La preocupación invadió a Levi durante el desayuno, cuando Erwin recibió una notificación en su celular.

—Oh...—Dijo Erwin en voz alta, algo que nunca hace; todavía observaba la pantalla del móvil pero en cuanto reaccionó, lo guardó en su bolsillo, preocupando al pelinegro.

—¿Qué pasa?—Preguntó Levi, y Erwin respondió con un silencio.

—Nada, una cosa sin importancia—Erwin se levantó de la mesa en cuanto terminó su café, ni siquiera miró a Levi a los ojos—Ya me voy, ¿quieres ir al cine después del trabajo?

—Nunca vamos al cine.

—Entonces vamos—Erwin se coloca detrás de Levi para abrazarlo desde atrás, Levi se cautiva por su perfume olor manzana—Al cine, después a cenar en algún sitio encantador, o podemos quedarnos aquí, lo que tú quieras.

—Estás muy servicial hoy.

—¿Es malo que sea servicial con mi hombre?—Preguntó Erwin en tono cariñoso antes de soltar a Levi—¿Entonces te parece bien el cine?

—Suena bien—Respondió Levi antes de continuar con su desayuno; Erwin por su parte se fué a la alcoba para recoger su portafolio. El silencio inundó el comedor, y Levi supo de inmediato que algo en aquella notificación había preocupado a su esposo, sin embargo, no iba averiguar en ese momento el porqué.

Después de que Erwin se fuera, Levi volvió a su pasatiempo mental favorito: sobre pensar.

¿Acaso era importante? ¿Debería insistir o dejarlo tranquilo?

Levi no era fan de contar sus problemas al primer sujeto que le preguntara, así que respetó el silencio de Erwin.

A diferencia de Erwin, Levi no trabajaba de momento, recién había tenido problemas con un jefe explotador, y Erwin insistió en que tuviera un descanso para aliviarse del estrés y la ansiedad. Levi al principio no quería, sin embargo, al final accedió.

Así que por ahora pasa sus tardes en casa y a veces comiendo con Hange, cuando ambos van a comer hot dogs a un puesto cerca del departamento de Erwin y Levi.

Esa misma tarde, Levi invitó a Hange a almorzar, así que ahí estaban ambos, en un parque comiendo hots dogs y bebiendo coca-cola.

—¿Cómo sigue tu vida de nini?—Preguntó Hange.

—Bien, sobre todo porque tengo un guapo esposo que me mantiene.

—Que envidia, yo quiero uno de esos—Exclamó Hange mientras estiró los brazos—¿Y por qué me llamaste? Normalmente soy yo la que tiene que insistir para que salgas de casa.

—Erwin se comportó raro esta mañana, vió algo en su celular y de repente quiere ir al cine o lo que sea que yo quiera.

—Ya deja de presumir tu matrimonio de ensueño—Dijo Hange en un quejido mientras le da un mordisco a su hot dog—Que mal que tu esposo te consciente, en serio que mal.

—No es por eso cuatro ojos—Levi le lanzó una mirada desaprobatoria antes de darle un sorbo a su coca-cola.

—Ya sé, tampoco soy taaan tonta—Hange se recuesta en la banca dónde están sentados—Lo que te preocupa es lo que vió Erwin, ¿no estarás siendo un poco paranoico?

—¿Un poco? Ya hice como veinte situaciones mentales en la cabeza.

—Entonces pregúntale.

—Dijo que era una cosa sin importancia.

—Entonces pregúntale de nuevo.

Levi lo reflexionó unos cuantos segundos pero llegó a la misma conclusión que esta mañana.

—Lo dejaré pasar, no me complicaré la vida.

—Mmmh, puro drama contigo—Añadió Hange antes de terminarse su hot dog—Pero haces bien, Erwin confía en tí, así que si es importante, te lo dirá.

En ese momento, el móvil de Levi comenzó a sonar, entonces lo saca de su bolsillo; se trata de Erwin. Al contestar, la preocupación volvió a invadirlo.

—Levi, hola—Erwin intentaba sonar como siempre, pero Levi podía notar cierto nerviosismo y quizás, un deje de tristeza.

—Hola—Levi intenta ignorar los miles de pensamientos en su cabeza—¿Qué pasa?

—Nada, sólo quería llamarte.

—¿Para qué?

—Para oír tu voz, sólo...di lo que sea.

—Lo que sea.

Levi escuchó la leve risa al otro lado de la línea.

—Te amo—Dijo Erwin en voz baja, y Levi olvidó como respirar por un segundo. Era la primera vez que Erwin lo decía en ese tono tan apagado; y para Levi las dudas se disiparon.

