Sábanas Blancas ⟨Oneshot⟩

Advertencia: el siguiente relato tiene contenido sexual.

☘️

Hacer el amor por primera vez con tu pareja da miedo. Demasiadas inseguridades sobre el mismo colchón.

Siendo este un paso muy importante en su relación, Erwin y Levi quieren tomarse el tiempo, no tenían pensando hacerlo—nunca lo habían pensado—pero la situación está ahí; y ahora que están sentados en la cama con las manos entrelazadas en silencio, saben que pasará a continuación.

—Tenemos todo el tiempo del mundo—Habla Erwin mientras acaricia una de las mejillas de Levi—Si hago algo brusco o que no te guste, dímelo.

—Bien—Levi posa una mano sobre el pecho del comandante—Si crees poder seguir mi ritmo entonces dejaré que me complazcas.

Se dan el primer beso de la noche. Levi pasa sus dedos entre los rubios cabellos de Erwin, incitandolo a profundizar el beso. No pasa mucho para que los besos y las caricias sean más provocadoras; Erwin recuesta a Levi al mismo tiempo en que explora su boca con la lengua. 

—Erwin...—Murmura Levi mientras desabrocha la camisa blanca del comandante—¿Qué quieres que haga? Cualquier cosa que me pidas lo haré.

Erwin se sorprende ante ese último comentario. Es una propuesta tentadora pero Erwin decide rechazarla.

—Tan solo necesito que seas sincero, esto es cosa de ambos—Erwin sonríe—Vamos a disfrutarlo ¿de acuerdo? Dejarnos llevar.

Levi asiente. Vuelven a besarse, ahora Erwin no esconde nada de la cintura para arriba, Levi puede pasear sus dedos por el abdomen fornido del comandante.

—Eres endiabladamente atractivo—Comenta Levi—¿Sabes que más de un subordinado amaría ponerte una mano encima?

—¿En serio? Pues eso nunca pasará, sabes tan bien como yo que te amo con locura.

—Eres un cursi dramático hasta la médula—Vuelven a besarse—Te amo Erwin Smith.

El rubio desabrocha con lentitud la camisa de Levi al mismo tiempo en que muerde con suavidad su cuello. Las prendas comienzan a caer al suelo, quedando semidesnudos. Erwin adora acariciar los muslos de su pareja, provocando que la piel de este se erice.

Levi se permite cerrar los ojos y disfrutar de como Erwin toca su cuerpo. Comenzando por sus muslos, sus piernas y abdomen; besando su cuello y sus labios. Los gemidos y gruñidos resuenan en la habitación, y cuando Erwin finalmente baja su última prenda, dejándolo desnudo, Levi ya está más que desesperado por más pero se avergüenza igualmente.

Mantener el control es imposible llegados a este punto.

—Es la primera vez que me ves desnudo—Indica Levi tratando de ignorar los escalofríos en su cuerpo—No creí que terminaría así cuando nos conocimos.

—Cuando nos conocimos pensabas en matarme—Ríe Erwin mientras acaricia las piernas de Levi subiendo hasta llegar a su entrepierna—Pero no pensemos en eso, quiero oír cuando te desmorones.

—Pervertido—Responde Levi con una sonrisa de burla.

Los besos de Erwin comienzan con la barbilla, descendiendo hasta el pecho, dónde juguetea con uno de los pezones con la lengua mientras toca la punta de su miembro. Levi gime un poco, necesitando más.

—Ah...—Susurra Levi mientras siente como la mano de Erwin lo masturba ligeramente—N-No, eso no, no hagas eso.

—¿Qué quieres que haga?

—Algo mejor, quizás...¿con la boca?

Levi se avergüenza apenas haberlo dicho, pero Erwin obedece, besando su rostro para después separar un poco las piernas del pelinegro. Levi cierra los ojos de golpe cuando siente el primer roce; Erwin pasa su lengua por el tronco, excitando cada fibra.

—Relájate—Dice Erwin—Pienso hacerte gritar.

—Erwin...—Levi cubre su boca al sentir como el rubio lame su pene con delicadeza—A-Ah, comandante...

Levi se aferra a esa palabra, comandante, hay algo en esa palabra que hace que Levi se excite al pronunciarla.

—«Me haces sentir como un degenerado»—Piensa Erwin mientras lame la punta antes de engullir el miembro completo—«Llamarme comandante en esta situación, sólo a tí se te ocurriría».

Erwin mueve su boca de arriba hacia abajo. Las piernas de Levi tiemblan, su garganta intenta retener los gemidos inútilmente y su espalda sufre de espasmos.

—Comandante...

