[XI] +18
⚠ Capítulo (largo) con contenido sexual explícito; si no es de tu agrado, por favor no leas. Gracias. ⚠
¿Hacia cuando había caído la noche? No se había percatado realmente de la falta de luz solar hasta el momento en que se le hizo realmente imposible ver lo que estaba haciendo, momento en que decidió encender la luz y seguir en lo suyo, como si fuera indiferente al tiempo. ¿Cuanto llevaba con aquella pintura? Siempre que estaba cerca de pronunciar el 'terminé' que tanto anhelaba, encontraba un defecto que lo obligaba a seguir trabajando.
— ¿No crees que deberías irte a dormir?— escuchó al Kwami regañarle, de nuevo, acerca del tiempo que llevaba frente al lienzo— Un héroe que no puede tenerse en pienso del cansancio, es un estorbo en la batalla.
— Siempre pensé que me consideradas un estorbo de todas formas— comento distraídamente, dejando el pincel sobre la paleta, levantándose a observar su trabajo desde lejos— ¿Qué opinas Feuu?
— Opino que es condenadamente tarde— gruñó flotando desde su improvisada cama en uno de los estantes hasta estar junto al pelirrojo, observando la pintura— Es un muy buen trabajo ¿Para que es esto?
— El alcalde quiere hacer un homejane a los protectores de París— explicó con una sonrisa, sintiéndose finalmente satisfecho con el resultado— Está es mi forma de hacerme notar un poco.
Dejó la habitación que usaba como estudio seguido por el Kwami, que floto de regreso en cuanto escucharon la puerta principal abrirse y cerrarse, con la suavidad suficiente para no despertar a nadie. Curioso, el pelirrojo recorrió el pasillo hasta la sala de estar, encontrando a Matt quitándose la chaqueta y dejándola sobre el sillón.
— ¿Qué haces aquí?— gruñó casi como un animal, apretando los puños en un intento por disminuir el coraje que sentía al ver al peliblanco entrar de nuevo en el departamento.
— I know you don't want to see now but...— era sorpréndete para el pelirrojo escuchar arrepentimiento en sus palabras; la curiosidad fue lo que permitió a Matthew seguir hablando— De verdad necesito que escuches lo que tengo que decirte. ¿Me dejas?
— Adelante— suspiró resignado, moviendo la mano para indicar que podía proseguir sin obstáculos, encendiendo la luz— Te escucho, Matt.
— Últimamente no he sido mucho de lo que pretendía ser para tí— comenzó agachando un poco la cabeza, evitando la mirada del pelirrojo— En verdad... Ni siquiera estuve cerca de ser lo que necesitabas. Quise hacerte olvidar, mostrarte lo bueno que podía ser, y lo único que logré fue lastimarte. And... Uhg, I really sorry about everything...
— Why, after all the things you said about me, are you feeling bad?— preguntó con cierto escepticismo, recargando la espalda contra la pared, analizando cada movimiento del otro, esperando a que hiciera algo— Dijiste que era peor que una zorra.
— Dije muchas cosas de las que me arrepiento— murmuró rodeando los muebles, acercándose a pasos cortos hacia él, esperando que no lo golpeara por ello— Me siento mal porque entendí que mientras yo te trato mal, alguien está sacando te sonrisas...
Permanecieron en silencio hasta que Matt se encontró a pocos pasos de Nathaniel, que permanecía de brazos cruzados, a la espera de algo que le permitiera golpear al peliblanco en el rostro. Con delicadeza, como si temiera lastimarlo, tomo una de sus manos y la entrelazó con la suya, sonriendo tristemente al pelirrojo.
— Creo que solo estaba celoso porque sabía que jamás le llegaría a los talones a Adrien— murmuró aproximándose casi invasivamente al rostro del pelirrojo, que deseaba poder controlar a voluntad el sonrojo en sus mejillas— Will you forgive me?
Se unieron en un inocente beso, que poco a poco llenaba el pecho del más bajo con una cosquilleo que, si bien conocía perfectamente, se sentía diferente a todas las veces que antes lo había molestado. Abrió la boca al sentir la suave caricia de la lengua ajena en sus labios ¿Hacia cuanto deseaba aquello? Extrañaba las sensaciones que el peliblanco sabía brindarle, extrañaba sus caricias y besos ¿Por qué no dejarse llevar? Sus lenguas jujaban una con la otra como si bailarán, acariciándose y explorando tanto como podían.
Sin embargo, lentamente se separaron, dejando atrás un mar de sensaciones y un delgado hilo de saliva que se desvaneció en cuando estuvieron completamente separados. Respiraban agitadamente y ambos parecían ansiar más; Matt soltó finalmente la mano de Nathaniel, alejándose como si nada.
— ¡Espera!— pidió casi en un grito el más bajo, tomando por el antebrazo al otro, deteniendolo— No quiero que las cosas terminen así.
Le regresó una mirada confundida, que dejaba en claro lo poco que entendía de la actitud del pelirrojo. Suspiró avergonzado, apartando la mirada y buscando las palabras para expresar lo que, en el momento, tenía atorado en el pecho.
