III

Capítulo 3

Alice y Alan se dirigieron a la oficina del segundo. Si el policía quería que la chica le contara todo, tenía que darle privacidad para que se sintiera cómoda y segura. Cuando se dirigían a dicho lugar, pasaron nuevamente por donde estaban los chicos, quienes los interceptaron en ese momento.

―Alan, ¿es necesario que sigamos aquí? ―preguntaba Thomas, esperando que le dijera que ya se podían ir junto con Hannah.

―¿Ya les tomaron declaración?

―Nos hicieron algunas preguntas y dijeron que luego nos llamarían, ―decía Jessy, recordando la información que les habían pedido.

―Bien, pueden retirarse.

―¿Hannah puede ir con nosotros?

―Sí, por favor, llévenla con ustedes; en este momento los necesita.

―¡Genial! Alice, es hora de irnos... ―Dan se acercaba a la chica, feliz de que todo eso estuviera terminando.

―... ―Alice no contestó, solo desvió la mirada.

―Alice, ¿qué pasa? ―Al ver la reacción de la chica, Lilly se preocupó.

―Lo siento ―Alan se paró detrás de la chica y puso una mano sobre sus hombros―, pero Alice se tiene que quedar aquí.

―¿Qué? ¿Por qué tendría que hacerlo? ¡Tú dijiste que ella no era sospechosa!

―Jessy, por favor, tranquilícense y vayan a casa, yo voy a estar bien.

―Pero él te engañó, él dijo que...

―Dan, él no me engañó, mira, ya me dio mi casco y las llaves de mi moto; si estuviera en problemas, no me los habría entregado...

―¿Tu moto?

―Sí, Thomas, yo llegué aquí en mi motocicleta. Las condiciones en que me dejó la noticia me incapacitaron para usarla; por eso Alan me llevó a la cabaña.

―Si no estás en problemas... ¿por qué te tienes que quedar? ―Dan no estaba convencido de lo que la chica les estaba diciendo; estaba preocupado y eso nadie se lo iba a quitar.

―Tengo unas cosas que atender con Alan. Les prometo que en cuanto termine, les marco para decirles dónde estoy.

―¿Estás segura de que no estás en problemas? ―Dan tomó la mano de la chica mientras seguía hablando―. Sabes que puedes confiar en nosotros y nos puedes decir cualquier cosa.

―Señor Anderson, le aseguro que Alice no tiene problemas conmigo y si llegara a haber problemas, yo me comprometo a ayudarla.

―Ves, Dan, todo va a estar bien, te lo prometo. Vayan a casa; cuando termine con todo aquí, te marco.

Alan y la chica tomaron nuevamente su rumbo, dejando a los chicos muy preocupados por su amiga.

―Parece que el señor Anderson se preocupa mucho por ti.

―Todos lo hacen, no solo él, Alan.

―Pero Dan se muestra diferente...

―¿Qué quieres decir?

―Nada.

―Posiblemente Dan se sienta culpable... Cuando recién llegué al grupo, fue, junto a Lilly, el que peor me trató. Era grosero y se negaba a brindarme ayuda. Al parecer, después de una plática un poco extraña, entendió que yo no estaba ahí para perjudicarlos.

―Ya entiendo, por un momento pensé que a lo mejor él sentía algo por ti.

―Oh, no, él está interesado en Jessy.

―Me alegra oír eso...

―¿Eh?

―No me hagas caso, ven, ya hemos llegado ―Alan abrió la puerta de su oficina y le dio el paso a la chica―, pasa y ponte cómoda.

―Dudo que pueda estar cómoda hablando del tema que me trajo aquí.

―Ya te lo dije, no tienes nada de qué preocuparte; sea lo que sea, no estarás en problemas.

―Bien, empecemos... ¿recuerdas las dos preguntas que me hiciste cuando mensajeamos? Primero, me preguntaste por el hacker que estaba involucrado en el caso y después me preguntaste si le había dicho a alguien más sobre la mina porque había llegado el FBI.

―Sí, lo recuerdo...

―Pues el hacker es una persona que estaba profundamente preocupada por la situación de Hannah, así que se empeñó en ayudar a encontrarla, aunque eso le costara su seguridad.

―¿Por qué se preocuparía por una desconocida?

―Ellos se habían conocido hace unos años, bueno, solo por chat y llamada, pero tenían una relación de amistad.

―Eso explica mucho...

―El FBI llegó porque descubrió la ubicación del hacker.

―¿Qué quieres decir?

―Como tú dijiste que no había nada en la cascada y volviste a la comisaría, todos estaban preocupados. Poco después, el secuestrador me pidió que viniera a verlo, y fue ahí que el hacker pensó que no debíamos arriesgarnos, que posiblemente todo era una trampa y que no podía permitir poner a alguien más en riesgo. Así que se decidió a ir él mismo a salvar a los chicos.

―¿O sea que él estaba en esa mina?

―Sí, y por estar ahí no pudo cuidarse de despistar a sus perseguidores, por eso dieron con él. Por eso el FBI llegó y parecía que el caso de Hannah no era lo importante para ellos.