Levi no opone resistencia, deja que su cuerpo se doble ante la voluntad de Erwin—siempre será así—su mente, por otro lado, trata de buscar algún refugio entre tanto placer, escabullirse entre las atenciones de Erwin para no perder el poco control que tiene sobre si mismo.

Pero es inútil, Levi sigue pronunciando esa palabra una y otra vez. Erwin se toma su tiempo antes de subir la velocidad; los sonidos impúdicos que produce no hace más que excitar de sobremanera a ambos individuos. Y antes de que Levi pueda terminar, Erwin se aparta.

Se miran a los ojos. Levi yace con el flequillo sobre los ojos, agitado y sonrojado, mientras que Erwin se encuentra despeinado, ansioso y con una dolorosa erección que urge de atención.

—Mi turno, rubiales—Dice Levi con la misma sonrisa de burla de hace un rato—¿O prefieres que te llame comandante?

—Dí lo que quieras—Erwin sonríe de vuelta—Eso no cambiará tu agudo tono de voz.

Levi quería golpear al rubio engreído ¿Agudo tono de voz? ¿Desde cuándo? Estaba tan perdido en la emoción que no notó que su voz se agudizó mientras gemia.

Normal que Erwin esté tan excitado si ese es el caso.

—Más te vale gruñir con esa voz grave—Aclara Levi antes de tomar a Erwin de los hombros y obligarle a cambiar de posición, ahora con Levi encima.

Levi fingía saber que hacer. Sus nervios de acero comienzan a desprenderse, un miedo escala por su espalda; miedo a no ser suficiente. Miedo a no poder hacer sentir bien al hombre que tanto ama. Si no era capaz de estar a su altura entre las sábanas y los suspiros ¿qué otra cosa podía ofrecerle a este hombre?

Su corazón, su cuerpo, su alma ¿qué más?

—Levi—Enuncia el rubio—Todo está bien, estás conmigo.

Los dedos de Erwin acarician la espalda de Levi, hace lo posible por relajarlo. Levi necesitó de unos minutos para asimilar todo esto.

—Estoy contigo—Repite Levi en voz baja—Estoy contigo, sólo eso importa.

El pelinegro se abalanza a besar a su pareja con todo el entusiasmo que es capaz de demostrar. Las manos de Erwin siguen en su espalda, bajan lentamente para apretar el culo del capitán.

—Nada importa—Murmura Erwin—Sólo nosotros, maldita sea Levi, te amo.

Nunca Levi se había sentido tan querido. Quería demostrar está intensidad de alguna forma. Besa los labios y el cuello de su comandante mientras sus manos terminan de desnudar a Erwin al bajar su última prenda. Acto seguido toma su miembro. Levi echó un vistazo para después abrir los ojos con asombro.

—Erwin...¿cómo coño voy a sobrellevar esto si tu pene es tan grande?

Ahora es Erwin quien tiene un tilde rojizo en las mejillas.

—Vaya forma de romper el hechizo ¿es que acaso puedo hacer algo al respecto?

—No pero tampoco quiero que me disloques la cadera.

Las inseguridades de Levi se han multiplicado por diez mil, y como siempre, Erwin debe salvar la situación.

—Tengo un lubricante por ahí—Erwin se incorpora y extiende la mano para rebuscar en el cajón de la mesita de noche—Tan solo deja que lo ponga...

—No—Levi le arrebata la botellita—Lo haré yo, quédate quieto, quiero hacer esto.

Levi vuelve a posicionarse encima del rubio, destapa la botella e invierte un poco de lubricante en su mano y toma el miembro del comandante. Un suspiro pesado escapa de los labios de Erwin; las manos de Levi se mueve de arriba hacia abajo, tratando de cubrir al completo.

Levi es cuidadoso, al cabo de unos minutos aumenta la velocidad. Erwin gruñe con esa voz grave y ronca, esa imagen suya envuelta en la lujuria es todo lo que necesita Levi para dejar atrás sus nervios.

—Deseo llevarme esto a la boca—Comenta Levi—Pero eso arruinaría la lubricación.

Aunque Levi sabe que a partir de ahora habrá muchas oportunidades para hacer eso. Quiere sentir a Erwin, es una exigencia tan abrasadora. Se detiene una vez terminado de cubrir el miembro. Entonces el comandante vuelve a cambiar de posición; Levi vuelve a tener su espalda en el colchón.

—Prometo que no te arrepentirás—Alude Erwin—Quiero que sea la mejor noche de nuestras vidas.

—Bien...—Poco a poco, Erwin va entrando en Levi—¡Ah! Joder, joder, joder...

En un solo movimiento Erwin logra entrar por completo en el pelinegro. La quietud es notoria, ninguno mueve ni un músculo. Levi se toma el tiempo en recuperar el aire; es un nuevo tipo de dolor, uno que no resulta del todo incómodo. Erwin intenta recuperar la compostura, pero una calidez se ha formado en su vientre.

