XVII

Capítulo 17

Eran cerca de la nueve y media de la noche cuando Alice estaba levantando todo, nuevamente para lavar los trastes antes de irse, Dan se había negado, pero Alice era testaruda y no había cedido, así que al mayor no le quedo otra que solo seguir platicando con ella.

―Alice, ¿ya encontraste donde alquilar un departamento?

―Aún no, Dan, espero encontrar un lugar pronto, no es como que el hotel de la señora Walter sea incómodo, pero la señora es un tanto... comunicativa ―La chica sonrió un poco tras recordar a la mujer―. De todo quiere enterarse.

―Sí, es una de las mujeres más chismosas del pueblo ―comentaba el mayor con una sonrisa―. Oye ¿Y por qué no te quedas aquí?

―¿Eh?

―Bueno, decías que no era bueno que yo estuviera solo, tú necesitas donde vivir y yo tengo una habitación libre.

―Dan... ―La chica no sabía exactamente que decir, esto la había tomado por sorpresa.

―Piénsalo, no tienes que darme una respuesta ahorita, después de todo me imagino que tienes que pensar en si podrás tolerar a un tipo molesto como yo.

―Muchas gracias Dan, y no digas eso, tú no eres molesto.

―Claro que lo soy, suelo decir estupideces que terminan lastimando a los demás y después no tengo el valor de disculparme, entre otras cosas. ―Decía cabizbajo el mayor.

―¿Por qué me estás diciendo esto, Dan?

―Porque sé que el otro día en la cabaña te lastime, hablé sobre algo que yo desconocía y te hice daño con mis palabras.

―Si te refieres a lo de Jake no tienes nada de que preocuparte, total, tú tenías razón.

―¿Qué quieres decir?

―El día que se comunicó conmigo dejó en claro que no quiere ponerme en riesgo, y menos ahora que supo que ahora trabajo para la policía.

―Me imagino que se molestó bastante por eso.

―Lo que no le gusta es que me relacione con Alan, siento que algo me está ocultando respecto a él, pero ahora ya no tiene sentido.

―Lamento escuchar eso...

―No pasa nada, ya lloré por su decisión, ahora estoy más tranquila.

―Espero que sea verdad, pero si necesitas hablar sabes que puedes hacerlo conmigo... y por favor piensa en lo que te dije, aquí estarás a gusto y lejos de la mujer chismosa. Te prometo que no te ocasionaré problemas.

―Oh Dan, eres tan lindo, si me quedara aquí, yo sería quien debería de procurar no ocasionarte problemas a ti, no al contrario...

―No creo que seas de las personas que causen problemas...

―No, pero soy de las personas que les gusta adoptar animalitos.

―Bueno, uno o dos animalitos aquí le darían más vida a la casa.

―... ―Alice sonrió haciendo sentir una agradable calidez al mayor.

―¿En serio no te molesta que esté aquí? La gente puede malinterpretar y tu madre puede enfadarse..

―La gente puede decir toda la mierda que quieran y respecto a mi madre... con ella no habrá problema, yo le explicaré la situación.

―Muchas gracias, Dan, si no tienes problema con esto y, ya que me insistes entonces aceptaré tu oferta. Así que ¿cuánto me vas a cobrar de alquiler?

―¿Alquiler?

―Dan, no te hagas, no voy a estar aquí gratis.

―Claro que no, vamos a compartir gastos de la despensa y servicios.

―Lo sé, pero también debo darte algo por la habitación que estaré usando.

―Eso no es necesario.

―Dan...

―Ya, tranquila, luego arreglamos eso.

―Está bien. Ya es hora de irme, me imagino que la señora Walter ha de estar haciendo toda una historia para contarla mañana. ―La chica se rio de las cosas que se estaba imaginando, y es que esa mujer era todo un caso.

―No deberías de irte, menos en la motocicleta, has estado bebiendo, no quieres que te pase lo mismo que a mí.

―¿Ya admites que el accidente es tu culpa?

―No quiero, pero ya a este punto de la historia ya no sé ni que creer, así que estoy abierto a todas las posibilidades.

―Tranquilo, estaré bien, iré despacio y con cuidado. Llegando te marco.

