VI
Capítulo 6
Hay ocasiones en que recibimos noticias que no esperamos o que no deseamos, sin embargo con el tiempo sabemos que todo pasa por una razón.
Hay quienes le llaman designio de Dios, otros prefieren la palabra destino, pero sea lo que sea, parece que nuestras vidas ya estan escritas como guiones que debemos de seguir al pie de la letra, aunque... ¿realmente era así?
Todos en la sala estaban realmente en shock, la noticia había caído como balde de agua helada y no sabían como reaccionar ante las palabras del doctor.
―Doctor, ¿puedo entrar a verlo? ―Paul preguntaba angustiado pero con deseo de estar con su hijo.
―Lo siento, tengo orden de dejar pasar primero al agente Bloomgate o en este caso la señorita...
―Crawford, Alice Crawford...
―Oh, bueno, dado que el señor Bloomgate la dejo a usted en su lugar, usted es quien puede pasar primero.
―... ―Alice en silencio buscó la aprobación de sus amigos y del señor Rogers, estos con un asentimiento le demostraron que estaban de acuerdo―... bien, vamos doctor.
La chica siguió al doctor por los largos y blancos pasillos del lugar.
Alice, a cada paso que daba sentía que el aliento le faltaba y una opresión en el pecho, las manos sudaban y el deseo de salir del lugar se incrementaba. La chica odiaba los hospitales y estar ahí le traía a la cabeza los recuerdos de cuando era niña y era llevada a escondidas, tomada de la mano por una enfermera al cuarto de su padre unos días antes de que este muriera.
Tan sumida estaba en sus pensamientos que cuando el doctor le habló se sorprendió bastante.
―Señorita Crawford, hemos llegado.
―Oh, eso es bueno. ―La chica trato de limpiar una lágrima de forma disimulada pero el doctor lo notó.
―Parece que no le van bien los hospitales, ¿se siente bien?
―Sólo es un poco de ansiedad, odio estos lugares, me traen muy malos recuerdos...
―Lamento oír eso, puede pasar, en un momento le traigo un tranquilizante, ya que no la veo bien.
―Gracias doctor.
Alice abrió la puerta de la habitación, viendo en esa cama a Richy, sentado y viendo el lugar de manera curiosa, se notaba en su semblante que estaba bastante desorientado.
―¡Hola! ¿Puedo pasar?
―¡Oh agente! Pase ―dijo un poco sorprendido el rubio para después bajar el tono de voz a un susurro―. Demonios, si la policía está aquí es porque hice algo malo, y yo sin recordar nada...
―Tranquilo, no estas en problemas.
―¿No? ¿Entonces por qué está usted aquí? ―Las sorpresas no ayudaban en nada a la cabecita del rubio.
―¿No recuerdas nada de lo que paso?
―No, nada... ni siquiera se porque estoy en este cuarto de hospital.
―Si me prometes mantenerte tranquilo te contaré todo lo que paso, pero primero ―Alice metió su mano al bolsillo de su pantalón y de este sacó su celular―, ¿puedo sentarme a tu lado? ―dijo señalando la orilla de la cama.
―Claro. ―Decía con un ligero sonrojo que lo hacía ver muy adorable.
―Te voy a mostrar algunas fotografías y tu me dices si reconoces a alguien ¿de acuerdo?
―Esta bien.
―Mmmm, probemos con él. ―Alice le mostró a una foto de Thomas, sin perder de vista las expresiones del rubio.
―No, no lo conozco.
―¿Y ellos? ―poco a poco fue mostrando fotografías de sus amigos incluso una de su padre, pero parecía no reaccionar a ellos hasta que...
―Dígame una cosa, ¿se supone que yo conozco a estas personas?
―Sí, ellos son tu grupo de amigos y el hombre mayor es tu padre.
―¿Cómo es posible que no los recuerde...?
―Al parecer el golpe que te diste en la cabeza fue demasiado fuerte y afectó tu habilidad se retener información como recuerdos de hechos o incluso personas cercanas. Anda te voy a pedir que te esfuerces un poco más.
