"¡Tou-saaaaaaan! ¡¡Mira quién está de regreeeeeeeso, dattebayo!!"

Naruto Namikaze, de 15 años, irrumpió por la puerta de la oficina con una gran sonrisa y brazos extendidos con Jiraiya siguiéndolo de cerca.

"¡Naruto!" Minato sonrió, levantándose para abrazar a su hijo, "Es bueno verte de vuelta. Tú también, Jiraiya-sensei".

"¡Tou-san! ¡Tou-san! ¡Modifiqué mi rasengan para convertirlo en algo súper genial llamado rasenshuriken, dattebayo! Ya ves, manipulé mi chakra de viento natural para..."

Jiraiya puso una mano en el hombro de Naruto.

"Cálmate, Naruto. Si hablas demasiado, todo el oxígeno dejará de ir a tu cerebro y podría dejar de funcionar". El interrumpió.

"Ya lo hizo". Dijo una nueva voz. Sasuke y Orochimaru entraron a la oficina, cada uno con sus respectivas sonrisas. Si Naruto no estuviera tan contento de ver a su mejor amigo / rival, golpearía al maldito Uchiha en la cara.

"¡Sasuke-teme! ¡Tú también has vuelto!"

"Obviamente, dobe".

"¡Lo que sea! ¡Podemos resolver esto en el campo de batalla más tarde! ¡Ne, ne, tou-san! ¿Sabes dónde está Sakura-chan? Ero-sennin y yo intentamos buscarla antes de venir a tu oficina. ¿¿Está en una misión??" Preguntó Naruto. Esta había sido la pregunta que Minato temía a la llegada de su hijo.

"En este momento, no tenemos idea de dónde está Sakura. No hemos sabido nada de ella ni la hemos visto desde que tenía trece años".

Naruto no entendía lo que eso significaba. Sasuke, por otro lado, entendió perfectamente. Su rostro se puso aún más pálido que su palidez normal. Minato suspiró.

"A Sakura se le dio permiso para irse por cinco años. Sola. Puede hacer lo que quiera donde quiera que quiera. Si no regresa en su fecha de vencimiento, será anotada en todos los Libros de Bingo como una ninja desaparecida inmediatamente y serán cazada".

Si fuera posible, Sasuke se había vuelto aún más pálido.

"¿CAZADA?" Naruto explotó, "¡¿Eso no va demasiado lejos?! ¡Estamos hablando de Sakura-chan! ¿Por qué razón tendrías que cazarla? Ella--"

"Naruto. Detente. Tu padre tomó la decisión correcta". El sabio sapo dijo suavemente. El rubio se volvió hacia su mentor con incredulidad.

"Espera. ¿Has puesto esas restricciones inflexibles en Sakura, sugiriendo exactamente qué?" Preguntó Sasuke. Minato negó con la cabeza.

"Eso es confidencial".

"¡Pero tou-sa-!"

"Sin peros, Naruto. No puedo decírtelo más. Lo siento ustedes dos, pero si quieren ver a Sakura de nuevo, tendrán que esperar tres años más".

~

"¿Así que eres Sakura-chan, hmm?" Yahiko reflexionó. Ella asintió y miró a los ojos pensativos. De repente se iluminó, una amplia sonrisa se esparció en su rostro.

"Eres una muy confiable kunoichi, ¿sabes? ¡La información que nos diste fue acertada y estaba perfectamente detallada! Sería muy conveniente si fueras un shinobi de Ame, ¡podrías ser mi estratega principal!" el exclamó. Sakura agitó sus manos delante de ella.

"Lo siento, pero tengo que declinar, Yahiko-sama. Como le dije a Konan-san, tengo un lugar al que regresar". Ella dijo. Yahino hizo un puchero.

"Bueno, tan siquiera lo intenté." suspiró, "¡Fue un placer conocerte, Sakura-chan! Ven cuando necesites algo, estamos en tu deuda por esta información invaluable".

Sakura sonrió y se inclinó antes de salir de la oficina con Konan. Pasaron por Nagato a la salida, el jefe de ANBU de Yahiko y su mejor amigo. Los dos la saludaron y se dirigieron a las puertas de Amegakure.

"¿Cuándo crees que volverás?" Cuestionó Konan.

"No estoy seguro. ¿Tal vez tres o cuatro meses? Me pondré en contacto contigo cuando vuelva". Dijo Sakura. Konan sonrió a la adolescente y le dijo adiós. En este punto, Sakura no sabía dónde dirigirse a la siguiente.

"Supongo que debería ir a ver a Tinkerbell". Murmuró para sí misma: "Le prometí esa revancha".

Azul brilló en la esquina de su ojo, y ella giró la cabeza. Nadie. Ella se encogió de hombros y siguió camino a Iwagakure. Debe haber sido un pájaro o algo así.

~

"Me disculpo señor..." murmuró un hombre vestido de azul marino, arrodillado ante su maestro, "Ella casi se fijó en mí cuando regresaba para informarle".

"Está bien. ¿Qué encontraste?"

"Sakura Haruno ahora ha adquirido a Yahiko, la líder de Amegakure, como su aliado".

El Maestro asintió y despidió a su seguidor con un gesto de la mano antes de volver a sentarse en su silla. Esa maldito Haruno estaba ganando aliados más poderosos de lo que le hubiera gustado. Primero fue el sensei suyo, luego el experimento de la planta, luego el monstruo del tiburón, y finalmente ese prodigio de Uchiha, Itachi. Al salir de Konoha, se había ganado el respaldo de Kirigakure y Amegakure, quienes estaban endeudados con sus servicios, y ese asaltante de Iwa.

Sin mencionar los innumerables números de sus hombres que ella asesinó en el pasado.

El maestro suspiró. Una vez que ella hubiera regresado a Konoha, él podría poner en marcha su plan. No, no aprovecharía la oportunidad de inmediato, sino que simplemente tomaría su tiempo con eso. Konoha lo pagaría. Sakura lo pagaría.

Sakura le quitó todo su trabajo duro.

Y maldita sea, solo tenía nueve años cuando lo hizo.

Su venganza contra ella ya había tenido lugar. De hecho, ya le habían dado una muestra de su... hospitalidad. El Maestro se rió entre dientes cuando recordó ese día.

Ver a esa chica llorando sobre el cuerpo de su amigo muerto, Juugo, ciertamente había sido un espectáculo que estaba feliz de haber dirigido.