Alphys los miró con preocupación, no sabía de dónde habían sacado a esos bebés, pero su instinto sabía que esos pequeños eran fusiones, los rasgos de sus caras, sus pieles, el color que tienen y forma del cuerpo... Eran casi idénticas al creador y al glitch, así que por eso empezó a sospechar de unas posibles fusiones creadas por su energía.

Sí, había pasado por casos parecidos, incluso algunos idénticos: los cuerpos se forman gracias a la energía de los enamorados en caso de que sean los dos del mismo sexo, y entonces un cuerpo estable se crea, aunque los padres quedan agotados por un tiempo en concreto, y así es como pasó con Error e Ink.

Alphys, con su infinita y duradera mirada confusa se acercó al pintor, mientras observaba con atención a los bebés, que rieron al ver a la científica Real.

—Debo tomar muestras de sus ADN para poder saber exactamente de donde provienen.—Dice la doctora mientras Ink le pasa los bebés con cuidado, eran frágiles, cualquier movimiento en falso podría significar una herida para ellos, y podría ser grave. Sobretodo porque ahora sus huesos, es decir su cuerpo, son muy tiernos y un pequeño golpe sería una cuchillada en el cuerpo de un adulto.

—Tu solo tienes que hacer lo necesario.—Dice de forma ignorante Error, rodeando a Ink por la cintura.

—Error, se un poco más cortés, por favor...—Suplica Ink mientras separa a su pareja, que se alza de hombros y niega con la cabeza con arrogancia, ahora mismo no le interesaba ser amable, bueno, casi nunca le apetecía, y aquella vez no era ninguna excepción, no quería llevarse bien con esa Alphys, ni con ninguna más.

—No pienso ser amable, no hay necesidad para serlo—murmura con mal genio—además, los niños esos me han puesto de mal humor.

—Pero no es bueno que seas así con Alphys, Error. Se un poco amable, por lo menos, solo te pido eso—insiste Ink. El glitch sigue negando con la cabeza, y así se queda la cosa: con Error siendo grosero con la científica, que había ido a extraer el ADN de los pequeños esqueletos.

—Sí que tarda. ¿Que estará haciendo?—Pregunta irritado el glitch mientras golpea el suelo con su pie, intentando calmar sus nervios.

La pareja decidió buscar algún asiento dónde sentarse, pero como no había ninguno en la planta baja donde se encontraban se sentaron en el suelo, impacientes, mientras miraban a las lejanas escaleras.

Se escuchaba el ruido de las máquinas que estaba utilizando Alphys, averiguando si eran una fusión o no, pero para saberlo debería comparar el ADN de Ink y Error con el de los bebés, sino, su investigación no serviría de nada.

Alphys abrió los cajones de un enorme armario que había desde hace poco en su laboratorio, en el que habían las muestras de muchos monstruos del subsuelo, incluido el de Error e Ink, que solían visitar ese universo para arreglar problemas entre los humanos y los monstruos. Sí, en ese universo Frisk tomó la ruta pacifista, así que habían muchos conflictos entre los monstruos y los seres humanos. Claramente era Ink el que resolvía los problemas, pero Error lo acompañaba. 

Después de haber sacado todo el ADN necesario, Alphys los colocó en una máquina plana cubierta con una cápsula transparente que empezó a comparar las muestras poco a poco, haciendo un gran trabajo. 

Cualquier persona, o monstruo, diría que utilizar las máquinas de laboratorio era algo bastante sencillo, pero en realidad es algo difícil y se debe de estudiar bastante.

Una pantalla verde que había encima de la cápsula se iluminó con un tenue color azul, allí aparecieron miles de números y ecuaciones que acabaron en un resultado: la de que sí, los pequeños bebés eran fusiones de ellos dos, Ink y Error, creador y destructor. ¿Raro, cierto? Pero es verdad, entre sus energías dos pequeños habían sido creados, es decir que habían ido apareciendo, no habían nacido como otras fusiones.

—Es lo que yo pensaba—susurra Alphys con preocupación de la reacción de los esqueletos—espero que no les pase nada a estos pequeños...—suspira mientras los toma con cuidado.

Con cuidado, la científica apagó las máquinas utilizadas, mientras caminaba por el pasillo de la segunda planta mientras se dirigía a las escaleras.

Una vez bajo, Ink miró con curiosidad a la científica, que pasó los bebés al creador, que se mostraba todavía más confundido. Alphys suspiró mientras rezaba por dentro por la seguridad de los niños, la mayoría de los que habían creado fusiones entre sus parejas se lo tomaban a bien, pero Error era diferente.

Muy diferente, demasiado diferente en todos los sentidos que existen en todos los rasgos, no podría aguantar la idea de que tenía unos 'hijos'.

—Bueno. ¿Quienes son los padres de la fusión?—Formuló Ink mientras Alphys tragaba saliva, esa era la pregunta que estaba temiendo, no quería meterse en problemas relacionados con los bebés, pero debía contestar, pues Error la fulminaba con la mirada.

—Oh... Eh... Prometan no gritar, por favor—pide Alphys mientras coge aire para poder decir de una todo lo que debía explicar, si no lo hacía de una la interrumpirían. Pero tampoco sabía como lo diría exactamente, sabía que después de esa explicación el laboratorio se llenaría de gritos por parte del glitch.

—¿Por qué deberíamos gritar?—Pregunta Ink con la mirada confusa. Error no hace nada, solo espera a que la científica les explicase de donde salieron esos críos.—¿Es algo malo?—pregunta ahora más preocupado, Alphys no sabía que decir. Podría ser una cosa buena o mala, pero no se sabe, depende de los padres. Pero con Error allí lo mas probable es que fuera malo.

—Bueno, depende de quién sea que trata el problema. Pero... Bueno, mejor voy al grano.—dice la científica mientras Ink asiente con la cabeza en busca de una respuesta, está impaciente.

—Rápido, científica loca—insiste Error mientras toma la mano de Ink, no quiere que su día se arruine por unos estúpidos bebés.

—Vale—respira hondo—estos bebés—los señala mientras estos ríen por sus actos y su voz. Los bebés son muy juguetones a decir verdad—son una fusión entre vosotros dos. Ellos han sido creados con vuestra energía, es decir, que no han nacido de nadie, pero han sido creados gracias a una parte de vuestra energía vital, pero no la consumirán más. Podemos decir que ellos son vuestros hijos no hijos.

Los ojos de Ink en ese momento eran increíbles, irradiaban confusión, miedo y alegría por ese extraño suceso. Sin su pincel había creado dos pequeñas vidas. Pero Error estaba muy sorprendido, no sabía como reaccionar. Si eran sus hijos significaba que se los deberían quedar, y no quería eso. La palabras 'error' resaltaba por todo su cuerpo, y el creador lo comprendía.

Eso era una extraña noticia que podría ser mala para sus vidas.

CONTINUARÁ

:V (?

¿Os imagináis que Error e Ink se encontraran con sus versiones de 'Pintor'? ¿Cómo reaccionarían? Sería gracioso escribir un extra con una situación así que no afectase a ninguna de las dos historias xD Sería algo así con los dos Error:

Error original— ¿Me estás diciendo que mi otro yo es un maldito millonario romántico y con sentimientos? Me estás jod*****, ¿cierto?

Error 'Pintor'—Oye, calma...

Error original—Vete a la mierda, versión horrible.

Creo que Error original se llevaría mal con el pobre Error de 'pintor' :,v Y los dos Ink se llevarían de maravilla :D Creo.