Capítulo 17| Pájaro

En el Anti-Void todo era nuevo, muchos animales habían nacido solos, sin ayuda del pintor, y ahora rondaban libres por esa flora creada por el antes mencionado, haciendo sus respectivos sonidos.

Los universos ya habían sido completamente reparados, todos los que Error había destruido claro, pues algunos estaban intactos. Ink seguía intentando calmar a Error, que esos días casi destruía otro universo, y eso le preocupaba bastante.

En ese lugar alguien paseaba, camuflado por la flora, impidiendo que sea visto por alguien. Caminaba apartado, mirando al suelo, con la mirada perdida y entre los lugares mas sombríos. Desde aquel incidente unos días atrás había abandonado su casa, para ahora vivir entre las malezas.

—¿Uh?—Esa sombra caminaba viendo a lo lejos, pues le parecía haber visto a alguien. Agudizando la vista, pudo distinguir a una sombra igual que él sentada debajo de un árbol, mientras pateaba un pequeño pájaro.—¿Quien es?

La sombra sentada no paraba de golpear al pequeño pájaro, que estaba a pasos de la muerte y mientras una pequeña obertura se formaba en su cráneo, sangrando. El pobre, cantaba con sus pocas fuerzas, intentando advertir a alguien sobre la presencia de esa sombra. 

La otra sombra, miraba indignado cómo dañaban a ese lindo pájaro, pero no podía hacer nada. Él era un líquido, una sombra de esqueleto líquida. Sin querer, la indignada sombra hizo sonido con un arbusto, haciendo que la otra sombra desapareciera al instante, dejando al pájaro a medio morir.

Entonces, la sombra que miraba al pájaro con lástima escuchó unas pisadas, así que decidió irse antes de meterse de nuevo en problemas.

Allí, entre las plantas, Ink había encontrado al pájaro, que empezaba a cerrar los ojos lentamente.

—Venga, pequeño...—Calmó Ink tomando al pájaro con sus manos, acariciando sus plumas. Entonces se dio cuenta de la enorme herida que tenía en su cabeza.—Tranquilo...

Entonces, Ink se fue, quitando un trozo de su bufanda para vendar la cabeza del pájaro Éste descansaba en los brazos del pintor. 

—Bueno... Al menos el pájaro no morirá...—Suspiró la sombra del esqueleto, que continuaba caminando por esa pequeña jungla artificial. Sus pasos eran lentos y pausados, no tenía ganas de caminar, ninguna gana.

Odiaba su condición actual, y no podía hacer nada para remediarlo, su destino era ser una sombra por siempre, sin que nadie se enterase de su existencia. 

O eso era lo que creía, pues la realidad era otra: Ink se había dado cuenta de la presencia de esa sombra en su habitación. Nunca supo si era real o no, pero se había dado cuenta de la presencia. Lo que no sabía es que había otra presencia más en el Anti-Void, una presencia desconocida para todos, incluso para vosotros.

La sombra se dirigía a una cueva que se había formado sola, no podía dormir en la intemperie, además de que se acercaba una tormenta.

Por otra parte, Ink había organizado una acampada nocturna bajo la lluvia, pues quería gozar del nuevo ambiente del Anti-Void, lo que no contaba era con el tiempo, pero no le importó, pues creó unos paraguas gigantes que cubrirían las tiendas de acampada.

—Necesitamos preparar la comida, Error.—Dijo Ink cortando unas rebanadas de pan para luego untarlas con mermelada. Error lo miraba sin decir nada, no quería hacer nada, le daba demasiada flojera. Ink lo miró con fastidio.—Ay... Al menos ve con el pájaro. Estate atento de que no le pase nada.

El pájaro. Ink lo había encontrado con varios rasguños y una obertura en su cráneo, casi muerto entre las malezas de la jungla que él había creado. Decidió llevarlo a su casa para curarlo, curarlo con remedios naturales. No podía depender siempre de su pincel. Así que probaría a curar al pequeño con sus propias manos. 