—También te amo—Levi decidió seguir su instinto—¿Hay algo más que quieras decirme?

—Que debo volver al trabajo, y que iremos al cine cuando regrese.

—Bien, nos vemos entonces.

—Bye, te amo.

Y la llamada finaliza; Hange estaba a punto de soltar otro comentario sobre la envidia que irradian cuando observó a Levi, la preocupación había escalado y eso se notaba.

—Insistiré toda la puta noche si hace falta—Respondió Levi con el ceño fruncido.

El día había transcurrido, hasta que la noche inundó todo el paisaje. Levi estaba esperando a su marido sentado sobre el sofá con los brazos cruzados, quería actuar seguro cuando en realidad no tenía ni idea de lo que iba a preguntarle.

Entonces, cuando escuchó los pasos al otro lado de la puerta, suspiró y se preparó para cuestionar a su esposo.

Erwin cruza la puerta y lo primero que ve es a su esposo, y con sólo ver su posición, saben que tienen que hablar.

—Hola—Erwin sonrió como de costumbre—Estás muy guapo.

—Lo sé, tenemos que hablar.

—Se escucha raro cuando lo dices tú—Erwin deja su portafolio en una mesa de cristal al centro de la sala, y se sienta junto al Levi en el sofá—¿De qué hablaremos?

—Has estado actuando raro—Levi no quería parecer inseguro o desconfiado; pero estar con Erwin le enseñó que no está mal bajar las defensas de vez en cuando—Lo noto, algo te preocupa.

—O tan sólo amanecí más cariñoso de lo normal—Erwin toma la mano de Levi, y lo acerca para besarlo en el dorso, sintiendo el escalofrío del pelinegro.

—Maldito, sabes que eso es mi debilidad—Levi retira la mano con cuidado—Mira, si no quieres decirme lo entiendo, pero me molesta que creas que soy ciego y no lo noto.

Levi se queda en silencio, no mira a su esposo y la incomodidad los envuelve a ambos.

—Claro que lo notas, eres muy perspicaz—Erwin pasa sus dedos entre los cabellos de Levi, esa también es su debilidad.

Los toques de Erwin son y siempre serán su debilidad.

—Que bueno, por un momento pensé que todo era paranoia mía—Respondió Levi, y entonces Erwin toma su mentón para que lo vea a los ojos.

—No me gusta mentirte, así que seré sincero contigo...—La sonrisa de Erwin se tornó triste, reabriendo una vieja herida—Hoy es 9 de marzo, nunca te lo había dicho pero esa fecha significa mucho para mi.

—¿Por qué?—Levi toma las manos del rubio, hay cierta diferencia de tamaños, pero aún así, Levi siente que encajan a la perfección.

—Fue el día en que murió mi padre.

El silencio era tan denso, que Levi podía escuchar su propio corazón latiendo agitadamente. Siente las manos de Erwin temblar sobre las suyas, entonces se acerca a él y lo besa en los labios.

—Gracias por decírmelo—Murmuró Levi cerca del rostro de su marido—¿Quieres hablar de eso?

—No es algo que piense a menudo, pero en cuanto ví la fecha en el móvil lo recordé de golpe, quise pasarlo como un día cualquiera, estando contigo y recordarte a tí y no a él, pero no pude...y me di cuenta de lo estúpido que me veía fingiendo.

Era la primera vez que Erwin se desahoga con este tema, la muerte de su padre ocurrió cuando era niño; pero hablarlo con Levi lo hizo sentir una mezcla entre tristeza y alivio.

—No eres estúpido, entiendo que a veces uno no quiera afrontarlo—Levi retira sus manos para tomar el rostro del rubio—Pero no tienes que fingir conmigo, si lo haces lo notaré y me molestaré.

Eso causa una sonrisa a Erwin; entonces Levi recuesta su cabeza en su hombro, en un silencio que daba a entender que ya no había nada más que decir, pues la tranquilidad los envuelve dejando fuera la confusión.

—Quiero quedarme así contigo—Dice Erwin.

—Entonces eso haremos.

Al día siguiente Erwin consentiría a Levi lo máximo posible, y no para huir de un pensamiento, sino por el enorme cariño y agradecimiento que siente al verlo. Pero hoy, esa noche silenciosa, fue un día para recordar a su padre, junto a su esposo, su nueva familia.

Fin

Decidí que la fecha de la muerte del padre de Erwin fuera el 9 de marzo, porque fue cuando se publicó en el manga el capitulo 55 "Dolor" que es cuando Erwin habla de su padre :( 

Gracias por leer! Ya estamos cerca de llegar a las 100 partes  :"O