En Favor de Erwin (Oneshot)
Nadie sabía si querían o no, despedir al profesor Erwin Smith. Pero los hechos ahí estaban, y Levi Ackerman, el profesor sustituto de literatura, estaba seguro que nadie se atrevería a despedir a Smith, el único profesor de historia lo suficientemente idiota (e idealista) para quedarse en aquella secundaria.
Pero nadie podía ignorar los rumores, ni siquiera Levi.
—Los padres no quieren que una persona así eduque a sus hijos—Comenta el director ejecutivo de la secundaria, con todos los profesores (menos Erwin, claro).
—Ya, pero no es apropiado despedir una persona por eso—Expresa Hange Zoe, la profesora de química, con una sonrisa tranquila—Podría demandar.
—¿Pero qué se supone que haga?—Pregunta el director, con angustia en la voz—Son los padres quiénes pagan las matrículas de sus hijos.
Levi, quién está presente, con los brazos cruzados y el ceño fruncido busca las palabras para protestar.
Se había revelado que Erwin Smith es una persona bisexual, dado a una fotografía de hace un par de años dónde se ve que fue a una marcha LGBT+. Rápidamente la verdad se esparció por toda la institución y ahora Erwin Smith está en el ojo del huracán. Es un hecho también que varios padres exigen el despido de Smith.
—No sabía que estábamos viviendo en el siglo XX—Expresa Levi, malhumorado, en voz alta para que todas las miradas se posaran en él—Tampoco sabía que esta escuela se avergonzaba por algo tan estúpido como es que te gusten los penes.
Hange se cubre su boca para no soltar una carcajada, otros profesores no pueden creerse lo descarado que es el profesor sustituto. El director simplemente mira a Levi, esperando que añada algo más.
—¿Qué tiene que ver enseñar historia con gustarte los hombres?—Continúa Levi con desdén—Genial, intolerantes que están criando a posiblemente otros intolerantes, se pueden ir todos al carajo.
La sala queda suspendida en un silencio incómodo. Hange con una sonrisa que parecía decir "Grítalo, Levi". El director sigue observando, con los labios apretados.
—Profesor Ackerman—Dice el director—Debo recordarle que usted es un profesor temporal, no considero oportuno que muestre su opinión...
—Si despiden a Erwin... —Interrumpe Levi, con voz firme—Seré yo el primero en demandarlos.
Nadie se atreve a protestar al respecto. La reunión parece estar finalizada, dado que muchos se ponen de pie para marcharse. El director sigue observando a Levi para darse cuenta que está hablando en serio.
Levi se pone de pie, y sin añadir nada más, se da la vuelta y se marcha. Hange camina tras de él para alcanzarlo.
—Debo admitir que eso fue intimidante—Comenta Hange, con una sonrisa—Y adecuado.
—¿Estás de acuerdo con que despidan a Smith?—Pregunta Levi.
—No, es un buen amigo, me enojaría bastante si lo despiden por eso, además creo que es el único profesor de aquí que realmente disfruta lo que hace—Hange piensa en los alumnos—Además, sería una cagada para los estudiantes.
—¿Cómo carajos se encontró esa foto?
—Bueno, ya sabes como son las cosas—Hange se encoge de hombros—Entran al Instagram o Facebook de uno y simplemente desliza hacia abajo.
Levi no entiende esa manera de actuar.
—De no ser por esa foto nunca nos habríamos enterado—Continúa Hange—Erwin siempre ha sido cauteloso con su vida privada.
—Porque a nadie le importa que a veces mire a una señora y luego a un tipo—Comenta Levi, bastante irritado.
—Vaya, en verdad estás molesto—Añade Hange—No llevas aquí mucho tiempo y ya estás en línea defensiva.
—Bueno, alguien tiene que decirlo, ¿sabes dónde está Smith?
—Lo más probable es su oficina, Erwin pasa tanto tiempo aquí que ya tiene una propia, que envidia.
—¿Y dónde está?
Hange sonríe levemente, en verdad el profesor sustituto es un pesado.
—Arriba, por el pasillo de la izquierda, literalmente dice en letra cursiva "Erwin Smith"—Responde Hange, y Levi parece haber finalizado la conversación porque se dirige con el dichoso profesor de historia que ha levantado tanto revuelo estos días.