―Esta bien...
―Voy a pasar ―Decía el doctor al otro lado de la puerta. Una vez dentro vio a la chica que estaba sentada junto al joven y se sorprendió un poco pero no dijo nada al respecto―. Señorita, ¿cómo se siente?
―Aún quiero salir corriendo a causa de esta ansiedad, pero el trabajo me mantiene un poco distraída, después de todo esto es más importante en este momento.
―Tenga, esto le va a ayudar ―le tendió un pequeño vasito con dos pastillas y un vaso de agua―, ¿recuerda el camino de regreso?
―Eh... bueno.
―Les daré un poco más de tiempo y vendré por usted para que el padre del chico pueda entrar a ver al paciente.
―Gracias doctor.
―Señorita ―decía con los ojos entrecerrado el rubio―, ¿es policía y no puede estar en un hospital?
―... ―Alice se sonrojo por la pregunta―. Yo no debería estar aqui, este es trabajo de mi jefe, Alan, pero tuvo que atender un problema en la oficina y me dejó a cargo ―Decía con un puchero en el rostro―, mi trabajo conociste en otra cosa.
―¿Alan... ? Bueno, me alegro que mejor estés tu que alguien más, me haces sentir muy cómodo.
―Es bueno oír eso. Richy... ¿te suena de algo el nombre de Alan?
―Eh... no lo sé. Fue algo muy fugaz.
―¿Crees que si te digo el nombre completo recuerdes algo?
―Podemos intentarlo.
―Bien, él es el jefe del departamento de policía y su nombre es Alan Bloomgate...
―¡Diablos! Me suena de algo pero no recuerdo nada.
―Bueno, al menos vemos que has reaccionado a tres personas, esperemos que con descanso y algo de tiempo puedas recordar todo.
―¿En serio cree eso?
―Por supuesto, no siempre la amnesia es permanente.
―Por cierto ―el rostro del chico se volvió a colorear con un ligero sonrojo―, ¿con quién he estado hablando todo este tiempo?
―¡Oh, lo lamento! Por estar con mis miedos pase por alto eso... me presento, mi nombre es Alice Crawford.
―¿Alice? ―Richy abrió los ojos sorprendido, ese nombre venía a su cabeza con recuerdos de él disculpandose por algo, más todo era demasiado borroso.
―¿Pasa algo? ―Alice se preocupa al ver que su amigo se tocaba la cabeza.
―Disculpe, ¿yo... le hice algo?
―¿Eh? ¿Por qué dices eso?
―Tengo la sensación de que te hice algo muy malo, que de alguna forma te lastime.
―Tranquilo, no pasa nada, no tienes que preocuparte por nada, sólo por estar bien ―El joven se volvió a recostar, parecía cansado y adolorido y la chica sólo le acaricio un poco su cabello con ternura antes de levantarse de la cama―. Me tengo que ir, tienes que descansar, a demás tus amigos y tu padre quieren verte. Pero en otra ocasión te contaré todo lo que paso, a menos que quieras que te lo digan tus amigos.
―... ¿En serio no hay nada por lo que me tenga que preocupar contigo?
―En serio, todo está bien.
―Si es así, por favor perdóneme.
―No hay nada por que perdonarte ―Decía con una sonrisa―. Descansa.
Alice salió de la habitación con una extraña sensación. No había duda de que la pérdida de memoria de su amigo era real, pero ¿que pasaría si de pronto recordaba cosas que lo pudieran perjudicar...? eso la preocupaba. Cuando llegó el doctor la encontró muy pálida, hiperventilando y muy sumida en sus pensamientos.
―Parece que ni siquiera el medicamento le ayudo con su problema, señorita.
―¿Eh?
―La veo muy mal salgamos de aquí antes que tenga que dejarla internada.
El doctor guió a la chica hasta la sala de espera donde preguntó quien sería la siguiente persona en pasar a ver al paciente, siendo Paul Rogers quien entro al lugar.
―Alice, ¿qué tienes, te encuentras bien? ―Jessy se alteró al ver a su amiga en las condiciones que había llegado.