— Me ayudaste mucho cuando más lo necesitaba— comenzó con un fuerte sonrojo en las mejillas, volviendo a mirar detenidamente al peliblanco— Significas más que un simple beso húmedo para mí, y no quiero que nuestro 'adios' sea solo eso.
— No entiendo Nath...— contestó Con mirada desconcertada, intentando comprender lo que trataba de decirle.
— Solo sígueme— dijo con una juguetona risilla, dándose la vuelta y caminando por el pasillo hacia la habitación que, días atrás, compartía con quién le seguía pocos pasos detrás.
Esperó a que entrara para cerrar la puerta, por costumbre. El mayor lo observaba indudablemente intrigado, expectante ante lo que pudiera decir a continuación su compañero ¿Qué pretendía? Él solo había ido para terminar las cosas de la manera correcta, para rendirse en sus estúpidos intentos de conservar el frágil corazón de Nathaniel. Lo que planeara el pelirrojo era un enigma que, aunque negaba con fuerza, deseaba esclarecer.
— Quiero que me tomes una última vez— le escuchó pronunciar finalmente, sin rodeos ni pudor, tumbandose en la cama boca arriba.
— ¿Es-estas loco?— fue lo único que logró pronunciar, quedándose completamente en blanco; no iba a negar que la idea de tener a Nathaniel gimiendo su nombre una última vez era tentadora, pero no creía que fuera correcto.
— Es mi forma de decir adiós— ronroneó seductoramente, sentándose en el borde de la cama para atraerlo por el borde de la camisa, abrazándolo por la cintura— No creas que no te amé, Matt, es por eso que quiero darte una apropiada despedida ¿Acaso no la quieres?
Tragó con dificultad, sintiendo como sus mejillas se calentaban con la suplicante mirada seductora del pelirrojo. Con delicadeza, rendido a sus deseos, empujó al pelirrojo hasta dejarlo de nuevo recostado en la cama, aún mirándolo con seductora expresión. Volvieron a besarse como antes, uniendo sus lenguas en un baile erótico.
— ¿Estás seguro de esto?— susurró al romper el beso, llevando una de sus manos hasta el borde de la camiseta del pelirrojo, levantandola y acariciando su vientre, un gesto que había tenido con él desde la primera vez juntos— No quiero que te sientas obligado a nada, Nath.
Le empujó por el pecho para dejarlo recostado en la cama, sentándose sobre su cadera y poniendo las manos a cada lado de su cabeza, observando detenidamente como el mayor reprimía el deseo en sus ojos. Beso con deseo los labios del peliblanco, moviéndose levemente hacia el frente, escuchando como un suave jadeó escapaba de los labios que estaba besando. Recibió un suave empujó que lo regresó a su posición anterios, quedando debajo de Matt, a su merced total.
El peliblanco dejó un camino de besos por la línea de su mandíbula, bajando por la curva del cuello que beso y mordió con cierta posesividad; metió la mano bajo la camiseta, acariciando el vientre y subiendo por el abdomen del menor hasta llegar a su pecho, comenzando a jugar con los pezones que, aún ocultos, empezaban a sentirse duros. Nathaniel soltaba suaves jadeos que, con cada caricia, comenzaban a convertirse en atrevidos gemidos con el nombre de su amante. Matt retiró la camiseta del pelirrojo con relativa facilidad, repartiendo besos por la pálida piel y chupando la zona pectoral, dejando moratones y pequeñas marcas rojiza al separarse.
— ¡Ah!— gimió el menos al sentir la presión de la rodilla de su amante contra la semi-erección que comenzaba a hacerse notar bajo la tela del pantalón. Sus mejillas adquirieron más color al sentir como, intencionalmente, el mayor repetía tal acción, arrancándole otro agudo gemido de placer— Tra-tamposo...
Deseoso por igualar las cosas, volvió a empujarlo para que quedara nuevamente tendido en la cama; sin reparos, comenzó a morder casi ferozmente el cuello de Matt, dejando marcas similares a las que tenía en el pecho, sacándole jadeos y gruñidos. Comenzó a moverse de adelante a tras en un vaivén lento, casi tortuoso, que parecía tener el único objetivo de molestar al mayor. La tela comenzaba a causar un leve dolor que, naturalmente, no estaban dispuestos a tolerar.
Antes que el otro actuará, el pelirrojo se deslizó por las piernas de su amante hasta caer de la cama, quedando arrodillado frente está; acarició suavemente el ya notorio bulto que tenía en frente, disfrutando de los jadeos y gemidos que llegaban a sus oídos. Con tortuosa lentitud retiro el jean y el boxer que estaba usando, dejando libre la su objetivo; con una sonrisa felina comenzó a masturbar lentamente el miembro ajeno, sintiendo su calidez en su mano. Se relamio los labios una última vez antes de meterle casi en su totalidad la extención del pene que, ahora mismo, le resultaba el caramelo más dulce.