―Alice...

―Te prometo que voy a estar bien, a demás, entre más pronto me vaya, más pronto arreglaré las cosas para traerlas.

―Está bien, Alice, me avisas cuando llegues.

―Sí, nos vemos luego. ―Alice le guiño el ojo con una sonrisa juguetona y después salió del lugar.

Después de varios minutos de viaje, más de los que hubieran sido si conducirá a la velocidad acostumbrada, llegó al hotel, aseguró su motocicleta y después entró al lugar, topándose con la señora Walter quien tras un comentario un tanto inapropiado le deseo buenas noches con una sonrisa.

Alice al entrar en su habitación, se tiró en la cama sobre su espalda y tomo su celular para avisarle a su amigo que había llegado bien a su destino. Tras soltar su celular se cubrió los ojos con uno de sus brazos por un momento, descansando un poco antes de ir y darse un baño para poder dormir a gusto. Habían pasado unos diez minutos cuando el celular comenzó a sonar. Alice lo tomo y contestó la llamada sin poner atención en quien era la persona del otro lado.

―¿Hola?

―Buenas noches, Alice, ¿te desperté?

―¡Oh, Alan! No, tranquilo... acabo de llegar así que aún estoy suficientemente despierta...

―Oh, me imagino que estabas con tus amigos.

―Si, les debía una reunión, así que hoy fue el día.

―Y dime... ¿Bebiste?

―Un poco, sí.

―¿Y por qué conduces si has bebido? Porque me imagino que andabas en tu moto... ¿O a caso alguien te llevo a tu casa?

―Alan...

―Tienes que dejar esos hábitos...

―No suelo hacerlo, es solo que ya no había nadie que me trajera.

―Pudiste quedarte...

―Sí, podía... pero no quería que la señora Walter comenzara a hacerse ideas.. Si así me dejó caer un comentario un tanto molesto.

―Bien, luego hablamos de eso, solo te hablaba para informarte que te necesito mañana en la comisaría con tu uniforme...sé que te había dado estos días libres, pero la agente Linder vino y dijo que tenía que hablar contigo... le dije que estabas de descanso, así que pidió que llamara, así que...

―Está bien, mañana temprano estaré ahí, después de todo, trabajo es trabajo.

―Ah, otra cosa, aprovechando de que vendrás a trabajar, quiero que me acompañes al reclusorio, después de todo mañana dejaremos libre al señor Hawkins.

―¿De verdad? ¡Esa es una gran noticia!

―Sí, hice lo que me pediste y mande revisar el auto de Anderson y como tú lo dijiste, el auto no fue alterado...

―Lo sabía, lo de Dan fue a causa de su estado...

―Si, bueno, te dejo, tienes que descansar, mañana hay trabajo...

―Sí, jefe ―Alice dijo eso con una sonrisa en el rostro tras imaginar el rostro que el otro había puesto―, descanse, nos vemos mañana

―Hasta mañana, Alice.

Tras colgar la llamada, busco en su mochila un celular que tenía guardado desde hacía un tiempo e intentó comunicarse con Jake, sabía que sería difícil, debido a que el otro desconocía el número y no podría sacar información de él, ya que no estaba registrado y no estaba ligado a nada; sin embargo, tenía que intentarlo, el hecho de que la agente del FBI quisiera hablar con ella poco tiempo después de que se comunicó con Jake le decía que las cosas se podían poner muy muy feas.

Chat Jake

―Jake, puedes conectarte, es urgente...

Jake: ¿Quién eres?

―Gracias por contestar. :)
―Tú sabes quién soy, no tengo mucho tiempo, el FBI volvió, por favor ten mucho cuidado.

Alice se desconectó y apagó el móvil con la intención de que nadie lo rastree, lo guardo nuevamente y después tomo una toalla y un pijama para adentrarse al baño y tomar una ducha, necesitaba relajarse e intentar dormir, aunque después de la llamada de Alan no creía poder hacerlo.

La hora de levantarse llego más pronto de lo que deseaba, así que con pereza bajó de su cama y comenzó a arreglarse tratando de pensar en algo que la mantuviera despierta, siendo el encuentro con la agente del FBI lo que logró el objetivo.

