En Underfell todo era peor. No solo había polvo, sino también cadáveres mutilados de monstruos de los que salían órganos vitales que empezaban a provocar náuseas a Ink, quien tenía la misión de reconstruir el universo.

—Error se ha pasado un poco en destruir Underfell...—Murmuró Ink mientras pintaba el cuerpo entero a los cadáveres.—Bueno... Tal vez algunos monstruos fueran asesinados por otros.

Los monstruos poco a poco empezaron a recobrar la vida, al igual que los pueblos volver a ser normales, casas destruidas ahora como nuevas y los monstruos sin ninguna herida. 

El pincel de Ink era increíble, y por supuesto, Ink también. Sus habilidades como pintor eran infinitas, y podía crear todo lo que él quisiera, eso sí, tenía que tener el pincel, pues sin el pincel no era nada.  Por eso, al ser capturado por Error, al no poseer su pincel no podía hacer nada. Solo si su cuerpo lo manejaba ErrorInk.

Hacer que los monstruos revividos perdonasen a Error por haber destruido su universo no era algo sencillo. Todos terminaban insultando a Ink, que solamente quería defender a su amigo... ¿o enemigo?

—Ésto es inútil...—Frustrado Ink se sentó viendo como algunos monstruos volvían a pelear como si nada hubiese pasado. El pintor casi nunca se rendía, pero Underfell era unos de los peores sitios que habían y sus monstruos eran incluso peor.

Mientras reposaba en el lecho de nieve ensangrentada, Ink era vigilado de nuevo por Error. Ya se le había hecho costumbre espiar a su enemigo mientras reparaba los universos.

—Sí pudiera convencerlos... Pero es imposible. No entrarán en razón.—La frustración de Ink aumentaba cada segundo en una cantidad increíble. No resistía ver como nadie quería perdonar a Error. Aunque en una gran parte tenían derecho a rechazar el perdonar a su destructor.

Los suspiros eran frecuentes, los horribles monstruos mirándolo también. 

Ink no había visto aún a PapyrusFell y a SansFell, así que decidió ir hacia su búsqueda y así saber que fue de ellos. Y si alguno de ellos estaba herido tenía que curarlo, no podía dejarlo a merced del destino.

Mientras tanto, Error espiaba a Ink. Todos sus movimientos le parecían interesantes, incluso los suspiros que daba de vez en cuando. Veía como arreglaba cada casa, revivía a los monstruos y ayudaba a otros.

—Por Dios... Me estoy helando...—Ink se abrazaba a si mismo mientras caminaba de forma muy lenta yendo hacia la sala del juicio, el lugar donde seguramente estarían los hermanos Fell.

Caminaba lento, sin prisas, intentando calmarse. Calmarse por los problemas que le habían dado los monstruos de esa dimensión. Algunos incluso casi lo habían atacado, pero no lo hicieron pues Ink huyó transportándose.

No todo era de color rosa para el pintor. Muchos sucesos horribles le sucedían de vez en cuando, luchas interminables con Error y ganarse el odio de algunas de sus creaciones son algunos ejemplos.

Mientras paseaba para lograr llegar a la sala del juicio arreglaba paisajes que tuvieran algún fallo que aún no hubiese arreglado.

Y al fin, llegó a la sala del juicio. Error seguía espiando, viendo cada detalle de Ink, que entraba veloz a la sala, mientras miraba hacia todos los lados.

Red tenía pedazos de ropa de su hermano envolviendo su cuerpo. Ink se acordó de golpe de que Error le había hecho muchas heridas al Sans de Underfell.

—Que lindos...—Murmuró Ink observándolos con una gran sonrisa en su cara. Se acercó a ellos mirándolos sin parar.—Despierten, par de tórtolos.—Exclamó Ink con el fin de despertar a esos dos. Éstos abrieron los ojos soñolientos, un poco de mal humor por haber sido despertados de repente.

—¿Ink?—Preguntó interesado Red tallando sus ojos.

—Sip. Y ya podéis volver a vuestro hogar, el universo está completamente reparado. Por cierto, hacen linda pareja.—El sonrojo de Red se pudo hacer visible, mientras Papyrus mostraba gestos de enojo.

-

Una vez reparado Underfell, Ink se propuso arreglar otro universo ese mismo día. Miro las listas de todos los universos, viendo los destrozos de cada uno, de mas leves a más graves.

Al fin después de mucho pensar el universo que repararía, eligió Outertale. Sí, Outertale, su universo favorito.

—¿Así que irá a reparar otro universo?—Molesto, Error se cruzó de brazos, mientras continuaba observando a Ink.

Abriendo un portal con su pincel, Ink llegó a Outertale. Las estrellas no brillaban con tanta intensidad como en otras ocasiones y algunas incluso estaban en el suelo, sin ningún tipo de brillo y polvo esparcido a su alrededor.

—Oh no...—La angustia fue visible en la voz de Ink, quien miraba con desamparo el paisaje de Outertale e intentaba calmarse. 

El polvo de los monstruos de Outertale era dorado, como el polvo de las estrellas, así que a Ink se le dificultó la búsqueda de los monstruos polvorizados. 

Mientras más caminaba Ink soltaba más lágrimas. No soportaba ver su universo favorito así, ni éste ni ningún otro. Pero Outertale custodiaba recuerdos preciados para Ink. Incluso para Error, pero a él no le importaban, solo quería destruir los universos.

—Vale... Solo falta un poco más y repararé completamente el universo.—Se consoló Ink mirando Stardin, ya completamente reconstruido, con monstruos saliendo y entrando a las casas.

Empezó a caminar, reparando todo lo que estuviese en mal estado, ayudando a algunos monstruos que habían sobrevivido a la destrucción pero acabando bastante heridos.

Al fin, tdo estaba en orden en Outertale. Todo había sido rehecho, las estrellas colocadas donde debían y los pueblos rediseñados, con casas nuevas donde cabrían más monstruos y en los caminos hacia los pueblos habían sido instalados algunos hoteles.

—Ha quedado perfecto.—Orgulloso, Ink se dirigía a la sala del juicio, donde se encontraban Papyrus y Sans, dispuestos a salir de la sala.—Ya pueden irse sin problemas. He remodelado vuestro universo.—Guiñó un ojo.

—Muchas gracias Ink. Te debemos una.—Exclamó feliz OuterSans dándole la mano a su hermano y saliendo para dirigirse a Stardin.

—Creo que ya es suficiente por hoy.—Error iba a cerrar el pequeño portal por donde espiaba a Ink, pero éste se dio cuenta de la presencia del portal.—¿¡Error!? ¿¡Que haces espiándome!?

CONTINUARÁ

Oh por Dios, 698 leídas :'O Muchas gracias de corazón ^^