Levi sube las escaleras, aun sintiendo el enojo en sus venas que amenaza con convertirse en un dolor de cabeza. Sin embargo, el director tenía un punto, ¿por qué se entromete tanto si dentro de un mes ni siquiera trabajará aquí?
Bueno, como gay desde que tenía memoria, a Levi le hinchan las pelotas que lo vean diferente por ese aspecto. Erwin siendo de las pocas personas admirables que Levi ha conocido... no puede evitar empatizar con él.
Cuando Levi llega a la puerta de la oficina de Erwin, siente como su enojo disminuye, siendo reemplazado por... ¿preocupación? ¿inquietud? ¿malestar? Para Levi, es irritante sentir tantas cosas al mismo tiempo.
Levi golpea ligeramente la puerta, y de inmediato recibe la respuesta de quién está al otro lado.
—Adelante—Levi abre la puerta tras escuchar eso. Se encuentra con Erwin Smith, quién está sentado frente a su escritorio, con las gafas puestas, leyendo ensayos en la computadora portátil—Ackerman, hola, ¿terminó la reunión?
—¿Sabes que se está discutiendo, Smith?—Pregunta Levi, entrando y cerrando la puerta detrás suya. Erwin levanta la vista y se retira con cuidado las gafas.
—Si, mi despido—Erwin muestra una sonrisa cansada, Levi percibe de inmediato el agotamiento—Hange me informó de inmediato, básicamente fue mi espía, y me habló sobre tu defensa, Levi.
Levi se sienta en la silla frente a Erwin.
—Te ves tranquilo al respecto—Comenta el pelinegro en un tono serio—Mañana podrían decirte que recojas tus cosas.
—No lo harán—Erwin cierra con cuidado la laptop—No lo permitiré.
—¿A qué se refieren?
—Hoy en día ya no es tan sencillo quedarse callado con este tipo de cosas, si despiden a un profesor por su orientación, la reputación de la escuela quedará manchada, además, muchos alumnos y demás maestros protestan—Erwin observa a Levi—Pero nunca pensé que estarías de mi lado, Levi.
—Bueno, pues te estoy respaldando, quieras o no.
Erwin ríe ante esa respuesta, Levi permanece callado.
—Gracias.
—Ajá.
—No, en serio—Erwin sonríe con más calidez, haciendo que sea imposible para Levi desviar la mirada—Gracias, significa mucho para mí.
Aunque Levi lleve tres semanas trabajando aquí, Erwin Smith ha sido una persona que de inmediato dejó una buena impresión para el malhumorado Levi Ackerman.
—Ajá... no agradezcas—Es todo lo que ha Levi se le ocurrió decir.
—¿Te puedo agradecer invitando a el almuerzo?—Pregunta Erwin, consciente de que Levi no es bueno aceptando las palabras.
Levi estaba a punto de negarse, pero sabe que el rubio va a buscar otra manera de agradecer, así que mejor accede.
—Está bien, pero que sea informal y nada caro, detesto que gasten mucho en mí.
Erwin sonríe más, desde hace un par de días que quería pasar tiempo con Levi fuera del horario laboral.
—Bien, no hay problema—Expresa Erwin mientras se pone de pie.
Por mucho que Levi quería minimizar sus acciones, para Erwin, ver que el profesor sustituto, serio, malhablado, intimidante para varios alumnos, lo defendió con tanta tenacidad era sumamente valioso. Erwin desde antes quería conocer a Levi, ahora con mayor razón.
Ambos profesores salen de la escuela, sin hablar mucho. Hay bastante silencio, puesto que los alumnos se fueron hace un par de horas. Caminan hasta llegar a un pequeño restaurante de pastas llamado "Gabinette", un sitio de colores otoñales que Erwin visitaba con frecuencia.
—Profesor Smith, buenas tardes—Responde una camarera joven y encantadora—Justo su mesa está desocupada.
—Sasha, buenas tardes—Saluda Erwin con naturalidad.
Levi permanece en silencio, debe admitir que el sitio es agradable.