Cuando ya estaba lista para salir con rumbo a la comisaría, una llamada entro a su móvil. Alice al tomarlo para contestar vio que era Alan, así que con sorpresa contestó la llamada.

―Alice, ¿ya estás lista?

―Hola Alan, sí, de hecho ya estoy por salir.

―Espérame, ya voy para allá, pasó por ti.

―Está bien.

Tras unos minutos, Alice recibió un mensaje en el que Alan le avisaba que ya la estaba esperando afuera. Alice tomó su bolso y salió a encontrarse con su amigo y jefe quien estaba en la recepción con la señora Walter.

―¡Buenos días, Alan, señora Walter!

―Buenos días, señorita Alice, ¿uniforme?

―Sí, señora Walter, me dirijo al trabajo y pues necesito un uniforme.

―Así que no era mentira lo que el oficial decía, creí que entre ustedes dos había algo, ya sabe... como los veo seguido juntos...

―El oficial Bloomgate es mi jefe y mi amigo, pero si hubiera algo entre nosotros no creo que sea algo malo o algo que le importe a los demás.

―Bueno... sí, tienes razón.

―Me alegra que entienda, lo siento, pero tenemos que retirarnos, nos vemos en la tarde, ¡que tenga un buen día!

―Con permiso, nos vemos luego.

―Vayan con cuidado.

Alan le abrió la puerta del auto a la chica para que entrara y una vez que él también entró, soltó un suspiro liberando la tensión del momento.

―¿Entiendes por qué no me quise quedar con alguno de mis amigos? Anoche que llegué me dijo que pensó que me iba a quedar a una noche de pasión contigo... o con alguno de mis otros amigos...

―Creo que ya deberías de buscar donde vivir, lejos de esta señora.

―Estuve buscando y nada, parece que el destino no me quiere aquí; sin embargo, Dan decidió rentarme una habitación en su piso.

―Oh...

―Sé que esto no te gusta, pero...

―No es que no me guste, es solo que me parece raro... No quisiste pasar una noche en mi piso aquella ocasión, pero sí vivirás con el señor Anderson.

―Lo siento, Alan, es solo que no encontraba un lugar y él me ofreció una habitación que tiene libre.

―Entiendo...

―Veré como avanzan las cosas, después de todo no creo durar mucho tiempo en su casa, quiero conseguir un lugar donde no moleste a nadie y donde pueda tener mascotas, aunque Dan me dio luz verde de llevar algún animalito ―Decía eso último en un susurro―, a demás cuando Jessy se entere de que estoy en la casa de Dan va a insistir que me vaya con ella.

―Si en un futuro quieres dejar la habitación de Dan y no encuentras a donde ir, puedes venir a mi departamento, es amplio y tengo dos habitaciones libres, y por los animales no hay problema, después de todo a mí también me gustan, yo tenía dos perros.

―Gracias Alan. Cambiando de tema...

―Estás preocupada.

―Sí, ¿para qué me quiere la agente Linder? ¿Se habrá dado cuenta de que me comunique con Jake?

―Tal vez, aunque no creo que Jake sea tan descuidado como para hablar contigo sin tener una protección. ¿Ya le avisaste de esto?

―Si, lo hice, pero desde otro celular, no quería complicar más las cosas en caso de que el FBI supiera que estoy en contacto con él.

―Eres precavida, eso es bueno... ¿Sabes? Vi preocupada a la agente, no creo que te vea como una amenaza, más bien piensa que estás en algún problema.

―Pues en un rato sabremos qué está pasando.

Los pocos minutos que faltaban para llegar los pasaron en silencio, pensando en que podría ocurrir una vez llegando a la comisaría. Cuando al fin aparcaron en el estacionamiento del lugar se encontraron con Biggs quien los veía de forma reprobatoria.

―¿Se puede saber por qué demonios llegan juntos? ―Preguntaba molesto el hombre.

―Buenos días, Eric. ―Decía secamente el mayor bajando del auto.

―Buenos días, oficial Biggs, ¿ocurre algo? ―Alice saludaba y preguntaba qué ocurría, ya que estaba sorprendida por el comportamiento de su compañero.

