[III]

A pesar de la multitud que llenaba las calles de París sentía que caminaba solo, su mente estaba llena de las memorias que había creado estando lejos, y de los bellos recuerdos que tenía de París cuando, sin quererlo, aprendió a amar a un chico que solo buscaba eso: amor sincero. Al voltear en una esquina quiso correr, a pocos pasos estaba el lugar que había estado buscando y queriendo evitar al mismo tiempo.

— Ya no puedo dar marcha atrás— murmuró bajando los audífonos a su cuello y armándose de un valor que sabía no tenía para ir y pedir aquello que, sin saberlo, le pertenecía desde hace tiempo— Aquí voy...

Cruzó la calle y camino a pasos cortos hasta la entrada del templo, esperando poder correr aún cuando su cerebro lo llevaba directo a la puerta. Sin más opción empujó con delicadeza la puerta y se adentró en la silenciosa estancia, rogando que el Maestro Fu estuviera ocupado y no pudiera atenderle. Tenía el corazón en la la garganta y un nudo en el estómago, pero seguía caminando como si en verdad no tuviera miedo.

Entró y lo encontró como la primera vez que fue, meditando y en total calma. Trago grueso y se acercó, arrodillándose frente a él y esperando que algo, probablemente Wayzz, le alerta se de su presencia. La pequeña tortuga verde salió del cuerno del gramófono, revoloteando alrededor del pelirrojo y mostrándole su más sincera sonrisa.

— Bienvenido, FireFox— habló finalmente, acercándose al maestro que, sin que Nathaniel lo notara, había observado la escena en silencio— Ha pasado un tiempo, es agradable ver tu rostro de nuevo.

— Debo decir lo mismo— confesó con timidez, desviando un instante la mirada— Siempre River en mi memoria muy claro el recuerdo de este lugar. Es agradable volver.

Bajo su atenta mirada, el Maestro Fu se encaminó, a paso lento, hacia en gramófono e introdujo la contraseña para revelar la caja de los Miraculous. Extrajo de esta el collar que Nathaniel tan bien recordaba y se lo enseñó con mirada sería al pelirrojo.

— No habrá forma de librarte de él una vez vuelvas a ser su portador— advirtió sacando de un cajón la pequeña caja negra que usaba para entregarlos y dejaba el collar en esta— ¿Estás seguro de esto?

— Más que nunca— aunque tenía los nervios a flor de piel, saber que el Miraculous, que Feuu estaban allí para él de nuevo le traía una tranquilidad que no podía describir— Oh, por cierto, esto es para ustedes.

De la mochila saco el cuaderno de dibujo que, a pesar del tiempo, se conservaba como si fuera nuevo; de entre una de sus páginas saco una hoja grande doblada a la mitad y la entrego al Maestro, que con una sonrisa contempló el dibujo que había realizado el pelirrojo.

Nathaniel se despidió amablemente, con solía hacer siempre, y camino aún con la mente perdidas hasta verse frente a la entrada del edificio en que ahora se encontraba su departamento. Subió las escaleras y entro sin saludar a la vecina que le dirigió la palabra; solo quería estar solo.

— Bien, probablemente no estoy listo para su reproche— susurro sacando la caja de la mochila y mirándola detenidamente, detallando la belleza de su decoración— pero a estas alturas no puedo dar marcha atrás.

Levanto la tapa y cerró los ojos levemente cegado por la brillante luz naranja con blanco que iluminó, había olvidado ese pequeño detalle. Abrió de nuevo los ojos cuando supo que podía hacerlo y vio, con temor recorriendo todo su ser, la atónita mirada ámbar de un Kwami que no pronunciaba palabras ofensivas como antes.

— Hola Feuu— atinó a decir mientras tomaba la cadena y desabrochaba el cierre para colocarla en su cuello, siendo detenido por las pequeñas patas del zorro.— ¿Pasa algo?

— ¡¿Qué si pasa algo?!— grito dejando ver los colmillos, sobresaltado a Nathaniel levemente— ¿Cómo se te ocurre regresar y pretender que nada paso después de seis años de ausencia? ¡Las cosas no funcionan asi!

— Lo se...— suspiro sintiendo algo oprimir su corazón, probablemente la culpa de haber huido como cobarde— y no pretendo que todo sea como antes; solo quiero recuperar una parte de mi que se quedó en París cuando me fui; o que probablemente se perdió en el viaje de ida.

— Si lo haces, no te vas a librar de mí en años ¿Lo entiendes verdad?— cuestionó soltando la cadena, siguiendo a detalle cada movimiento del pelirrojo— me vas a soportar una larga temporada.

— ¿No lo hice ya años atrás?— ironizó sonriendo con alegría, pensando que podía recuperar lo que creía perdido para siempre— vamos Feuu, ¿No será que tú eres el que teme volver a soportar me?

— Eso jamás— expresó con orgullo, mostrando una muy conocida sonrisa al humano— no me aterran akumas, menos inútiles humanos como tú.

— No tienes idea de lo mucho que extrañe tus insultos— quería ir y preparar comida para él y el Kwami, pero una fuerte explosión cerca de la Torre Eiffel, y por ende su departamento, hizo retumbar las calles y correr a las personas— Parece que se acabó el momento emotivo.

— Sabes que debes hacer— por un momento pareció seguro de todo, seguro de ir y salvar Paris como antes, momento que se desvaneció al recordar una brillante mirada verde que probablemente tendría que encontrarse si decía aquellas palabras— ¿Pasa algo? Parece que viste un fantasma.

— Lo vi, se llama "pasado" y me avisa desde hace unos meses— confesó agachando la cabeza, teniendo miedo de encontrarse de nuevo la brillante mirada de ChatNoir, de Adrien, en su vida— ¿Debo ir? No sabría que hacer si él...

— ChatNoir no debe ser tu mayor preocupación ahora, torpe— regalo con mirada compresiva, queriendo animar a su modo al humano— Solo ve y has lo que mejor sabes hacer, apoyarlo.

— Tienes razón en algo— murmuró abriendo la ventana y girando a ver con una sonrisa al Kwami— Es mi trabajo darle apoyo a Adrien cómo solo yo sé hacerlo— cerró los ojos y, dando dos pasos atrás pronunció— Feuu, transformame.

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Bueno, probablemente yo debería estar durmiendo para poder rendir en el día pero ¿A quien le importa dormir? Esto es por lo que vivo y respiro después de todo. Sin la escritura y el arte no sería nadie.

¿Les gusta? Digan que si, y no por complacerme. Este capítulo fue borrado muchas veces antes de ser publicado, por eso espero les guste. Y descuiden, pronto tomaremos el rumbo que debe llevar la historia.

No tengo mucho que decir en verdad, solo espero les haya gustado y estén pasando un buen tiempo antes de Navidad.

Nos leemos luego :)

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