―Parece que te importa mucho que ese hacker pudiera salir herido en la mina.

―Claro que me importa, tal vez no lo conocía en persona ni en foto, pero conviví mucho con él. Yo era la única del grupo que estuvo en contacto con él en un principio; solo al final se comunicó con los demás. Richy y el hacker quedaron atrapados en esa mina y posiblemente están muertos... ―Alice comenzó a llorar y Alan se acercó a ella para consolarla.

―Tranquila, Alice...

―Quiero estar ahí, ayudar con la búsqueda y estar presente si los encuentran heridos o...

―Está bien, Alice. Sé que aún me ocultas cosas, pero por ahora con esto es suficiente. Te llevaré a la mina, pero no puedes ir así. Espérame aquí un momento y trata de tranquilizarte.

―Está bien.

―Bien, ahorita vuelvo.

Cuando Alan salió del lugar, Alice tomó su celular y mandó un mensaje al chat del grupo.

**Chat Grupo**

Chicos, solo les escribo para decirles que estoy bien y para preguntar si dijeron algo sobre Richy... Tengo que saber si dijeron algo, que fue para no equivocarme con mi declaración.

Jessy: No, hemos decidido no decir nada aún...

Bien, eso es bueno. Entonces este tema no se vuelve a retomar por celular.

Thomas: ¿Por qué?

Seguridad.

Dan: ¿En serio estás bien?

Sí, al rato nos vemos.


―Ya estoy aquí. ―decía Alan entrando a la oficina, con algo de ropa en las manos.

―¿Qué es eso? ―decía mientras guardaba su celular.

―Es tu uniforme...

―¿Mi qué?

―No cualquier persona puede pasar por el área restringida, tú irás como parte de mi equipo, así que irás vestida con esto.

―¿No te meterás en problemas con esto?

―No, porque tengo planes de que te quedes con ese uniforme de forma permanente.

―¿Qué quieres decir?

―Luego hablamos de eso, anda, saldré del lugar para que te cambies.

―¿Aquí?

―Sí, apúrate que dentro de poco saldré hacia Grimrock.

―De acuerdo.

Alice hizo lo que Alan le pidió, cambiando sus ropas por el uniforme de policía que ella rogaba fuera de su talla. Cuando estuvo casi lista, Alan habló para saber si la chica estaba lista.

―Ya sólo me faltan los zapatos; si gustas, ya puedes entrar.

―Aún no te los pongas... mejor dime de qué número calzas...

―Es en serio.

―Sí, el uniforme debe de ir completo.

―Mmmm, ok, veinticuatro y medio...

―Bien, iré a buscar calzado de ese número.

―No creo que se vayan a fijar en mi calzado, pero bueno... ―la chica se sentía sumamente extraña con esas vestimentas. Nunca pensó que algún día usaría un uniforme policíaco, y sin embargo, ahí estaba ella, viéndose obligada a usarlo. Después de un rato, el mayor llegó con los zapatos que había ido a buscar.

―Lo siento, no encontré de tu talla, así que traje unos del número veinticinco. Espero que no te moleste.

―Tranquilo, está bien. ―La chica se puso los zapatos y, después, se puso de pie, mostrando el resultado de su disfraz.

―Vaya, tengo buen ojo. El uniforme es de tu talla y te queda muy bien.

―... ―La chica sólo se sonrojó por el cumplido del mayor.

―Bien, es hora de irnos.

Alan salió acompañado de su nueva ayudante temporal con rumbo al auto para dirigirse a la mina cuando un hombre los interceptó.

―Jefe, ¿qué hace aquí? Creí que ya estaba en la cascada...

―No, tenía que arreglar unos asuntos aquí. ¿Pasa algo?

―Uno de los agentes del FBI se comunicó pidiendo hablar con usted; le dije que usted ya iba para allá.

―Bien, me daré prisa en llegar.

―Vaya con cuidado, parece que es algo importante.

―Bien, nos veremos después.

Después de esa corta charla, volvieron a caminar rumbo al auto. Una vez dentro, Alan condujo a alta velocidad con rumbo a Grimrock, pensando en para qué lo quería ver el FBI.

―¿Crees que hayan encontrado al hacker?

―No, pero me imagino que quieren saber si yo sabía de su existencia.

―¿Les dirás lo que sabes?

―No lo haré; después de todo, yo soy el único que sabía de él, así que no tiene caso hablar de eso. Y tú, debes evitar mostrar emociones cada vez que escuches hablar de él; ellos no deben saber que eran amigos o que siquiera se conocían. Si no, te meterás en problemas con ellos...

―Está bien.

―De hecho, ni siquiera debes mostrar ese dolor en tus ojos por tu otro amigo; si no, descubrirán que no eres un oficial y te obligarán a salir.

―Muchas gracias, Alan, por todo. Te estaré eternamente agradecida.

―Espero que, después de esto, me consideres tu amigo.

―Claro que sí, Alan.

Platicaron por un rato mientras llegaban a su destino. Alan trataba de calmar los nervios de la chica para que estos no intervinieran en su "trabajo".

