CAPITULO 19

BEATRIZ

Casi dos horas antes a la mañana siguiente.

Ya despierta y vestida con mis masculinos, pero jovial camisa y pantalones puestos, estoy lista para ir a la editorial.

Quería llegar antes.

No solo, por el insomnio que tuve toda la noche dormitando de a ratos.

Sino, también.

Y por eso, abro muy despacio la puerta de mi departamento.

Salir y evitar encontrarme con el rostro de gladiador hermoso, pero supongo que todavía, llenos de preguntas de mi jefe.

Y aunque Demian y yo, nos pusimos de acuerdo que hoy era inevitable que, Cael tuviera una charla conmigo con respecto a mi otro yo sin saberlo y esa puta casualidad de verme con su alianza colgada de mi cuello.

Sinceramente no me sentía apta, porque nada se me ocurrió como buena excusa de eso y por más que lo busqué en toda la puta noche analizándolo mirando el techo de mi habitación.

Como era de esperar ya en el corredor de nuestro edificio, ni rastro de mi jefe como algún vecino por la hora temprana.

Y algo más tranquila y acomodando mejor mi mochila colgada de mis hombros, como haciendo rotar estos para aflojar la tensión de ellos.

Me encaminé escaleras abajo decidida y rechazando llamar el ascensor, para evitar cualquier sonido y llamara la atención de él.

Y la segunda exhalación de alivio solté, cuando llegando a la parada del autobús tampoco noté su gallarda y caliente presencia de traje esperando por mí.

Media hora después y siendo todavía temprano para mi horario de entrada.

Ya hay movimiento en la editorial, cuando cruzo las grandes puertas de vidrio por activos y compañeros de trabajo.

Inclusive a Charly que al verlo, detengo el cierre del ascensor en que me encuentro, por notar su carrera y pidiendo que lo haga.

- ¿Qué haces tan temprano? - Le pregunto una vez dentro y ya subiendo.

- La pregunta sería... - Me mira más que curioso. - ¿Qué pasó contigo cariño ayer, que te fuiste en plena puesta publicitaria?

Cierto.

Y mi mano va a mi vientre fingiendo.

- Descompostura y algo de fiebre... - Miento y sonrío, ante su cara de preocupación. - Tranquilo que ya estoy mejor, necesitaba unos analgésicos y solo dormir.

- ¿Seguro? - Duda.

Y asiento muy decidido, convenciéndolo.

- Gracias a Dios, porque hoy te necesitaremos mucho, Beto... - Se hace aire con su mano, casi llegando a nuestro piso.

Y no entiendo su nerviosismo como hiperventilación necesitada.

- ¿Sucedió algo?

Y me mira horrorizado y como si la pregunta que hice, fue la más tonta del mundo.

Eleva entre los dos, su celular.

- ¿No sabes lo que ocurrió? - Me pregunta sin poder creer y niego.

Me observa mejor.

- ¿Y por qué, llegaste temprano como todos? - Me dice.

¿Qué?

¿Todos también, llegaron temprano, hoy?

Pero no tengo tiempo de procesar eso, me limito a encogerme de hombros sobre el sonido del bip del ascensor llegando a nuestro piso.

- ¿No recibiste el Whatsapp de la editorial, informando la urgencia?

Y carajo.

Porque cierto que y tras la llamada de Fresita lo apagué.

Y ante mi cara llena de interrogación mientras salimos fuera del ascensor quiere explicarme.

Pero, es imposible.

Porque Santo Señor de los cielos, mirando como Charly quedando estáticos desde nuestro lugar asombrados.

No solo porque, jodidamente todos ya están en el piso a esta hora temprana de la mañana alborotados yendo y viniendo.

Inclusive.

Y mierda con mi corazón, que late fuerte por eso.

Ya un Cael, madrugador y hermosamente vestido de traje dando directivas a toda esa masa humana tanto de lo chicos del piso, Megan y hasta compañeros que no son parte de nuestro equipo.

Que muchos por rodearlo al gladiador no me dejan ver bien a quién, y sentado en un sillón le habla.

- ¡Oh Dios!¡Él ya está, aquí! - Me susurra Charly exaltado y sin poder creer, tomando unos de mis brazos.

¿Por fuerza?

¿O emoción?

Ni idea.

Pero si estoy segura que lo que sea que está sentado a espalda de nosotros y tapando de nuestra vista la personas que lo atienden con demasiada curiosidad como fanatismo, mientras en detalle conversa Cael con él.

Es alguien muy importante.

No solo me lo acusa, esta movida holocaustica de todos girando a su alrededor.

Sino, también.

Un hombre de riguroso traje oscuro a metros de él.

De pie e imposible con su postura rígida y manos entrelazadas delante, con mirada rapaz y color plata observando serio y sin gesticular movimiento, pero atento a todo y todos.

Inclusive en nosotros mismos cuando pasamos el umbral de la puerta, cual nos saluda solo con una bajada de cabeza, para retomar su escaneo imperturbable y constante al lugar.

Un hombre tanque con su altura y porte, acusando ser su seguridad o guardaespaldas.

Y terminando de confirmármelo.

Mi boca se desencaja.

Cuando el aludido en cuestión e importante, se pone de pie y puedo verlo mientras abotona en el proceso, un solo botón de su exquisito saco de traje de vestir con corte italiano en tres piezas y tono gris tiza impecable, en su altura y mole de cuerpo escultural de casi 2m de altura.

Y.SANTA.MADRE.DE.DIOS.

Porque mis ojos no pueden creerlo.

Y hasta no dudo, que mi boca se abre más.

Cuando su mirada de unos ojos que no llego a ver de que color son, pero tan profundos.

Abismales.

Como intensos, tras sus lentes de armazón negro.

Mirando todo lo que lo rodea, luego los focaliza en mí.

Ni siquiera en Charly, que sigue a mi lado.

Solo en mi persona.

Curioso primero, dentro de esa frialdad glacial que todo él emana.

Para luego y elevando su mano autoritaria, señalarme con su índice y decir gélido.

- Acepto la entrevista... - ¿Entrevista? - ...pero, solo por él. - Sentencia sin modo de negociar, ante la caras de asombros de todos como Cael y el silencio que se hizo con su dominio determinante eligiéndome a mí.

¿Pero, divertido?

Y ahora soy yo, la que necesito del brazo de Charly para sostenerme por fuerza.

Porque.

JODIDAMENTE.

Yo, una simple empleada novata y haciéndome pasar por hombre para trabajar en el lugar de mis sueños y cumplir este por breve tiempo.

La mierda.

Fui seleccionada y no tengo idea su motivo y el por qué, por el mismísimo empresario.

Dueño absoluto de las famosas T8P.

Según La Commers, Time y Forbes, entre las cien personas más influyentes del mundo.

De carácter inhóspito y agreste, pero sexy como el infierno.

El gran jefe de los jefes.

Herónimo Vincent Mon. (1)*

¿Para qué, le haga una entrevista?

Que me jodan...


(1)* Herónimo Mon, personaje principal de la saga Mon.

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