Estudiar más andres no es lindo, se que algunos entenderan lo que siento en este momento.

Tengo mantas en mi espalda mientras al frente están mis cuadernos para estudiar.

Andrés llegó ayer en la noche, mientras comenzaba a estudiar para los examenes finales del semestre, me habían dado ganas de ir al baño, cuando fui, lo vi, interrumpi todo y seguí normal, pero hoy es diferente.

Amanecí de mal humor, mi madre se va en la noche por sus viajes, a daniel no lo e visto desde ese día de las carrera, su madre ya sabe de nuestra relación lo único que pidió fue conocerme en persona de una buena vez, fue muy agradable.

—daniel esta aquí.—escuché a mi mamá.

—ajá.—respondí mientras seguía mirando mi cuaderno.

—hola mi amor.—Dijo mi novio llegando a mi lado.—¿como estas?.—me besa tiernamente.

—no muy bien.—hice una mueca y se gano a mi lado.

—tengo algo para ti.—me extendió una bolsa.

—gracias.—lo abrace.—te extrañe.—dije y el sonríe.

—también te extrañe.—besa mi frente.—¿quieres alguna cosa?.—pregunta.

—no, descuida.—le Sonreí.—debo seguir estudiando.—explique.

—tu sigue, yo estaré allí.—dice parándose y llendo hacia mí cama en donde había una guitarra lo quede mirando buscando una respuesta.—La traje por si me aburría.—dice con una sonrisa.

Negue con una sonrisa y seguí con lo mío, estuve al menos una hora más hasta que me aburrí así que me fui a recostar junto a daniel.

—dan.—llame su atención.—despierta.—le acaricie el pelo.—oye seavey.—le hable otra vez y abrió los ojos.

—lo siento.—se estira.—no pensé que estaba tan cansado.—explica.

—¿que has estado haciendo?.—pregunte.

—grabando y viendo las fechas del tour.—explica

—¿cuando se van?.—pregunte.

—en unos días.—dice abrazándome.—Pero, cuando salgas de vacaciones irás conmigo.—esconde su cara en mi cuello.

—Deja de hacer bromas.—reí

—no es broma.—Dice y me causa cosquillas.—vendrás conmigo.—besa mi cuello, muerde el lóbulo de mi oreja, besa mi mejilla y por último mis labios.—no pienso dejarte con tantos hombres sueltos.—agrega haciendome reír.

—eres un tonto.—golpeé su hombro jugando.

—yo te doy amor y tu me pegas.—Se hace el ofendido.

—dan.—Lo miré.—te acuerdas que cuando recién empezamos a hablar, me pusiste una condición para cantarme una canción.—Le dije.

—si, pero ya te canté una vez.—me recuerda.

—pero una sola.—le Sonreí.

El se levanto, tomó su guitarra y se acomodó para empezar a cantar, lo escuché atentamente, su voz era tan relajante, además amo ver como es tan feliz con la música.

—Eres increíble.—dije cuando finalizó y me sonrió.

—te quiero demasiado.—dice dejando su guitarra a un lado, por lo que aproveche para abrazarlo.

—También te quiero.—Sonreí.

Tocaron a la puerta y de inmediato entró mi madre con su celular en la mano.

—debo irme ya.—Me dice, así que me separó de daniel y voy a abrazarla.—nos vemos en unos días, mucha suerte con esos exámenes.—corresponde mi abrazo.

—Nos vemos pronto.—Dije, besé su mejilla y luego se despidió de daniel para marcharse.—Estudiare otro rato.—le dije a dan.

El seguía en mi cama, esta vez con su celular en mano, pasó al menos una media hora cuando se acercó.

—respira profundo.—me dice al ver que estoy estresada.—Debo irme.—deja un beso en mi cabeza.

—esta bien.—le Sonreí.—te quiero y gracias por hacerme compañía.—me levante y lo besé aunque claro el se acercó más a mí.

—te quiero.—dice al separarnos.

Se tuvo que ir a no se donde, revise la bolsa que había traído, tenía golosinas, chocolate, gomitas, galletas y dos jugos de manzana, le envié un mensaje de inmediato.

"Gracias, te quiero bebé"

Segui mi tarde de estudió, solo me levantaba para ir al baño, pero a la noche me dieron cólicos, estaba tendida en mi cama con una manta y tratando de soportar el dolor.

—isabelle.—entra pilar, la señora que me cuidaba de pequeña, con una bandeja.—traje esto para ti.—dice y extiende una taza de té.—es de manzanilla.—explica.

—muchas gracias.—le Sonreí.

Me sente para comenzar a tomarlo, me dio unas pastillas para el dolor y luego me puse a dormir, al otro día estaba mucho mejor, estudié en la mañana y me fui a la preparatoria para dar un exámen.

—¿estudiaste?.—pregunta cameron llegando a mi lado.

—si.—Dije obvia.

—¿tienes práctica hoy?.—pregunta

—no.—lo mire extrañada.—tengo el viernes en la tarde.—añadí.

—Dile a tu novio que venga a buscarte.—concluye.—Solo dile.—asentí algo confundida y segui mi camino al salón

Después del exámen estaba saliendo cuando un chico se me acercó.

—Hola.—me sonríe.—Soy Federico.—dice sin borrar su sonrisa.

—Isabelle.—me presente.

—se que eres nueva en las porristas.—dice sonriendo.—Soy el capitán del equipo de fútbol americano.—se presenta.

—Ya veo.—le Sonreí.—¿pasa algo?.—pregunté.

—venía a presentarme contigo.—explica.—asi que nos vemos pronto preciosa.—me sonríe y se va

Eso fue extraño, me di la vuelta sin prestar atención a lo sucedido, dispuesta para irme a casa.

—uh con que el capitán del equipo de fútbol, todo un cliché.—Dice una chica caminando a mi lado, al verla bien me di cuenta que era la capitana del equipo de porristas.

—¿que dices?.—pregunte.

—no es un mal chico y está disponible, suerte querida.—me sonríe.—nos vemos en la práctica.—se aleja y salí al fin para ir nuevamente a casa a estudiar.