Capítulo 16| Descubrimiento nocturno
Al llegar a casa, los dos esqueletos se tumbaron en sus respectivas camas, después de esa noche tan dura y divertida, sobretodo por el baile del pato. Ese baile era demasiado genial para ser olvidado.
Los esqueletos empezaron a bostezar, con insomnio, haciendo que su humor cayera en picado, mientras se enojaban por no poder dormir. El café que habían tomado en el baile les estaba fectando demasiado.
Al fin, después de un largo tiempo de insomnio, esos dos esqueletos lograron dormir, mientras de las sombras surgía de nuevo esa persona olvidada, que nunca nadie echaría de menos.
—Ya duermen... Veo que han tenido una divertida noche en la fiesta...—Su voz sonaba melancólica, no podía hacer nada más que ver a los esqueletos que dormían. No podía hablarles, pues ellos no le podrían escuchar, su voz era un lamento ahogado. Le era imposible hacer que alguien se diese cuenta de su presencia, que seguía 'vivo' y que aún podía vivir en ese mundo. Pero sin ayuda no lograría hacer nada.
Sus lágrimas carbón siempre recorrían su rostro, haciendo que a veces se mezclaran con las sombras de esa casa, que cualquiera que entrara creería que estaba embrujada. No sabía que hacer, era imposible volver a conseguir cuerpo, pues Ink no querría tener a un parásito dentro de él. ¿Quien lo querría? Nadie.
Luego de un largo tiempo llorando, una cama empezó a crujir, haciendo sobresaltar a la sombra. Intento escabullirse por la rendija de la puerta, pero no podía. Alguien estaba moviéndose por la habitación, haciéndole imposible escapar.
—¿Q-Que?—Esas palabras de la sombra ahora sonaban fuertes y claras, como si algún milagro estuviera sucediendo ahora mismo. La sombra se empezó a inquietar, pues pudo notar el tacto de alguien en su brazo hecho de tinta.—...—No dijo nada,no quería ser descubierto, así que lo único que hizo fue confundirse entre las sombras. Eso hizo que quien sea que lo tomó por el brazo se confundiera y regresara a la cama, pues ésta crujió sonoramente.
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Eran las seis de la mañana, y los dos esqueletos dormían pacíficamente, sin moverse, tranquilos, soñando quien sabe que. Sus vidas habían cambiado bastante en ese último mes.
Su amistad había incrementado, pero Error seguía queriendo destruir, pero como ya sabemos, Ink lo tiene dominado sin él saberlo. Error no quiere desobedecer al pintor.
—Ya es...—Ink bostezó sin poder controlarse—de día...—Se acercó a Error, empezando a sacudirlo, cosa que hizo que despertara de forma brusca.
—¡Eh! ¡Qué haces!—Gritó Erro cayendo al suelo, mientras Ink soltaba una leve risa. Error se levantó molesto, mientras tiraba también a Ink, que empezó a reír más fuerte.
—Eres muy rencoroso, Error.—Dijo entre risas Ink mientras se levantaba. Error lo miraba con una cara de 'No me digas' y se sentaba en la cama.—Bueno, es hora de comer. ¿Sabes? Ésta noche vi una sombra en la habitación.
—¿Oh? ¿Una sombra?—Habló Error pensando en quien podría ser, pero los únicos que podían entrar en el Anti-Void eran Ink, Fresh y él. Pero descartaba la idea de que Fresh fuera por la noche a molestar en su casa.
—Sí. Y escuché lamentos. Tal vez fue una pesadilla, y eso espero. Bueno, vamos a desayunar.—Ink cambió de tema, había sentido perfectamente la voz de esa sombra y no quería dar mas explicaciones que harían que Error le interrogase. Sabía perfectamente quien se escondía en esas paredes oscuras por las noches.
—Oh, claro.—Error no sabía que Ink había cambiado de tema por una razón en particular, por eso no quiso reprochar nada.
Al llegar al salón Ink se dio cuenta de que les hacía falta algo. Pensó en que podía ser, hasta que dio justo en el clavo: necesitaban una televisión. Así que de una pincelada, una gran televisión apareció junto una mesa alargada.
—Listo, al fin tenemos televisión.—Dijo Ink satisfecho, ahora creando un control para la televisión, que una vez creado utilizó, mientras la pantalla se encendía y un programa de MTT se emitía.
—Genial, ahora tenemos que aguantar al afeminado de Mettaton...—Error no estaba muy de acuerdo con eso, ya que todos los Mettaton le caían mal. Pero algo de entretenimiento no haría mal, así que no protestó más.
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Días pasaban, días aburridos que no tenían ningún interés de ser contados, días en los que INk se dedicó a mejorar el Anti-Void, creando vegetación y un cielo por el cual podría haber cualquier clima, ya sea nieve como lluvia. Eso hacía que el Anti-Void fuera un poco menos aburrido, pues ahora podía pasar cualquier cosa, incluso podrían haber tornados, pero Ink los evitaría a toda costa.
Error cada vez se sentía más extraño al estar con Ink, pero ocultaba el nerviosismo, no wuería dejar ver su lado tímido y nervioso, sería un golpe para su orgullo.
Ink por su parte estaba muy a gusto junto a Error, que seguía con impulsos de destrucción, pero podía controlarlos ya que el pintor le creó unos muñecos indestructibles para que Error los golpease y calmase su furia.
Los universos poco a poco fueron reparados, y muchas fiestas se celebraron en honor a Ink y a Error. Todas con distintas cosas: bailes, comidas, discursos... Y todos eran impresionantes, los dos esqueletos se quedaban maravillados por la originalidad de cada evento.
Cada día era algo nuevo, un universo nuevo. Hasta que llegó el día de reparar Underlust. Sí, Underlust!Sans no fue capturado por Error porque éste lo había hecho polvo: no quería a un pervertido violador en el Anti-Void.
Ink y Error no tenían muchas ganas de reparar ese universo, pero deberían hacerlo, pues tal vez alguno de los monstruos sobrevivió y eso no sería lo mejor para aquel monstruo. Aunque sean unos pervertidos, tienen corazón en Underlust. Así que Ink abrió un portal, un portal completamente morado, por el cual se lanzaron para llegar a Underlust.
—Espero que no nos inviten a ninguna fiesta...—Murmuró Error cuando Ink revivió al primer monstruo.
—Cierto... No es por ofender pero no quiero que me droguen.—Respondió totalmente de acuerdo Ink, viendo como los monstruos que revivían le miraban con lujuria mientras se iban uno por uno.
Al final, gracias a Dios intactos, Ink y Error llegaron a la sala del juicio, donde se hallaban dos montañas de polvo. Ink las revivió, haciendo aparecer el cuerpo de Sans y Papyrus de esa dimensión.
—Pueden ir a vuestra casa.—Dijo frío Error al notar las miradas que los dos esqueletos lanzaban a Ink. Éste estaba intimidado y miraba nervioso hacia todos los lados. No sabía cuál era la razón de por qué había creado ese universo.
Al fin, después de insistir a los hermanos Lust, pudieron regresar a casa, después de ese horrible día evitando a los pervertidos de aquel universo.
CONTINUARÁ
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