Caminan hasta una mesa en la esquina. Levi toma el menú, mientras que Erwin se afloja levemente la corbata. Levi deduce que Erwin ya conoce el menú como para mirarlo.
—¿Vienes muy seguido?—Pregunta Levi.
—Si, está cerca de la escuela, y tengo debilidad por la pasta—Responde Erwin, feliz de compartir un sitio que le gusta con Levi—Te recomiendo el tagliolini con langostinos.
Levi frunce el ceño al ver que el platillo que recomienda Erwin es de los más caros.
—No quiero que gastes en mí—Comenta Levi—Pediré un espagueti sencillo y una limonada, nada más.
—Claro—Responde el rubio sin más, no quiere incomodar a Levi.
Sasha toma las órdenes y se retira con una sonrisa. El silencio vuelve a reinar, Levi finge que hay algo interesante en su móvil, mientras que Erwin busca algún tema de conversación.
—Esta semana mis alumnos me entregaron sus ensayos—Comenta Erwin, rompiendo el silencio—Se esforzaron bastante, ¿qué proyecto le pusiste a tus alumnos?
Levi baja el móvil para observar al rubio.
—Tienen que escribir un cuento moderno—Pregunta Levi—Calificaré ortografía, coherencia y que tenga las características de un cuento de ese estilo.
Erwin siente genuino interés.
—Vaya, suena divertido, ¿escribes, Levi?
—De vez en cuando.
—¿Puedo leer algo de tu trabajo?
—Es... algo personal—El pelinegro desvía la mirada—Pero si quieres, puedo pasarte alguna cosa.
—Si te sientes cómodo, adelante—Erwin cuida sus palabras, procurando que todo sea confortable.
Levi coloca una mano en su nuca, esperando que lo siguiente no se malinterprete.
—Creo... que no tengo tu número—Dice Levi todavía sin mirar a Erwin, no recuerda la última vez que pidió un número, porque igual le da pereza socializar.
Erwin intenta no sonreír más; viniendo de Levi, es un halago.
—Claro—Erwin toma una servilleta y saca un bolígrafo de su bolsillo. Levi se sonroja ligeramente, no esperaba tener un momento así con un colega del trabajo.
Erwin entrega la servilleta. Levi lo toma con cuidado, la letra de Erwin es en cursiva, siendo la primera característica que Levi notó cuando llegó.
—Un poco anticuado, ¿no crees?—Pregunta Levi, aún sonrojado, pero con una leve sonrisa, la primera en todo el día.
—Pero no deja de ser efectivo—Responde Erwin con humor.
El silencio vuelve a surgir, pero ya no es tan tenso como antes. Sasha llega con los platos y bebidas. Un espagueti y una limonada natural para Levi, mientras que para Erwin es un tagliolini con langostinos y una limonada mineral para Erwin.
—¡Disfruten!—Expresa Sasha con una sonrisa.
Cuando Sasha se va, ambos almuerzan en silencio. Levi disfruta de su comida, y se da cuenta que también está disfrutando de la compañía de Erwin.
—(Ya defendí su integridad, ya acepté su almuerzo y hasta tengo su número)—Piensa Levi mientras enrosca el tenedor en el espagueti—(Erwin Smith, definitivamente no eres como los demás)
Mientras tanto, Erwin está emocionado por conocer más a su gruñón compañero que lo defendió a capa y espada. Levi Ackerman es un misterio que Erwin quiere descifrar.
—Eres increíble, Levi—Comenta Erwin—No todos están dispuestos a defender a prácticamente un desconocido, admiro tu valentía.
Levi está reservado como siempre, pero decide compartir sus pensamientos.
—Sólo me molestó, me repugna la ignorancia, supongo que por eso soy profesor, aunque nunca de los permanentes.
—¿Puedo preguntar por qué?
—No soy bueno estando en el mismo sitio, me aburre la monotonía, ir al mismo sitio, ver a las mismas personas...
—Entonces no te quedarás.
—No, lo siento...
Levi se pregunta por qué está pidiendo perdón. Mientras que Erwin siente una ligera decepción.
—No te disculpes, Levi—Erwin fuerza una sonrisa mientras toma su limonada mineral—Es tu vida, además, eso te vuelve más increíble.
