XIV
Capítulo 14
Las chicas iban por su segunda taza de café mientras seguían hablando sobre esa conversación que Alice había tenido con Jake.
Alice trataba de convencer a su amiga de que estaba bien, pero Jessy no estaba del todo convencida.
―Al menos ya eres libre de darle una oportunidad a Dan...
―O a Alan.
―¡Alice! ―Jessy se molestaba un poco al pensar que su amiga le diera una oportunidad al policía.
―¿Qué tiene de malo que le dé una oportunidad a Alan?
―Es mayor que tú.
―Dan también.
―Pero él lo es más.
―La edad nunca ha sido algo importante para mí.
―Es policía.
―Ahora yo también lo soy.
―Alice...
―Jessy...
Se sostuvieron la mirada un momento y al final Jessy se rindió soltando un sonoro suspiro y desviando la mirada, haciendo sonreír a su amiga.
―Jessy, no es un hecho que yo vaya a andar con Alan, ni tampoco con Dan... aún es muy pronto para poder hablar sobre esto, lo que quiero en estos momentos es arreglar todos mis asuntos pendientes, establecerme bien en Duskwood y cerciorarme de que Richy estará bien antes de pensar en cualquier otra cosa.
―Tienes razón, a demás tienes que concentrarte el dejar libre a mi hermano.
―Sí, eso también.
Las chicas dieron por terminada la plática para después ir a arreglarse para salir, Alice tenía que ir a la escuela donde trabajaba para arreglar el asunto de su renuncia y aparte tenían que comprar la despensa, o al menos algo para pasar los días que pasarían en el lugar.
Cuando las dos chicas estaban listas, salieron del lugar, subieron al auto y se dirigieron al su destino, cuando llegaron, notaron que al bajar del auto todos los que estaban a su alrededor se les quedaban mirando, algo que no sabían como tomar las chicas.
―¡Alice! Hasta que te dignas a pararte por acá.
―¡Arthur! Bueno pasaron varias cosas y pues eso me mantuvo fuera...
―¿Qué cosas? ¿Te metiste en malos pasos y por eso traes ese hermoso auto y te escondes?
―... ―Alice volteo a ver el auto del que había bajado y le presto atención a los detalles, notando que nunca le puso real atención al vehículo que ahora manejaba, notando que era un hermoso Mercedes-Benz de color negro el cual se veía de muy buena clase.
―Si supieras que es todo lo contrario... bueno, ya te enterarás más delante. Nos vemos al rato ―decía despidiéndose del joven para después dirigirse a su amiga―, ven Rojita ―le estiró la mano para que esta la tomara―, vayamos a terminar con esto pronto.
―Sí, vamos. ―Jessy tomo la mano de su amiga sin pudor y la siguió a donde ella la guiaba.
Las chicas entraron al lugar y se dirigieron al interior del edificio en busca de la dirección donde esperaba encontrar al director de la organización educativa y su aún jefe. Cuando llegaron al lugar, Alice tocó a la puerta y tras escuchar un “pase” abrió la puerta y entró al sitio, invitando a su amiga con la mirada a pasar con ella.
―¡Hola August, buenos días! ―Decía la chica con una sonrisa.
―Buenos días, señorita Crawford... ¿Qué la trae por aquí?
―Vaya parece que estás molesto, y lo entiendo, pero no se preocupe señor Director, solo vine a dejar mi carta de renuncia y la USB con el programa, los ejercicios y las listas y calificaciones de los peques...
―¿Qué? ―aunque el hombre quería aparentar estar molesto, le sorprendió la noticia―. ¿Cómo que te vas?
―Si, una personita me jala fuera de la ciudad, ¿no es así, Rojita? ―Alice tomaba la mano de su amiga, invitándola a la conversación.
―Así es, Alice. ―Jessy volteo a ver a su amiga y le dedico una gran sonrisa, algo que descoloco al hombre sentado detrás del escritorio.
―Alice, ¿no me diga que se va por seguir el amor de esta chica... ?
―... ―Alice se quedó un poco extrañada por el comentario hasta que entendió lo que quería decir ese hombre y decidió jugar un poco con él―. ¿Qué pasa, señor Director... esta idea le molesta? ―Decía Alice mientras se acercaba a Jessy y la abrazaba por atrás apoyando su mentón en uno de los hombros de la pelirroja, quien estaba con un notorio sonrojo.
