Hay un momento en la vida en la que sabes que ya nada volverá a ser como antes; suele ser ese momento en que descubres que ya no eres quien creías. Él lo sabía, a la perfección, sabía el momento en que había cambiado todo para siempre, sabia que aquel amor que sentía por quien alguna vez llamo "amigo" estaba mal, porque su corazón se negaba a olvidar a su antiguo novio, pero simplemente no podía evitarlo, ya nada era como antes, y seguramente no volvería a serlo.

― Hey Nath... it's something wrong?― pregunta aleguen al verlo tan distraído, ayudándolo a cargar un par de cajas con varios implementos de pintura, llevándolos al aula de arte que correspondía al pelirrojo― now dais you're bering a bit distracted...

- No, everything it's fine... I'm just a bit worried about the fly back to France-- confesó agradeciendo con una sonrisa suave la ayuda que le había sido brindada- in two or three days I gonna travel back and... I'm just anxious... Sorry if I worried you, Nick.

- Relax yourself, I'm shure everything will be fine; trust me, I know it- él pelinegro se retiró al ver que ya todo estaba bajo el control de Nathaniel, sonriendo por haber ayudado al chico un poco.

El pelirrojo cerró la puerta una vez supo que Nick no regresaría y recargo la espalda contra esta, suspirando profundamente y cerrando los ojos, pensando en lo que acababa de decir. En su mayoría era verdad, tenía miedo del vuelo de regreso, pero más le asustaba volver a ver todo lo que había dejado atrás el día en que partió para estudiar. Abrió los ojos llevando su muñeca derecha frente a su rostro, admirando el brazalete dorado, algo malgastado, que tenía su inicial y una "A" acompañándola. Sintió que colapsaría en ese momento.

- Adrien...- bajo la mano a su cuello, donde acarició el shoker negro que estaba usando ese día, jugueteando con la gema que adornaba el accesorio​- Matt...- un par de lágrimas bajaron de sus ojos, recorriendo sus mejillas con la misma delicadeza que ambos chicos usaban para acariciar su piel- ¿por qué... Soy así...?

Tomo uno de los lienzos que recién había traído y lo acomodo en el caballete, horizontal, y se puso a trazar líneas al azar, que poco a poco tomaron la forma de un rostro, uno que quizá conocía de memoria aunque posiblemente hubiese cambiado mucho en los últimos años. Dejó el lápiz y se quitó el saco que usaba, dejando solo un par de camisetas cubriéndole, organizo la paleta con las pinturas necesarias y empezó a colorear sus trazos.

- Espero poder darte esto en persona- masculla mientras mueve el pincel casi por inercia, sintiéndose mucho mejor al ver como, poco a poco, la pintura tomaba forma- aunque Matt se enoje, quiero volver a verte.

- Aunque no me gusta que lo hagas, esa pintora está muy bien hecha- distinguiría esa voz hasta en Japón, no se asustó ni sobresaltó al escucharlo, solía meterse sin permiso a su estudio para pasar un poco de tiempo a su lado- ¿nervioso?

- Bastante- Matt era la única persona en todo aquel lugar con quién podría hablar francés fluido sin tener que esperar a que pensara en lo que iba a decir- me aterra regresar, pero necesito hacerlo.

- Puedes quedarte aquí, como hablamos alguna vez, y empezar de cero- abrazo por la espalda al pelirrojo cuando lo vio tomar un descanso, y esperar para seguir- estar conmigo, y vivir sin recuerdos de lo que te lastima.

No le respondio, porque no tenía realmente nada para refutar eso; la idea de empezar de cero le agradaba, pero algo le impedía siquiera considerar hacerlo. Se dejó acariciar el cabello como siempre, sintiendo algo cálido en su pecho.

- Matt... ¿por qué me siento así?- solía ser muy sensible cuando se trataba de su pasado, de todo lo que había vidrio y todo lo que deseaba vivir ahora; alejó la mano del mayor con delicadeza, enterrando su rostro en el pecho del contrarió- ¿por qué no puedo olvidarlo?

- No te castigues por eso- lo abraza con cariño, acariciándole la espalda lentamente, provocándole un escalofrío- todos tenemos un amor inolvidable.

Cuando se miraron a los ojos, Nathaniel confirmo lo que tanto le molestaba, que estaba enamorado del peliblanco, que esos ojos verdes le enloquecían como los de Adrien alguna vez habían hecho. Unir sus labios con los contrarios tenía siempre un sabor agridulce, el mismo sabor del pasado mezclado con el futuro, ese sabor desagradablemente adictivo al que se había acostumbrado.

Jadeo sin cuidado al sentir la fría mano de su pareja colarse bajo la camiseta que usaba, abrió los ojos para buscar los contrarios, sonriendo y dejándose hacer una vez más, disfrutando el contacto de la fría piel ajena con la propia.

-- Sabes Nath, me gustaría conocer a Adrien- confesó Matt mientras iba retirando la chaqueta y la camiseta del pelirrojo- para mostrarle lo feliz que eres a mi lado- mordió con suavidad la piel del cuello del chico, jugando entre sus dedos con sus pezones y deleitándose con sus jadeos- y que entienda que yo soy tu dueño ahora.

Quizá era por el placer de que lo tocará así, o simplemente por el enrredo que eran ahora sus pensamientos, pero no pudo evitar pensar, inconscientemente en voz alta:

- Adrien te diría que yo siempre fui suyo- metió los dedos entre el cabello ajeno, jugueteando y tirando un poco de él- y yo no soy quien para negarlo.

Molesto, Matt dejó a Nath allí, ansiando más, y se retiró azotando la puerta tras de sí, causando un sentimiento de culpa en el pelirrojo.

- En verdad ¿que hice para ser así?

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Después de una semana muy dura de exámenes, traigo un bello capitulo que es algo confuso a mi parecer.

Va siendo hora que les vuelva a dar vida a estos dos, y que mejor modo de hacerlo que mostrando la nueva relación de Nathaniel. Me siento mala persona.

En otro tema, pronto subiré un nuevo fic AdriNath y espero verlos allí, apoyándome como suelen hacer.

Si todo sale bien, lo publicaré está noche, igual avisaré cuando esté disponible.

Nos leemos luego.

Meme que fue irresistible hacer aquí ↓↓↓