—¿Eh, por qué?
—Porque entonces me defendiste a pesar de que no me conoces y a pesar de que seremos colegas por un corto tiempo—Erwin lo dice con sinceridad—Levi Ackerman, créeme que ya dejaste tu huella en el instituto.
Levi entonces siente una oleada de gratitud y un grácil sentimiento de orgullo.
—Si, supongo—Responde Levi con modestia.
Levi todavía no se da cuenta de lo mucho que le afectan las palabras y la voz de Erwin.
Continúan almorzando. Ambos están disfrutando mucho de este espacio. Levi, entonces, decide revelar más de lo que siente, sintiéndose cómodo con Erwin.
—Creo que...—Dice Levi, a lo que Erwin de inmediato le presta atención—Me molestó bastante porque de todos los profesores, te sucedió especialmente a ti.
Erwin se acerca más, curioso y sorprendido por esa revelación. Levi se da cuenta de lo que está sintiendo y de nuevo sus mejillas se enrojecen, e intenta mantenerse firme.
—Porque... eres de los pocos que en verdad hacen bien su trabajo—Aunque Levi se sienta un poco nervioso sigue hablando—Eres de esos profesores que todo el mundo quiere, que los saludan en los pasillos, y que los mencionan en sus discursos de graduación.
Para Levi, alguien que odia la ignorancia, ver una persona culta como Erwin que además está dispuesta a enseñar de la mejor manera es... perplejo.
Erwin se esperaba cualquier cosa, pero al escuchar eso, sintió que eso era justamente lo que necesitaba, para darse cuenta así mismo que merece quedarse en la escuela y que sus alumnos merecen sus clases.
—Levi—Erwin ni siquiera sabe que responder—Muchas gracias, por todo, por lo de antes y por lo de ahora.
La sonrisa de Erwin es tan cálida que provoca que Levi también sonría, aunque sea un poco.
—Solo dije lo que pensaba—Responde Levi, tratando de no darle importancia, pero su sonrisa revela lo contrario—(Erwin, ¿qué tanto me harás salir de la zona de confort?)
Después de terminar la comida, Sasha viene y ofrece el postre. Levi estaba a punto de negarse, pero Erwin se adelanta.
—No voy a permitir que te marches sin probar el flan—Expresa Erwin—Serán dos flanes, Sasha.
Sasha asiente y se retira. Levi se cruza de brazos y finge estar molesto.
—Levi, en verdad no me pesa—Comenta Erwin—Cuando lo pruebes me lo agradecerás.
—Bien, pero eso si lo pagaré yo.
—De acuerdo.
Cuando Sasha coloca los flanes, Erwin espera que Levi sea el primero en comer, esperando su reacción.
Levi da la primera cucharada, siente el dulce sabor.
—Admito que es muy bueno—Comenta Levi de manera seria. Erwin sonríe satisfecho.
—Bien, que aproveche—Responde Erwin felizmente.
Tras comer el postre y seguir charlando de temas más amenos, finalmente piden la cuenta. Erwin decide pagar el almuerzo y permite que Levi pague el postre de ambos.
—Tengo que volver a casa, debo revisar esos cuentos—Expresa Levi mientras se pone de pie—Eh, gracias, Erwin, fue agradable.
—Podemos repetir un día de estos—Sugiere Erwin.
—Si... como sea—A pesar de las palabras indiferentes, el tono de voz de Levi denota su conformismo.
Salen del restaurante, el viento acariciando sus rostros mientras el sol sigue brillando a lo lejos. Es un día perfecto para pasear o disfrutar de un helado, pero Levi prefiere encerrarse en un oscuro departamento y no sentir la luz del sol hasta mañana.
—¿Tienes auto?—Pregunta Erwin, pensando en que, si la respuesta es no, entonces ofrecerse para llevarlo.
—Una moto—Responde Levi de forma instantánea; generando una leve risa en Erwin—¿Dije algo gracioso?
—Pues, es que siempre te imaginé con una motocicleta—Comenta Erwin con una sonrisa—No es por ofenderte, es que tienes ese estilo de chico malo.
—Claro, ahora dirás que seguramente fumo, uso chaquetas de cuero y tengo un tatuaje en la espalda—Responde Levi de manera sarcástica, con una leve sonrisa burlona.