―... ―August solo las vio sin saber qué decir.
―... ―Alice giro un poco el rostro y dejó un beso en la mejilla de su amiga, haciendo que el hombre desviara la mirada.
―Jajaja, Dios, no puedo creer que caíste en mi broma.
―¿Broma?
―Sí, broma, es obvio que yo no tengo nada con esta chica, solo una gran amistad, tan grande que podemos hacer este tipo de bromas sin ofendernos... Y aunque ella es una de las personas que me jala, no me refería a eso, sino al dueño del auto en el que me vieron llegar.
―¿O sea que es verdad que llegaste en un auto de alta clase?
―Si, aunque no es mío, es de un buen amigo que no me pudo acompañar.
―¿Amigo o pareja? No cualquiera suelta un carro como ese a un amigo. ―Decía el hombre con bastante escepticismo mientras se asomaba por la ventana para ver el auto.
―No sé qué clase de amigos tendrá usted, señor, pero al menos cualquiera de nosotros, los amigos de Alice, haríamos cualquier cosa por Alice, incluso soltarle un auto de lujo. ―Jessy hablaba con una seriedad bastante notoria, algo extraño, ya que ella solía ser bastante amigable y sonriente.
―¿Por qué harían eso por ella?
―Porque ella lo dio todo por nosotros cuando la necesitamos ―dijo tajante para después voltear con su amiga para dirigirse a ella―. Alice, te espero afuera.
―Claro Jessy, no tardo.
Tras decir eso la chica salió de la oficina y se sentó en el pequeño sofá que había en la salita de espera del lugar.
―Parece que hiciste grandes amigos...
―Los mejores... bien, a lo que venía, sé que está mal que me ausentara de repente y de buenas a primeras venga a renunciar, pero tengo que cambiar de lugar de residencia y lo tengo que hacer lo antes posible.
―¿A dónde te vas?
―A Duskwood.
―Vaya lugar elegiste para vivir.
―Es hermoso, y encontré personas geniales ahí ―Decía la chica con una sonrisa en el rostro―. Creo que al fin encontré mi sitio.
―Bien, parece que no te voy a poder convencer de quedarte, y si te hago quedarte supongo que vendrá alguien por ti.
―Sí, es lo más probable...
―Bien, firmaré los documentos necesarios para que se te paguen tu liquidación. Y gracias por traer la información de los grupos.
―Es lo memos que puedo hacer.
La chica, al terminar de arreglar los asuntos con el director salió para encontrarse con su amiga y poder ir al lugar correspondiente para cobrar su liquidación, al salir de la escuela salieron y fueron al supermercado para comprar lo necesario.
Al llegar a casa se pusieron a cocinar algo para comer entre pláticas y bromas. Una vez que comieron y limpiaron, fueron a la habitación de Alice para comenzar a hacer maletas. Terminando, Alice invito a dar una vuelta a la chica por la ciudad para que conociera el lugar, pasando un momento agradable.
*****☆*****
En la sala de interrogatorios de la prisión de Duskwood, se encontraba el joven Hawkins esperando a una persona, extrañado de que se le citara precisamente en ese lugar y no en el área de visitas. Después de unos minutos vio entrar en la sala a la persona que menos se esperaba.
―¡Buenas tardes, señor Hawkins!
―Agente Bloomgate. ―Phil estaba muy sorprendido, no esperaba que ese hombre lo fuera a interrogar.
―¿Sabe por qué estoy aquí?
―No, tal vez para buscar una manera de refundirme eternamente en este lugar.
―Pues aunque no lo crea, vengo a buscar pruebas que te ayuden a salir de aquí.
―¿Por qué haría eso?
―Una personita muy especial para mi me lo pidió de favor...
―... ―Phil veía al hombre sonreír, algo que lo dejo muy desconcertado.
―Y ¿quién es esa personita?
―La señorita Alice Crawford.
―¿Alice? ¿Qué tiene que ver usted con ella?
―Bueno, ella y yo nos hemos vuelto muy unidos, así que me pidió que buscara algo que demostrara su inocencia, si es que en verdad usted es inocente.
―¿Cómo es que conoce a Alice? ¿La estuvo investigando? ¿Ella fue sospechosa de lo que paso?
