Jadeaba aún en sus lugares, moviéndose despacio para acostumbrarse, aunque Sanemi parecía gruñir más que nada, porque recién, después de todo ese espectáculo, tomó conciencia de sí mismo, él era Shinazugawa Sanemi, y él no sería controlado por Giyuu, y lo que no se arregló con palabras, ya tenía una nueva salida

Se enderezó para abrazar a Giyuu, quien gimió al verse apresado en esos brazos, y pronto empezó un beso, en el que perdió el control, porque Sanemi empezó a embestir, duro y sin piedad, miró su rostro, Sanemi gemía y le embestía enojado, poniendo su respiración en su cuello, y sentir su olor, un olor que él ansiaba sentir desde esa cercanía, cuántas noches peleó consigo mismo por las ganas de sentir ese olor de nuevo

-Giyuu~

Tomó su mano y su Brazo, llevandolos sobre su cabeza en el piso mientras seguía embistiendolo, fuerte, duro, no había nadie que les escuchara y los gemidos de Giyuu sólo le hacían dejar de pensar y solo mover sus caderas

-Giyuu~ d-dime la verdad~ aahh~

Agitado y con el cuerpo temblando por las oleadas de placer, miró a Sanemi con sus ojos cargados de deseo, tragando saliva y guardando alienyo para responder

-N-Nu... Nunca deje de a-amarte~ ahh~ a-Ahh soñé con esto~

-Ah si?

-aah~  N-Nunca pude olvidarte~ aah~

Estaban rojos, había erotismo y vergüenza en la escena, debía verse sucio tratando de hablar mientras casi sentía que Sanemi le iba a romper

-Si... Yo..-

Sanemi buscó sus ojos, no quería que Tomioka se perdiera nada de lo que iba a decir en ese momento

-Yo tampoco yo. .. Nunca pude... Superarte, Giyuu Tomioka~

Aún sinedo dominado en ese momento, buscó los labios del peliblanco, Jadeando sobre ellos, pronto sintiéndose más agitado, Jadeando fuerte al punto de no contener su voz y acabó en un orgasmo fuerte, en el que no puso hacer otra cosa que arquearse y estremecerse bajo Sanemi, quien la imagen le hizo morderse los labios, porque aún faltaba él

Giyuu enredó sus piernas alrededor de él, Sanemi no le había dado un respiro, al contrario, le siguió embistiendo, pero ahora lo soltó, haciendo que pudiera aferrarse a él, su mano de inmediato se clavó en su espalda, tocándole a él sentir la esencia de Sanemi al respirar en su cuello, mordiendolo ante la falta de su otra mano, Maldecia nuevamente, le hubiera encantado aferrarse en su tiempo a Sanemi con ambas manos

Sudaban, gemían sin parar, Sanemi y Giyuu tenían marcas para ese momento, y éste último empezó de a poco a voltear sus ojos hacia arriba, el peliblanco sabía dónde embestir, le hacía sentir en el cielo, se besaban, sin parar, ambos tenían los labios hinchados, besos dulces, besos hambrientos, sus lenguas se sincronizan para ese momento

-G-Giyuu~ Ahh M-Maldicion

Un cosquilleo empezó a inundar bajo el estómago de Shinazugawa, y Giyuu sólo le atrajo más a su cuerpo, dando el claro mensaje de que no quería que terminara fuera, no, había pasado tanto tiempo, no iba a dejar que algo así sucediera, se lo debía por todos esos gritos, y Sanemi sonrió de lado al entender sus intenciones, estaban con sus rostros juntos, Jadeando nuevamente sobre la boca del otro, Giyuu volvió a gritar y Sanemi ante el placer no hizo más que enterrar sus dientes en el cuello del pelinegro, gruñendo mientras apretaba su trasero con fuerza y movía sus caderas como un desquiciado, y fundiendose en ese abrazo en Medio de jadeos sucios tuvieron su orgasmo, Giyuu apenado por manchar los torsos de ambos, y Sanemi satisfecho por haberse venido dentro, Giyuu era demasiado apretado, no podía salir de inmediato, aunque tampoco quería eso

Jadeaban por aire, y estuvieron solo abrazados en esa posición por un rato hasta que Sanemi tomó con sus manos el rostro de Giyuu, y le dió beso, un beso profundo y más amoroso que todos los anteriores, éste beso era parecido al que se dieron esa noche, estsba cargado de un amor sincero, y Sanemi no dudó en sonreírle

-No nos... N-No nos volvamos a separar nunca... Prometo no volver a ser un idiota

La sonrisa de Giyuu le dió la paz suficiente para dejarse caer en sus brazos y dormir un poco, y Giyuu, claramente agotado, estaba completamente de acuerdo con eso

//////

Al otro día Sanemi despertó, notando a Giyuu tocando su rostro, y al notario se acercó a darle un beso

-Buenos días

La voz profunda de Sanemi recién despierto le erizó la piel

-Buenos días...

Se quedaron callados un momento, viendo al otro

-Te duele?

-Hmm.... Un poco... Aunque no esperaba que fueras suave... No es algo que tú harías

Sanemi fue quien soltó una risa y peinó un poco el cabello de Giyuu

-Oye... Perdóname... Por lo de anoche sé que todo está bien pero... De verdad, perdón por haber Sido un idiota contigo, eres maravilloso, hombre o mujer... No sé por qué fui idiota y no me di cuenta de lo obvio en su tiempo pero... Me enamoré de ti Giyuu, de tu alma, aunque... El cuerpo me gusta también

Lo miró, feliz y rojito por sus palabras

-Entonces...

-Hm?

-... Que somos?

Se quedaron en silencio

-... Lo que tú quieres que seamos Giyuu, aunque para mí, más allá del título... Quiero ser tuyo

El chico simplemente se dejó llevar con otro beso, otro beso lento con un abrazo apretado y fuerte, interrumpido solamente por las sonrisas mutuas