12

En estos momentos estoy en el auto junto a mi madre, lleva la radio encendida y el aire acondicionado encendido ya que hace algo de calor.

Estoy vestida con un jeans, una cemiseta delgada que deja ver un poco de mi abdomen más que nada cuando me estiro y llevó un poleron por si hace frío más tardé y mi maquillaje es sencillo.

—debiste arreglarte más.—Dice ella.

—no me dices donde vamos, así que no me reclames.—respondí.

—no quería arruinar la sorpresa querida.—se defiende.

—pondré cara de sorpresa, solo dime.—pedí una última vez.

—no.—Dice subiendo el volumen de la música para así no escucharme.

Empecé a tararear la canción mientras observaba el paisaje, hasta que de pronto el auto se detuvo.

—te cuidas mucho, cualquier cosa me llamas.—Indica.—por favor cuídate cariño.—pide.

—Si mamá, lo prometo.—le Sonreí.

—te amo.—besa mi frente.—Ahí viene.—Dice emocionada.

Dirán su madre esta loca ni lo conoce, pero realmente mi madre sabía de daniel hace ya tiempo solo que lo conoció en persona hace muy poco, y además el le dio detalles de nuestra salida por lo que se quedó mas tranquila.

Baje del auto, y fui hasta el, me recibió con su típica sonrisa mas un corto abrazo acompañado de un beso en la frente, algo que ya se le hacía costumbre.

—bueno vamos.—sonríe.

—¿a donde exactamente?.—pregunte.

—es sorpresa.—responde.

—eso no es justo.—lo miré seria.

—en unos minutos vas a saber.—me tranquiliza.

Seguimos caminando un rato más hasta llegar a un auto.

—vamos por algo de comer y seguimos.—Sonríe.

Nos subimos al auto, que por cierto era muy cómodo, fuimos a un Mc'donald donde pedimos unas hamburguesas junto a unas bebidas y por último compramos donas.

—esto es demasiada comida.—Reí.

—suficiente para nuestro viaje.—dice el.

—¿viaje?.—cuestione y se encoje de hombros.

Seguimos nuestro camino, cantamos un poco, hablamos de distintas cosas, nos hicimos preguntas para conocernos aún más hasta llegar a un hermoso mirador.

—es muy lindo—Sonreí al ver como las luces de la ciudad se encendían.

—a esta hora se ve mucho mejor.—Dice el.—quizé traerte aquí para una ocasión especial.—explica.—Isabelle satterlee.—Me nombra.—Eres increíble, una chica genial que me a vuelto loco en este tiempo, antes te conocí muy poco, una faceta alocada, pero ahora que logré acercarme a ti y conocerte mejor me di cuenta de la hermosa persona que eres tanto por dentro como por fuera.—dice mientras que yo estaba sonrojada y muy nerviosa.—aún queda por conocernos, pero hoy aquí frente a esta ciudad en la que comenzó todo quiero pedirte que seas mi novia.—sonríe.

—Daniel.—dije sin poder creerlo.—Eres maravilloso, realmente lo más tierno.—Lo abracé.

—¿entonces si aceptas?.—pregunta y esta vez se notaban sus nervios.

—acepto.—respondí mientras lo miraba a sus hermosos ojos azules.

—te quiero.—Se acerca a mi rostro y nos besamos, al fin era oficial.

Estuvimos allí por una media hora sentados en el auto terminamos nuestras hamburguesas también sacamos algunas fotos y grabamos historias para instagram después nos fuimos nuevamente.

—¿me diras a donde ahora?.—pregunté.

—Es sorpresa.—me sonríe.—Tu tranquila.—acaricia mi mano que estaba en mi muslo.

Cuando empecé a ver estabamos en Santa Mónica, se veía el muelle iluminado, se estaciono, me extendió las donas que era lo último que quedaba de comida más una manta luego sacó su guitarra del auto y nos fuimos a sentar en la arena, cuando ya estabamos cómodos comenzo a tocar una melodía muy relajante y al mismo tiempo se puso a cantar sacándome una sonrisa.

Cuando terminó dejo la guitarra a un lado, me acerqué y le di un corto beso en los labios.

—eso fue grandioso.—le di otro beso y lo abracé

—Tu si que eres grandiosa.—Me sonríe.—te diste cuenta que al final la comida no era tanta.—dice cambiando el tema

—Tenías razón.—Solte una risa.—esta cita fue muy linda.—comenté.— me encanto pasar la tarde contigo.—añadí.

—y se vendrán más.—Sonríe.— los chicos se volverán locos cuando se enteren de todo.—me comenta.

—¿no lo sabían?.—cuestione y el mueve su cabeza en signo de negación.—¿y tus fans? Me van a odiar.—mordí mi labio.

—ellas te adoran.—me intenta calmar.

—porque se supone que soy tu amiga.—le dije.—pero si lo confirmamos quizás que suceda.—explique.

—lo importante es que ya eres mi novia, ellas no cambiarán eso.—besa mi frente.

—eres tan tierno que das diabetes.—le dije riendo.

—oh gracias mi amor, yo igual te quiero.—me dice fingiendo estar molesto.

—Sabes que te adoro.—besé su mejilla.

—mañana les decimos a los chicos.—cambia el tema.

—Si.—reí.

—ya debo ir a dejarte a casa.—Dice mirando la hora.—pero no quiero.—hace un puchero.

—quédate conmigo.—le pedí.

—mi suegra no me va a dejar.—me besa.—ya vámos o no dejará que salgamos otra vez.—ríe.

—exageras, ella te adora, incluso mas que a mi.—me hice la dolida y el se larga a reír.

—¿ahora quien exagera?.—dice el.

Terminamos de comernos las donas y luego nos fuimos, llegamos justo a la hora, incluso me dejo en la puerta de mi casa.

—¿salió bien?.—pregunta mi madre al abrir la puerta, lo que me dejó extrañada, mire a daniel y sonríe al mismo tiempo que mueve la cabeza para decir que si.—Los felicito.—Sonríe.—me la cuidas mucho ¿entendido?.—mira a mi novio.

—entendido.—Dice el y besa mi frente.—nos vemos.—Se despide.

Quede algo confundida y cuando ya estaba en casa a solas con mi  madre decidi hablar.

—¿tu sabías?.—pregunte.

—claro que si.—me sonríe y se va.

Solte una pequeña risa y me fui a dormir, de verdad que había sido un día increíble.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top