Mientras tanto, los chicos seguían reunidos, preocupados por su amiga. Al menos la mayoría, ya que Hannah no estaba familiarizada con ella y no sabía cómo sentirse al respecto.

―No confío en ese Blommdings...

―Tranquilo, Dan, no creo que él le quiera hacer daño; se ve que conectó muy bien con ella y que se llevan bien. ―Jessy trataba de calmar el pésimo humor que tenía su amigo.

―Pero él es policía y Alice siempre estuvo en una posición sospechosa, al menos con las demás personas.

―Dan, Alice se sabe cuidar sola; además, aprendió del mejor a ser cuidadosa y desconfiada. ―le explicaba Cleo, recordando cómo Jake tenía que cuidarse de todo y de todos, esperando que Alice aprendiera algo.

―Cleo, ya lo dijo Jessy, ellos se llevan demasiado bien; Alice puede bajar la guardia y confiar en él...

―¿Por qué le tienes tanto miedo a la policía? ¿Acaso esa chica hizo algo malo para poder meterse en problemas? ―Hannah quería saber más sobre Alice y el porqué de la preocupación de Dan por ella.

―Sólo se relacionó con un hacker buscado por el gobierno que la ha metido en problemas varias veces.

―¿Un hacker?

―Sí, un hacker que se involucró desde el inicio. ―El tono que Dan usó era demasiado tosco, como si eso le molestara.

―Hannah, hay algo que tengo que decirte ―Lilly tomó la palabra para empezar a explicarle las cosas a su hermana―, Jake estuvo todo este tiempo buscándote junto a esa chica. Ellos se arriesgaron a venir por ti y por Richy.

―Jake... ¿él me estuvo buscando?

―Así es, esos dos se han arriesgado mucho por ti y Alice ha perdido más de lo que encontró... ella no encontró respuesta de por qué terminó involucrada en este asunto, y cuando al parecer todo terminó, ella perdió a Richy y a Jake.

―No entiendo qué tiene de especial el Hackerboy, pero a Alice le dolió mucho saber que posiblemente no lo volverá a ver...

―Chicos, ¿acaso entre Jake y esa chica hay algo? ―preguntaba un poco dudosa Hannah.

―Parece que esos dos tenían algo; en todo momento vimos que el uno se preocupaba por el otro y viceversa.

―Thomas tiene razón, Alice siempre se vio interesada en él; se notaba que le gustaba ―Jessy apoyaba las palabras de su amigo.

―Y el Hackerboy defendió con uñas y dientes a Alice siempre que el grupo se ponía en contra de ella.

―Hermana, ese par terminó enamorándose después de tanto convivir... creo que hubo una conexión especial entre ellos desde que se conocieron. Pero hay algo más que debes saber...

―¿Y qué es, Lilly? ―Hannah parecía triste con la noticia.

―Esto es algo que sólo Alice y Dan saben, así que no sé si decirlo o cómo decirlo...

―Dilo ya, no me molesta que estén los chicos.

―Bueno... está bien, hace unos días descubrí algo que no sé cómo vas a tomar...

―¿Qué cosa?

―Jake es nuestro medio hermano...

―¿QUÉ? ¿Cómo que nuestro hermano?

―Sí, tengo las pruebas que lo confirman, él es hijo de nuestro padre...

―Ahora entiendo por qué él me rechazó aquella vez... ―Hannah bajó la mirada, un poco deprimida por la noticia.

―Hannah, ¿tú... estás interesada en Jake? 

―No, Thomas, al menos ya no. Eso fue en el pasado, nos conocimos por Internet y malinterpreté su comportamiento, pero ahora solo somos amigos.

―Ya en serio, ¿qué le ven al Hackerboy?

―Dan, ya deja los celos. Alice no te hará caso porque está enamorada de Jake y, en caso de que deje de pensar en él, Alan te lleva ventaja. ―Cleo molestaba a su amigo. Ella y Lilly ya habían hablado sobre los posibles sentimientos de su amigo hacia Alice.

―Tonterías... ¿por qué no se comunica? ¿Qué tanto hace con ese policía?

―Ya nos lo contará ella cuando venga.

Los chicos continuaron hablando de lo ocurrido; se lamentaban por no tener noticias sobre Richy, se preocupaban por su amiga y pensaban en qué hacer mientras esperaban a que la chica se comunicara con ellos. Sin embargo, Hannah se mantenía en silencio, guardando en secreto cierta información que podría ser de ayuda para sus amigos y, más aún, para la chica extraña.

En Grimrock, Alan y Alice llegaban al lugar donde estaba la entrada a la mina. El lugar estaba lleno de agentes, tanto de la policía como del FBI, y todo parecía estar convertido en escombros. La chica no pudo evitar, al momento de llegar, dirigirse a esa escotilla que era la entrada a la mina.

―Señorita, no puede pasar.

―Déjala pasar, ella viene conmigo ―decía Alan, siguiendo a la chica hacia donde ella se dirigía.

―Pero es peligroso entrar ahí, jefe.

―Tranquilo, estaremos bien.

La chica abrió la escotilla y se asomó, sintiéndose verdaderamente destrozada por la imagen que vio.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top