—Puede ser, pero estoy seguro de que puedes catar un buen vino y ves películas en blanco y negro.
Levi finge molestia, aunque le parece curioso como Erwin puede dar en el clavo sin conocerlo.
—Lo del vino si, lo de las películas no tanto—Dice Levi, disfrutando de la situación—Bueno profesor de historia, tengo que marcharme.
—Aprecio que hayas aceptado mi almuerzo—Comenta Smith de manera sincera—Y de nuevo, gracias por defenderme.
Erwin acomoda las palabras en su cabeza antes de continuar:
—Sé que... —Erwin elige las palabras con cuidado—Independientemente de lo que suceda, tengo tu apoyo.
Levi no está acostumbrado a recibir ese tipo de comentarios, sin embargo, es consciente que hizo lo correcto, así haya sido a su propia manera.
—Si, supongo—Responde Levi un tanto reservado—No tienes que agradecer, alguien debe joder a esos imbéciles.
—Por supuesto—Afirma Erwin, mostrando su agradecimiento en cada gesto; saber que tenía el apoyo era más reconfortante de lo que hubiera pensado en un principio—Nos vemos Levi, cuídate.
—Nos vemos, profesor—Dice Levi, antes de darse la vuelta e irse, con una sensación de paz inundar su pecho, ¿es así cómo se siente el orgullo de saber que hizo lo correcto? Levi no lo comprendía, o al menos no en ese momento, sin embargo, dejó que la tranquilidad lo envolviera.
Levi tampoco sabía en ese momento que esto solo era el comienzo en su historia con Erwin Smith.
Pasaron las semanas, y aunque la situación en el instituto continuaba incierta, Erwin estaba mentalmente preparado para cualquier resultado. Sin embargo, desde aquel almuerzo con Levi Ackerman, Erwin se había prometido que lucharía, por su bien y por sus alumnos.
—¿Un discurso en público?—Pregunta Levi antes de darle un trago a su bebida—No lo sé, algunos padres son más estúpidos que sus hijos.
—Pienso que es una buena idea, quiero tratar esto lo más diplomática posible—Argumenta Erwin, con su apacible sonrisa, con la bebida en la mano.
Ambos se encuentran en un bar del centro de la ciudad. Levi, siendo un conocedor experto del vino, era quien elegía las bebidas. Y entre copas y colores, Erwin lanzó su sugerencia, frunciendo el ceño de Levi.
—La gente intolerante muere siéndolo—Expresa Levi, observando su bebida color rojo oscuro.
—¿De verdad piensas eso?—Erwin busca la mirada de Levi, con una ligera sonrisa, casi imperceptible—¿Piensas que las personas no pueden cambiar?
—No—Responde Levi de manera fría—Yo... yo mismo he estado frente a multitudes hostiles, y sé que no sirve de nada hablarlo, deberías demandarlos a todos, arruinarlos de ser posible.
Erwin percibe el odio en el tono de voz de Levi, pero también un dejo de tristeza y dolor.
Levi se estremece cuando siente como Erwin toma su mano por encima de la mesa.
—Levi—Pronuncia Erwin con suavidad—Entiendo tu postura, créeme que la entiendo, pero también creo en el cambio, como profesor de historia he estudiado tantos conflictos que sé que se pudieron resolver de otra manera.
Levi levanta la mirada, y encuentra los ojos azules de Erwin. En Erwin no hay desilusión, a diferencia de Levi.
—Yo... soy gay—Dice Levi, un poco sin querer—Antes iba a marchas y esas cosas, pero nada cambiaba, incluso tuve personas cercanas que en el fondo... no veían otra cosa en mí que eso, la gente intolerante muere siéndolo.
Erwin escucha atentamente cada palabra proveniente de Levi. Comprende y empatiza su dolor, puesto que él mismo está en su propia lucha.
—Lo siento, Levi—La mano de Erwin todavía sigue con la de Levi, y ahora mismo no quiere soltarla por nada en el mundo—Siento que hayas pasado por eso.