— Na-Nath...— jadeó al sentir la calidez de la poca del otro envolverle de nuevo ¿Cuánto había pasado desde la última vez que había recibido una mamada suya? Era una sensación tan gloriosa que no entendía como la estaba dejando ir para siempre. Llevó una de sus manos al cabello del pelirrojo, obligándolo a aumentar el ritmo, mientras se tapaba los ojos con el antebrazo, perdiéndose en lo placentero que le resultaba aquello.
Nathaniel sonrió aún con el miembro en la boca, sabiendo que estaba haciendo las cosas justo como a su querido Matt le gustaban; dió una última lamida antes de alejarse para volver a subirse en la cama, quedando en cuatro con el peliblanco bajo su cuerpo, respirando agitadamente y esperando a que continuara. Se arrodilló para poder retirar la ropa que aún llevaba encima, liberando también su miembro y deseando poder cortar la tela de la camiseta que le impedía ver el abdomen de su pareja.
— Yo me haré cargo— ronroneó en la oreja del mayor, lamiendo suavemente antes de morder el lóbulo; volvió a erguirse para darle una vista única a su amante. Metió tres de sus dedos en su boca, lamiéndolos y llenandolos de saliva, para después dejarse caer de espalda junto al otro, dejando la mano que recién lamía debajo de su cuerpo— Solo observa.
Abrió las piernas sin pudor y, sabiendo que tenía total atención sobre sus movimientos, comenzó a penetrarse con uno de sus dedos, jadeando al encontrar molesta la intromisión y comenzando a moverlo para, lentamente, prepararse a sí mismo. No pasó mucho antes de tener los tres dedos en su interior, simulando embestidas y gimiendo ansioso por más; Matt observaba todo embelesado, asombrado de lo lujurioso que podía llegar a ser el pelirrojo cuando lo deseaba. Llevó su mano al miembro del menor, comenzando a masturbarlo lentamente, multiplicando las sensaciones y los gemidos que ya invadía al chico.
— Dios... ¿Estás listo?— preguntó casi desesperado, deseoso por penetraron una vez más. El pelirrojo río suavemente antes de retirar su mano para dejarle vía libre a su amante, abriendo un poco más las piernas para recibirlo.
Matt se acomodó y, con algo de tortuosa lentitud, se abrió paso en el interior del pelirrojo, sacándole un agudo y sonoro gemido de placer. Comenzó a moverse suavemente, deleitándose con la expresión de puro placer que tenía ante él, escuchando los hermosos gemidos con su nombre que salían de los pálidos labios del menor. Poco a poco aumentó el ritmo de sus embestidas, golpeando repetidamente el punto G de Nathaniel, haciéndolo gemir cada vez más alto.
— Nath... Te amo— dejó escapar antes de inclinarse a besarlo de nuevo, enrredando su lengua en un intento por hacer el momento inmortal. Nathaniel, Aunque lo quería, fue incapaz de corresponder a sus palabras; ignoró por completo la culpa, perdiéndose en el placer previo al orgasmo.
Solo un par de embestidas más bastaron para que el peliblanco se corriera, llenando el interior del pelirrojo con la calidez de su semilla, gruñendo al momento de verse obligado a salir y recostarse en la cama, exhausto.
— No te creas, Matt— comento en tono burlón el menor, colocándose sobre él nuevamente— Yo aún puedo recibir un poco de tu ayuda.
Maldijo entre dientes al sentarse para ayudar al pelirrojo. Nathaniel se dejó caer de nuevo en la cama, cerrando los ojos a la espera de una mano que le trajera el alivio; el peliblanco se arrodilló frente a la cama, observando con algo de tristeza el aún erecto miembro del pelirrojo, sintiendo que no había aguantado nada. Para sorpresa del menor, la calidez bucal de su amante rodeó en su totalidad la extensión de su pene, chupándolo como si nada.
Bastaron un par de minutos antes que el pelirrojo terminará en la boca de Matt, soltando un fuerte gemido con el nombre de su apreja, deleitando los oídos del aludido con la belleza de tal sonido. Se tumbó a su lado en la cama, contemplando su cansada expresión como si fuera la cosa más bella del mundo.
— I love you, Matty— susurró regresando la mirada, sonriendo como si acabara de decir la más pura de las verdades.
— I love you too, Nath— contestó con total sinceridad, abrazando al pelirrojo contra su pecho, viendo cómo lentamente, caía en brazos de Morfeo— But you're not mine anymore... Espero que encuentres la felicidad que yo no supe darte.
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2298 palabras y un día de leer y releer lemmon en muchas historias para refrescar ese lado medio perdido mío. Y, curiosamente, me hizo falta una parte que es el inicio del siguiente capítulo.
¿Qué les parece? Hacía mucho que no escribía Lemmon, así que me disculpo si no es exactamente lo que suelen esperar de mi, estoy algo oxidado.
Tengo una duda ¿Alguien ve o le gusta Villainous? Estoy haciendo un 'estudio de mercado' para saber si vale la pena hacer algo que tengo pensando.
En fin, espero les haya gustado esta cosa extraña (y lasga AF) de capítulo.
Nos leemos luego :)
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