ser... Travieso.
Narradora:
Ruben se acerca a el par de malvados, Korea al verlo llegar se tensa pero muestra su posición relajada, pues aún esta agitada por la escena hot de hace poco.
Ruben: ¿Qué hacen?
Korea: ^^ Bromear un poco.
Esteban: ¡Claro hombre, la Profe no llega, aprovechamos!
Ruben: Ah ya, pues aprovechas muy bien Esteban.
Esteban: Si, es divertido.
Ruben: excelente :)
Esteban: *Siente escalofríos*
Ruben: Que te aproveche entonces Esteban.
Esteban: No tiene que decírmelo, yo lo aprovecho...
Korea lo interrumpe.
Korea: Y más con la cosa rica de Ospina *0*
Ruben: Yo también voy a aprovechar entonces.
Esteban: ('-') Haga lo que quiera
Ruben se acerca a Julian, y hablan de partidos y clubes de deportes.
*se escucha un golpe contra la pared*
Korea: ¿Que pasa Esteban?
Esteban: No lo se, sólo quería golpear la pared.
-----Julian observa a Esteban, y Ruben puede notarlo------
Ruben: Oye... Mi cara esta aquí :D
Julian: Amigo, lo lamento, solo ¿No notas a Esteban un poco decaído?
Ruben: No. :)
Julian: Que le pasará, quiero ayudarlo, si es posible consolarlo.
Julian: Además, ¿quien no querría? Esta más bueno que el pan. 7u7
Yo le daría, y no las gracias
Ruben: *Modo Yandere On*
:) JA JA JA NO PUEDES :)
Julian: No, tienes razón, aquí no.
Sería tenerlo contra la pared detrás de los salones, gimiendo para mi, con su rostro rojo.
Me pongo duro de solo pensarlo.
Ruben se acercó más a Julian, demasiado.
Puso sus manos a cada lado del asiento de Julian dejándolo acorralado, mientras reducía la distancia a tal punto de que sólo unos milímetros separara sus rostros. Se podía sentir la respiración del Ruben chocar contra los labios de Julian, y una mirada fría y cortante se reflejaba en los ojos del pelinegro.
Ruben articuló en forma de susurro algo para Julian:
«Ya te dije que no puedes, si lo haces no respondo»
Dicho esto Ruben esbozo una sonrisa siniestra rodeada de un aura amenazante.
Julian trago en seco.
Korea y Esteban los observaban detenidamente, pero como es típico, Esteban no entendía lo que sucedía, Korea sonreía y sabía que esto era el inicio de una excelente batalla.
Esteban se sentía un poco molesto por la cercanía de Julian y Ruben....Tal vez ¿Celos?
No, no era posible ¿ o si?
Ruben tras sus palabras se separó de su amigo y se dirigió a la puerta; Julian recuperando la voz, se levanta y dice:
Julian: ¿Acaso es una amenaza Granoble?
Ruben se detiene y sin girar su rostro toma aire y le responde:
Ruben: No es una amenaza, es una advertencia. :)
Antes de seguir caminando a la salida se detiene, pues nota la cara de confusión de los espectadores, la mirada perversa de Korea y la mirada furiosa de...Esteban, que sale del salón evitando chocar mirada con Ruben.
Korea lo mira y, como si de telepatía se tratara, le indica que vaya tras él.
Ruben sonríe y sale del salón.
-----Esteban se encuentra en la casa de los perros abandonada-------
Esteban: ¡Soy un imbécil! Soy consciente de que el solo juega conmigo y aun así tengo la esperanza de que vendrá y me pedirá perdón ¡Pero esta tras Julian! ¡El no me ama!
Lágrimas ruedan por las mejillas del rubio
No...me ama...como....
Yo lo amo a él.
Se escuchan los sollozos del rubio haciendo eco en la casa abandonada.
El rubio siente que toman su rostro y lo levantan, las lágrimas no le dan una visión definida de su acompañante, pero su contacto piel con piel era algo difícil por no decir imposible de olvidar...Ruben.
---------- En el salón---------
Se siente incomodidad, unas cuantas risas nerviosas, hasta que....