—Lo bueno es que no me quedo en un mismo sitio—Levi siente un peso menos en sus hombros, hacía tanto que no hablaba de esto—Te propondría que en caso de que todo salga mal, te fueras conmigo, pero sé que no eres ese tipo de persona.
—Me conoces bien—Erwin muestra una sonrisa—Voy a hablar con los padres, sé que no todos cambiarán de opinión, pero vale la pena intentarlo.
Aunque Levi siga sintiendo el escepticismo envolviendo sus pensamientos, en el fondo, su fe en Erwin aumentaba.
—De acuerdo—Levi esboza una sutil, leve, delgada sonrisa—Te seguiré, Erwin Smith.
Con un nuevo sentido de propósito, con las manos entrelazadas, Erwin y Levi brindan por ellos. En ese instante, en un rincón de la ciudad, entre ellos había nacido un nuevo sentimiento.
Por eso, cuando Erwin supo que la motocicleta de Levi se encontraba en el taller, no dudó en llevarlo a su departamento. Y por supuesto, Levi aceptó.
—No vivo en un departamento con estructura gótica—Comenta Levi, cuando sube al auto color verde oscuro de Erwin—Siento decepcionarte.
—Bueno, espero al menos ver tu gigantesca biblioteca—Responde Erwin, sintiendo la complicidad entre ellos.
El auto comienza a moverse por la nocturna ciudad rodeada de luces artificiales y rascacielos. Charlan de cualquier cosa, dejando de lado, aunque sea unos instantes, el tema del instituto.
Entonces llegan al departamento de Levi, en el segundo piso de un edificio no muy alto. Tras estacionarse, ambos se bajan del auto, caminan y suben las escaleras. El silencio es tal que se escuchan los grillos.
—¿Quieres pasar?—Pregunta Levi, no recuerda bien cómo se hacían este tipo de cosas.
Erwin lo piensa un momento, no quería invadir el espacio de Levi, aunque, por otro lado, su curiosidad por conocer más al profesor sustituto le superaba.
—Claro, será un placer—Responde Erwin, cortésmente.
Levi abre la puerta y ambos entran. No es una estructura gótica como bromeó Levi, pero es acogedora y pulcra. Todo está en su sitio, desde los estantes repletos de libros hasta la pequeña cocina.
—Envidio a cualquiera que tenga su escritorio ordenado—Dice Erwin, agradecido de la bienvenida.
—La limpieza es mi sistema por excelencia—Levi se encuentra más relajado, teniendo a Erwin aquí—¿Quieres tomar algo? Aún no es muy tarde, puedo preparar un té.
—Suena bien, ¿te ayudo con algo?
Levi asiente así que ambos se dirigen a la cocina. Todo fluye con naturalidad, como si hubieran hecho cientos de veces.
Con el té ya listo, se sientan en el sofá color escarlata. Sus manos se han rozado tantas veces a lo largo de la velada, y a ninguno le molesta.
—Esto es agradable—Comenta Erwin, con el té humeante entre sus manos.
—Lo es—Responde Levi, que no había dejado de mirar a su invitado.
Sus miradas se cruzan, y en ese instante, la bulliciosa ciudad de afuera queda en segundo plano. Hay tantas cosas que Erwin quería decirle a Levi, pero en lugar de eso, optó por demostrarlo en un solo movimiento.
—Levi... —Dice Erwin en voz baja, tomando con suavidad la taza de Levi para ponerlo en la mesa de cristal que se encontraba frente al sofá. Levi permite que Erwin haga lo que quiera.
Ahora que las tazas también han pasado en segundo plano, Erwin coloca su mano en la mejilla de Levi, quien este, inhala por el contacto.
Entonces, ocurre.
Erwin corta la distancia entre ellos, colocando con suavidad sus labios sobre los de Levi. Ambos cierran los ojos y dejan que el torrente de emociones que los ha estado invadiendo desde hace semanas finalmente fluya.
Levi, quien no recuerda la última vez que permitió esto, coloca sus manos sobre los hombros de Erwin, buscando su afecto, fortaleciendo esta conexión.
Cuando se separan y sus miradas vuelven a encontrarse, no hay nada que decir. Todo está demostrado; sus manos se entrelazan nuevamente.