―No tengo por qué hablarle de eso a usted, pero déjeme decirle que ella no fue, no es y no será sospechosa sobre ese caso. Y bien, es mejor tratar el asunto que realmente importa aquí, después de todo no me es grata su compañía.
Al parecer, el sujeto esposado frente a él no era de su agrado y si por él fuera dejaría a ese tipo antipático y desagradable encerrado en ese lugar para siempre, pero como jefe de la policía tenía que actuar conforme a la justicia y si ese hombre era inocente tenía que dejarlo libre, a demás se lo había prometido a Alice.
Por un largo rato, Alan estuvo interrogando a Phil, tratando de ser lo más minucioso posible para detectar mentiras u omisiones por parte del menor. Tras tener todo lo que creyó necesario, el mayor se puso de pie y le informó al otro que había terminado por el momento y que en uno o dos días más alguien lo estaría visitando, sin decirle la identidad de dicha persona.
―Más te vale que todo lo que me dijiste sea verdad y que realmente eres inocente, ya que de lo contrario, decepcionaras a dos señoritas que te aprecian mucho.
―No tengo nada que ocultar, soy inocente y ustedes sabrán que eso es verdad, ya lo verá.
―Bien, lo que digas. Me retiro.
―Agente, ¿puedo hacer una llamada?
―No, no en estos momentos, en cuanto sea prudente, se te informará que podrás hacerlo.
Alan salió de la sala de interrogatorios y se dirigió a su lugar de trabajo.
*****☆*****
La hora que marcaba el reloj era cuarto para la cinco, la hora precisa para iniciar el viaje, Alice ya tenía sus maletas hechas y ya había arreglado los asuntos más importantes que tenía que atender en el lugar, solo había una pregunta, era bueno irse tan pronto, o sería mejor quedarse un día o dos más en esa ciudad.
Para Alice no era inconveniente irse tan pronto como pudieran, pero al parecer Jessy estaba disfrutando de los nuevos aires que esa ciudad le brindaban después de un tiempo considerable sin salir de Duskwood.
―Jessy, tengo que preguntarte algo...
―Dime, ¿qué pasa? ―Preguntaba un poco curiosa la pelirroja.
―Bueno, ya terminé todo aquí, así que podemos irnos en cualquier momento, sin embargo... no sé si tú ya deseas volver a Duskwood.
―Pues, yo estoy a lo que tú decidas, si quieres que nos vayamos ya podemos hacerlo.
―¿No deseas quedarte más tiempo?
―Si es lo que tú decides por mí está bien, pero si tú estás pensando en lo que yo deseo, bueno... si tú estás bien con ello, prefiero que nos vayamos pronto, estoy preocupada por Richy y lo que Cleo y los chicos quiera hacer respecto a él, a demás tienes que presentarte a trabajar ¿no es así?
―Sí, tienes razón, entre más pronto ocupe mi lugar de trabajo, más fácil será para mí ayudar a Phil.
―Entonces creo que está decidido...
―Sí, subiré las maletas al auto.
―Yo iré a empacar lo de la despensa que quedó, no queremos que se quede aquí abandonada y pudriéndose.
―Tienes razón, manos a la obra pues.
Las chicas subieron todo lo que era necesario llevar al viaje, tratando de no olvidar nada y de no dejar tanto desorden para la persona que se encargaría del lugar. Cuando ya estaban listas para salir, Alice tomo su celular y realizó una llamada bajo la atenta llamada de su amiga
―¡Hola, Alan!
―¡Alice! Creí que ya no me marcarías hoy...
―Estuve algo ocupada, pero es momento de avisarte que ya vamos a agarrar rumbo para Duskwood.
―¿En serio? Creí que durarían unos días más...
―No es necesario, termine lo que tenía que hacer y además estamos preocupadas por Richy.
―Entiendo, pues me alegra mucho saber que estarás aquí pronto.
―Sí, hoy en la noche estamos en Duskwood.
―Bien, me mantienen informado de su viaje, cualquier cosa me avisas.
―Sí, eso haré. Más tarde te hablamos, adiós.
―Cuídense.
Tras cortar la llamada, la chica arrancó el vehículo y tomo rumbo a su nuevo hogar. El viaje fue largo y tranquilo, así que después de unas horas llegaron a Duskwood sin contratiempos.
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Actualización por mi cumpleaños!!! ❤
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