Error suspiró, dirigiéndose hacia la habitación dónde el pájaro reposaba, tapado con un pequeño trapo y vendado por la cabeza, con un poco de agua restregada por todos sus plumas, calmando el dolor de sus pequeños rasguños creados por las astillas que habían herido al pájaro al ser pataleado tantas veces.

—Desearía volver al pasado.—Murmuró Ink con una buena razón: en su niñez, Error y él no tenían ningún deber, ni proteger ni destruir, sólo jugar y disfrutar, ser felices y gozar de su estancia en ese mundo blanco, sin problemas. Pero todo cambió... Cambió por culpa de ellos dos, Error por destruir uno de sus dibujos e Ink por haberse enojado con él, propagando el odio de esos dos esqueletos, que de amigos pasaron a enemigos.

Eso de volver a ser un niño le agradaba, pero no podía hacer nada, su pincel no tenía tantas cualidades como para rejuvenecer a las personas de cualquier universo, aunque lo intentase lo único que lograría sería conseguir un rostro más joven.

Y así, sumido en sus pensamientos, Ink preparaba la comida para esa excursión nocturna, mientras Error miraba en la otra sala al pájaro con desprecio. Pensaba la razón por la cual Ink era tan bueno con todo el mundo, pero no lo comprendía. Aunque igualmente eso era un don, o eso creía él. Mucha gente no puede perdonar a las otras personas por temor a que les dañen de nuevo.

—Oh pajarito, has tenido suerte de que Ink te encontrara, si no ahora mismo estarías muerto...—Dijo Error tocando al pájaro con un palo, mientras éste cantaba débilmente. El pobre no iba a durar mucho si no hacían algo. Su obertura en el cráneo ya no sangraba, pero le dolía igual.

Ahora pasemos a la descripción del pájaro: un lindo bicho bastante pequeño, que haría más o menos desde tu muñeca hasta la punta de tus dedos, con un pico dorado con el extremo negro. Sus plumas eran bastante irregulares, colocadas bastante abundantes en algunas partes y en otras partes faltaban plumas para cubrir su piel. Eran de un color negro carbón tirando a gris, con un pecho de tres colores; azul marino, blanco y amarillo. Sus patas eran doradas con el pico, con la única diferencia de que tenían manchas negras, como si fuera tinta esparcida por toda la pata. Tenía dos colores de ojos, azul y negro. El ojo derecho negro y el izquierdo azul marino. Por culpa de los rasguños, esa linda criatura ahora lucía fatal y sangrienta, cosa que desagradaba a Error, pero a Ink no le importaba.

También había un hecho a destacar de esa pequeña ave: su voz. Era una voz extraña, pues sonaba cómo un piano sonando, cosa que hacía de sus cantos una hermosa melodía.

—Error, ¿cómo está el pájaro?—Preguntó Ink entrando a la sala dónde Error estaba, secándose sus manos después de haber preparado toda la cesta de comida.

—Pues... Supongo que bien.—Contestó con indiferencia Error, mirando cómo Ink se acercaba al pájaro. 

—Pobre... Seguro que ha sufrido mucho... ¿Sabes? Siempre he querido tener a un ser al que cuidar, un niño o algo así, pero si el pájaro sobrevive me gustaría adoptarlo... Bueno, espero que sobreviva.—Error se sobresaltó ante las palabras de Ink. ¿El pintor quería tener un hijo? Extraño, nunca había pensado que ese pintor querría cuidar de una vida.

—Bueno, por mi vale.—Ink saltó de la emoción al escuchar la afirmación del glitch.

—¿Y cómo se podría llamar?—Esa fue la pregunta del pintor, que los haría pensar bastante.

CONTINUARÁ

Seh, por ahora tendrán de mascota un pájaro :3 Y sabéis quien pondrá el nombre a éste, ¿no? Pues vosotros, ¡claro! Pongan sugerencias de nombres :D 

Oh Dios... 2,1k de leídos :'O Y no sé que hacer de especial, por favor, digan sugerencias de especiales xD

Nos vemos en el siguiente capítulo :D

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top