—Si... —Levi comienza a hablar, intentando ordenar las palabras en su mente—Si todo sale mal, yo seguiré a tu lado.
—Lo sé, Levi—Erwin vuelve a acariciar el rostro de Levi con ternura—Saber eso hace que me sienta más fuerte.
Mientras el té se enfría y la noche continúa, Levi y Erwin están preparados para lo que sea.
Sin embargo, el verdadero reto vino dos días después, cuando el auditorio principal de la escuela estaba lleno de padres, alumnos, rectores y profesores, todos en la espera de lo que el profesor de historia tenía para decir.
Entre el público se encuentran los padres de familia que exigen un reemplazo para Erwin, considerando inapropiado que una persona así les de clases. Sin embargo, también se encuentran los alumnos de Erwin, que buscan apoyar la decisión de que Erwin se quede. Y en primera instancia se encuentra Levi.
Cuando Erwin Smith toma el micrófono y enfrenta las miradas de desaprobación, recelo, anhelo y empatía. Sin embargo, Erwin encuentra a Levi en el público, verlo ahí, le hace recordar como Levi fue el primero en defenderlo, en abogar por él.
Erwin, respira profundo, puesto que esto va más allá que solo defender su puesto de trabajo.
—Buenos días—Expresa Erwin con una voz firme y segura—En las últimas semanas, he estado reflexionando sobre lo que significa ser profesor, y sobre lo que puede significar a mis estudiantes, y hoy he llegado a una conclusión.
El auditorio está en completo silencio; Levi siente su corazón retumbar de la ansiedad en su pecho, pero su fe en Erwin prevalece por encima de todo.
—Entiendo que haya diferencias de opinión—Continúa Erwin, defendiendo su compromiso—Pero creo firmemente en el poder de la educación para abrir mentes y corazones, todos merecen una oportunidad de aprender y crecer, sin importar quiénes sean o a quiénes amen.
Erwin observa a Levi. El pelinegro entrelaza sus propias manos, creyendo firmemente en que, si hay alguien que puede generar un cambio, es aquel hombre de ojos azules de pie.
—Como profesor, trato de cultivar un ambiente donde cada estudiante se sienta valorado y respetado, donde se les anime a cuestionar, a explorar y a desarrollar su propio sentido de identidad y propósito en el mundo—Expresa Erwin con orgullo—Entiendo que el cambio puede ser difícil, que puede provocar miedo e incertidumbre, pero también sé que es a través del cambio que crecemos, evolucionamos y que nos convertimos en mejores versiones de nosotros mismos.
Levi a su alrededor puede escuchar los murmullos del público, unas están a favor, algunas en contra; sin embargo, Levi sabe que es un aliado, y el único que puede batir esta lucha es Erwin.
—En última instancia, lo que más importa es el bienestar y el desarrollo de nuestros estudiantes, y estoy comprometido a seguir trabajando arduamente para brindarles la educación de calidad que se merecen, independientemente de cualquier otra consideración—Concluye Erwin, mirando directamente a los ojos de aquellos que lo escuchan—Espero que podamos superar nuestras diferencias y trabajar juntos en pos de un futuro mejor para todos.
Erwin finaliza, y durante unos segundos reina el silencio. Levi estaba a punto de comenzar a aplaudir, pero los estudiantes son los primeros en hacerlo. Después siguen la mayoría de los padres de familia. También están los demás profesores, incluidos Hange y el director.
Levi observa al público, en verdad adoran a Erwin; es tal y como lo dijo en aquel almuerzo.
—(Porque eres de los pocos que en verdad hacen bien su trabajo)—Piensa Levi mientras está envuelto en aplausos—(Eres de esos profesores que todo el mundo quiere, que los saludan en los pasillos, y que los mencionan en sus discursos de graduación).
Levi entonces observa a Erwin dejando el micrófono, con una sonrisa de alivio. Levi camina hacia él.
—Levi, ¿qué opinas?—Pregunta Erwin, todavía sintiendo la adrenalina por su discurso.
—Yo... te amo.
La sorpresa es notoria en el rostro de Erwin.
—Levi... —Dice Erwin en voz baja—También te amo.
Y ahora solo quedaba esperar el veredicto final. Que por supuesto el resultado fue obvia: en favor de Erwin.