Ninguno había hecho nada parecido pero alguien debe tomar las riendas, y como siempre, lo hace Erwin.

—E-Erwin...—Levi envuelve sus brazos en el cuello del rubio—Ah...está bien...estás aquí...

Erwin besa sus labios, mejillas y cuello mientras acaricia su torso y pezones. Los músculos de Levi se relajan y su cadera comienza a moverse con lentitud.

Las primeras embestidas son pausadas y precisas. Exploran el cuerpo el otro, Levi quiere darse la vuelta pero al mismo tiempo está hipnotizado por la mirada oceánica de Erwin. Se besan mientras sus movimientos adquieren mayor rapidez.

—Levi—Gruñe el comandante antes de morder el lóbulo de la oreja a su amante—Dí que quieres más...

—M-Más...—Pronuncia Levi en un gimoteo—Más, Erwin...joder, t-te amo...

Erwin quería oír esa voz suplicante. Levi nunca ha sido alguien fácil de dominar, pero ahora está debajo suya, dócil y gimiendo su nombre. No quería ser muy brusco, Erwin es una máquina de éxtasis cuando se lo propone, pero en ese momento busca más el placer de Levi que el suyo propio.

—También te amo...te amo, capitán.

Las embestidas son más fieras. Ambos comienzan a emocionarse de más, Levi se aferra al cuerpo del mayor mientras chilla, el aliento se escapa de sus pulmones. Erwin sigue acariciando su cuerpo, tomando su miembro para masturbarlo; ya no pueden decir ni una oración completa. Están perdidos en este mar de locura.

—¡Erwin, Erwin!—Levi clava sus uñas en la espalda del comandante cuando esté decide mover sus caderas con más fuerza y rapidez.

La madera de la cama cruje un poco, sus pieles están al rojo vivo. Levi no puede retener sus exclamaciones; Erwin no puede detenerse ni un segundo. Están bordeando el orgasmo. Levi tiene abrazado al comandante y no tiene intenciones de soltarlo.

—Levi, n-no...

—Dentro...dentro...—Dice Levi entre jadeos—T-Termina...dentro...

Levi adora tener su cuerpo a plena merced de Erwin, ama no tener el control de su propio placer. Erwin siempre se encarga de hacerlo feliz, y está noche es prueba de ello.

El rubio muerde el cuello del pelinegro, provocando una herida, seguido besa al capitán, apresando su cuerpo y finalmente corriéndose dentro suya.

—¡Levi!—Exclama mientras su cuerpo cae sin remedio.

Levi siente una calidez nueva entre sus piernas. Su espalda se arquea y él también llega a la culminación total, acabando sobre el abdomen del comandante.

—Erwin...—Susurra mientras sus piernas tiemblan tras correrse.

Todo ha terminado, sus cuerpos están exhaustos y necesitados de aire. Erwin se acuesta al lado de su pareja, ambos mirando el techo. Levi entrelaza sus dedos con los de Erwin.

—Eres un idiota, está mordida no se irá en toda la noche—Dice con una pequeña sonrisa.

—Nunca te ha importado lo que los demás piensen de tí, además, con tu pañuelo no se verá—Erwin le devuelve el gesto mientras acerca su cuerpo con el del capitán—Esta ha sido la mejor noche de mi vida.

—Si, desde luego tu eres el experto, es la primera vez que hago esto.

—Espera Levi ¿esta fué tu primera vez? ¿Nunca habías tenido sexo?

—No.

Erwin se había llevado una grata sorpresa.

—De haberlo sabido...

—Te habrías puesto más nervioso—Levi recuesta su cabeza en el pecho del rubio—¿Quieres que te diga "felicidades comandante, eres el primero"?

—No pero te habría preparado mucho—Erwin comienza a acariciar los oscuros cabellos del capitán—Pero me alegra haber sido el primer.

—Engreído como siempre—Levi cierra sus ojos—Quiero dormir.

—Deberíamos darnos una ducha antes.

—No, estamos bien así.

—¿No eres el loco de la limpieza?

—Si te soy sincero, no me siento sucio, me siento vivo.

Erwin nunca supo responder bien a esas muestras de amor de Levi. El capitán también es bastante cursi cuando se lo propone.

—Me alegro—El rubio cubre ambos cuerpos con una cobija blanca—Te amo Levi.

—Y yo a tí, comandante.

Aquella noche permanecería para siempre en los recuerdos de ambos.

Fin

Este ha sido de los lemons más largos que he escrito. Y bueno, soy de quienes escribe diálogos de por medio.

¡Espero que les haya gustado! ❤✨

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top