―Ocurre que la agente del FBI está aquí, ¿qué creen que va a pensar si los ve llegar juntos? ¿No me habías dicho que la agente dudaba que Alice era policía?

―Alice, entra tu primero, yo haré algo de tiempo antes de entrar.

―Está bien, ¿crees que me vaya a interrogar tan pronto como me vea?

―No, Alice, según lo que me dijo quiere que estén los dos. ―Eric explicaba la situación aún molesto por la imprudencia de su jefe y su nueva compañera.

―Bien, los veo adentro. Alice caminó el trayecto desde el estacionamiento hasta la entrada del lugar, sumida en sus pensamientos. ¿Por qué Eric había actuado así? ¿Qué tanto sabía sobre su situación? ¿Estaba bien estar tan confiada? Su mente daba muchas vueltas sobre esas cuestiones hasta que alguien la sacó de su mundo.

―Buenos días, señorita Crawford.

―¡Agente! Buenos días.

―Parece que paso una mala noche...

―Estaba de descanso, así que me reuní con unos amigos y pues la desvelada me pego duro. ―Decía con una sonrisa en el rostro, tratando de mostrarse tranquila.

―Lamento hacerla venir en sus días de descanso, es solo que tengo algo importante que hablar con usted y con el agente Bloomgate.

―¿Ocurrió algo?

―Prefiero que hablemos en privado cuando llegue su jefe.

―Está bien, ya no ha de tardar en llegar. ―después de varios minutos vieron entrar a Alan quien al verlas se dirigió a donde ellas estaban.

―Buenos días, agente Linder, Alice, llegaste temprano.

―Si, bueno... la verdad no pude dormir, sabía que si me dormía a conciencia con el alcohol que había en mi organismo hoy no me levantaría temprano.

―Agente Bloomgate, ¿hay un lugar donde podamos hablar en privado?

―Claro que sí, agente, pasemos a la sala de juntas, ahí nadie nos va a molestar.

Las chicas caminaban de tras de Alan, con rumbo a la dichosa sala de juntas. Alice parecía tranquila, pero por dentro estaba muy nerviosa, ¿qué había pasado? ¿Encontraron a Jake? ¿Sabían de la relación entre ella y Jake? ¿Descubrieron que ella le había avisado al chico de que el FBI había vuelto? Había tanto en su cabeza que la atormentaba y todo fue peor cuando pasó por su cabeza la idea de que posiblemente esa mujer había descubierto que Alan sabía todo y se los había ocultado.

―Adelante señoritas... ¿Les ofrezco café? ―Decía tranquilamente el mayor.

―Si gracias.

―¿Tú, Alice?

―Si, por favor.

―Y bien, ¿de que quería hablar con nosotros, agente Linder?

―Del hacker y de esta señorita....

―¿Eh?

―¿Descubrieron algo? ¿Ya dieron con él?

―No, es muy escurridizo, sin embargo, creo que la señorita Crawford está en problemas.

―¿Qué clase de problemas?

―Parece que estás en la mira de ese sujeto.

―¿Qué?

―¿Cómo es que llego a esa conclusión, señorita?

―Bien, ¿recuerdan aquella vez que hablamos afuera de la mina? ―al ver que los dos asintieron, la mujer continuó hablando―, ese día la señorita nos dijo que estuvo recibiendo amenazas, así que me dediqué a investigar un poco sobre eso y note algo muy extraño... se ha estado registrando actividad sospechosa alrededor de las cuentas electrónicas, llámese correo electrónico, redes sociales y tu línea telefónica.

―¿Y usted cree que es ese hacker?

―Mi equipo cree que puede ser posible, pero yo lo dudo...

―¿Por qué?

―Parece que son muchos involucrados en tu investigación, las señales viene de muchos lugares.

―Si dice que no piensa que sea el hacker que buscan, ¿por qué dice que estoy en su mira?

―Porque al parecer te está protegiendo. ¿Quién eres, Alice Crawford?

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¡Volví de entre los muertos con un nuevo capítulo!

Espero que lo disfruten y me apoyen con su voto y sus cometarios si es que les gusto.

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