*Voz salvaje aparece *
¡RUBEN SE LOS ESTA GARCHANDO A TODOS! :v
Korea: ¡OH POR DEOS, LOS UKES ESTAN EN PELIGRO! *Agarra a Jesus que viene entrando * ¡TAL VEZ ÉL ES EL SIGUIENTE!
Jesus: ._.
Voz salvaje: ¡ENTREGUEN AL SACRIFICIO PARA QUE RUBEN CALME SU HAMBRE DE CHORIZO!
Korea: Oh uke tsundere que apareces en la entrada del demonio lujurioso, tu dulce entrada calmara al implacable deseo carnal de nuestro compatriota.
Carolina: *posición de profeta \:v/*
Tu futuro es grande, Yisus.
Korea: Tus nalgas son la salvación de nuestros compatriotas del sexo masculino.
¡Tus gemidos serán escuchados por los dioses!
Jesús: ._. No entiendo, Marcela me esta asustando.
Korea: Calma pequeño, tu sacrificio se convertirá en recompensa, *Truena los dedos* ¡Sostenganlo!
*Lo sostienen 2 muchachos*
Voces: ¡Sacrificio, Sacrificio!
*Agudelo llega al salón junto con David y encuentran el escenario diabólico dirigido por Korea*
Agudelo: ._. Marcela, estas demente.
David ve a Jesús que esta siendo arrinconado en una mesa.
David: ¿¡Que están haciendo?! ¡Sueltenlo!
Voz del fondo: Otro pequeño.
¿Quieres tomar su lugar?
Korea lo observa de arriba a abajo, luego dirige su mirada a Agudelo; sonríe de manera perversa.
Korea: No sirve de sacrificio, este uke ya fue profanado.
Un rojo vivo invade las mejillas del menor, y un tono carmesí se hace visible en las orejas del mayor, pues agachó su cabeza ante esa afirmación.
Korea mientras tanto, vuelve a su posición de directora *encima de la mesa del profesor * y dirige al sacrifico a un rincón para ser preparado por las mujeres.
--------En la casa de perros abandonada-------
Esteban de una palmada separa la mano de Ruben de su rostro y se pega a la pared alejándose del mayor.
Ruben tiene el rostro agachado.
Esteban, trata de reponerse y, rogando para que su voz no temblara, se dirige al mayor.
Esteban: ¿Que haces aquí? ¿Quieres continuar tu jueguito?
Ruben no responde nada
Esteban: No niegas que yo era tu juego *Sus visión se vuelve a cristalizar por las lágrimas * ¡Eres un maldito enfermo que juega con quien se le antoja! ¡Te odio imbécil!
Ruben levanta la cabeza y Esteban queda estupefacto ante la expresión de su rostro, estaba llorando.
Esteban olvida porque estaba enojado en un segundo, y siente deseos de abrazarlo, pero se detiene al recordarlo todo.
Ruben se pone erguido y lo mira, dejando desesperación y un ambiente de cristal.... Si, de un cristal que sera roto en mil pedazos por la única forma en la que se puede romper un hombre, el desamor.
Pero Ruben trataba de demostrar fortaleza; se limpio las lágrimas y tomo aire.
Ruben: ¿Me odias ahora?
Esteban mira hacia otro lado.
Ruben lo toma por los brazos y lo acerca a su cuerpo, Esteban aún se niega a verlo a la cara.
Ruben: Mirame Esteban.
Esteban: Te odio Granoble.
Ruben: Dímelo mirándome a los ojos -El tono de su voz mostraba autoridad y desesperación-
Esteban volteó a verlo y pasó justo lo que temía, quedó atrapado en los ojos de su amado, y los colores matizados por las cristalinas lágrimas que aún brotaban de ellos hacían de esa proyección la más hermosa aparición de lo bello de la vida, pero eso no era lo cautivador.
Como los sentimientos de aquel pelinegro que pasaban como corrientes eléctricas en los dedos que estaban en contacto con el menor, haciendo que este último quedara en una especie de trance del cuál nunca quería salir.
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