―Tranquila, solo es que no me gustan los hospitales. ―Alice se sentó en el sillón y trato de calmarse. Dan se acercó a ella y tomo su mano notando como estaba húmeda, pero sin importarle.
―Me sorprende que sigas aquí aún cuando estos lugares te ponen tan mal.
―Me es más importante asegurarme de que Richy esta bien, Cleo... ―Alice guardo silencio por un momento antes de entrar en el tema que deseaba abordar―. Chicos... tenemos que hablar.
―¿Qué pasa pequeña?
―La amnesia de Richy es real, pero no creo que sea por la contusión, más bien creo que fue por el trauma de todo lo ocurrido, creo que su mente se bloqueo. Cuando le mostré algunas fotos de ustedes pareció reaccionar sólo a Dan ―dijo esto presionando la mano de su amigo y voltendo a verlo― y a Hannah, a demás del nombre de Alan...
―¿Pero eso no es todo, verdad?
―No, Cleo... también reaccionó a mi nombre. Cuando le dije como me llamo pereció recordar cosas y... me pidió perdón.
―Así que por eso estás preocupada.
―Si, Jessy, si Richy recuerda algo mientras este con alguien...
―¿Pero realmente es tan malo que alguien mas se enteren de lo que hizo? ―Decía Cleo algo confundida.
―¿Crees que eso es lo mejor Cleo?¿Abandonar a Richy a su suerte en estos momentos...?
―¿Te recuerdo lo que nos hizo? Rapto a Hannah, atacó a Jessy, se la pasó amenazando a Alice. Dan, no puedes seguir considerándolo tu amigo.
―¡Cleo, baja la voz! ―Decía la pelirroja preocupada de que alguien pudiera escucharlos.
―Jessy por Dios, él traicionó tu confianza, la de todos nosotros, debemos pensar si realmente queremos protegerlo.
―Lo siento chicos, tengo que hablar por teléfono, cuando dejen de discutir me buscan. ―Alice se soltó del agarre de Dan y camino hacia la salida del hospital. Dan sólo soltó un suspiro y volteo a ver de mala manera a Cleo.
Una vez fuera del edificio, Alice tomo su celular y abrió el chat de Jake, viendo que no había señales de él. En ese momento necesitaba tanto de él, pero si lo que la agente del FBI le dijo y sus sospechas eran ciertas, Jake debería estar por ahí tratando de despistar a sus perseguidores y no podía ponerse en contacto.
Estaba a punto de guardar su celular cuando la pantalla se iluminó y el tono de llamada se dejó escuchar. Sin mucho ánimo contestó sin siquiera poner atención al nombre de contacto.
―Hola Alice, ¿cómo están las cosas en el hospital.
―Oh Alan... ―la voz entrecortada de la chica alarmó al policía.
―Alice, ¿qué pasa, por qué estás llorando?
―No pasa nada Alan, sólo un ataque de ansiedad... odio los hospitales. ―Alice trataba de ocultar su estado, aunque el otro era un viejo zorro que no se podia engañar. ―Por cierto, Richy ya despertó.
―¿Entraste a verlo? Porque esa era la orden, primero tenía que entrar alguien del cuerpo policíaco.
―Así que era verdad...
―Si, él estaba secuestrado, asi que hay una investigación.
―Ahora entiendo, bueno después de todo no pudimos sacar información de él, ya que padece de amnesia.
―Alice, ¿eso es lo que te tiene mal?
―No te preocupes, todo está bien...
―No te creo, pero de igual manera ya voy para allá, en unos minutos llego. Sabes que estoy aquí para ti.
―Gracias Alan
Tras dar las gracias, Alice cortó la llamada y se sentó en una banca cercana, donde se puso a pensar en lo que Cleo decía, será que sólo ella pensaba así o los demás tenía esa misma idea. Tras darle vueltas al asunto, una pregunta se instaló en su cabeza... ¿qué pasaría a partir de ahora?
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Hola chicos!
Al fin traigo capítulo de esta historia que me tiene muy emocionada.
Espero que les guste y lo disfruten
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