Los ojos de Ink se estaban iluminando mucho al fijarse bien en toda la calle en la que se hallaban caminando sin rumbo, yendo hacia una especie de tour en la ciudad, la ciudad del amor, una ciudad bastante bonita en algunos lugares con muchos lugares para hacer turismo, sitios muy importantes para Francia, porque ya saben, París es la capital.

Error solamente iba por su pareja, aunque también le daba un poco de ilusión ver un sitio diferente que no fuera el subsuelo o algo por el estilo con los mismos lugares de siempre, además, siempre pensó que le gustaría ver una ciudad, que no fuera ni la Capital o Snowdin, y ese lugar era perfecto, y más con Ink junto a él. 

Las calles aquel día estaban despejadas, no había tanta gente como otros días en los que no se podía ni caminar porque te chocabas con alguien sin querer y no podías ir a restaurantes porque estaban llenos, y si digo llenos es que todas, absolutamente todas las mesas estaban ocupadas, incluso las de las terrazas de algunos restaurantes. Pero aquel día era diferente.

El pintor caminaba mirando de reojo al empresario, que desde hace muchos minutos se había dado cuenta de la mirada que tenía encima. El pintor quería agarrar la mano de su Error como sus versiones originales hacían, pero tenía miedo.

No quería apresurarse, porque si lo hacía las cosas podrían salir mal, y eso es lo que menos quería, por ello solo hablaba o contaba pequeños chistes a la persona que le gustaba, sin saber que el otro también quería darle la mano.

Pero la cobardía no le dejaba ver la realidad, la realidad de como eran las cosas. La cobardía a veces te quitan muchas cosas que podrías hacer y disfrutar. Y eso es lo que estaba ocurriendo con Ink y Error de esa dimensión, estaban perdiendo la oportunidad de amarse en ese instante por el temor a ser rechazados. Aunque no los hay que culpar, a todos nos pasa, siempre hay algo que nos quita toda la valentía que poseemos.

El cielo era de un color azul puro con unas cuantas nubes que pasaban lentamente por el cielo, mientras las hojas multicolor de los árboles iban cayendo poco a poco mientras la brisa se las llevaba lejos, planeando, aunque habían bastantes grupos de hojas rojas y anaranjadas en el suelo que no dejaban pasar por donde se encontraban situadas, pero por fortuna los cuatro esqueletos no tenían problemas.

El empresario tenía un papel en el que habían muchos lugares interesantes para visitar, ver películas o comer, y por una vez en la vida lo utilizaría, pues quería que su versión original, que parecía muy malhumorado, o eso pensaba, disfrutara un poco en ese maravilloso sitio llamado París, donde mucha gente quería ir pero pocos podían.

En su papel lo primero que deberían hacer sería ir a desayunar, los dos esqueletos visitantes parecían tener hambre, pero era cierto porque la comida que comían era artificial, y no llenaba tanto como la verdadera, cosa que si había en este universo. Fijó sus ojos en cada línea en la que habían restaurantes apuntados, y decidió ir a un bar, donde podrían tomar bocadillos y unas tazas de café. 

—Vengan chicos.—Dice el empresario mientras contempla el mapa desde su celular, mirando e intentando localizar el bar más cercano para poder llegar antes sin tener que vagar por la ciudad y tardar quince minutos en encontrar un local. Los ojos del pintor no paraban de posarse en el rostro del empresario, que esta vez no se dio cuenta, aunque tenía un mal presentimiento y no sabía por qué, aunque era muy obvio.

—A ver, abominación alternativa de mí, ¿podríamos ir más rápido?—Pregunta de mal humor Error mientras continúa mirando al frente, intentando localizar algún lugar donde comer, pero prefería mirar de reojo a su pareja, que miraba embobado a todo los lugares que habían, no quería perderse ningún detalle a pesar que podía ir a ese universo las veces que quisiera, quería aprovecharlo al máximo, era la primera vez que iba allí, así que era una nueva experiencia para él.

—Cálmate, Error. Dios, no me acostumbro a estar hablando con otra versión mía...

—Versión original, no me compares con las abominaciones, basura.—Replica enfadado Error al ver como lo había llamado su versión empresaria y multimillonaria. Los dos Ink intentaron calmar a los Error, pero el glitch tenía ganas de matar o destruir cualquier cosa por esa comparación.

—¡Oh, lo siento! ¡Me equivoqué y ahora lo siento mucho, mi señor!—Grita sarcástico el empresario mientras hacía unas poses dramáticas que colmaron el vaso, Error empezó a patalear siendo agarrado por el creador, que estaba intentando que su pareja se calmara un poco. No comprendía su humor, pero no podía hacer nada.

—¡Deja de ser sarcasmo, joder!—Grita mientras intenta morder la mano de Ink para poder utilizar sus hilos, pero no lo logró. Parecía un perro rabioso intentando morder a otro perro inocente que no tenía la culpa de nada pero también atacaría si era necesario.

—Error, cálmate, por favor.—Suplica Ink intentando conseguir un resultado, y eso fue lo que sucedió. Error empezó a dar grandes bocanadas de aire, intentando calmar su temperamento, y contando hasta diez, relajó sus hombros mientras cerraba los ojos. El creador deshizo su agarre y dejó a Error, que se quedó quieto abriendo los ojos. El empresario también había sido liberado del pintor, que lanzó una mirada cómplice a su versión original.

—Ahora, como castigo—comienza a decir el pintor mientras continúa con sus miradas cómplices hacia Ink— nosotros elegiremos dónde ir, así que...—le arrebata el papel al empresario, mientras este abre los ojos como platos, al igual que Error, que no sabía por qué estaban haciendo esto. Aunque bueno, ellos dos lo merecían por pelear como perros rabiosos.—Con este papel iremos a comer a cualquier lugar bueno.

—Así, es. Y sin rechistar, no quiero utilizar mi magia porque nos pillarían.—Continúa Ink mientras señala su espalda, donde se encontraba colgando el pincel, pero era uno más pequeño que había creado con el original, y solo serviría para estar allí, una vez volvieran al Anti-Void desaparecería.

—¿Magia?—Pregunta el empresario sorprendido. No sabía que sus versiones originales podían hacer magia.

—Bueno, no es magia exactamente, son poderes. Pero son bastante fuertes. Que lo diga Error.—Señala acusador a Error, que se alza de hombros recordando cada pelea que tuvo con Ink y como siempre salía un poco herido por despistes.

CONTINUARÁ

Dormí 3 horas y tengo ganas de morir. Lo mínimo que puedo hacer será recordar las 'lindas' tonadas que tocó la maldita orquesta esta noche hasta las seis de la madrugada :,D 

Voy a ponerme a escribir para sacarme el enojo :,U

Y aquí el dibujo para el concurso de Natalia, al principio lo hice como el vídeo mostraba la escena y luego lo expandí porque me quedaba mucho espacio en blanco :v No pinté la parte del vestido de tirantes porque si no el gato no se veía :u