—Puedes estar tranquilo, Smith—Expresa el director—Estos alumnos necesitan saber que existen lugares como estos que no los juzgarán.
Erwin y Levi se toman de la mano, sintiendo la fuerza y el apoyo mutuo que los une. Ha sido un gran paso, no solo para ellos, sino para toda la comunidad escolar. Muchos alumnos, temerosos por sus orientaciones e identidades, encuentran consuelo y esperanza en el mensaje de aceptación y respeto que ha transmitido Erwin.
Cuando la audiencia terminó y todos los presentes se estaban yendo, Erwin encuentra a Levi en su salón de clases, ordenando su escritorio.
—Levi—Llama Erwin con una sonrisa triunfante—Hoy tenemos que ir a celebrar.
—Si—Levi sonríe enternecido—Felicidades, Smith.
Erwin se acerca y se da cuenta que el escritorio de Levi está vacío, todas sus pertenencias perfectamente guardadas en su maleta y una caja.
—Es cierto... —Erwin no puede evitar sonreír con cierta tristeza—Nunca te quedas en un solo lugar.
Levi permanece en silencio mientras acaricia el rostro de Erwin.
—Oye, que no trabaje aquí no quiere decir que no nos seguiremos viendo—Comenta Levi, esperando tranquilizar al rubio—Te amo, y no creas que te dejaré ir tan fácil.
Erwin encuentra confort en esas palabras, pero al mismo tiempo cierta preocupación.
—Me alegro, es sólo que... era agradable verte por los pasillos, hablar sobre nuestras clases e irnos juntos al trabajo—Responde Erwin con sinceridad—Voy a extrañar eso.
—Si, también yo—Levi se acerca más a su pareja—Pero ser profesor no es lo mío, por eso solo soy profesor suplente, cuando los alumnos regresen de vacaciones, ya no estaré aquí.
Erwin abraza con cuidado a Levi. Lo último que esperaba Erwin cuando inició el conflicto de su bisexualidad en la escuela era encontrar el amor y cariño de alguien; pero ahí estaba Levi Ackerman, el profesor temporal de literatura que lo cautivó desde el primer instante.
—Pero sabes dónde está mi casa y tienes mi número—Levi alza la cabeza para mirar a Erwin a los ojos—No me quedaré en la escuela, pero si en la ciudad, porque...
Levi respira profundo, dejando salir sus verdaderos sentimientos.
—Porque hay algo bueno aquí por lo que quiero quedarme—Añade Levi, tomando con suavidad el rostro de Erwin entre sus manos.
Erwin por primera vez desde que conoció a Levi no supo que decir, se deja envolver por una oleada de amor y gratitud.
—Te amo, Levi Ackerman—Erwin abraza con fuerza a Levi, temblando de la emoción—Gracias por todo.
Levi corresponde el abrazo, creyendo con fuerza en la conexión que han formado.
—También te amo, Erwin—Levi no siente más que paz y anhelo por el futuro—Eres... todo lo que siempre he esperado.
Se quedan abrazados un momento, en su propio espacio, en sus propios términos.
—Andando, tenemos mucho que celebrar—Dice Levi con una sonrisa, tomando la mano de Erwin—Yo invito, profesor.
Erwin ríe suavemente, entrelazando su mano con la de Ackerman.
—Claro, a donde quieras, Levi—Dice Erwin.
Con un último vistazo al edificio de la escuela que ahora contiene tantos recuerdos especiales para ambos, Erwin y Levi caminan juntos, celebrando su primera victoria juntas como pareja. Siendo el principio de su historia de amor, donde la confianza se ha vuelto el ancla que ambos necesitaban, y ahora, protegen.
Fin
Este ha sido de mis oneshots favoritos <3 y tiene un trasfondo interesante e importante para mí.
Participé en una pequeña antología en mi universidad junto a otros alumnos, cada quien tenía que escribir un relato relacionado a la inclusividad, y yo escribí este oneshot, claro con otros nombres, pero estaban basados en Erwin y Levi jsjsj
Así que aquí está en su versión Eruri!! espero les haya gustado; nos leemos pronto (',,•ω•,,)♡
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